www.alabanzas.info  Más de ciento setenta himnos a capela para escuchar y/o grabar.

Himnos y cánticos espirituales en PDF, con bellos trasfondos. Algunos en video. Más de cien disponibles..

Doscientos cincuenta himnos en el formato PowerPoint, también en el formato PDF, disponibles en esta Web.

Estudios sobre adorar “en Espíritu y en verdad”

Lista de los estudios que componen esta serie sobre la música en la iglesia

 

1,741 palabras

 

Alejandro, estudiante de música, pregunta: 

¿Qué música puede escuchar el cristiano?

¿La de cantantes confesionales?

 

 

Esta gráfica de un corazón rojo con alas y un pentagram ilustra el tema ¿Qué música puede escuchar el cristiano?, en editoriallapaz.

 

La música SECULAR:

¿no debería el cristiano escucharla? 

 

 

Alejando escribe…

“Buenas tardes, señor. Es para mí nuevamente tener el placer de saludarle agradeciéndole su ayuda, brindándome la ubicación de algunas de las iglesias de Cristo en Bogotá. Esta vez, quisiera compartir con usted una inquietud que tengo frente al plano de la música en la iglesia. Sé que los himnos, los salmos y los cánticos espirituales son los que deben tener observancia en el culto a Dios, y que abstenernos de usar instrumentos musicales en el mismo es también importantísimo, por todas las razones que en su Web ha manifestado, con las cuales estoy de acuerdo conforme a las enseñanzas del Nuevo Testamento. 

De lo que quiero hablar es acerca de cómo debe un cristiano considerar la música, qué música debe escucharse o en qué momento, o bajo qué parámetros, frente a los ‘cantantes confesionales’, si [estos] representan o no a la iglesia y si es así, en qué forma puede ser acogida su música o no debe serlo. Quiero saber qué opina usted, o cómo es su punto de vista frente a este tema, pues lo considero de importancia personal, ya que soy estudiante de música y me inquieta bastante el tema ya que he recibido distintas posturas al respecto.

Agradezco su atención a este servidor. ¡GRACIAS!” 

Nuestra respuesta breve

Estimado Sr. Alejandro, al amor de Dios abunde en usted y los suyos.

Personalmente, hace tiempo determiné no comprar o escuchar “la música cristiana contemporánea popular”, no solo porque en ella se tocan instrumentos de música sino también…

…por los ritmos mundanos típicamente incorporados en ella

…por la enorme mercadería que ella representa…

…por la falta de seriedad y espiritualidad observada en los “artistas cristianos” y los “espectáculos religiosos” que ellos montan…

…y por la crasa propaganda materialista que hacen.

Sobre todo….

…porque no encuentro en el Nuevo Testamento nada remotamente parecido a este tipo de…

“alabanza”

“adoración”

“ministerio”

“medio de alcanzar a los inconversos”

“medio para entretener a la membresía”

“medio para atraer o retener a la juventud”, etcétera.

En adición, esta innovación muy popular ha engendrado todavía otra innovación aún más nociva para el espíritu y mortífera para la espiritualidad, a saber:

…el “baile cristiano”

Agrupaciones de baile cristiano

Talleres de baile cristiano

Compañías o teatros de baile cristiano

Ballet cristiano

Bailar salsa cristiana, etcétera.

Al respecto, acabamos de añadir a nuestro sitio de Internet el siguiente artículo:

La nueva adoración corrompida

Saxofones, clarinetes, timbales y polleras “evangélicas”.

Por Vicente Mercado Santamaría, de Barranquilla, Colombia.

El “apóstol” Rony Chávez y su agrupación de baile cristiano.

La bailarina “cristiana” Lizzie Lizzie.

Miguelito, bailarín de cabaret cristiano.

“Expresiones de gozo”, compañía cristiana de baile profesional, incluso “salsa cristiana” y “ballet cristiano”.

Al escrito del hermano Vicente Mercado añadimos…

Teatro de Baile Sondance, refiriéndose la primera sílaba “Son” al “Hijo de Dios”. “Producciones que celebren y honren al Hijo de Dios por el medio del baile.” 

www.editoriallapaz.org/adoracion_baile_cristiana.html 

Amado en el Señor, mi conciencia no me permite comprar, escuchar o presenciar, a menos que sea para observar y aprender, lo que tengo por realmente “profano”. La pura y descarada “profanación” de lo espiritual, de lo divino.

Definitivamente, todos estos cantores y estas cantoras que profesan seguir a Jesucristo, pero lo que hacen, en realidad, es meter al mundo en las iglesias, no representan, de modo alguno, a los “verdaderos adoradores que adoran a Dios en espíritu y en verdad”, y, por ende, tampoco a la verdadera iglesia espiritual, y no mundana-secular, concebida por el Padre Dios y establecida por su Hijo, Jesucristo.

La música SECULAR:

¿no debería el cristiano escucharla?

 

Haciendo la debida distinción entre lo secular y lo espiritual, entiendo que escuchar música secular SANA no sería pecar, siempre y cuando…

…no se vuelva una obsesión para mí.

…una actividad que consuma demasiado tiempo o que…

me aparte del cumplimiento de mis deberes cristianos.

Esta norma la considero aplicable no solo a la música secular sino también a otras actividades seculares inocentes de por sí. Por ejemplo:

Pasear para disfrutar de la naturaleza que Dios ha creado.

Comer un buen plato.

Enfatizo el adjetivo “SANA” en la frase “música secular sana”. Es decir, que no despierte emociones o deseos peligrosos para mi alma. Que deleite mi oído sin incitar a “pasiones vergonzosas”.

A veces, escucho música clásica, de distintas categorías; a veces, “light jazz”, y me agrada escuchar la “música típica” de los distintos países. Esto es, a mi parecer, tan inocente como tomar unas vacaciones en algún lugar ameno y sano. ¿Qué opina usted?

¿Quién creó la música? ¿Las ondas que vibran, ya individualmente ya en combinaciones infinitas? Creando sonidos gratos al oído del ser humano.

Desde luego, el propio Creador Dios.

El hombre es quien pervierte las ondas sonoras, ya con sus propias dos cuerdas vocales ya con instrumentos de música de su propia invención.

Se relata en Génesis 4:21 que “Jubal… fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.

Aun antes de la creación de la raza humana, los ángeles alababan a Jehová al presenciar la formación del planeta Tierra, según testifica el propio Jehová al reconvenir a Job sus juicios negativos. “…cantaban” es la traducción de algunas versiones. En este contexto, la música existía antes de la creación de los humanos.

Volviendo sobre lo “secular sano”, ¿pecaríamos los cristianos al ejecutar cualquiera de las siguientes acciones?

Contemplar y admirar una pintura de excelente calidad, cuyo tema fuera completamente sin maldad. Por ejemplo, un escenario bucólico.

Asistir a una boda celebrada de acuerdo con parámetros morales cristianos. Por cierto, Jesús de Nazaret hizo su primer milagro al estar presente en unas bodas de Caná (Juan 2).

Visitar a museos, parques, etcétera, cuyos temas sean educativos y/o entretenidos sanamente.

Desde luego, el adverbio “sanamente” es relativo, mas, sin embargo, el cristiano realmente sabio y espiritual lo interpretaría acertadamente a la luz de normas y directivas bíblicas entendidas correctamente.

Tener, y cuidar personalmente de, un jardín de plantas ornamentales.

Ver una partida de futbol.

Ver un documental de eventos históricos o sobre la naturaleza, bien de fauna o de flora.

Ver una obra cinematográfica de largo metraje inocente en términos de tema y montaje.

A estos ejemplos bien pudieran sumarse otros tantos.

En fin, entiendo, hasta el momento, que privar al cuerpo físico, al igual que a las áreas del cerebro-mente que se ocupan de lo material-corporal, de todo lo terrenal-secular, por sano e inocente que fuera, no armonizaría con la naturaleza física sana impartida a ellos por el propio Creador Dios para el manejo sano de la vida terrenal-corporal en la tierra. Y esto incluye…

…las relaciones sexuales naturales y sanas programadas por el Creador Dios.

El cuerpo físico, incluso el cerebro-mente que lo gobierna -toda una maravilla complicadísima de órganos y funciones- tiene sus necesidades naturales y sanas. Entre ellas…

descansar, dormir y relajarse para reponerse de varias formas. A propósito, ¿no descansó el propio Dios Creador de sus grandiosas obras creativas? Tomó un “break”, ¡sí!

Denegar, pues, al cuerpo físico los medios sanos que cumplan estas necesidades no es ni natural ni sabio. A menos que sea para cumplir temporeramente algún propósito espiritual específico, y aun así, no deberíamos exceder límites que resulten en daño quizás irreparable al cerebro-mente y al cuerpo físico bajo su control, o que desemboquen en pecado.

Tratándose de pecados cometidos a consecuencia de la negación innatural y fanática de las necesidades naturales sanas del cerebro-mente y su cuerpo físico, el apóstol Pablo aborda un caso que viene como anillo al dedo al escribir sobre “el deber conyugal”. Dice:

“No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” (1 Corintios 7:3-5)

En lo referente a prohibiciones excesivamente duras y dañinas, impuestas “en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres”, y no como exigencias de Dios, la sentencia del Espíritu Santo, a través de Pablo, sirve de advertencia a todos nosotros que quisiéramos evitar caer en trampas diabólicas, tropezando y haciendo tropezar a otros de la común fe.

“Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne” (Colosenses 2:20-23).

Imponer nosotros mandamientos, o reglas, semejantes a “No manejes, ni gustes, ni aun toques”, a cosas y actividades inocentes por naturaleza, vetándolas tajantemente para nosotros mismos, nuestros seres queridos y miembros de la iglesia, ¿qué ganaríamos? Tal vez solo el resentimiento de los afectados. O, peor aún: su fuerte rechazo; que se apartaran de nosotros, rebelándose contra nosotros. Ni se descarta la posibilidad de rebelarse los afectados contra Dios mismo.

“Pero, ¡esas cosas y actividades son terrenales y pasajeras! No valen nada. Debemos dejarlas.” Pues bien, el propio cuerpo físico es terrenal y pasajero, pero sí vale algo, para no decir, muchísimo, mayormente como vehículo en este mundo para el alma-espíritu. Consiguientemente, someterlo al “duro trato” innecesario, despreciándolo y rehusando suplir sus necesidades naturales, normales y sanas, lejos de ser un proceder sabio, “en culto voluntario” agradable a Dios, no armoniza en nada con su propósito sublime para el cuerpo físico.

Tampoco tiene “valor alguno contra los apetitos de la carne”.

Los sacerdotes católicos romanos, obligados a practicar el celibato, no solo en contra de la naturaleza misma sino también en violación de los requisitos divinos para ser obispo (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:3-10), saben que eso es así, testificando a ello sus rampantes pecados sexuales.

A resumida cuenta, mi opinión personal es que el cristiano puede sí escuchar música secular sana, con moderación, evitando que tal forma de relajarse o entretenerse se convierta en un pasatiempo que tome prioridad sobre sus compromisos de trabajo y vida en el Reino de Dios.

La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guarde sus pensamientos y su corazón. Filipenses 4:7. También los míos.

Para servirle en el amor de Cristo,

Homero Shappley de Álamo

 

LIBRO en PDF

También disponible como impreso

¿Autoriza Dios el uso de INSTRUMENTOS

de MÚSICA en las ALABANZAS de la iglesia?

Dieciséis estudios

139 páginas, tamaño carta

 

 

La PORTADA del libro en PDF

La CONTRAPORTADA en PDF

El CONTENIDO en PDF. Dos páginas

Por qué ESCRUTAR estos temas, en PDF. Una página

El TEXTO en PDF. 139 páginas

 


 

Doscientos cincuenta himnos disponibles

en el formato POWERPOINT

y en el formato PDF

 

Esta bella gráfica ilustra la entrada que anuncia Doscientos cincuenta himnos disponibles en el formato PowerPoint y en el formato PDF, en editoriallapaz.

 

Doscientos cincuenta himnos en el formato PowerPoint disponibles en esta Web.

Lista de los himnos por orden alfabético, sirviendo el título de cada uno como enlace para descargar las diapositivas a su laptop o computadora desktop.

Haciendo clic con el botón izquierdo sobre el nombre del himno escogido, se abre el himno, con todas las diapositivas, directamente en PowerPoint, siempre y cuando el programa Microsoft PowerPoint esté instalado en su equipo.

El formato PowerPoint se presta para la proyección digital en foros públicos, por ejemplo, en el lugar de reunión de una congregación. Sugerencias adicionales para su uso se incluyen en la nueva Página.

 

Estos himnos también están disponibles en el formato PDF, más adecuado para dispositivos móviles tales como tablets (Apple iPad, Samsung Galaxy Tab) o celulares inteligentes (Apple iPhone, Samsung Galaxy), pues no hace falta el programa Microsoft PowerPoint para verlos.

Este formato facilita la alabanza personal. 

Para esta alternativa, recomendamos que visite la Página...

Doscientos cincuenta himnos en el formato PDF.

 


 

Lista de los estudios que componen esta serie sobre la música en la iglesia

Estudios sobre adorar “en Espíritu y en verdad”

 

  

¿Le gusta esta página? Por favor, ayúdenos a difundir la información por medio de compartirla automáticamente con sus amistades de Facebook, Google+, LinkedIn, y Twitter pulsando en los botones arriba colocados.

Derechos reservados. Permiso concedido para hacer una copia, o múltiples copias pero ninguna para la venta.