La temida

¡MUERTE!

 

En esta gráfica surreal, la cabeza y los hombres de un ser humano se proyecta como en el estado inicial de estar muriendo, mientras luces alrededor de su cráneo representa al Alma-espíritu en el acto de estar abandonando al cuerpo físico moribundo, ilustración para el tema La temida muerte, en editoriallapaz.

 

El Alma-Espíritu abandona al cuerpo físico moribundo.

 

La pregunta “¿Temes a la muerte?” no solo incomoda sino resulta quizás un tanto ofensiva para la mayoría de nosotros los seres humanos, pues el temor a la muerte nos parece aún más natural y universal que el temor a las serpientes o a las tinieblas.

El cuerpo físico nace para vivir, ¡y no para morir! La voluntad de vivir, y seguir viviendo, es innata en cada humano normal.

En nosotros, evitar la muerte del cuerpo físico es un instinto poderoso, imperioso, aún muchísimo más, diríase, que en la hormiga o la cucaracha que huye a toda prisa el pie que amenace con aplastarla, en el mime o el mosquito que despega en vuelo veloz para escapar el golpe de la mano que acabe con su pequeñísima vida, en el pez que se zarpa rápidamente para no ser tragado por el tiburón, en la cebra que corre a toda prisa para no caer presa del león perseguidor.

Exceptuándose los más brutos y necios, todo humano sabe a ciencia cierta que, tarde o temprano, su cuerpo físico morirá, mas, sin embargo, en nada le agrada la perspectiva, siempre y cuando las circunstancias de su existir no le obliguen a preferir la muerte por encima de la vida. Es más: aun cuando su mente-alma-espíritu-voluntad desee que muera el cuerpo carnal, este sigue, en no pocos casos, ¡luchando y agonizando hasta el último suspiro para conservar su vida!

Así que, admitimos, tal vez a regañadientes, con fría resignación, que “está establecido para los hombres que mueran una sola vez” (Hebreos 9:27). Y, si esta muerte significara el fin terminante y absoluto de la existencia, pues, “¿Qué remedio? Se acabó la vida en todos sus aspectos, y ¡YA! ¡Desaparezco para siempre!” Convicción, y consuelo, supongo, para evolucionistas darwinianos y los demás ateos.

El ser humano es capaz, intelectual y emotivamente, de anticipar la muerte inevitable de su cuerpo carnal y proyectarla en detalle. El “verdadero TEMOR a la MUERTE” se materializa, tal cual algún fantasma real, cuando presagie, como por instinto o intuición natural, que “la odiada MUERTE del cuerpo, ¡NO ES el FIN de su EXISTENCIA!

A esta intuición estampada en la psiquis del humano que ha vivido el desarrollo normal y natural de su ser hasta la madurez, se debe la creencia virtualmente universal en “VIDA MÁS ALLÁ de la muerte del cuerpo carnal”. Creencia que mujeres y hombres persuadidos a abrazar las tesis de evolucionistas darwinianos y humanistas anulan en su mente, aunque permanezcan vestigios inquietantes en su corazón y conciencia.

Este “verdadero TEMOR a la MUERTE” se agrava grandemente en la persona que, en busca de orientación y alivio, consulta las enseñanzas del Maestro Jesús de Nazaret, pues este asegura que no solo “está establecido para los hombres que mueran una sola vez” -aseveración que rinde nula la idea de repetidas reencarnaciones- sino que añade, en la misma oración: “…y después de esto el JUICIO”.

Querida lectora, querido lector, ¿crees tú esta enseñanza del Maestro de Nazaret? ¿En “VIDA DESPUÉS de la muerte del cuerpo carnal”? ¿En “el JUICIO” después de tal muerte?

¿Acaso te embargue un temor verdaderamente pasmoso al pensar en morir sin estar preparada, preparado, para la continuación de tu existencia en el más allá de tu vida terrenal?

Si respondes que sí, tú puedes, a la verdad, deshacerte prontamente de semejante temor, accediendo al remedio que te ofrece el propio Cristo Jesús, pues él “quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2 Timoteo 1:10).

Durante su vida en la tierra, ¿temió Jesucristo la muerte de su cuerpo físico? ¡Claro que sí! Anticipando una muerte sumamente cruel por crucifixión, y con alma “muy triste, hasta la muerte, sudó gotas como de sangre, clamando al Padre que no le obligara a tomar trago tan amargo (Mateo 26:36-46). Experiencia que le capacitó para compadecerse de nuestros temores y angustias frente a la muerte.

Pero, se armó de valor, dejándose crucificar, y muerto, a los tres días, ¡RESUCITÓ!

Trajo consigo “las llaves de la muerte y del Hades(Apocalipsis 1:18), habiendo destruido “por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”, así LIBRANDO “a todos los que por el TEMOR a la MUERTE estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Hebreos 2:14-15).

La servidumbre que imponen la carne y la muerte a la que está condenada.

De manera que si tú aceptas como verídicas estas hazañas tremendísimas de Jesucristo y obedeces los mandamientos del evangelio que las registra, ¡te quedas, efectivamente, LIBRE del temor a la muerte!

Porque se te quita “el aguijón de la muerte, el cual es “el pecado(1 Corintios 15:55-56), al confesar que Jesucristo es el Hijo de Dios, arrepentirte de tus pecados y bautizarte “para perdón de los pecados” (Marcos 16:15-16; Hechos 2:37-47; 8:26-40).

Siempre morirá tu cuerpo físico, soportándolo tu Alma-Espíritu, ya a salvo, como necesario para librarse de él, y consolándose con la promesa: “Bienaventurados los muertos… que mueren en el Señor” (Apocalipsis 14:13).

Bautizado “en Cristo”, te revistes de él, y permaneciendo en él hasta el fin, ¡mueres en él! (Gálatas 3:27)

En la resurrección, recibes un nuevo cuerpo espiritual, glorioso e inmortal, “sorbida… la muerte en VICTORIA. (1 Corintios 15:42-54).

¡VICTORIA a tu alcance!

 


 

PDF para un FOLLETO de cuatro páginas del tema La temida ¡MUERTE!

MÁS ALLÁ de tu SUFRIMIENTO… Ya físico, material, emocional, mental y/o espiritual… Versión de 13 09 2018. Los enfoques y las enseñanzas son sustancialmente diferentes a los de la versión anterior más larga de este tema.

PASOS a darse en busca de perdón, honra y vida eterna

JUICIOS en el Nuevo Testamento. Después de la muerte. De las naciones. Del gran trono blanco. El juicio que comienza con la iglesia.

Alma, espíritu, mente, conciencia y memoria. Muchos estudios en esta Web.

 

Artículo y Folleto

Viajes del Alma-Espíritu
después de la muerte
del cuerpo físico

 

En esta imagen, yace muerto el cuerpo físico de un adulto joven, saliendo de él una figura que se transforma en espíritu sin cuerpo, ilustración para el tema Viajes del Alma-Espíritu después de la muerte del cuerpo físico, en editoriallapaz.

 

VIAJES del ALMA-ESPÍRITU después de la MUERTE del cuerpo físico.

ARTÍCULO. Versión de 13 09 2018.

Debo abandonar el cuerpo, dice el apóstol Pedro, mientras Pablo afirma que tenía deseo de partir y estar con Cristo.

El peso del alma pura. El peso del alma impura.

Gravitas dota al alma-espíritu de peso. El peso de gloria eterna.

Sonidos emitidos por almas-espíritus al partir de cuerpos mortales. La carga del alma pura al partir del cuerpo muerto. La del alma impura. Tesoros y depósitos en el cielo.

El tema condensado para un folleto corto.

PDF para un FOLLETO de cuatro páginas del tema Viajes del Alma-Espíritu después de la muerte del cuerpo físico. Versión de 13 09 2018.

 


 

  

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