La PREDESTINACIÓN

¿Es necesario el bautismo
(inmersión) en agua para ser salvo?

¿Cero participación humana en la salvación?

¿La destinación eterna de cada ser humano predeterminada,
no cambiándola ninguna acción que realice?

INTERCAMBIO

…entre el Sr. Martín y

el Sr. Homero Shappley de Álamo

 

 

Esta foto de una mano con una pluma sobre una Biblia abierta ilustra el tema La predestinación: ¿individual o colectiva?, en editoriallapaz.

 

La predestinación: ¿es individual o colectiva?

El bautismo en agua: ¿es una obra no necesaria
para la salvación o es “para perdón de los pecados”?

"No hay ingredientes humanos en la salvación",
postula el Sr. Martín.

Replica el Sr. Homero que es necesario purificar
nuestras “almas por la obediencia a la verdad
mediante el Espíritu”
, tal y como instruye el
Espíritu Santo por el apóstol Pedro.

¿Quién tiene la razón?

 

El Sr. Martín escribe…

 “Ahora quisiera hacerle una especie de comentario/cuestionamiento. Permítame una breve introducción: Como ya le conté anteriormente, arranqué mi 'historia' en una iglesia católica, de la cual me fui por los motivos que usted ya sabe. Luego, comencé a frecuentar una iglesia evangélica, la cual me atrajo por la ausencia de los defectos de la católica, pero me alejé nuevamente por la presencia de nuevos abusos en cuanto a las cosas del Señor.

Hoy tengo el enorme agrado de encontrarme con gente como ustedes, quienes según veo, se rigen exactamente por el Nuevo Testamento, y en lo que yo concuerdo. Pero yo quisiera saber... ¿cómo decirlo...? ¿Están ustedes plenamente convencidos de lo que predican? Esto es -y espero que me sepa usted interpretar, ya que trato de aclarar un punto de vital importancia para mi vida- ¿están ustedes abiertos a otras opiniones? No me refiero a otras opiniones fuera de la Biblia, muy por el contrario, sino a que tal vez hay cosas que no se han interpretado del todo bien.” 

Respuesta de Homero. Solo puedo responder por mi mismo, y mi respuesta es la siguiente: siempre soy estudiante de la Palabra de Dios, deseando fervientemente ensanchar mi conocimiento y entendimiento del mensaje divino en todos sus aspectos. Estoy, así pienso, muy consciente de mi falibilidad, y esto incluye la posibilidad de equivocarme en mis conclusiones respecto a enseñanzas bíblicas, particularmente “algunas difíciles de entender”, como dice 2 Pedro 3:16.

Pero, con esta salvedad: se supone que tenga yo la capacidad intelectual de entender correctamente al menos “los rudimentos de la doctrina de Cristo” (Hebreos 6:1-3), pues de no ser así, ¿cómo llegar yo al entendimiento de la verdad que libra y salva por la sangre de Jesucristo? Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32)“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad…” (1 Pedro 1:22).

Martín“Voy al grano: En realidad, el único punto que no me cierra sobre lo que he leído en su Página, y en los folletos que me ha mandado con los CDs, es el tema de la salvación. Ruego al Señor me ayude a expresar correctamente, lo que pienso.

En la Biblia dice que Dios ya había designado desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4,5), a quienes habrían de ser salvos. Esto indica claramente que no hay nada que el hombre pueda hacer o dejar de hacer para ser salvo, pues Dios ya lo sabía desde antes de que el hombre naciera. No hay ingredientes humanos en la salvación. En el pasaje de Efesios dice claramente que "Dios nos escogió desde antes de la fundación del mundo para ser santos..." "...según el puro afecto de su voluntad".
 

Homero. Comentarios breves. Digo “breves”, pues usted ha traído un tema, a saber, la “predestinación”, al que comentaristas, maestros y predicadores de toda clase han dedicado, literalmente, tomos sobre tomos desde hace largos siglos.

Pregunto, con el propósito de llegar tal vez al meollo de algunas dificultades interpretativas:

¿A quiénes “escogió” Dios, “antes de la fundación del mundo, para que” fuesen “santos y sin mancha delante de él”?

¿Acaso a individuos, por nombre y apellido? ¿No importando lo que hiciera cada uno a favor o en contra de su salvación personal? ¿Escoge a individuos, obligándolos entonces a obedecerle para que sean “santos y sin mancha”?

De haberlo hecho así Dios, ¿por qué no poner en tela de juicio su trato supuestamente no preferencial de los seres humanos? De él se dice repetidas veces que no hace “acepción de personas”, pero si predestina a individuos a salvación o a condenación antes de que siquiera nazcan, ¿cómo no concluir que hiciera él acepción de personas?

Mi convicción hasta el momento es que Dios sí predestinó, aun antes de la fundación del universo, a algunos seres humanos a la vida eterna y a otros a la condenación eterna, pero que no los predestinó individualmente sino colectivamente. Es decir, predestinó a la colectividad de los que hacen su voluntad a la vida eterna, y por el contrario, a la colectividad de los que no la hacen, a la condenación. Cada ser humano decide a cuál de estas dos “colectividades” espirituales quisiera integrar. De no ser así, ¿con qué lógica dotarnos Dios del libre albedrío?

¿No es bíblica mi “convicción”? Quizás no lo sea; Dios sabe. Pero, de una cosa estoy confiado: si obedezco “de corazón a aquella forma de doctrina” (Romanos 6:17) revelada por el Espíritu Santo, y me mantengo en santidad hasta el fin de mis días terrenales, ¡Dios me salvará eternamente! Pese a no entender yo cabalmente su doctrina sobre “predestinación”. 

 

Martín. “Además, en 2 Timoteo 2:13, dice que ‘si nosotros fuéramos infieles, Él permanecerá fiel’.” 

Homero. Pregunta. ¿Quiere decir esto que Dios salve eternamente a los infieles impenitentes? Todo el sentido del evangelio va en contra de tal posibilidad. Una y otra vez, se le advierte al “infiel” el peligro de ser repudiado eternamente a no ser que se arrepienta, pero, ¿con qué razón emitir advertencias y tronar condenaciones si no existe el más mínimo peligro de perder el tal la salvación?

 

Martín. “En Efesios 2:8-9 dice: ‘Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto NO DE VOSOTROS, pues es don de Dios; NO POR OBRAS, para que nadie se gloríe’. Lo que yo interpreto a la luz de estos pasajes, y de muchos otros, es que nosotros no podemos hacer absolutamente nada para obtener la salvación, ya que es regalo de Dios. Es un regalo, no una recompensa.” 

Homero. Observaciones. Incuestionablemente, la salvación no es por obras. Esto significa, a mi entender, que jamás puede llegar ser humano alguno a “merecer” la salvación, no importando cuántas obras haga. Aunque sus obras sean sobreabundantes y de magnífica calidad, no por ello tendría derecho de “reclamar” salvación en virtud de ellas.

La iniciativa para nuestra salvación la debía tomar Dios porque estábamos “muertos en” nuestros “delitos y pecados” (Efesios 2:1), y en este contexto la salvación no es de nosotros sino que es don de Dios. Sin embargo, este grandioso “don” no se confiere absolutamente sin condición alguna, sino que la condición fundamental es la obediencia. De no ser así, ¿cómo explicar la exhortación a obedecer hallada a través del Nuevo Testamento infinidad de veces?


Martín. “Por eso, y le pido perdón si ofendo en algo (no es mi intención), no creo que el bautismo sea requisito para ser salvo, pues el bautismo es obra del hombre. Es señal de que YA SE ES SALVO. Es una manifestación humana para indicar que se es salvo.”

Homero. Comentarios. En nada me ofende usted, de modo alguno, al cuestionar lo que enseño. Aún más: su sagrado deber es probarme a la luz de la Biblia, como también a cualquier otro maestro o predicador.

Igualmente, mi deber es responder a los argumentos o planteamientos que usted presenta. Por ejemplo, concluye usted que “el bautismo es obra del hombre”.

Y le pregunto respetuosamente: ¿Quién ordenó que fuésemos bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo? (Mateo 28:18-19) ¿Acaso algún ser humano no inspirado por Dios? ¿O por el propio Jesucristo?

Habiendo Jesucristo mismo ordenado el bautismo, y confirmándolo el Espíritu Santo en varios pasajes, ¿con qué justificación clasificarlo usted, o cualquier otro maestro, como “obra del hombre”?

¿Acaso porque sea una acción que el hombre ha de tomar? Pero, “creer” también es una acción que yo tomo; que usted toma. Creer, o no creer, son decisiones que yo hago; son acciones de mi mente. ¿Significa esto que tampoco sea necesaria la fe para ser salvo por ser la fe una “obra de hombre”? Quien piense que la fe no sea una obra, que considere Gálatas 5:6. “La fe que obra por amor…” O Santiago 2:17. “…la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” 

¿Es acaso el arrepentirse también “obra del hombre”? Ciertamente, arrepentirse es un paso que yo he de dar, una acción que he de efectuar personalmente, si deseo ser perdonado, perteneciendo a la misma categoría de creer y bautizarse. Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados…” (Hechos 2:38).

Además, le preguntaría: ¿Dónde se dice, en el Nuevo Testamento, que “el bautismo es obra del hombre”, o que sea “señal de que YA SE ES SALVO”, o que sea “una manifestación humana para indicar que se es salvo”?

Sinceramente, se me estremece el espíritu al leer estas expresiones por la razón de que, al compararlas con el propósito que Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo fijan para el bautismo, entiendo que constituyen, efectivamente, una negación del propósito divino.

Por un lado, el Espíritu Santo enseña que el propósito del bautismo es: “…para perdón de los pecados”.

Por el otro, el hombre dice que es: “para señal de que ya se es salvo”. Al decir “el hombre”, me refiero no a usted en particular, estimado Sr. Martín,  sino a toda una masa de pastores, predicadores y maestros que enseñan esto mismo: que el bautismo no es para perdón de los pecados sino que es una mera señal de un perdón ya obtenido.

Sobre todos estos puntos, incluso el argumento que usted hace a continuación referente a Marcos 16:16, hemos abundado muchísimo en varios estudios e intercambios disponibles en nuestro sitio de Internet www.editoriallapaz.org/bautismo_compilacion.htm/. También sobre Romanos 10 donde el apóstol Pablo enseña a confesar con la boca que Jesús es el Señor. A propósito, ¿es “confesar con la boca” una “obra de los hombres”?

 

Martín. “En el pasaje de Marcos 16:16 dice: El que creyere y fuere bautizado, será salvo’. Pero, el versículo no termina allí, sino que continúa diciendo: ‘ ...mas el que no creyere, será condenado’. Fíjese que dice ‘el que no creyere’ y no dice ‘el que no se bautice’. Pablo nos dice: ‘si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo’. Aquí vuelve a expresar que la salvación es por fe. Dios no exige ningún ingrediente humano, pues Él ya eligió a quienes habrían de ser salvos.

Espero sepa usted comprender mi inquietud, y de allí es que surge mi pregunta: ¿Existe la posibilidad de que se reconsidere este punto dentro de vuestras congregaciones, a las cuales me gustaría pertenecer?

Fíjese usted, estimado hermano. Homero, que no son ideas mías, sino que tomo como argumento la Palabra de Dios.

Como dije antes, estoy muy de acuerdo con vuestras ansias de regirse por el Nuevo Testamento, sin los abusos que agregan otras iglesias denominacionales, como las que yo conozco. Esto es lo que yo siempre busqué. Pero vuestra forma de interpretar lo concerniente al mensaje de salvación es lo que me ha hecho preguntarme estas cosas.

Espero sepa usted ver más allá de un medio tan frío como es el correo electrónico, en donde no se puede uno expresar de la forma que lo haría frente a frente, y algunas cosas pueden llegar hasta tener un tono ofensivo o hiriente, cosa que yo no quisiera en absoluto!

Espero fervientemente su respuesta, estimado hermano, y le saludo en el nombre de Jesús, deseando que Él lo colme de bendiciones!

Su hermano en Cristo, Martín.”

Homero. Comentarios y despedida. Respetado Sr. Martín, usted se expresa con una delicadeza y elegancia que este servidor quisiera imitar más, y debería sin duda, pues algunos me critican por ser demasiado “duro y franco”. Le ruego muy encarecidamente no tropezar sobre estos rasgos míos, buscando tras ellos la verdad sublime y perfecta de Dios que yo anhelo resaltar y seguir. Y si resulta que esté promoviendo alguna opinión personal en vez de la verdad divina, ore por mí para que lo comprenda y rectifique a tiempo.

Dios alumbre los ojos de vuestro entendimiento, y también los míos, guiándonos hasta tener nosotros, juntamente con todos los demás que aman la verdad, “una misma mente”.

Su servidor en el Señor,

Homero Shappley de Álamo

 


 

La PREDESTINACIÓN..LISTA de escritos, videos e imágenes-diapositivas en PDF en esta Web.

 

El bautismo. Gran número de estudios e intercambios en esta Web.

Enseñanzas básicas del Nuevo Testamento sobre requisitos para salvación

 

Predestinados a ser hijos de Dios. Estudio 1. Efesios 1:4-5, 9-11; 1 Corintios 2:7 y 1 Pedro 1:20.

Predestinados a ser hijos de Dios. Estudio 2. Romanos 8:28-30.

 

  

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