Cuatro grandes temas interrelacionados

 

Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad

 

Para sermones, clases bíblicas o conferencias

 

Primera conferencia

 

Décima diapositiva

Con el texto acompañante

 

 

Esta es la décima imagen (diapositiva). con texto acompañante, para la primera conferencia de Cuatro grandes temas interrelacionados: Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad, en editoriallapaz.

 

 

Secuencia de gráficas y textos

 

[Texto al principio de esta imagen]

Consideremos otra profecía de aquel Jesús de la villa de Nazaret en Galilea. Él proclamó que el Reino de Dios sería establecido en Jerusalén1 durante la vida de los que la escucharon y que vendría “con poder”.

[Fotografía a la izquierda, con el texto de Marcos 9:1]

Juan Marcos es quien registró la profecía en el evangelio que compuso. Este es el mismo “Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos”, hijo de María, en cuya casa en Jerusalén el apóstol Pedro fue a parar después de haber sido librado milagrosamente de la cárcel donde Herodes le había encerrado2. El mismo que acompañó, como “ayudante”,a Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero3, y que muchos años después el apóstol Pablo identificó como “útil para el ministerio” 4.

La fotografía a la izquierda es de una dramatización moderna realizada cerca del mar de Galilea, realista en lo referente a las vestimentas, de personas que escuchaban al profeta de Nazaret. Insertamos las palabras de su profecía sobre el azul de las aguas del mar. Jesús dijo:

“De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.” Marcos 9:1.

Observamos que los términos de esta corta profecía son muy específicos.

El tema principal de la profecía: el advenimiento del “reino de Dios”.

¿Cuándo vendría? Durante la vida de algunos de los que le estaban escuchando en ese preciso momento del año 30 del Siglo I. Copiamos de nuevo, para énfasis, sus palabras exactas: “…hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder”. “…no gustarán de la muerte”, es decir, no morirán. Verían venir “el reino de Dios… con poder” antes de morir.

¿Cómo vendría “el reino de Dios”? “…con poder.”

Este “poder” sería el del Espíritu Santo. Jesús, en el día de su ascensión, poco antes de ascender, habiendo instruido a los apóstoles a quedarse en Jerusalén, y explicándoles, además, que serían “bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”,  añadió: “…recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo” 5.

Al profetizar Jesucristo que el Reino de Dios vendría con poder, la clara inferencia que debemos hacer es que “el reino de Dios” aún no había “venido con poder”.

 [Texto de letra blanca debajo de la fotografía]

Poco tiempo después de pronunciar la profecía sobre “el reino de Dios”, Jesús de Nazaret fue crucificado, evento que acaeció en el año 30. Cuarenta días después de resucitar6, ascendió al cielo.

[La flecha roja que señala desde la fotografía hacia la gráfica a la derecha que ilustra el momento cuando lenguas como de fuego se manifestaron sobre los apóstoles. También el texto debajo de la gráfica.]

¿Fue cumplida la profecía de Jesucristo sobre el Reino de Dios? ¡En absoluto! En todos sus términos.

La gráfica en el lado derecho de la imagen recoge el momento, del día de Pentecostés (día sagrado para Israel que caía el primer día de la semana, o sea, domingo), temprano en la mañana, cuando los apóstoles seleccionados por el Señor fueron investidos del “poder” del Espíritu Santo, en Jerusalén, solamente diez días después de ascender Cristo de la tierra al trono de Dios en el cielo. El “PODER” del Espíritu Santo cayó sobre ellos, capacitándolos para la proclamación del “evangelio del reino” 7. Las “lenguas como de fuego” simbolizan este grandioso “poder”. “Poder” sí para anunciar el Reino de Dios y la salvación por Jesucristo en las lenguas natales de las multitudes que se congregaron al escuchar el “estruendo como de un viento recio” que vino “del cielo” 8                                                                                  

El fruto inmediato de su predicación fue que “se añadieron aquel día como tres mil personas”, recibiendo la palabra y bautizándose “para perdón de los pecados”. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Así que, “el reino de Dios” vino “con poder” en Jerusalén, el día de Pentecostés, del año 30 del Siglo I9.                                                

Ciertamente, lo vieron algunos, incluso los apóstoles, de los que habían escuchado la profecía al respecto tal como relatada por Juan Marcos en su evangelio. Definitivamente, ¡el Reino de Dios fue establecido durante la vida de algunos que escucharon las palabras del Señor! ¡PROFECÍA CUMPLIDA! Perfectamente, en todos sus términos.

El “reino de Dios” no vino en el año 70 d. C., ni en el año 1844, ni en el 1849 o el 1914, sino en el año 30 d. C., durante la vida, volvemos a subrayar, de algunos que oyeron la profecía de Marcos 9:1.

[A la izquierda, el texto de letra azul]

¿Qué pruebas indubitables tenemos para el cumplimiento de esta profecía de Cristo?

El testimonio de los apóstoles en los escritos de ellos incluidos en el Nuevo Testamento al efecto de que “el reino de Dios” sí había sido establecido, predicándolo ellos como una realidad existente, en textos tales como Colosenses 1:13; Hebreos 12:28 y 1 Corintios 15:24-28.

El testimonio del médico Lucas, autor de Hechos de Apóstoles, obra que relata el establecimiento del “reino de Dios” en Jerusalén, en el año 30, y cómo se extendió a través del Imperio Romano durante el Siglo I.

Además, el testimonio de la historia religiosa-secular de la Era Cristiana, pues la iglesia-reino de Dios ha sido una gran REALIDAD innegable en la tierra desde el Siglo 1, como lo es hasta el día de hoy. Este “reino de Dios” no surgió de la nada sino que fue establecido conforme a las profecías del aquel profeta de Nazaret.

Por lo tanto, tenemos delante de nosotros otro HECHO COMPROBADO. Una profecía de Jesucristo cumplida cabalmente. HECHO que habrá sorprendido tremendamente a los apóstoles y demás discípulos del Señor, aunque no tanto como su resurrección. Porque no esperaban que el reino proclamado primero por Juan el Bautista, luego por Cristo, fuera un reino espiritual, más bien anticipando acaso la liberación del reino terrenal de Israel y su restauración gloriosa en la tierra. Impactados por tan sublime HECHO, acompañado de manifestaciones celestiales maravillosas y poderes asombrosos, como el de hablar los apóstoles las lenguas natales de los judíos de la dispersión presentes en el día de Pentecostés, sin haberlas estudiado o aprendido, ¡miles de judíos y prosélitos aceptaron aquel HECHO, desechando sus DUDAS anteriores acerca del profeta de Nazaret que decía ser el Hijo de Dios y el Mesías, arrepintiéndose de su INCREDULIDAD y escapando de la condenación al bautizarse aquel mismo día “para perdón de los pecados”.

 [A la izquierda, al pie de la imagen, preguntas de letra amarillo]

¿Lo acepta usted? ¿Dudas? ¿Irrelevante?

La pregunta clave y muy relevante en esta ocasión es: ¿Cómo responde usted a este trascendental HECHO? ¡El REINO de Dios en la tierra! ¡Tremenda realidad! Piénselo: los humanos tienen sus reinos o naciones terrenales. Satanás tiene su reino de maldad. Pues, amado, amada, ¡también Dios tiene su propio Reino en la tierra! Profetizado. Hecho realidad. Reino espiritual que “no es de este mundo… que no es de aquí” (Juan 18:36), pero que se manifiesta aquí mediante los seres humanos que han elegido ser ciudadanos de él mediante nacer del Espíritu y del agua (bautizarse, zambullirse, en agua), conforme a los requisitos para ciudadanía enseñados por Cristo10, actual Rey del Reino de Dios11.                                                    

¿Sigue usted  dudando? ¿Con qué lógica o justificación? Hechos son hechos. El Reino de Dios fue establecido tal y como profetizado. Este es un gran HECHO. El Reino de Dios existe hoy día en la tierra. Este es un gran HECHO. Una profecía cumplida es un HECHO. Hechos, y no fantasías, supersticiones o tradiciones religiosas humanas, son el fundamento de la Fe inteligente. La fe inteligente y fuerte desecha Dudas, evitando que estas conduzcan a la Incredulidad.

Amigo ateo, evolucionista, escéptico, humanista, tome nota, por favor: las profecías de Cristo cumplidas o cumpliéndose son HECHOS que prueban la existencia de Dios el Padre y los reclamos de Jesucristo a ser el Hijo de Dios, el Mesías, probando, además, la veracidad de la Biblia. Lo prueban aún más que los HECHOS de la creación material, es decir, la existencia del universo físico, particularmente el planeta Tierra, con sus enormes cantidades de flora y fauna. ¿Cómo evalúa usted profecías auténticas plenamente cumplidas, comprobado su cumplimiento por evidencias verificables empíricamente? ¿También desechará usted esta clase excepcional de evidencias compuestas de profecías cumplidas o cumpliéndose al pie de la letra? ¿Hasta qué nivel alcanza su inteligencia y objetividad? Opino que la verdadera inteligencia, pura, honesta e imparcial, nos obligue a confrontar HECHOS de la categoría de estas profecías cumplidas, tomando alguna decisión al respecto.

¿Qué relevancia tiene todo esto para usted y yo? Sencillamente, que este Reino de Dios es el único que permanece eternamente. Es “inconmovible”.12. Por ende, solo los que en esta vida se hacen ciudadanos fieles tendrán la dicha de vivir eternamente en el Reino purificado y glorificado.

1 Hechos 1:4-14

2 Hechos 12:8-12

3 Hechos 13:5

4 2 Timoteo 4:11

5 Hechos 1:4-8. Estudios en esta Web sobre el bautismo con el Espíritu Santo, el poder del Espíritu Santo y el don del Espíritu Santo.

6 Hechos 1:3

7 Lucas 8:1; Hechos 8:12

8 Hechos 2:1-11

9 Hechos 2:12-47

10 Juan 3:1-7

11 1 Corintios 15:24-28

12 Hebreos 12:25-29. Estudios adicionales en esta Web sobre el establecimiento del Reino de Dios, su naturaleza, condiciones para ser ciudadano, etcétera.

 


 

Próxima imagen 11

 

Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad. LISTA de las doce imágenes con sus textos acompañantes.

Profecías, Fe, Dudas e Incredulidad. LISTA COMPLETA de TEMAS y FORMATOS, con enlaces.

 


 

El reloj profético. Mensaje de texto completo. Numerosos ejemplos.

Apocalipsis: Análisis de las profecías y visiones. Comentario cuya versión impresa ocupa mil cien páginas, tamaño carta.

 


 

¿Huyendo de Apocalipsis?

¿Ficción enigmática inentendible?

¡De modo alguno! En las primeras oraciones,
se pronuncian Bienaventuranzas para la persona
que la lee, u oye, guardando y atesorando para sí sus
fantásticas revelaciones.

Haz la prueba, comenzando con este estudio sobre
el Trasfondo histórico de Apocalipsis.

Su naturaleza fundamental, valor,
origen, quién lo escribió y dónde.

 

En la isla de Patmos, el anciano apóstol Juan, sentado en la ladera de una montaña, con un pergamino en la falda, contempla los cielos altos delante de él, mientras le revela Cristo, mediante un ángel de Dios, las profecías y visiones que componen el libro de Apocalipsis.

 

En la isla de Patmos, que hoy día pertenece a Grecia, el apóstol Juan
recibe:
"La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar
a sus siervos las cosas
que deben suceder pronto; y la declaró
enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan
.
Apocalipsis 1:1

Y ya tú sabes, con meramente leer estas primeras treinta y dos
palabras de Apocalipsis
, que el contenido del libro Dios lo
concibió en su totalidad, revelándosele a Juan por medio
de Jesucristo y el ángel encargado de guiar al apóstol.
Además, ya sabes el propósito de la “revelación”.

¿No te impresiona el tono sencillo, directo, aun sublime y
sobremanera autoritativo, de estas primeras palabras?
Tono mantenido hasta la última palabra de Apocalipsis.

 

 

 

  

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