Mentalidad búnker: el negocio floreciente de “Doomsday” (“Día catastrófico”)
[21 de diciembre 2012. Fecha tenida como el fin de un ciclo de 5,125 años, según el calendario Cuenta Larga Mesoamericana –Maya]
Por Perry Chiaramonte
Publicado 07 de marzo de 2012
www.FoxNews.com
[Modelo de un búnker, o refugio soterrado]
[Traducción del inglés por Homero Shappley de Álamo. Los números sobrescritos corresponden a “Breves comentarios”, hechos por el traductor, encontrados después del artículo.]
“Al acercarse la fecha fijada por los maya para el fin del mundo[1], y levantándose hordas de ‘Ocupadores’ inquietos [“Occupiers”, por ejemplo, los de Wall Street], como además, regímenes sin escrúpulos que amenazan al mundo con armas nucleares [se alude a Irán y Corea del Norte], de una cosa se puede estar seguro: el negocio “Doomsday” (“Día catastrófico”) está floreciendo.[2]
“Desde los más ricos y poderosos de la sociedad hasta tipos rústicos de poco contacto con los demás seres humanos, la gente se está preparando para lo peor, no escatimando gastos por refugios muy elaborados soterrados, comprando suficientes alimentos no perecederos para que duren años y almacenando combustibles, como además, municiones. Algunos se han dado el distintivo de ‘preppers’ [derivado de ‘preparadores’], aunque varía el escenario preciso para el cual se están preparando.
Nuevo programa del Canal Discovery a explorar el mundo de casas de refugio hechas para un posible Armagedón[4]
“‘Nos dimos cuenta de que estábamos totalmente sin preparación de ocurrirse algo”,[5] dijo Jack Jobe, siendo motivado, después del terremoto en Haití en el año 2010, a hacer preparativos iniciales para algún desastre natural.
“Jobe, quien será presentado en un próximo episodio de ‘Doomsday Preppers’, de NatGeo, ha invertido aproximadamente $3,000 en un cuarto tipo refugio en el sótano de la casa familiar en Colorado. Este búnker de sótano tiene puertas reforzadas con acero, y además, dos barriles, de cincuenta galones cada uno, para agua, un suministro de alimento para cuatro meses y un alijo de armas, con municiones. “Huir no será una opción”, dijo Jobe a Foxnews.com. “Estamos preparados para sobrevivir en sitio.” [6]
“En adición a ‘Doomsday Preppers’, un espectáculo de Discovery intitulado ‘Doomsday Búnkers’ también hace una crónica del creciente movimiento de ‘preparándose’ para cualquier evento que no sea del extremo de Armagedón. La popularidad de estos espectáculos pone de relieve la fascinación con búnkers, alimentos congelados al instante, municiones y todo lo demás que la gente necesitaría si, o cuando, la sociedad se colapsare.
“La posibilidad de guerra entre las clases sociales, y no el peligro de desastres naturales, es lo que impela a prepararse a algunos de los más ricos de la nación. Temen que la tensión entre los que tienen y los que no tienen pudiera arder hasta hervir desbordándose, presentándose ante sus portones masas con tridentes y antorchas. Pensando en tal escenario, no se reparan en gastar $200,000 por un ‘Vivos 8’, es decir, una recámara soterrada con paredes cuyo espesor es de veinticuatro pulgadas (setenta centímetros), hechas de concreto y acero. Otros búnkers lujosos traen enseres de acero inoxidable, generadores hechos para funcionar durante meses y plomería completa.
“…Roy Edwards, presidente y fundador de All Secure Global… dice que, recientemente, un cliente suyo gastó unos $15 millones de dólares por múltiples refugios y suministros. ‘Las confrontaciones verbales han aumentado’, dice Edwards. ‘El año pasado, eso de Occupy Wall Street ha tocado las fibras y una guerra entre las clases se ha hecho una posibilidad real. Cuando estas cosas ocurren, incrementa el nivel de conciencia. La gente está dispuesta a pagar. ¿Cuánto valen la salvedad y seguridad de su familia?’ [7]
“La doctora Carole Lieberman, una psicóloga que trabaja en el Instituto Neuro-psiquiátrico de la Universidad de California en Los Ángeles y autora del libro ‘Viviendo con el terrorismo: sueños interrumpidos’, dijo que la necesidad de sentirse preparados para circunstancias funestas está programada innatamente en todos nosotros, aunque algunos llegan a extremos acentuados. ‘Hay un contraste grande entre la comunidad prepping [o sea, los que se están preparando para algo desastroso de magnitud mayor] y el resto del mundo’, dijo Lieberman. ‘Pero, la mayoría de nosotros estamos viviendo en el extremo de la negación, la cual tampoco está en contacto con la realidad’. Algún nivel de preparación para lo calamitoso ‘es necesario, pero [el asunto] no debería dominar totalmente su vida’.” [8]
“Breves comentarios” del traductor
-[1] Algunos expertos en la traducción de escritos en el idioma de los maya aseguran que no contienen ninguna profecía sobre “el fin del mundo”. Se encuentra información al respecto en www.wikipedia.org, artículo Fenómeno 2012.
-[2] ¡Otros negocios que se establecen y crecen, algunos fenomenalmente, alimentados por personas que desconocen las verdaderas “señales de los tiempos” (Mateo 16:2-14; 1 Tesalonicenses 5:1-11) reveladas por el “único Dios verdadero” en la Biblia! Tales personas también alimentan al monstruo “Ateísmo-Escepticismo”, pues no pocos seres humanos se burlan de su ingenuidad, superstición e ignorancia. Recursos para el estudio de las “señales de los tiempos” se encuentran en www.editoriallapaz.org/senales_tiempos_desglose.htm.
-[3] Muchos están obsesionados con prepararse materialmente para eventualidades especulativas físicas, pero no precisamente para los acontecimientos programados por el Dios Creador para el universo material, incluso el planeta Tierra y sus habitantes humanos. Asombrosamente, no pocos hombres y mujeres dan más credibilidad a supuestas profecías de gentes antiguas que adoraban a dioses de su propia invención que a las profecías dadas en el Nuevo Testamento para la presente Era, la que comenzó en el Siglo I d. C. Quizás por prejuicios personales subjetivos contra Dios y la Biblia. Tal vez por nunca haber estudiado seriamente las profecías del Nuevo Testamento. Quizás decepcionados u ofendidos por las interpretaciones sensacionalistas, fracasadas, ilógicas de tipos tales como Yiye Ávila, Jorge Raschke, Pat Robertson, Tim Lahaye, Harold Camping y un montón de la misma calaña, sobre “rapto” y “dejado atrás”, “la Segunda Venida de Cristo para la fecha tal”, “tercera guerra mundial”, “milenario reinado personal de Jesucristo en esta tierra material, con el trono en Jerusalén”, una supuesta “Tercera Venida de Cristo”, etcétera. Humildemente, recomendamos a tales personas amplios estudios sobre profecías del Nuevo Testamento disponibles en www.editoriallapaz.org/salon_segunda_venida.htm y www.editoriallapaz.org/salon_apocalipsis.htm.
-[4] En Apocalipsis 16:16, se proyecta un “Armagedón” de verdad, y no meramente “posible”. Estimado lector, le invitamos a escudriñar un análisis detallado y objetivo de este controvertido tema disponible en www.apocalipsis.org/capítulo2_7profecías_contenido.htm.
-[5] “…totalmente sin preparación…” para lo que ha de venir según proyecciones proféticas de Dios es, según nuestra percepción, el estado peligrosísimo de una inmensa mayoría de nuestra raza. Desconociendo referidas proyecciones, no saben discernir acertadamente las “señales de los tiempos”, y por consiguiente, su desorientación los lleva a prepararse para eventos o circunstancias que, de actualizarse, tendrían poca importancia comparada con la de eventos y circunstancias anunciados para el “poco de tiempo” (Apocalipsis 20:1-10).
-[6] “Huir” tampoco será una opción cuando Jesucristo se manifieste, con sus “ejércitos celestiales” contra las gentes impenitentes –ricos, pobres, poderosos, débiles, en fin, todos, no importando su rango o posesiones- de los últimos días del “poco de tiempo” (Apocalipsis 19:11-21). “Huir” lo intentarán “los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos…” sorprendidos en aquella hora, tratando de esconderse “en las cuevas y entre las peñas de los montes”, reconociendo, demasiado tarde para ellos, que “el gran día de” la “ira… del Cordero… ha llegado”, pero preguntado, desesperados: “…¿y quién podrá sostenerse en pie?” (Apocalipsis 6:14-17). Respuesta: ¡Ellos, no! No hicieron los preparativos necesarios para escapar oportunamente del justo juicio de Dios.
-[7] Sociedad colapsándose. Confrontaciones verbales aumentándose. “…guerra entre las clases sociales…” ¿En los Estados Unidos de América y otros países muy desarrollados económicamente del mundo? ¿Inconcebible? De modo alguno. Da testimonio a la posibilidad de tales convulsiones sociales-económicas-políticas el movimiento de los “Occupiers” (“Ocupadores”), el cual, naciendo en la Wall Street, de Nueva York, se ha extendido, como un fuego voraz, a otras ciudades, y aun a otros países. ¿Señal de sociedades en pleno deterioro? Pienso que sí. ¿Señal de la inminente Segunda Venida de Jesucristo? Personalmente, lo dudo. ¿Señal del acercamiento del fin del milenio de libertad religiosa predicha en textos tales como Apocalipsis 20:1-10? Así la interpreto, pero todavía disfrutamos de tan preciada libertad, muy agradecidos por ella. ¿Ejemplo de lo que son capaces personas que no “tienen el sello de Dios en sus frentes” (Apocalipsis 9:4)? Opino que sí, pues las acciones de los “Ocupadores” claramente evidencian que la gran mayoría no sigue de cerca las normas morales y espirituales de Dios en el Nuevo Testamento.
-“¿Cuánto valen la salvedad y seguridad de su familia?”, pregunta el Sr. Roy Edwards, como expresándose de parte de los que invierten mucho dinero en búnkers o recámaras de seguridad. La pregunta se hace en el contexto de lo material, de la vida material-física, de sobrevivencia corporal. Surge, naturalmente, otra pregunta en la mente de la persona que se preocupa más por su alma que por su cuerpo físico, a saber: “¿Cuánto valen la salvación y seguridad eterna de cada miembro de la familia que hace inversiones cuantiosas para asegurar su sobrevivencia terrenal?” Y todavía otra: “¿Cuánto tiempo y esfuerzo invierten tales familias, procurando asegurar vida eterna en el “mundo venidero” (Hebreos 2:5), donde nunca habrá terrorismo, motines sociales, desastres naturales, etcétera? Que sobrevivan, o no, lo que les sobrevenga materialmente, de todos modos morirán físicamente, tarde o temprano, a manera de todo ser humano. Entonces, ¿qué? ¿Será la muerte física su extensión absoluta y eterna, o serán trasladados, como seres espirituales, a esferas espirituales? Para el que cree en el Dios Creador, y que el ser humano es más que mero animal sofisticado, este asunto se reviste de transcendental importancia. De ahí, que busca de Dios, y al conocer su “buena voluntad, agradable y perfecta” (Romanos 12:2), confiesa el nombre de Cristo y se bautiza (se sumerge en agua) “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38; 22:16; Romanos 6:3-7), andando, como “nueva criatura”, en “vida nueva”. Amado lector, si usted no tiene aún conocimiento suficiente de estos bellos temas de vida, permítanos sugerir las orientaciones sencillas disponibles en www.editoriallapaz.org/salon_preceptos2.htm.
-[8] “…la mayoría de nosotros estamos viviendo en el extremo de la negación, la cual tampoco está en contacto con la realidad…” Encuentro muy acertada esta observación, particularmente en lo concerniente al Dios Creador y su plan maestro, plenamente divulgado, para la creación material, de la cual los humanos somos parte, aunque pertenecemos, conforme a mi convicción, también a la creación espiritual del Creador. Sin duda, la doctora Leiberman, al escribir que “…la mayoría de nosotros estamos viviendo en el extremo de negación…”, estaba pensando en los peligros materiales que nos amenazan –el terrorismo, posibles guerras nucleares, confrontaciones violentas de clases sociales, caos social-moral-política, plagas causadas por el hombre mismo, destrucción de nuestro hábitat físico, grandes desastres naturales como jamás vistos. Pero, al reflexionar sobre su observación, pienso en como la mayoría de los seres humanos vive en el extremo de la negación espiritual –negando a Dios la mayoría mediante sus palabras y acciones, pese a que confiesen fe en él; negando su propia naturaleza espiritual, es decir, que hayan sido creados a “imagen-semejanza de Dios”, negando la importancia de la Biblia, en particular, el Nuevo Testamento de Cristo, como guía moral-espiritual, teniéndola por anticuada; negándose a estudiar en serio las profecías del Nuevo Testamento; negando la eficacia del sacrificio reconciliador de Jesucristo; negándose, en fin, a confrontar verdaderos peligros de envergadura hasta eterna. Y así, realmente “viviendo en el extremo de la negación” están. Adaptando este servidor las palabras de la doctora Leiberman a nuestro análisis de lo que está sucediendo, sin ninguna pretensión a erudición en todos estos asuntos. Tal negación extrema de lo espiritual no está, en definitiva, “en contacto con la realidad”, pues la gran realidad que se sobrepone a todas las demás realidades es la existencia del Dios Creador, con su designio benigno para la creación que ideó e hizo realidad, de la cual formamos los humanos la máxima expresión. Desconectada la mayoría de esta realidad suprema, ¿qué se puede vaticinar para nuestra raza sino desenlaces eventuales que resultaren catastróficos de verdad, de los cuales ningún “búnker de refugio” material nos protegerá jamás.
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