Esta gráfica de la cabeza semi transparente de un varón con el celebro representado en colores y lucecitas y de la cabeza de una mujer con rasgos iguales, también el título El Sentido Común en la religión y la vida en letras grandes, todo contra un trasfondo de polígonos verdosos y rosados, es la que encabeza el artículo del mismo tema.

 

El “SENTIDO COMÚN” es la “capacidad de entender o juzgar de forma razonable”Real Academia Española. https://dle.rae.es/sentido?m=form#5IEE2EiEs “el juicio fiable y prudente basado en la simple percepción de la situación o los hechos”https://www.merriam-webster.com/dictionary/common%20sense Muchos lo llaman “el sexto sentido. Es un atributo de la inteligencia humana, al igual que la conciencia. Desarrollados normalmente, sin contaminaciones que alteren su naturaleza prístina, ambos capacitan fuertemente para el discernimiento acertado entre lo claro y lo distorsionado, lo correcto y lo erróneo, lo real y lo ficticio, el bien y el mal, la verdad y la mentira, lo auténtico y lo engañoso.  

Esta fotografía de una estatua de la diosa Atena ilustra lo que el Sentido Común sentencia, a saber: que tales estatuas de la religión que sea no hablan, ni caminan, ni piensan, ni tienen poder alguno.Por ejemplo, consideremos la estatua a la derecha. Pudiera ser hecha de cobre, plata, mármol, algún metal, cerámica, alabastro, madera, plástico duro, o de cualquier otra sustancia material. Sentido Común, libre de preconcepciones, temores supersticiosos, e inclinaciones fuertes a la fantasía y lo oculto, dice:

“La estatua no tiene vida alguna. Es de fabricación humana. No respira. No habla ni camina. No piensa. No posee poder alguno. Si usted la derriba, no podrá pararse por su cuenta. Si está hecha de material frágil, ¡se parte en pedazos! No podrá reincorporarse nunca.”

Supongamos que el dueño de la estatua, o cualquier persona que se refiera a ella, diga: “Esta mujer es sagrada y poderosísima. Dele algún obsequio, arrodíllese ante ella, y pídale lo que quisiera. Le bendecirá grandemente. Tarde o temprano, su petición será concedida. Solo crea y verá.”

Sentido común, libre, sano e inteligente, exento de la peligrosa sugestión, haciendo uso de su facultad de razonar natural y normalmente, con “el juicio fiable y prudente basado en la simple percepción” responde en las recámaras de su mente y espíritu: “Ilógico: la estatua continúa siendo materia inerte sin vida sin poderno importa lo que cualquier persona piensediga o haga”.

A la verdad, no hace falta que nadie se lo diga, pues Sentido Común simplemente ha declarado lo obvio e indisputable. La estatua no tiene cerebro vivo, corazón que lata, sangre, ni “espíritu” dentro o alrededor de ella. Recalcando: en esencia, no es nada más que materia inerte. No importando los pronunciamientos y creencias contrarias de los sacerdotes, teólogos, maestros y sus seguidores de la religión que sea. A través de la Biblia, el propio Dios respalda a Sentido Común, condenando repetida y rotundamente el atribuir poderes a, postrarse ante de, y venerar a “las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar.” Apocalipsis 9:20

Sentido Común, analítico y amante de la verdad, hace otra deducción también del todo obvia y lógica, a saber: “La religión, cual sea, cuya vida y culto giren en torno a imágenes materiales carecería de credibilidad, pues se funda en irrealidades, ficciones y supersticiones.” Desde luego, esto ofende profundamente a los practicantes de tales religiones porque en ellos las tradiciones y culturas infundidas desde la infancia han impedido el crecimiento normal de Sentido Común, dejándolo atrofiado y mudo. El remedio es reavivarlo y hacerle caso.

Esta fotografía de una congregación de pentecostales de pie, con los brazos levantadosy gritando todos a la vez a todo pulmón ilustra lo tanto Dios como el Sentido Común denuncian como culto NO aprobado por Cristo en su iglesia.Otro ejemplo. Usted observa a un grupo de adoradores que están vociferando expresiones ininteligibles, orando en voz alta, y gimiendo todos a la vez, gesticulando y bailando frenéticamenteSentido Común, cuerdo y ordenado, dice: “Esto luce del todo anormal. Confusión, desorden, alboroto, gritería. Culto extático inentendible. Están como locos.“

Aunque, en el contexto de este ejemplo, Sentido Común de Biblia no sepa nada, su juicio lo respaldan Dios, más multitudes de observadores humanos alrededor del globo terráqueo que se solidarizan con él. Incluso, “doctos e incrédulos” que observan el fenómeno en personas religiosas de la afiliación que sea. “Están locos”, dicen. “¿No dirán que estáis locos?” 1 Corintios 14:23

El Sentido Común, libre de adoctrinamiento humano, dicta que el ser humano no debería ignorar “el valor de las palabras” sino hablar siempre “palabra bien comprensible,” que, de no poder hacerlo, se calle, que se hable “por turno”, que se haga “todo para edificación”“decentemente y con orden”. Por cierto, todo esto es justamente lo que enseña Dios en todo el capítulo 14 de la primera epístola del apóstol Pablo a los Corintios, pues él “no es Dios de confusión”, sino Dios de orden, del Sentido Común de las cosas y acciones.

Otro ejemplo. El Sentido Común, objetivo y recto, no arrinconado ni muerto por el humanismo, sensualismo, o ateísmo darwiniano, ni por militantes con agendas sexuales y sociales de origen y motivación cuestionables, sentencia que el ser humano que nace con órganos sexuales biológicos masculinos debería crecer y madurar como varón, comportándose como tal, no denegando ni alterando su identidad biológica sexual. Y que el ser humano que nace con órganos sexuales biológicos femeninos de mujer debería hacer otro tanto. Que cualquier inclinación a concebirse el varón como mujer y la mujer, como varón, ha de contra arrestarse fuerte y continuamente en la mente, el alma, el corazón y el espíritu hasta no lograr que la identidad natural biológica programada en la DNA se fije firmemente de una vez en Una gráfica de los símbolos de varón y mujer para el tema El Sentido Común en la religión y la vida.adelante. En ambo casos, sin recurrir a intervenciones físicas invasivas.

De la misma manera que tendencias y tentaciones a la promiscuidad sexual, adulterio, pornografía, alcoholismo, drogadicción, glotonería, maldiciones, blasfemias, racismo, rabia, deshonestidad, mentiras, trato abusivo, violencia, crimen, etc., han de combatirse vigorosamente hasta eliminarlos. Sin excusas, subterfugios, o lógica torcida.

Un poderoso deseo de ser persona disciplinada y saludable, fortificado aún más por el querer de todo corazón vivir en armonía con el designio divino para la raza humana y ser salva eternamente, es vital para triunfar sobre toda propensión a lo malo, vicioso, destructivo y criminal.

“¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad o son ladrones o avaros o borrachos o insultan o estafan a la gente: ninguno de esos heredará el reino de DiosAlgunos de ustedes antes eran así; pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.” 1 Corintios 6:9-11 NTV

Otro ejemploArrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados.” Hechos 2:38; 22:16. Sentido Común, con percepción sencilla y no complicada por dogmatismos humanos, comprende y lo da por sentado que el bautismo es esencial “para perdón de los pecados”.

Y eso es así indubitablemente, pues todos los textos del Nuevo Testamento relevantes al propósito divino para el bautismo no dejan lugar para negaciones, contra argumentos inválidos de teologías humanas, ni tampoco puros sofismos. Marcos 16:15-16; Romanos 6:3-7; Gálatas 3:27; 1 Pedro 3:21, etc. Sin embargo, más o menos el 97% de los evangélicos y pentecostales niegan categóricamente, aun con fanatismo airado, que el propósito divino para el bautismo sea “para perdón de los pecados”. Leen las palabras exactas, luego dicen enseguida: “El bautismo NO ES PARA PERDÓN de los pecados”Ante tan osado rechazo de la verdad bíblica tan clara, Sentido Común se queda estupefacto, pasmado por tal atrevimiento.

Respetado amigo, estimada amiga, si usted se encuentra en ese 97% en peligro de rechazo eterno por craso desacato irreverente, permita, se lo rogamos, que su propio Sentido Común reaviva, llevándole a aceptar la realidad de Arrepentíos, y bautícese para perdón de los pecados, procurando bautizarse bíblicamente lo más pronto posible y uniéndose a una congregación que practique tal bautismo, honrando el propósito de Dios.

 

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