La aparición de esposas

sin velo en Corinto


1 Corintios 11:2-16

 

Parte 4

Del libro…

Esposas romanas, viudas romanas:

la nueva mujer emergente

y las comunidades paulinas

Por Bruce W. Winter

Director of the Institute for Early Christianity in the Graeco-Roma World.

Derechos reservados. William B. Eerdmans Publishing Co. 2003. www.eerdmans.com

Palabras o expresiones aclaratorias añadidas por el traductor aparecen entre corchetes en Ariel de 10 puntos. El autor Bruce W. Winter también encierra entre corchetes algunos elementos de su escrito. Estos aparecen en Ariel de 12 puntos, el mismo tipo de letra utilizado en el cuerpo de la versión en español.

 

 

 

Izquierda. Estatua de la diosa Deméter, diosa griega de la agricultura, el matrimonio
y la ley sagrada. En las procesiones en honor a esta diosa, las mujeres
participantes fueron fiscalizadas, en cuanto a su vestimenta y conducta,
por magistrados elegidos llamados “controladores de mujeres”.
En griego, gunaikonomoi 

Derecha. Vista del Acrocorinto, con el Golfo de Corinto en el fondo. 
www.wikipedia.org 

En las laderas del Acrocorinto, o sea, Corinto Alto,
en tiempos antiguos había un templo de la diosa Deméter.

 

IV.  Fiscalización oficial de códigos indumentarios

en actividades religiosas

El cargo de “Controlador de mujeres” en Roma y Grecia

Aplicación a 1 Corintios 11

Explicaciones sobre el significado de “ángeles” en 1 Corintios 11:10,
y aplicaciones prácticas para el tiempo del siglo I.

El autor Bruce Winter asegura que el vocablo original
debería ser traducido “mensajeros”.

 

El Sr. Bruce W. Winter escribe…

“Daniel Ogden ha llamado atención a lo que percibe él como una falla de parte de historiadores especializados en la historia antigua de discutir el importante rol cívico de ‘controladores de mujeres’ en los tiempos romanos, una deficiencia que él procura corregir.42

Anteriormente, P. Cartledge y A. Spawforth habían escrito sobre gunaikonomoi, observando que el cargo no fue restringido a la Esparta romana. El que el comportamiento de mujeres nacidas libres estuviera bajo vigilancia cívica se evidencia por la existencia de un gunaikonomos -gunaikonomoz, un tipo de magistrado conocido a través del mundo griego ya para el siglo I antes de Cristo. También se encontraba comúnmente durante los siglos subsiguientes.

“En una discusión breve del rol [de los controladores de mujeres] en Esparta, Sarah Pomeroy habla de ‘vigilancia estatal’ de las actividades de mujeres. Especula ella: ‘Se imagina uno que algunas de las participantes pasaran más allá de la raya, comiendo excesivamente, bebiendo, cantando y bailando bajo el pretexto de actividad religiosa… En otros poleis [ciudades], los gunaikonomoi no solo supervisaban a mujeres sino que también imponían restricciones suntuarios’.44 [“Suntuario” significa “relativo al lujo”.]

“Un cuadro compuesto de los [distintos] roles de los gunaikonomoi emerge de la evidencia existente. Debían velar que se cumplieran leyes suntuarias, frenar gastos excesivos de parte de mujeres por vestimentas para festivales religiosos, restringir el despliegue competitivo de riquezas, promover castidad femenina por el bien de padres, esposos y los dioses, y estandarizar la vestimenta usada en procesiones.

Además, en las procesiones religiosas deberían mantener las tradiciones y asegurar que los distintos rangos [sociales] fueran reflejados mediante los códigos indumentarios distintos para (1) las iniciadas y las recién iniciadas en el culto, (2) esposas y mujeres no casadas, (3) mujeres libres y esclavas y (4) esposas respetables, [mujeres] adúlteras y prostitutas.49

“Para poder lograr que los controladores de mujeres fueran obedecidos, contaban con poderes oficiales para confiscar vestimentas de mujeres, asestar ciertas multas y restringir la conducta [de las mujeres].

Podían rasgar y confiscar públicamente cualquier traje que fuera considerado ofensivo, dedicándolo a los dioses. Esto sería una humillación pública para la mujer objeta de la acción.

También podían excluir a mujeres de la participación pública en festivales o sacrificios, como, además, bajar de categoría a las mujeres, asignándoles un estatus más bajo en los listados [de invitados] para los festivales.46 

Plutarco averiguó que este cargo tuvo sus orígenes allá en el período Griego Clásico de Solón, cuyas leyes ‘prohibieron un comportamiento descabellado y desordenado adrede’ de parte de mujeres. Comentó:

‘La mayoría de estas prácticas [de tiempos antiguos] también nuestras leyes las prohíben, pero las nuestras contienen un proviso adicional, a saber, que tales ofensoras serán castigadas por los supervisores de mujeres’.47

“Se sabe que Menandro ocupó este cargo público en Cornlia, en Didyma, en el siglo II a. C., y que también fue operativo [este cargo] en Mileto. Tratándose del siglo I a. C., evidencia [para este cargo] proviene de Creta e Ilión.48 ‘La sobrevivencia de la liturgia [cargo público] a través del Principado bien puede reflejar la importancia que la ciudad romana daba a la celebración decorosa de los festivales tradicionales, en los que esposas e hijas de los ciudadanos desempeñaron un papel importante, regulado estrictamente en términos de atavió y conducta.’49

“Ogden examina con lujo de detalle una inscripción larga de Andania, fechada 92 – 91 antes de Cristo, la cual tiene que ver principalmente con instrucciones para los ‘controladores de mujeres’ (gunaikonomoi) con el fin de regular los códigos indumentarios de mujeres que participaban en procesiones religiosas asociadas con el culto a Deméter.

El atavío de mujeres fue definido muy precisamente por su rango, es decir, matronas, niñas y esclavas, y también por su estatus dentro del culto.

En adición, ninguna fémina podía vestir ‘joyas de oro, o colorete, o plomo blanco, o cintas en el pelo, o tener el pelo trenzado, o vestir zapatos, a menos que fueran de felpa o piel sagrado’. El propósito fue limitar vestimentas muy elaboradas, fijándose una suma máxima de dinero que pudiera invertirse, variando la cantidad entre 200 dracmas hasta no más de 50 en el caso de esclavas.

La ropa transparente fue mencionada específicamente en las instrucciones, siendo vetada en las procesiones.

Aquellos ‘controladores de mujeres’ tenían autoridad para rasgar cualquier vestimenta usada en contra de las reglas del culto y dedicarla a la deidad.

[Deméter o Demetra (en griego antiguo Δημήτηρ o Δημητρα, ‘diosa madre’ o quizás ‘madre distribuidora’, quizá del sustantivo indoeuropeo *dheghom*mater) es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. www.wikipedia.org. Artículo: Deméter.]

“Sin duda, el cargo fue oneroso, como hemos notado ya, y los que fueron elegidos a tal puesto público honorífico descubrieron que no fue una sinecura. [“sinecura s. f. Empleo o cargo de poco trabajo y notable retribución. Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.] ‘Una persona que se ilusiona con ser guardián de la ciudad, guardián de varones jóvenes o un gunaikonomoz’ está acosada por preocupaciones y ansiedades referente a su estado, sus hijos y sus mujeres’, una referencia a la carga de responsabilidad de los distintos oficios.52

“Evidencia para este cargo ha sido encontrada en Esparta, ciudad de Acaya. El cargo operó ‘de acuerdo con las tradiciones antiguas y las leyes de Esparta, tal como registra una inscripción del reinado de Trajano.53 

El magistrado espartano contaba con cinco más que tenían el título de sungunaikonomoz.

… Cartledge dice: ‘En cuanto a Esparta, se atestigua al puesto desde el tiempo de Augusto hasta tardío en él de Severano, siendo los deberes lo suficientemente pesados, al parecer, como para requerir la asistencia de (usualmente) cinco colegas menores. El que hubiese la necesidad de asistencia para fiscalizar los códigos indumentarios no se debió a un mayor grado de inmoralidad entre las mujeres espartanas romanas.

‘No despliega la esfera de mujeres en la Esparta romana nada de lo licencioso por el cual fue notoria en tiempos Clásicos.

En dedicatorias honoríficas para matronas espartanas de los siglos II y III, elogios repetitivos por su moderación, amor al esposo, dignidad y decoro demuestran que la sociedad local, al menos en los rangos altos, valuaba las mismas virtudes domésticas en mujeres resaltadas por Plutarco de Chaeronea como dignos de alabanza, siendo él, para el período bajo consideración, el portavoz más prolífico sobre los temas de amor, mujeres y matrimonio.’55

“Se ha sugerido que el rol de mujeres en la vida pública fuera confinado mayormente a cultos religiosos.56 Mas, sin embargo, en Menandro Rhetor, claramente se ve que el controlador de mujeres estaba conectado a la esfera pública. ‘El autocontrol es evidenciado en dos contextos: en la comunidad pública y en casas privadas. En la comunidad pública, se asocia con la educación de niños y niñas, bodas y matrimonios, y leyes sobre ofensas provenientes del desorden.’ … Menandro se refiere luego a la esfera privada, mencionando específicamente adulterio y ‘otros errores’.57

[Aplicación a Corinto y 1 Corintios 11]

“¿Acaso se implementara este oficio en la Corinto romana? Dos razones nos llevan a suponer que sí. Por cierto, hasta la fecha carecemos de cualquier evidencia existente mediante inscripciones que registraran el cargo de gunaikonomoi en Corinto. Esto no es sorprendente dada la destrucción de la ciudad por los herulianos en 267 d. C. y el saqueo violento por los godos en 395, pero en el Oriente hay amplia atestación epigráfica acerca de tal cargo.58 

Esparta, cuya población se estima en unos cien mil habitantes, se hallaba en la misma provincia que Corinto. En otros lugares, ciudades donde se celebraba el culto a Deméter,  hubiesen tenido tal cargo. Existe evidencia sólida según la que [algunas] mujeres de Corinto estaban asociadas con el culto a Deméter, respecto al cual sabemos que fue celebrado en la Corinto romana en el tiempo de Pablo, en el templo ubicado en las laderas de Acrocorinto, con vista a la ciudad.59 Inscripciones maldicientes escritas por mujeres han sido descubiertas allí.60

 “¿Tenemos [en cuanto a la iglesia] evidencia al efecto de que información acerca de la conducta de mujeres casadas mientras adoraban hubiese sido divulgada más allá de las reuniones de los cristianos en Corinto?

En 1 Corintios 14:23, se revela la presencia de extraños e incrédulos en las reuniones, con la implicación de que esto no era inusual. La configuración de la casa era tal que el cuarto principal, el cual habría sido el lugar donde se reunían, fue accesible directamente desde la entrada.

Bien que sea común referirse a iglesias ‘caseras’, el término usado consecuentemente en el Nuevo Testamento es más específico. Si uno deseaba simplemente indicar que una reunión no fue efectuada en un salón alquilado sino en una casa (la estructura física), entonces el término oikia sería la designación correcta.

Pero, en todas las referencias a localidades donde los cristianos se congregaban como comunidades paulinas, o iko z   fue usado. Este término se refiere ‘a un cuarto’ dentro de la casa, el cual hubiese sido lo que designamos como el salón o sala de estar.61 

Así pues, sus reuniones eran fácilmente accesibles para cualquier persona, haciendo posible que un extraño entrara sin problema. 

[Nota aclaratoria del traductor. “Comunidades paulinas” es una expresión típica de muchos teólogos usada para designar las iglesias establecidas por el apóstol Pablo. La misma no es usada en el texto del Nuevo Testamento. Las congregaciones establecidas por Pablo no pertenecían a él sino a Cristo, verdad elemental destacada en los escritos del apóstol.]

[Explicaciones sobre el significado de “ángeles” en 1 Corintios 11:10,
y aplicaciones prácticas para el tiempo del Siglo I]

“En el pasaje bajo consideración [1 Corintios 11:2-16], pueda que una pista se halle en el hecho de que las esposas estaban obligadas a vestir el velo a causa de los aggelloi [ángeles]. Aunque se haya invertido mucha energía en el esfuerzo de desatar el nudo gordiano formado por traducir como ‘ángeles’ la palabra griega,62 en otra obra he argumentado que el término debería traducirse ‘mensajeros’.63 

Esta palabra fue usada no solo para identificar a los que traían información sino también para los que se acudían con el propósito de obtener información, llevándosela luego a otros.

Escribiendo en el siglo II antes de Cristo, Epictetus provee evidencia de esto mismo. ‘¿Cuál mensajero es tan veloz o tan atento como los ojos?’, observó él acerca de uno que podía ser enviado ‘como explorador’ para volver con un informe.

Discutiendo el rol del filósofo cínico, Epictetus observó que el tiempo presente [para él] podía compararse a un estado de guerra, donde el cínico [partidario de la filosofía cínica] no podría operar de la manera que lo haría normalmente. Si lo hiciera, acabaría con su rol de ‘el mensajero, el explorador, el heraldo de los dioses’. 

Epictetus también reportó que después de echar Domiciano a los filósofos de Roma, un hombre joven de Nicopolis fue enviado, de parte de ellos, a Roma para espiar la tierra. Los filósofos habían sido expulsados de Roma de cuando en cuando por unos cuantos emperadores, y de ahí la necesidad de un mensajero que enviara un reporte a los que habían sido exiliados de la capital del Imperio, en torno a si pudieran regresar sin peligro.64 

Una de las razones tras siempre traducir el término aggelloi como ‘ángeles’ estriba en la presunción de que mensajeros solo trajeran información. Pero, si la otra traducción es usada [la de “mensajeros”], de la manera que, por cierto, es traducida la palabra aggelloi en otras instancias en el Nuevo Testamento [O sea, aggelloi es traducido “mensajeros” en otros textos del Nuevo Testamento.], entonces se sugiere que la preocupación (1 Corintios 11:10) de Pablo se debiera a la impresión que se llevara cualquier recogedor de información [que llegara a la congregación en Corinto], siendo esta [posibilidad] a la vez la razón [una de ellas] por vestir el velo matrimonial [las mujeres cristianas en Corinto] mientras oraban o profetizaban.

“¿Cuáles precedentes culturales pudieran haber influenciado en la percepción de los mensajeros? Pues, hay estatuas de Livia, la esposa de Augusto y madre de Tiberio, que la presentan en el rol de sacerdotisa, con su velo matrimonial colocado encima de la cabeza.65 

Además, existe evidencia al efecto de que no solo la esposa del emperador hiciera el papel de sacerdotisa, sino que también una sacerdotisa provincial del culto al emperador [tributara] honor a Livia, y esto se hacía no solo en el Oriente sino también a través del Imperio.66 ‘¿Qué mujer no seguirá cuando una emperatriz va al frente?’, preguntó Juvenal.67 

Las esposas que participaran en actividades religiosas paganas hubieran tenido el velo tirado sobre sus cabezas. Tenemos conocimiento de al menos una mujer de Corinto que era sacerdotisa. La inscripción acerca de ella lee: ‘A Polyaena, hija de Marcus, sacerdotisa de Victoria. El sumo sacerdote [Publius] Priscus Jeventianus [estando aún vivo (colocó este monumento)] con la aprobación oficial del concilio de la ciudad para (esta) excelente mujer’.68 

Por consiguiente, se puede concluir que aquellas esposas que emprendieran funciones religiosas debieran cubrir sus cabezas con el velo matrimonial, dado que toda mujer casada respetable vestiría el velo fuera del hogar, tal cual prescrita por la ley y la costumbre romanas. De ahí surge la posibilidad de que los que enviaran a mensajeros a espiar las actividades de los cristianos en sus reuniones pudieran reportar a los varones elegidos para supervisar oficialmente códigos indumentarios para mujeres en Corinto que algunas mujeres cristianas casadas no fueran ataviadas apropiadamente mientras participaban en actividades religiosas.

“Otra posibilidad es que acudieran mensajeros simplemente para llevar un reporte a algún miembro de la élite de Corinto, o a cualquier otra persona interesada que tuviera curiosidad, pero que no se sentía en la libertad de asistir por si acaso se tratara de una reunión política de alguna asociación. Augusto había legislado contra las actividades políticas de asociaciones tan pronto consolidara su poder, y todos los emperadores de la dinastía Julio-Claudiana, con la excepción de Gaius, se mantuvieron altamente sospechosos de ellas.69 Culpable por asociación había sido establecido durante el Principado de Tiberio, mediante el famoso juicio por traición a consecuencia de la conspiración de Sejanus.70 El cliente de un patrón o un siervo casero de confianza hubiera sido una persona apta para ser enviada con el propósito de asegurar que la reunión [de la iglesia] no quebrantara la ley romana.

“Cualquiera fuese el motivo de enviar mensajeros, el informe transmitido contaría de ciertas mujeres cristianas que se ocupaban en orar y profetizar, actividades que habrían sido interpretadas en el contexto religioso como relacionadas a un oficio sacerdotal importante. Quitarse deliberadamente sus velos mientras oraban o profetizaban habría enviado una señal que estaban identificándose en su reunión religiosa con la mujer nueva, la que actuaba con pocas inhibiciones en banquetes conducidos frecuentemente en hogares privados. Según Hechos 18:7, reuniones de cristianos, en las que se celebrada la Cena del Señor (1 Corintios 11:17-34), fueron efectuadas en hogares privados. Como veremos, a veces mujeres casadas se conducían inapropiadamente en ‘el tiempo después de la cena’ en hogares privados (Ver al página 153 en el libro impreso).”

 

 


 

V.  ¿Qué fue 'lo propio' en la Corinto romana?

Vi.  Dando la apariencia de ser contenciosos

 

Conducta moral, sexualidad, modas, vicios, gangas, pornografía.

 

El velo y otras vestimentas en las culturas de Grecia y Roma.
Lista, con enlaces, de estudios a fondo en esta Web.

 

  

¿Le gusta esta página? Por favor, ayúdenos a difundir la información por medio de compartirla automáticamente con sus amistades de Facebook, Google+, LinkedIn, y Twitter pulsando en los botones arriba colocados.

Derechos reservados. Permiso concedido para hacer una copia, o múltiples copias pero ninguna para la venta.