Una fuerza positiva y poderosa de vida,

de renovación y de superación penetra

el universo, actuando también en

todo cristiano verdadero y fiel.

 

En esta escena, detrás de árboles y arbustos desnudos, como azotados bárbaramente por un voraz fuego o una tormenta severa, brilla débilmente un sol medio apagado, penetrando sus rayos a través de aires contaminados, y observándolo todo un varón en silueta negra. Con el tiempo, la fuerza positiva de vida que opera en el universo hará reverdecer este bosque, y el hombre se alegrará. La misma fuerza positiva renueva corazones, almas y espíritus, matrimonios, familias e iglesias, en fin, todo lo bueno, sano y agradable. ¿Está usted alineado con ella?
 

En esta escena, detrás de árboles y arbustos desnudos, como azotados bárbaramente por un voraz fuego o una tormenta severa, brilla débilmente un sol medio apagado, penetrando sus rayos a través de aires contaminados, y observándolo todo un varón en silueta negra. Con el tiempo, la fuerza positiva de vida que opera en el universo hará reverdecer este bosque, y el hombre se alegrará. La misma fuerza positiva renueva corazones, almas y espíritus, matrimonios, familias e iglesias, en fin, todo lo bueno, sano y agradable. ¿Está usted alineado con ella?

 

Mensaje para animar, consolar y fortalecer.

 

I. Introducción.

A. Salutación. Muy buenos días, queridos hermanos y estimados amigos. La paz y el amor del Dios Creador abunden cada ver más en todos nosotros. Se me concede el gran privilegio de compartir con ustedes en esta ocasión el estudio de la Palabra divina, y me siento muy honrado.

B. El título de este mensaje: Una fuerza positiva y poderosa de vida, de renovación y de superación penetra el universo, actuando también en todo cristiano verdadero y fiel. Amados, no se preocupen, pues este título larguísimo ¡no significa necesariamente un sermón larguísimo!

1. La fuente de esta “fuerza positiva y poderosa” es el propio Dios Creador quien “hizo el universo” mediante su Hijo. Este, a su vez, “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1:2-3).

2. De manera que “los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1).

3. Por lo tanto, amado oyente, ni usted ni nadie tiene excusa para no creer en Dios y seguirle “porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (Romanos 1:20).

4. Solo el “necio en su corazón” dice: “No hay Dios” (Salmo 53:1), resistiendo la fuerza positiva y poderosa de vida, de renovación y de superación que emana del Creador.

C. En nuestro universo también está activa una fuerza negativa de destrucción y de muerte.

1. Recientemente (1998), esta “fuerza negativa” se ha manifestado en dos huracanes poderosos: Georges, que mató a centenares, quizás miles, en el Caribe, y Mitch que dejó un saldo de 12,000 muertos en Centro América.

2. Esta misma fuerza negativa es la que penetra en los corazones carnales y las mentes débiles corrompiendo y destruyendo. Irrumpe en borracheras, orgías, drogadicción, adulterios, vandalismo, violencia y toda suerte de crimen.

3. Aunque algunos eventos y circunstancias indiquen lo contrario, esta fuerza negativa no es tan fuerte como la fuerza positiva que fluye del corazón de Dios, operando en las almas sumisas y obedientes. ¡Más puede el espíritu que mora en nosotros los cristianos verdaderos y fieles que el espíritu que mora en los mundanos y rebeldes de corazón! “Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).

D. La fuerza positiva de vida y de renovación opera gloriosa y abundantemente en la naturaleza: en la vegetación, los árboles, las flores, las aves, los peces y los animales. La ley de la procreación natural hace posible la continuación de las distintas especies a través de milenios de tiempo.

1. Pero no fluye natural y directamente a través de los objetos inanimados tales como:

a) El cemento,

b) El asfalto,

c) El acero,

d) El cromo,

e) El cristal,

f) El plástico, o…

g) Las piedras preciosas.

2. Desgraciadamente, la mayoría de los seres humanos del presente, tanto adultos como jóvenes, tanto hombres como mujeres, valorizan más los objetos inanimados que la propia naturaleza llena de vida y palpitante con la fuerza de la renovación constante. Más bien, llenan sus ojos:

a) Un carro lustroso, (Exclaman: “¡Qué máquina!”)

b) Una casa elegante, (“¡Qué hermosa residencia!”)

c) Un edificio imponente, (“¡Qué impresionante arquitectura! ¡Qué grande!”)

d) Un vestido bonito,

e) Un reloj costoso, o…

f) Una joya brillante.

(1) Cosas sobre las cuales actúa la fuerza negativa, pues pierden su brillo, se corroen, se extravían, se deterioran, se dañan, pasan de moda, se rompen, se descomponen o se las lleva el ladrón. No se reponen ni se renuevan por sí solo.

(2) Considere las ciudades del mundo. Estas se componen mayormente de una conglomeración asombrosa de “objetos inanimados” (rascacielos, condominios, almacenes, fábricas, casas, calles, avenidas, sistemas de comunicación tales como el teléfono, emisoras de televisión y de radio; autopistas, puentes, acueductos, el tendido eléctrico, carros, camiones, autobuses, oficinas, tiendas, máquinas de toda clase, etcétera), cosas que tienden a alejar al ser humano de la naturaleza, y por consiguiente, de la fuerza positiva de vida y renovación.

(a) Hoy día, ¡todos quieren vivir en las ciudades! Bueno, casi todos.

(b) Este servidor prefiere el campo donde le rodea la exuberante naturaleza, la cual evidencia la presencia en el universo de una fuerza divina y benévola llena de vida y de bondad.

(b-1) El ambiente dominado por objetos inanimados no sólo tiende a alejar al ser humano de Dios y de lo espiritual sino también es el semillero, en no pocos casos, de enajenación social, enfermedades mentales, vicios, violencia y crimen.

(b-2) El tratamiento recetado para algunos enfermos mentales, delincuentes y criminales es que pasen tiempo fuera de las ciudades en lugares campestres donde puedan conocer de cerca las maravillas infinitas de la naturaleza: pisar la tierra misma en lugar del cemento o la brea, labrar la tierra, tocar las plantas y los árboles, oler las flores, ver la fauna. El efecto terapéutico positivo puede resultar asombroso.

(c) El huracán Georges destruyó nuestro local (el de la iglesia de Cristo en Bayamón, Puerto Rico). Al reunirnos en este rancho con techo, pero sin paredes, ¡estamos casi al aire libre! Cerca de la naturaleza. En contacto estrecho con esa poderosa fuerza positiva de vida y renovación. Podemos ver el cielo y las nubes, sentir la brisa, ver la hierba y los árboles.

 (1) No me quejo de estas circunstancias, aunque mis huesos y músculos se quejan sí en este día por el trabajo físico hecho al regar nosotros metros de gravilla cubriendo el lodo y haciendo caminos. Encuentro muchas bendiciones en este tipo de ambiente.

(2) Aquí, al fresco, me siento bastante cómodo, contento y muy feliz. Otros miembros de la congregación han expresado los mismos sentimientos.

(3) ¿Nuevo edificio con muchas comodidades? No lo despreciaré, pero mi fe no está centrada en planteles o comodidades físicas. Y, ¿la suya?

[En Bayamón, se construyó un rancho donde la iglesia celebró sus cultos hasta no contar con un edificio nuevo. Maravillosamente, de ahí a no mucho tiempo, se pudo construir un lugar amplio de reunión de dos plantas en hormigón sólido, gracias a numerosas providencias de Dios y la liberalidad de los feligreses. Esto se logró sin cobrar diezmos, imponer cuotas o efectuar ventas a nombre de la iglesia. En 2017, este edifico resistió los terribles embates del fuertísimo huracán María, usándose las facilidades para brindar apoyo de distintas categorías a los damnificados por el fenómeno.]

II. Ejemplos de cómo actúa la fuerza positiva de vida y renovación en la naturaleza. Aplicaciones a la vida espiritual.

A. La fuerza positiva hace que reverdezcan las matas, las hierbas y los árboles.

1. La grama, también la maleza, de este patio se seca cuando hace sequía, pero ¡reverdece asombrosamente al caer una lluvia!

2. ¿Acaso esté su corazón como un desierto o arenal? ¿Seco y sin vida?

a) Deje que lo riegue Dios con el “agua de vida” y reverdecerá el jardín de su mente y espíritu. Entonces, producirá su jardín bellas flores y sabrosos frutos para deleite de los ojos y del paladar del alma, como además para el disfrute y el beneficio de los demás seres humanos.

b) Los buenos ministros, maestros y maestras de Jesucristo (1 Timoteo 4:6) riegan nuestros corazones con el “agua de vida” mediante las preciosas enseñanzas que nos brindan (1 Corintios 3:6-8). “Apolos regó” a la iglesia en Corinto. ¿Es usted un “Apolos” para su congregación?

c) Fluye del trono de Dios un “río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal”. El Espíritu Santo y la Esposa del Cordero nos animan a tomar de esa “agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:1, 17).

d) ¡Ningún corazón debe ser como un desierto árido o arenal seco!

B. La fuerza positiva hace retoñar a los árboles que han sido tronchados. No han muerto. ¡Aún hay vida en ellos! La vida que sostiene Cristo año tras año en todo el planeta Tierra, pese a los embates de las fuerzas destructoras que siembran destrucción y temor. Cristo no es solo el Redentor sino también el Ser Glorioso que “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1:1-3). “Sustenta”, tiempo presente. Significa que lo sostiene todo continuamente. 

1. ¿Se acuerdan de cuán bellos y frondosos eran los árboles de este solar (el de la congregación en Bayamón) antes de que los fuertísimos vientos de Georges los dejaran sin hojas, torciendo y partiendo las ramas?

a) Después del paso del huracán, estos árboles se veían como muertos. Pero, maravillosamente, ¡ya están echando millones de hojas nuevecitas!

b) Paulatinamente, aparecerán nuevas ramas.

c) Por poco, el huracán Georges arranca el árbol de orquídea en el patio de nuestra casa, pero el árbol sobrevivió y ¡ya está retoñando y echando flores!

2. Aplicación. ¿Acaso hayan tronchado su vida los vientos recios de contratiempos, fracasos, conflictos, frustraciones y disgustos? ¿Hicieron volar sus ilusiones, tal cual hojas llevadas velozmente por las corrientes impredecibles? ¿Derribaron sus planes, tal cual una casita de cartón? ¿Hicieron esfumarse sus deseos y esperanzas?

a) De ser usted cristiano fiel, no tiene por qué perder toda esperanza, deprimirse o amargarse. Si las raíces de su espíritu han penetrado profundamente en el “Suelo fértil de las Verdades Divinas”, no tenga cuidado: ¡retoñará su alma! Florecerá de nuevo su vida y será fructífera, placentera y llena de satisfacción, ¡siempre y cuando no dude, se amargue o se deprima al extremo de olvidarse de Dios, la fuente de toda fuerza que reaviva!

b) Amigo, amiga, ¿no tiene su espíritu raíces profundizadas en el “Suelo fértil de las Verdades Divinas”? Esa condición lamentable y peligrosísima usted mismo la puede cambiar rapidito por medio de entrar en el campo, es decir, en la iglesia de Cristo, donde se encuentran las Verdades de Dios (Efesios 3:10-13), echándolas mano y haciéndolas suyas al entenderlas y obedecerlas (1 Pedro 1:22).

C. La poderosa fuerza positiva que penetra el universo hace renacer.

1. El huracán Georges echó para el suelo gran cantidad de matas de plátano (banano). Fue cuantiosa la pérdida para los agricultores. La escasez de este producto resultó en precios más altos para el consumidor. Pero, como por milagro, ¡ya salen de las cepas nuevas matas! Con el favor del Todopoderoso, veremos dentro de pocos meses nuevos racimos, y nos regocijaremos dando gracias al Señor por la fuerza positiva que nos provee el alimento necesario para la vida del cuerpo físico.

2. Aplicación:

a) Amigo inconverso, cristiano débil, ¿está su alma como muerta a causa de los delitos y pecados? Si usted “se entrega a los placeres” mundanos y dañinos, lo cierto es que ¡“viviendo está” muerto! (1 Timoteo 5:6). El Espíritu Santo afirma que tal es su condición: ¡muerto para Dios! Muerto porque no tiene vida en el Hijo de Dios. Muerto porque su nombre no aparece en el libro de la vida. No aparece porque usted no ha obedecido, o no está obedeciendo, la voz de Dios.

b) ¡Lo maravilloso es que usted mismo puede renacer!

(1) En Juan 3:1-7, Cristo enseña que “es necesario nacer de nuevo”, que para ser salvo y ser recibido en el Reino espiritual de Dios, hay que “nacer de nuevo del agua, es decir, bautizarse, sumergirse en las aguas, y también “del Espíritu”, o sea, sumergirse en las Verdades que nos trae el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.

(2) ¡Usted puede renacer, convirtiéndose en “nueva criatura”“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17; Colosenses 3:5-11; Santiago 1:18). ¡Anímese, pues! Permita que Dios le transforme; que le haga nacer de nuevo.

(3) “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1).

D. La fuerza positiva que emana del Creador revigoriza, revitaliza.

1. ¿Se siente usted debilitado mentalmente, emocionalmente tambaleante, enflaquecido espiritualmente, sin fuerza moral o sin vigor de voluntad para seguir luchando? ¿Le han sacudido los eventos de los últimos meses dejándole raquítico, pálido o sin ánimo?

2. Para una recuperación total, es preciso que se ponga en contacto con la fuerza renovadora que fluye desde el trono de Dios. La encontrará en el “evangelio eterno” (Apocalipsis 14:6), el cual contiene el “alimento espiritual” y la “bebida espiritual” (1 Corintios 10:1-4) necesarios para revitalizar la mente y el alma; “la leche espiritual no adulterada” (1 Pedro 2:1-2)“el alimento sólido” (Hebreos 6:11-14) que revigorizan al espíritu fortaleciéndolo para resistir y triunfar. Este remedio eficaz y seguro lo ofrece la iglesia de Cristo, donde se imparte todo el alimento espiritual tal y como recetado originalmente por el Médico Divino.

E. La fuerza positiva que emana del Creador y penetra todo el universo hace resucitar.

1. La fuerza negativa y destructora actúa poderosamente en nuestro cuerpo físico, enfermándolo y llevándolo eventualmente a la muerte.

2. Pero, si nos alineamos con los propósitos de Dios para su creación y vivimos en armonía con sus designios, los cuales son benévolos y no crueles o irracionales, la fuerza positiva de vida, de renovación y de superación obrará en nosotros haciendo posible que recibamos en el día de la resurrección un nuevo “cuerpo espiritual”, lleno de poder, dotado de inmortalidad, incorruptible y eterno (1 Corintios 15:42-43; 2 Corintios 5:1-10).

III. Invitación.

A. Permita que la fuerza divina se adueñe de usted y no la fuerza negativa, la cual atrae, de cierto, con todos sus poderes y encantos, pero que termina destruyendo a los que son cautivados, siendo a su vez destruida cuando la fuerza superior de la vida en Dios se imponga de una vez para siempre al manifestarse Cristo en Gloria.

B. Colóquese donde la fuerza divina de vida le alcance. ¿Dónde? ¡En Cristo y en su iglesia!

C. ¿Por qué alinearse con las fuerzas tenebrosas de la destrucción, de la derrota, de la confusión, del caos y de la muerte física y espiritual que operan en este mundo material? Hay una opción mucho más lógica y llamativa, a saber: decidir alinearse con la fuerza divina que le puede sustentar y preservar ahora y por toda la eternidad, pues “la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera” (1 Timoteo 4:7-8). A la luz de estas consideraciones, ¿cuál decisión tomará usted?

D. La fuerza divina comienza a operar con poder cuando el ser humano escucha con entendimiento el evangelio de Dios (Romanos 10:17; Hebreos 11:1), aumenta en intensidad cuando el corazón se arrepiente purificándose de toda inmundicia (Hechos 17:30-31; 2:38), alcanza un grado todavía más alto de eficacia cuando el arrepentido se bautiza (se sumerge en agua) “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38; 22:16; 1 Pedro 3:21), culminándose gloriosamente cuando el cristiano madura, se perfecciona (2 Timoteo 3:16-17; Mateo 5:48) y permanece fiel “hasta la muerte” (Apocalipsis 2:10; Romanos 8:17-18).

 

2,588 palabras

 

 

Nota. El autor de este mensaje escribió, en 2017, después de los azotes desastrosos de los huracanes Harvey e Irma, el siguiente tema:

Beneficios de huracanes, inundaciones, tornados, terremotos y fenómenos parecidos de la naturaleza. ¿Beneficios? ¿Qué “beneficios”? Más bien, ¡terribles pérdidas! Sin embargo, quizás uno que otro beneficio.

www.editoriallapaz.org/huracanes-Irma-Harvey-terremotos-beneficios.html

 


 

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