Haciendo música en medio de

los escombros de la vida

 

 

Esta fotografía de un cellista sentado entre escombros y tocando su instrumento ilustra el tema Haciendo música en medio de escombros, en editoriallapaz.org.

 

En un país del Europa oriental, un cellista solitario, ataviado formalmente, toca su instrumento en medio de escombros. Quizás alguna composición espontánea de su propia inspiración. O, una pieza clásica. ¿Música lenta y tristona o ritmo acelerado y desafiante, con matices de indignación e ira? Pero, el hombre está vivo y está tocando, hechos significantes por sí solos.

 

Sentado sobre un canto duro de piedra, y no sobre una silla acojinada. En medio de ruinas desgarradas y feas; no en un salón elegante lleno de lujo y comodidad. Destrucción alrededor de él. Ventanas y puertas rotas. Techo desplomado. Pero, ¡vivo y haciendo música!

Cuando la vida misma está rodeada de escombros, o se convierte en escombros, una clave para la sobrevivencia es, precisamente, ¡seguir haciendo música! En medio de frustraciones, fracasos, angustias o sufrimientos -en el contexto de carreras, empleos o negocios; de relaciones sociales, matrimoniales o familiares; de enfermedades del cuerpo, la mente o el espíritu; de ilusiones y esperanzas hechas añicos- ¡seguir haciendo música!

Música de calidad, y no una cacofonía de acordes estridentes o una mezcla de piezas discordantes mal tocadas que ofendan y lastimen al oído del oyente.

Esforzándose con empeño resuelto y coraje invencible para no dejarse convertir a sí mismo, a sí misma, en escombros de carácter, personalidad y ser interior. Quebrado en cantos.

Vestirse bien, literalmente, en todo momento, y no con trapos cualesquiera que proyecten pérdida de dignidad, esperanza y autoestima.

Tomar el lirio de su corazón, el cello de su mente y el arpa de su espíritu, instrumentos hechos de las distintas experiencias vividas y afinados por la sabiduría celestial, tocando melodías suaves y reconfortantes que calmen a su ser, al igual que a los demás seres que escuchen su hermosa música.

Tocar, aunque ningún otro músico le acompañe. Solitario músico, solitaria música, cuyas composiciones delicadas, inspiradas por lo divino, hacen recordar a la música de las estrellas mañaneras, escuchada en los cielos cuando el universo fue creado1, a la de una multitud de huestes celestiales cuando nació el Mesías en un pesebre en Belén2, a los salmos del rey David, al cántico de Moisés y el cántico del Cordero3.

Bien que no pocos hagan alguna clase de música en medio de los escombros de la vida, mientras la mayoría se desmorone, o peor aún, la más bella música la hacen los humanos que más cerca se encuentran al Ser Supremo que concibió e hizo realidad la ciencia de la música. Estos son los que creen en Él como Galardonador de los justos4 y han purificado sus almas por medio de la obediencia a la Verdad5, recibiendo el lavamiento de regeneración6, es decir, el bautismo para perdón de los pecados7. Así, reciben también el don del Espíritu Santo8 y se revisten de Cristo9, o sea, de su luz divina, de su santidad, de su poder y gloria, declarados hijos de Dios10 en virtud de su maravillosa transformación espiritual11, la cual los capacita para hacer música espiritual12, y no meramente terrenal o carnal, cuando el mundo material en derredor suyo se convierte en escombros.

Si usted no posee esta fantástica capacidad, pero quisiera sí tenerla, será suya cuando cualifique de la manera que cualificaron los que ya la poseen.13

 


 

1Job 38:4-7. “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia.  ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel?  ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?”

2 Lucas 2:13. "Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: !Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

3 Apocalipsis 15:3-4. “Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.  ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.

4 Hebreos 11:6. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

5 1 Pedro 1:22. “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro…”

6 Tito 3:4-5. “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo…”

7 Hechos 2:36-38 y 42. “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.  Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?  Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

8 Hechos 2:38. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

9 Gálatas 3:25-27. “Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

10 1 Juan 3:1. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.”

11 2 Corintios 3:18. “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” Romanos 12:2. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

12 Efesios 5:19. “…hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones…”

13 Lo que hicieron se define en el penúltimo párrafo del escrito.

Los pasos citados en el párrafo cuentan con respaldo netamente bíblico, citándose varios en esta sección.

Se amplían en Plan divino de salvación.

La iglesia que presenta fielmente este Plan divino se define concisamente en Le invitamos a conocer a la iglesia que Jesucristo edificó.

 

English version of this subject

Making Beautiful Music in the Midst of Ruins

 


 

Haciendo música en medio de escombros. PDF para imprimir el tema como folleto de dos dobleces y seis páginas.

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