Cuatro grandes temas interrelacionados

 

Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad

 

Para sermones, clases bíblicas o conferencias

 

Primera conferencia

 

Cuarta diapositiva

Con el texto acompañante

 

Imagen 4 de la primera conferencia de Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad, en editoriallapaz.

 

 

Secuencia de gráficas y textos

 

Pues, amado, aunque mucha gente de aquel tiempo, quizás hasta algunos de los discípulos más allegados a Jesucristo, conceptuaran la profecía de este en torno al templo y los demás “grandes edificios” del Monte del Templo como proyecciones fantasiosas de profeta desatinado, ¡la misma fue cumplida al pie de la letra cuarenta años más tarde, en el año 70 d. C.!

Evidencias empíricas que prueban su cumplimiento existen en el día de hoy, más de mil novecientos cuarenta años después de los eventos.

[Fotografía a la izquierda]

Piedras de construcciones hechas sobre terrenos allanados del Monte del Templo yacen en el suelo donde cayeron hace mil novecientos cuarenta años (del año 70 hasta el año 2015). El grueso muro todavía intacto fue levantado, conforme a las instrucciones de Herodes el Grande, desde el suelo alrededor del Monte del Templo, para agrandar el área donde se construirían el templo, los atrios, los pórticos, etcétera. Este muro no formaba parte integral de ninguno de los edificios del Monte del Templo. La profecía “…no quedará piedra sobre piedra”, no aplicaba, deducimos, a este muro, ya que se quedó al menos una parte que no fuera derrumbada, sino a las construcciones encima del muro y el llano expandido, de ciento cuarenta y cuatro mil metros cuadrados, cuyo borde descansaba sobre él. De aquellas construcciones, maravillosas por su diseño, tamaño y terminaciones finas, ¡no quedaba “piedra sobre piedra, que no” fuera “destruida” al concluirse la toma de Jerusalén por el ejército romano en el año 70! ¡HECHO INNEGABLE! ¡Hecho histórico! ¡Hecho comprobable en el día de hoy! ¡Profecía cumplida cuarenta años después de proclamada! Pese a lo improbable de su cumplimiento.

Amigo judío, amiga, que no recibe a Jesús de Nazaret como el Mesías anunciado por Isaías, Ezequiel y otros profetas de tiempos antiguos, ¿cómo responde usted a este HECHO?

Amigo de la raza gentil, amiga, que resiste creer en Jesús de Nazaret y seguir sus enseñanzas, ¿cómo responde usted a este HECHO?

[Fotografía a la derecha]

Considere, por favor, otra evidencia empírica, también existente en el presente, que prueba el cumplimiento de la profecía hecha por Jesucristo acerca de los edificios del Monte del Templo, destacándose el gran Templo de los judíos. Estamos viendo el Arco de Triunfo del general romano Tito, quien estaba al mando de las legiones romanas cuando vencieron, por fin, al cabo de tres años de luchas fieras, a los defensores tenaces de Jerusalén. Este Arco conmemora aquella victoria en el año 70, por cierto, muy costosa para los romanos, pues muchísimos de sus soldados fueron muertos o heridos por los judíos. Cincelados en el interior de Arco, están claramente visibles algunos de los objetos sagrados del Templo judío, por ejemplo, el candelero, con sus siete lámparas, parte del botín de guerra que se llevaron los romanos victoriosos. Este Arco también contribuye a las evidencias para el cumplimiento de la profecía de Jesús de Nazaret. Al viajar usted a Roma, podría llegar al Arco de Tito y ver con sus propios ojos este testimonio en mármol al cumplimiento de la profecía. Testimonio que ha permanecido visible y palpable durante mil novecientos cuarenta cinco años (del año 70 al 2015).

[Izquierda. Palabras de color amarillo]

¡Usted y yo estamos frente a tremendo HECHO INDISPUTABLE! ¡La profecía de Cristo sobre la destrucción de los “grandes edificios” del Monte del Tempo fue cumplida precisamente durante el tiempo fijado, a saber, antes de pasar la generación que la escuchó cuando primero proclamada!

Izquierda. Palabras de color blanco debajo de las amarillas. ¿Creemos este hecho o lo negamos? Más bien, deberíamos expresar la pregunta con dos verbos distintos. ¿Aceptamos este hecho o lo obviamos como si no existiera? Porque un hecho es un hecho, y sigue siendo hecho aunque no lo creamos. ¿De acuerdo? Así que, el hecho del cumplimiento de la profecía de Jesucristo es tan real y sólido como las piedras pesadas que yacen derribadas en la antigua calle romana pavimentada al lado del muro o como el Arco de Triunfo del general Tito construido de mármol macizo. De la manera que ninguno en sus cabales puede negar aquellas piedras o el Arco, ¡tampoco puede negar el cumplimiento de la profecía de Cristo! Pienso que solo un nihilista radical se atreviera a negar la realidad tanto de las evidencias materiales como del hecho a que testifican. Y negándolos, ¡no lograría nada en absoluto!, ya que siguen siendo HECHOS.

[Izquierda. Palabras rojas]

¿Aún tiene dudas? ¿Cuáles y a base de qué consideración o hecho? ¿Cabe la posibilidad de que fuera mera casualidad el cumplimiento de la profecía de Cristo? Bien que hubiera alguna leve posibilidad de casualidad, los parámetros del caso prácticamente la anulan. Parámetros ya señalados en parte. Por ejemplo, la fuerte presencia romana en Jerusalén que velaba por la seguridad y conservación de los edificios del Monte del Templo. El propio general Tito prohibió a sus soldados destruir al Templo judío, pero ellos, encolerizados sobremanera por las barbaridades y grandes bajas que habían sufrido a manos de los judíos defensores, le desobedecieron, hecho testificado por Flavio Josefo en sus Anales de Guerras judías.

[Derecha, inferior. Palabras amarillas]

Dado que una profecía cumplida constituye, efectivamente, un HECHO INNEGABLE, la misma ha de conceptuarse como una razón fuertísima para creer en el autor de ella. La profecía cumplida produce FE en la persona inteligente, racional, objetiva, mentalmente honesta en sus razonamientos y conclusiones. La profecía cumplida elimina DUDAS en tal persona, evitando que caiga en el pozo profundo de la incredulidad. Así, se ponen de relieve las interrelaciones entre los Cuatro grandes temas de estas tres conferencias.

¿Qué concluimos acerca de Jesucristo, el autor de la profecía? Cumplida perfectamente su profecía, la única conclusión lógica es que aquel hombre de Galilea era profeta verdadero, y, por ende, hablaba por inspiración divina, es decir, de parte del Dios que prevé el futuro antes de que transcurra. También otra conclusión ineludible salta a la vista, a saber: aquel hombre no era mentiroso. Por ende, él era quien decía ser: el Hijo de Dios, el Mesías prometido.

Respetado lector judío, ¿qué dice usted al respecto? ¿Osa usted negar o hacer caso omiso al HECHO presentado? La profecía de Jesús de Nazaret se cumplió. ¿Cierto o falso?

Don gentil, o dama gentil, usted que no cree en Jesús o la Biblia, que se mofa de Dios y los cristianos, o que cree, pero a medias, carcomida su alma de dudas que rayan en pura incredulidad, ¿qué dice usted al respecto? Usted está delante de un gran hecho que sus dudas, mofas o incredulidad no pueden hacer desaparecer. ¿Lo aceptará, haciendo cambios correspondientes en su vida moral-espiritual, o lo hará caso omiso, haciéndose reo de las consecuencias presentes y eternas?

¿No le impresiona mucho esta profecía cumplida en tiempos antiguos después de tan solo cuarenta años? Pues, permítame presentarle en las próximas imágenes una Profecía de Cristo cumplida después de mil novecientos treinta y siete años.

 


 

 

Próxima imagen 5

 

Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad. LISTA de las doce imágenes con sus textos acompañantes.

Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad. LISTA COMPLETA de TEMAS y FORMATOS, con enlaces.

 

 


 

El reloj profético. Mensaje de texto completo. Numerosos ejemplos.

Apocalipsis: Análisis de las profecías y visiones. Comentario cuya versión impresa ocupa mil cien páginas, tamaño carta.

 


 

¿Huyendo de Apocalipsis?

¿Ficción enigmática inentendible?

¡De modo alguno! En las primeras oraciones,
se pronuncian Bienaventuranzas para la persona
que la lee, u oye, guardando y atesorando para sí sus
fantásticas revelaciones.

Haz la prueba, comenzando con este estudio sobre
el Trasfondo histórico de Apocalipsis.

Su naturaleza fundamental, valor,
origen, quién lo escribió y dónde.

 

En la isla de Patmos, el anciano apóstol Juan, sentado en la ladera de una montaña, con un pergamino en la falda, contempla los cielos altos delante de él, mientras le revela Cristo, mediante un ángel de Dios, las profecías y visiones que componen el libro de Apocalipsis.

 

En la isla de Patmos, que hoy día pertenece a Grecia, el apóstol Juan
recibe:
"La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar
a sus siervos las cosas
que deben suceder pronto; y la declaró
enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan
.
Apocalipsis 1:1

Y ya tú sabes, con meramente leer estas primeras treinta y dos
palabras de Apocalipsis
, que el contenido del libro Dios lo
concibió en su totalidad, revelándosele a Juan por medio
de Jesucristo y el ángel encargado de guiar al apóstol.
Además, ya sabes el propósito de la “revelación”.

¿No te impresiona el tono sencillo, directo, aun sublime y
sobremanera autoritativo, de estas primeras palabras?
Tono mantenido hasta la última palabra de Apocalipsis.

 

  

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