Predestinados
a ser hijos de Dios
Parte I
“Nos escogió en él antes de la fundación del mundo…
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos.”
Análisis de los siguientes textos bíblicos
Efesios 1:4-5, 9-11; 1 Corintios 2:7; 1 Pedro 1:20
Mediante la gráfica siguiente se presenta una orientación preliminar
sobre el proceso de predestinación que se intuye al escrutar los textos
de la Biblia donde se encuentra esta doctrina.
El texto del estudio comienza después de la gráfica.
El formato de preguntas y respuestas facilita llegar
al entendimiento de textos o temas complicados.
Lo empleamos en este estudio.
Efesios 1:4
(4) “…según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él.”
A. ¿A quiénes “escogió” Dios “antes de la fundación del mundo”?
La respuesta es el pronombre “nos” en la frase “según nos escogió”. Al decir “nos”, el apóstol Pablo se incluye a sí mismo en el grupo de los “escogidos”, como también a los destinatarios de su carta, a saber, “a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso” (Efesios 1:1). Por extensión, todos “los santos y fieles en Cristo” de todo lugar y tiempo están abarcados en el pronombre “nos”.
B. ¿Quién es “él” en la expresión “nos escogió en él antes de la fundación del mundo”?
Jesucristo. El antecedente de “él” es “Cristo”, en el versículo 3.
C. Fijar parámetros para el período de tiempo señalado por la frase adverbial “antes de la fundación del mundo”.
Ya que “la fundación del mundo” es una referencia a la creación del universo físico se deduce que estas determinaciones de Dios sobre escoger en Cristo a seres humanos que fuesen “santos y sin mancha delante de él” fueron hechas antes de existir la tierra y, por supuesto, antes de ser creada la raza humana.
D. Cierto o falso. __________ “Nos escogió”, pretérito, “en él antes de la fundación del mundo”, indica una acción tomada por Dios antes de la creación de la raza humana, y por ende, antes del nacimiento de los escogidos.
Cierto.
Efesios 1:5
(5) “…en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad…”
A. Definir “predestinado”. Copiamos definiciones para “predestinado” y “predestinar” del Diccionario de la Real Academia Española, con la salvedad de que las personas que editan diccionarios acostumbran definir vocablos usados en contextos religiosos de acuerdo con su significado común y corriente en obras teológicas o en la religión predominante de su país, y no necesariamente conforme al contexto puramente bíblico.
1. “Predestinado, da. (Del part. de predestinar). adj. Que fatalmente tiene que acabar de una manera determinada. 2. Elegido por Dios desde la eternidad para lograr la gloria.”
2. “Predestinar. (Del lat. praedestināre). tr. Destinar anticipadamente algo para un fin. 2. Rel. por antonom. Dicho de Dios: Destinar y elegir ab aeterno a quienes por medio de su gracia han de lograr la gloria.” (Ambas definiciones del Diccionario de la Real Academia Española, en Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.)
B. El pronombre “nos” unido al ver “habiendo”, en la frase “en amor habiéndonos…”, identifica a “los santos y fieles en Cristo”. ¿Estos cristianos han sido predestinados a ser qué cosa?
A “ser adoptados hijos” de Dios.
C. ¿Quién hace posible la adopción de seres humanos como “hijos de Dios”?
“Jesucristo”, pues el mismo texto dice que esta adopción es “por medio de Jesucristo”. De no haber hecho Jesucristo el papel que le correspondió según el plan de redención trazado por la Deidad “antes de la fundación del mundo”, esta “adopción” hubiese sido frustrada.
D. ¿Cómo hace posible Jesucristo esta adopción?
1. Por medio de su sacrificio expiatorio en la cruz y “el evangelio de vuestra salvación” (Efesios 1:13), mediante el que se anuncian las buenas nuevas de esta “adopción”, de esta “salvación tan grande” (Hebreos 2:3).
2. “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos” (Gálatas 4:4-5). “La adopción de hijos” está condicionada en el acto de “redimir”, sin el que no habría tal “adopción”.
E. Durante la Era Cristiana, ¿quién tiene potestad (autoridad) para determinar cuáles seres humanos pueden “ser adoptados hijos” de Dios, según Mateo 28:18?
Jesucristo. “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Dios el Padre es quien otorga a su Hijo “toda potestad”, poder que abarca hasta la propia muerte. “Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas” (1 Corintios 15:27). Así que, Dios el Padre es la excepción, no estando él sujeto a su Hijo Jesucristo.
F. ¿Quiénes son “hijos de Dios” conforme a Romanos 8:14?
“…los que son guiados por el Espíritu de Dios…” “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”, dice el texto. El Espíritu de Dios guía por medio de la palabra inspirada, la que él ha entregado a la humanidad en la Biblia. Para la Era Cristiana, esta “palabra que guía” es el Nuevo Testamento.
1. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad…” (Juan 16:13).
2. “Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad” (1 Juan 5:5-6).
G. ¿Cómo son engendrados los “hijos de Dios”, conforme a Juan 1:12-13?
“Los que creen en su nombre”, es decir, en el nombre de Jesucristo, único “nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12), reciben “potestad de ser hechos hijos de Dios”. Estos “hijos de Dios… no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”. O sea, no son engendrados físicamente sino espiritualmente.
H. ¿Qué medio, o instrumento, hace posible que el ser humano nazca como hijo de Dios, conforme a Santiago 1:18?
Dios mismo, “de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. El “medio, o instrumento”, es, pues, “la palabra de verdad”. Esta misma frase “la palabra de verdad” es usada en Efesios 1:13, siguiéndola la frase calificativa “el evangelio de vuestra salvación”. “La palabra de verdad” y “el evangelio” son sinónimos. La “simiente… incorruptible” que produce “hijos de Dios” es “la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23-25).
I. Cierto o falso. __________ Ser adoptado hijo de Dios es un procedimiento logrado “por medio de Jesucristo”, conforme a la predeterminación de Dios mismo. Recibiendo de su Padre “toda potestad… en el cielo y en la tierra”, Jesucristo establece el medio y las condiciones para ser adoptado el ser humano como hijo de Dios. Por lo tanto, el acto de “predestinar” efectuado por Dios “antes de la fundación del mundo” no fue arbitrario ni incondicional, sino que fue eslabonado directamente al papel de Jesucristo a favor de la redención de la humanidad y su potestad para determinar quién sería adoptado “hijo de Dios”, y quién no.
Cierto.
J. Cierto o falso. __________ Todos los seres humanos escogidos “para ser adoptados” como “hijos” de Dios fueron seleccionados cada uno individualmente, no teniendo que ver en nada sus acciones o atributos.
Falso. Los destinados a ser “hijos de Dios” son los que Jesucristo redime por medio de su sangre vertida en la cruz, en virtud de nacer ellos de “la palabra de verdad”, procedimiento que requiere obligatoriamente sumisión a “la palabra”, lo cual implica necesariamente acatamiento de sus mandatos.
Efesios 1:9-12
(9) “…dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, (10) de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. (11) En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, (12) a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.”
A. “…habiendo sido predestinados conforme al propósito…” (versículo 11)
1. ¿Qué “propósito”, según los versículos 9 y 10?
Según el de “reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”.
2. ¿Quién es indispensable para la realización de este “propósito” divino y qué papel hace para que se cumpla a cabalidad?
Cristo, pues la Deidad se propone “reunir todas las cosas en Cristo”, dice el texto mismo. Cristo hace el papel de “mediador”, reconciliando, mediante su persona y obra redentora, a los “predestinados conforme al propósito” de Dios.
a) “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna” (Hebreos 9:15).
b) “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos [judíos y gentiles] hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas [la antigua ley dada en Sinaí al pueblo de Israel], para crear en su mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo [la iglesia], matando en ella las enemistades” (Efesios 2:14-16).
B. Definir “designio”, de acuerdo con el contexto de la cláusula “según el designio de su voluntad”.
“Designio. (De designar). m. Pensamiento, o propósito del entendimiento, aceptado por la voluntad.” (Diccionario de la Real Academia Española, en Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.)
Tomando en consideración todo lo revelado sobre Dios en las Sagradas Escrituras, concluimos que él siempre actúa con “designios” cuidadosamente formulados, y esto es cónsono, desde luego, con el carácter de un ser tan inteligente. “Su voluntad” presupone “designios”, pues no hace nada, hasta donde sepamos, al azar, sin propósito. Al determinar “predestinar”, “propósito” definido tiene en mente, es decir, un “designio”, un fin específico. Este fin es “llevar muchos hijos a la gloria” por medio del “autor de la salvación de ellos” (Hebreos 2:10), para que estos “hijos” estén “delante de él”, “santos y sin mancha”. Este “propósito” de su “entendimiento” es “aceptado por” su “voluntad”.
C. Definir “voluntad”.
“Voluntad. (Del lat. voluntas, -ātis). f. Facultad de decidir y ordenar la propia conducta. 2. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola. 3. Libre albedrío o libre determinación. 4. Elección de algo sin precepto o impulso externo que a ello obligue. 5. Intención, ánimo o resolución de hacer algo.” (Diccionario de la Real Academia Española, en Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.)
D. Dios “hace todas las cosas según el designio de su voluntad”. Reflexionemos sobre este hecho: Dios no hace nada sin tener algún “designio”. Al tomar él la acción de “predestinar”, algún “designio de su voluntad” lo guía. Teniendo presentes las definiciones de “designio” y “voluntad”, explicar lo que enseñan estos dos vocablos acerca de cómo Dios predestinó a “ser adoptados” algunos seres humanos para que fueran “hijos suyos”.
1. Según estas enseñanzas en Efesios 1, “habiéndonos predestinado” (Efesios 1:5) no fue, en definitiva, una acción aislada o incondicionada tomada por Dios antes de la creación del universo material y la raza humana. Califican y definen esta acción varias consideraciones importantísimas. Por ejemplo:
a) La acción de “predestinar” se hace “conforme al propósito” de Dios de “reunir todas las cosas en Cristo” (Efesios 1:9-11).
b) La acción de “predestinar” se hace “según el designio de su voluntad” (Efesios 1:11), o “según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:5).
c) Su “propósito” y su “voluntad”, determinados por él, decididos y fijados por él, “antes de la fundación del mundo”, dictaron que “en Cristo” serían escogidos quiénes pudieran estar “delante de él” como hijos suyos.
Entregando el Padre Dios “toda potestad en el cielo y en la tierra” a su Hijo Jesucristo, este es quien determina, pues, quiénes cualifican para ser “hijos de Dios”, y quiénes no.
Teóricamente, Cristo pudiera haber optado por no establecer condición alguna, pero la realidad innegable es que el Señor asienta, mediante su “evangelio de salvación”, numerosas condiciones indispensables para ser escogido “hijo de Dios”. De hecho, este “evangelio”, sinónimo de “Nuevo Testamento”, está repleto de condiciones, directrices, mandamientos divinos, advertencias de consecuencias trágicas para el que no obedezca, y de peores para que aquel que reincida después de haber obedecido “a la verdad” (1 Pedro 1:22; 2 Pedro 2:20-22), no faltando ejemplos de personas que fueron salvas, pero que luego perdieron eternamente su salvación al cometer el “pecado de muerte” (1 Juan 5:16-17; Hebreos 6:4-6).
2. El acto mismo de “predestinar”: cuándo y cómo realizado.
a) Partiendo desde el presente (siglo XXI) y remontándonos por los tiempos, llegamos a la fecha para cuando fue creada la raza humana.
a) Pasamos más allá de aludida fecha, cual sea la exacta, llegando al tiempo para cuando el vasto universo material fue creado y apareció la tierra en su estado de “desordenada y vacía” (Génesis 1:2).
b) En vuelo etéreo imaginario, pasamos aún más allá de este evento, llegando, en las proyecciones de nuestra mente, al tiempo cuando el Todopoderoso Dios ideó esta creación. Lo tenemos por axiomático que idear, concebir, visualizar y planificar, preceden el acto mismo de crear.
Como el escultor, antes de tomar sus herramientas y comenzar, primero visualiza la estatua que quisiera esculpir. Igualmente, el arquitecto visualiza en su mente un proyecto –edificio, casa, parque- haciendo luego un plano detallado, quizás incluso un modelo.
Así pues, en algún punto de la eternidad que precede la creación material, de la que somos parte los seres humanos, el Dios Creador concibió y planificó esta creación. Allá en sus moradas celestiales, allende de esferas materiales o meramente temporales, el Todopoderoso idea esta creación, incluso la raza humana. Proyectándola en el gran lienzo de su fabuloso intelecto, y estudiándola, ve de antemano que los humanos, pese a ser hechos “a imagen y semejanza” de él mismo (Génesis 1:26-27), no harán fielmente el papel asignado a ellos.
(1) En consultación con su único Hijo, como nos atrevemos a visualizar los procedimientos, predeterminan remedios, los que incluyen la encarnación del Hijo, con el propósito de que éste experimente en carne propia la condición humana y provea, mediante su cuerpo inmolado a manera de “Cordero sin mancha”, la vía de reconciliación y restauración (Filipenses 2:5-11).
(2) Esto es lo que Dios propuso “en sí mismo” en aquel tiempo (Efesios 1:9). Formuló un “designio”, y su poderosa “voluntad” haría que se cumpliera, por “puro afecto” a los humanos, su benigno “propósito” para ellos.
(3) Fue predeterminado que este maravilloso “propósito” sería logrado mediante Cristo. Él es quien implementaría, en virtud de su sacrificio, fidelidad y sublime santidad, el plan divino de rescatar a seres humanos que pudieran estar “delante” de Dios como “hijos adoptados”.
¿Qué “plan” es el suyo? En lo tocante al ser humano, el mismo se recoge concisamente en la fraseología de la “Gran Comisión”: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo” (Marcos 16:15-16). Así que, lo que predeterminó, o predestinó, la Deidad, definitivamente incluye acciones que el ser humano ha de cumplir si desea ser adoptado hijo de Dios.
Fue predeterminado, “antes de la fundación del mundo”, que, durante la Era Cristiana, “el que creyere y fuere bautizado”, sería “salvo”. Por lo tanto, todo el que cree y es bautizado bíblicamente (por inmersión y “para perdón de los pecados”), habiéndose arrepentido también (Hechos 2:38), ha sido escogido “antes de la fundación del mundo” para estar “delante de él”, o sea, delante de Dios, en santidad “y sin mancha”. Ha sido predestinado para ser adoptado hijo de Dios.
(4) Recapitulamos.
(a) “Nos escogió… antes de la fundación del mundo…” ¿Cómo? “…en él”, es decir, reiteramos, “en Cristo”. ¿De qué manera “en él”? A través de “la obediencia a la verdad” (1 Pedro 1:22). ¿Qué cosa enseña esta “verdad”? “El que creyere y fuere bautizado, será salvo…” “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de vida” (Apocalipsis 2:10). Por consiguiente, solo el que obedece a esta “verdad” es escogido.
(b) “…habiendo sido predestinados…” ¿Cómo? “…conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad…” ¿Qué es esta “voluntad”? “…reunir todas las cosas en Cristo…” ¿Cómo “en Cristo”? Conforme a la plena “potestad” de Cristo (Mateo 28:18). Pues, ¿qué ordena Cristo? “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…” (Mateo 28:19-20). Por consiguiente, solo el que se hace discípulo de Cristo, se bautiza como manda el Señor y guarda “todas las cosas” que él manda, es predestinado a ser adoptado hijo de Dios. Armonizan con esta afirmación infinidad de textos tales como Gálatas 3:25-27.
“Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo están revestidos.”
¿Qué hacer para estar “en Cristo”? ¡Bautizarse! Por inmersión. “Para perdón de los pecados” (Hechos 2:38). “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” ¿Qué hacer antes de ser bautizado? ¡Creer!
E. El evangelio fue predestinado.
Las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 2:7 respaldan grandemente esta explicación de la “predestinación” enseñada en la Biblia. “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria…” En este versículo, “misterio” y “sabiduría” son sinónimos de “evangelio”.
Comprendemos, pues, que el evangelio mismo fue predestinado “antes de los siglos”. Volvemos a enfatizar un hecho muy elemental referente a este “evangelio”, a saber: incuestionablemente, ¡este mensaje divino contiene numerosas condiciones cuyo cumplimiento por el ser humano es necesario, con tal de convertirse él en verdadero “hijo de Dios”, y por ende, ser tenido por digno de estar delante de Dios! Esto reconfirma que la “predestinación” enseñada en la Biblia no es sin requisitos que el ser humano haya de llenar cabalmente si desea ser contado entre los “escogidos” de Dios.
F. La encarnación del Hijo de Dios, su ministerio en la tierra, su muerte, resurrección, ascensión; su función de “mediador”, y su toma del poder como “Rey” sobre el Reino Espiritual -¡todo esto fue predestinado!
“…fuisteis rescatados… con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo…” (1 Pedro 1:18-20).
Allá, en algún punto de la eternidad que precede la creación del universo material, cuando la Deidad está planificando crear a los seres humanos, y, visualizándolos, prevé su desobediencia, concuerdan en que el único Hijo de Dios bajaría al planeta Tierra en “el cumplimiento del tiempo” (Gálatas 4:4) con el propósito de efectuar un rescate espiritual.
Esta intervención de Cristo fue predeterminada, “antes de la fundación del mundo”. También “Dios predestinó antes de los siglos” el “misterio-sabiduría-evangelio” que el Hijo suyo traería al mundo. Entonces, el que recibe a Cristo, obedeciendo su evangelio, lógicamente de él se dice que ha sido predestinado a la salvación, porque la Deidad determinó de antemano que sería salvo todo aquel que creyera en Cristo y fuera bautizado “para perdón de los pecados”.
¿Quiere usted ser uno de los “predestinados”? ¿Uno de los “elegidos”? La clave es colocarse en el lugar espiritual donde ellos se encuentran. En el lugar espiritual predeterminado por la Deidad. En la “iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (Hechos 20:28).
¡Todos los que suben a bordo de este barco espiritual destinado al cielo son “predestinados” a ir al cielo! Y llegarán, con tal de no abandonar el “barco”.
El “destino” del barco “Iglesia” ha sido predeterminado. No será cambiado. Por lo tanto, el que en él va está “predestinado” a ir al cielo.
La invitación de ser “pasajero” en el barco “Iglesia” Dios se la ha hecho extensiva a todo ser humano, pues claramente dice el Espíritu Santo acerca de él y su voluntad que él “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:3-4). No unos pocos sino “todos”. De ahí que su Hijo Jesucristo abre la puerta a todos, diciendo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo” (Marcos 16:16). El tal será contado entre los “elegidos”; será contado como “predestinado”.
VIDEO 1 sobre la PREDESTINACIÓN tal cual
enseñada en Efesios 1:4-12. Veinte diapositivas
(imágenes compuestas de gráficas y texto)
se utilizan para presentar este estudio en vivo.
VIDEO 1 sobre la PREDESTINACIÓN enseñada en Efesios 1:4-12.
Veinte diapositivas compuestas de gráficas y textos se utilizan para presentar este estudio.
VEINTE DIAPOSITIVAS en PDF para la Predestinación enseñada en Efesios 1:4-12.
Utilizar en conexión con la Exposición escrita sobre el tema, al igual que con el VIDEO sobre el mismo tema.
La predestinación: ¿individual o colectiva? Intercambio entre el Sr. Martín y el Sr. Homero Shappley de Álamo.
Predestinados a ser hijos de Dios. Estudio 2. Romanos 8:28-30.
Enseñanzas básicas del Nuevo Testamento sobre requisitos para salvación
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