El Vuelo del Falcón Pesado

El Vuelo del Alma-Espíritu

Una analogía

Parte 1

De pesos, ruidos y cargas

Adaptable para clases, conferencias o mensajes

 

El cohete Falcón Pesado ya en pleno vuelo después de un despegue existoso desde Cabo Cañaveral, Florida, el día 6 de febrero de 2018, fotografía para el tema El vuelo del Falcón Pesado El vuelo del Alma-Espíritu, primer tema De pesos iniciales, ruidos y cargas.      El Alma-Espírtu se despega velozmente de su cuerpo terrenal fallecido en esta fascinante gráfica para el tema El vuelo del Falcón Pesado El vuelo del Alma-Espíritu, primer tema De pesos iniciales, ruidos y cargas.

 

Texto amplio con numerosas enseñanzas y aplicaciones

Incluye imagen (diapositiva) en JPEG

Con la secuencia de gráficas y textos

 

 

Imagen (diapositiva) 1 de la serie sobre el Vuelo del Falcón Pesado y el Vuelos del Alma-Espíritu, una imagen JPEG compuesta de fotografías y textos.

 

Introducción

El tema de esta serie: se trata de una analogía entre el Vuelo del cohete Falcón Pesado y el Vuelo del Alma-Espíritu. Este tema aparece a la cabeza de la diapositiva. El mecanismo de “analogía” sirve para poner de relieve los parecidos y las diferencias entre dos “vuelos” que resultan ser muy distintos.

¿Por qué el doble término “Alma-Espíritu”? La razón estriba en que ambos sustantivos son sinónimos en numerosos textos de la Biblia, mientras que en otros no lo son. Por ejemplo, el apóstol Pablo define “todo” el “ser” humano como “espíritu, alma y cuerpo” (1 Tesalonicenses 5:23), no siendo precisamente sinónimos “espíritu” y “alma” dado que los dos entes figuran en la misma cláusula. Sin embargo, según otros textos, ambos sobreviven la muerte del cuerpo físico.

Al apóstol Juan le fue permitido ver “las ALMAS de los decapitados” por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios”(Apocalipsis 20:4).

Por otro lado, el apóstol Pablo enseña que en el cielo “los ESPÍRITUS de los justos” son “hechos perfectos” en “la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial(Hebreos 12:22-24).

A la luz de textos tales como estos tenemos a bien usar el doble término “Alma-Espíritu” para siempre dejar claro que los dos identifican al ser vivo que sale del cuerpo físico muerto, continuando su existencia en dimensiones celestiales.

“Vuelo.” Esta visualización de la traslación del Alma-Espíritu, con su mente-memoria-conciencia intactas, como “vuelo” desde entornos materiales a entornos espirituales, es bíblica. “Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos(Salmo 90:10).

El tema de la Primera diapositiva: De pesos, ruidos y cargas.

El Vuelo del Falcón Pesado. Ocurrió el 6 de febrero de 2018, a las 3:45 pm, EST, despegándose el cohete exitosa y espectacularmente de Cabo Cañaveral, Florida. Esta información aparece en la diapositiva, a la izquierda, bajo el título “Vuelo del Falcón Pesado”.

El Vuelo del Alma-Espíritu. Este vuelo se inicia el año, día, hora, y segundo en que muera el cuerpo físico, texto que aparece a la derecha de la diapositiva, debajo de una gráfica blanca, con tonos azules, que representa al Alma-Espíritu que se ha separado del cuerpo físico muerto.

“…sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, escribe el apóstol Pedro, también utilizando la frase “después de mi partida” (2 Pedro 1:14-15).

El apóstol Pablo, escribiendo a los cristianos en Filipos, dice que tenía “deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor” que quedarse en la tierra (Filipenses 1.23).

Así que, ambos apóstoles tenían bien claro que el Alma-Espíritu sobrevive la muerte del cuerpo físico. Lo abandona como morada terrenal ya rendida inhabitable. Parte de él en viaje, en vuelo, a la esfera espiritual.

¿Lo tenemos tan claro tú y yo, querido amigo, amiga?

Desarrollo de la analogía

Por el lado izquierdo, dos gráficas ilustran el “Despegue del Falcón Pesado”.

Por el lado derecho, tres gráficas ilustran el “Despegue del Alma-Espíritu”.

El texto en el centro, superior.

El factor “peso” en la analogía.

El Falcón Pesado (FP) pesó 1.420.788 kg (3.132.301 lb).

Fijarse en la fotografía del despegue del cohete Falcón Pesado.

Su peso bruto en la plataforma antes de encenderse los veintisiete motores, nueve en cada uno de los gigantescos cilindros.

El cohete mide 70 metros (229 pies) de alto. El alto de un edificio de veintitrés pisos.

Su ancho es de 12.2 metros (40 pies).

El Alma-Espíritu (AE) no tiene peso material. Su peso neto espiritual en cualquier instante de su travesía por la dimensión material, ya positivo ya negativo, lo determinan sus atributos y ejecutorias positivos o negativos.

“Gravitas” dota al Alma-Espíritu de peso espiritual. La palabra denota “alta seriedad”. “Viene directamente del latino. Entre los romanos, gravitas se tenía como esencial para el carácter y las funciones de un adulto que ejerciera autoridad.” (El Diccionario Mirriam-Webster online. Traducción del inglés.)

¿Qué tal las Almas-Espíritus de actualidad? ¿Cuánta gravitas suelen tener? ¿Cuánta desean tener? Querido lector, querida, ¿cuánto peso tiene su alma-espíritu?

El Alma-Espíritu livianito, por falta de valores morales, conocimiento de verdades eternas y buenos atributos espirituales, se lo lleva cualquier viento de maldad, engaño o error filosófico-religioso.

Y aun los que algo de peso tienen, pero no mucho, se los llevan ráfagas y corrientes fuertes de engaños y pasiones desordenadas.

Gravedad, responsabilidad moral, madurez mental, dominio propio, equilibrio emotivo, nobleza de conducta, respeto, más otros atributos y normas de la misma categoría, añaden gran peso al Alma-Espíritu.

El Alma-Espíritu adquiere un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17) al acumular tesoros (Mateo 6:19-20), o depósitos (2 Timoteo 1:12), en el cielo mediante la ejecución de obras buenas en el planeta Tierra.

El texto en el centro, medio

El Falcón Pesado despegó con un ruido ensordecedor.

Ruido que estremecía a los más de cien mil observadores, impresionándolos grandemente.

Ruido de una gran máquina fabricada por seres humanos. Máquina que engendró 2.267.962 kilogramos (5.000.000 libras) de empuje durante los primeros minutos de vuelo.

Y el ruido de fuertes aplausos y gritos de cien mil observadores humanos se confundía con el estruendoso ruido de la máquina gigante.

¡Alabada la máquina! Que un día, quizás pronto, lleve nuestra raza al planeta Marte, donde podremos establecer una colonia.” Culto a la máquina. A la tecnología. A la ingeniería. Por cierto, no rendido por todos los observadores, ni tampoco por siquiera todos los ingenieros que diseñaran e hicieran realidad tanto al Falcón Pesado como todo el sistema de lanzamiento. Pero, sí, diríase, por los profesionales, trabajadores y observadores que todo lo hagan y miren sin ni un asomo de fe en dios alguno o inteligencia superior cualquiera.

Mientras tanto, el planeta Tierra vuela en el espacio a 107.200 kilómetros (66.600 millas) por hora en su órbita increíblemente precisa alrededor del Sol. Sin motores, mantenido en posición por fuerzas invisibles para el ojo humano. ¡Y no escuchamos ruido alguno creado por su paso vertiginoso! Pesa 5.97237 x 1024 kg (1.31668 x 1025 lb).

¿Cuántos profesionales y habitantes humanos de toda categoría se quedan estupefactos ante un fenómeno tan inmenso y tan veloz en su traslación por los cielos, reconociendo diseño, y, por ende, Inteligencia asombrosa en su concepción y creación?

Por lo menos, algunos seres han sabido alabar tan fantástica hazaña y tributar honor a su Autor. “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?” Preguntas hechas al antiguo patriarca Job (Job 38:4-4-7).

El Alma-Espíritu sano se despega silenciosamente del cuerpo físico.

Aunque el cuerpo físico de no pocos llore y grite de dolor durante el tiempo de su agonía mortal, ya muy corta ya más extendida. Por otro lado, la muerte viene al instante para muchos seres humanos ; para otros tantos, silenciosamente, durante el sueño o bajo sedación.

¿Por qué habría de gritar angustiosa y desesperadamente el Alma-Espíritu puro durante los instantes antes del fallecimiento de su cuerpo mortal? Al fin y al cabo, está próximo a partir para un estado “muchísimo mejor” que el corporal-terrenal, y lo sabe. Más bien, se sentiría muy aliviado y gozoso al poder abandonar el cuerpo físico, con todas sus luchas para la auto preservación animal instintiva, y, además, dejar atrás todo el estrés de la vida material en la tierra, para volar a un lugar realmente maravilloso libre de semejantes condiciones.

Por otro lado, el que el Alma-Espíritu impuro se exprese a través de su moribundo cuerpo físico con gemidos angustiosos fuertes, no deseando partir y resistiéndolo con todas sus fuerzas, tal comportamiento no sorprendería ya que el impuro ha valuado el cuerpo carnal, con sus placeres y pasiones carnales, por encima de la vida espiritual. Quiere permanecer siempre en el cuerpo de carne. La muerte de su cuerpo le aterroriza. Todavía más lo que le espere en las regiones tenebrosas más allá de la muerte.

El texto en el centro, inferior.

La carga del Falcón Pesado fue el Roadster Tesla de Elon Musk, fundador y CEO de SpaceX, la empresa que diseñó y lanzó al espacio el Falcón Pesado.

Un carro, de color cereza de medianoche, propulsado por baterías, el Roadster Tesla fue valorado en $100,000.00 dólares (EEUU).

¿Tal carro en órbita en el sistema solar, potencialmente, por millones de años? ¡Imagen inolvidable en la mente de toda persona capaz de apreciar semejante ocurrencia singular de dramatismo y promoción económica! Lo de “por millones de años” sería proyección de mentes saturadas de las tesis de la evolución darwiniana. Quienes creen con igual convicción en la Suprema Inteligencia Creadora del universo saben que su plan es muchísimo más breve.

Carga netamente material. “Hecha por humanos en la tierra”, como dice una placa fijada al motor del Roadster Tesla. Por si acaso extraterrestres lo encuentren ahí en el espacio. Para que sepan el origen del vehículo y hagan contacto con los humanos, suponiendo que todavía existan en el universo material.

¡Carga perdida eternamente! Irrecuperable. A menos que los ingenieros de SpaceX inventen de pronto alguna tecnología que haga posible su rescate antes de que sea destruido por rayos cósmicos o impactos de asteroides. O se adueñen de ella extraterrestres.

Para el vuelo del Alma-Espíritu purificado la carga sería cero, pues, su valioso cargamento espiritual adquirido en el planeta Tierra mediante todas sus obras y ejecutorias realizadas en el nombre de Jesús de Nazaret (Colosenses 3:17), con motivaciones sanas, fue enviado con antelación a su almacén de seguridad en el cielo. De manera que viaja livianito, sin pesados o abultados equipajes y cajas de adquisiciones mundanas que entorpecieran su traslación.

Al respecto, testifica el apóstol Pablo muy confiadamente: “…yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (2 Timoteo 1:12). Así que, Pablo, mientras estaba en la Tierra, iba haciendo depósitos en el Cielo. Al partir él en vuelo espiritual para los lugares celestiales, estaba totalmente seguro de hallar allá todo el depósito perfectamente intacto.

Y tú y yo, ¿estamos haciendo otro tanto? ¿O estamos cargando al Alma-Espíritu durante nuestra travesía por estos lugares terrenales de mucho bagaje mundano de poco o ningún valor verdadero?

Exhorta Jesús de Nazaret: “…haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan" (Mateo 6:20). Allá se acumulan, y no acá.

“Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que b. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apocalipsis 14:13).

De hecho, al decir “Alma-Espíritu purificado”, se trata específicamente de los que “mueren en el Señor”. Es decir, al fallecer el cuerpo físico de los tales, se hallan, en su calidad de Almas-Espíritus, “en el Señor”. Esto significa que no solo han creído, se han arrepentido y han sido bautizados (sumergidos) en agua “para perdón de los pecados” (Marcos 16:15-16; Hechos 2:37-47; Romanos 6:3-7), para estar “en Cristo”, “revestidos” de él (Gálatas 3:27), sino que también han sido fieles al Señor hasta el último suspiro de su cuerpo mortal.

Se les concede la dicha de descansar “de sus trabajos”.

Sus obras buenas hechas en la tierra “con ellos siguen”. O sea, la constancia oficial de estas obras hechas en la tierra y depositadas en el cielo siempre está disponible para ellos en las distintas paradas y etapas de su viaje espiritual. Por ejemplo, al presentarse en la Primera Parada para recibir confirmación divina de su estatus espiritual de “Almas-Espíritus Puros” cuyos nombres se encuentran en el Libro de la Vida, y en la Segunda Parada, la cual es el Paraíso, del Hades. Etcétera.

En cambio, la carga del Alma-Espíritu Impuro es la suma de todos sus atributos y ejecutorias malos.

De sus fechorías, mentiras, engaños, palabrotas, fea jerga bárbara cargado de referencias obscenas al sexo, gestos indecentes y provocativos, sinvergüencerías, insensibilidades, actitudes y miradas de confrontación violenta, vicios, crímenes, adulterios, inmoralidades de toda categoría, crueldades, abusos sociales, incredulidad, blasfemias, estilos de vida innaturales, injusticias, odios, iras y demás pecados no perdonados por el Creador del universo material, por el Juez Justo, por el Todopoderoso. Dios de amor que manifestó de mil maneras su amor por todos los seres humanos, aún por los más viles, deseando su salvación, pero amor que no fue reciprocado por los rebeldes y desobedientes pecadores impenitentes que amaban las tinieblas más que la luz.

La carga muy pesada de culpabilidad. Culpables de haber desechado los designios de Dios para ellos (Lucas 7:30). De no haber buscado su cara (Hechos 17:24-31). De no haber amado la verdad (2 Tesalonicenses 2:11-12). De no haber procurado vivir en feliz armonía con su “buena voluntad, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).

¿Acaso esté usted cargado de culpa en esta encrucijada de su trayectoria?

Si quiere deshacerse de ella, puede quitársela de encima y colocar su carga debilitante e inmunda delante del Señor Jesucristo, suplicándole, con verdadera humildad y arrepentimiento, que la destruya. Luego, tomar su carga de vida -la de Cristo- ligera y fácil de llevar, portándola fiel y alegremente hasta el punto de partida para el vuelo a destinos hermosos celestiales.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30).

 


 

El tenso vuelo de Starman a la Primera Órbita. El vuelo obligatorio del Alma-Espíritu a la Primera Parada. Una analogía. Parte 2. De la serie: Vuelo del Falcón Pesado; Vuelo del Alma-Espíritu.

El triste vuelo espacial de Starman en su Tesla Roadster, al encuentro con la eventual destrucción total. El vuelo feliz del Alma-Espíritu Puro al Paraíso. Parte 3 sobre el Vuelo del Falcón Pesado y el Vuelo del Alma-Espíritu.

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