La cena del Señor

Lección 15

 

Esta dama cristiana participa “de aquel mismo pan” al comer
dignamente un pedazo de pan sin levadura. “El pan que partimos, ¿no es la comunión
del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo,
pues todos participamos de aquel mismo pan”
(1 Corintios 10:16-17). “Aquel mismo pan.”
Singular. ¿Qué es “aquel mismo pan”? ¿A quién simboliza? También, bebe “la copa del
Señor”
, la cual es “la comunión de la sangre de Cristo”. Sentada, y no arrodillada, bebe
el contenido de un vasito pequeño, y no de una “copa común”, o “cáliz”, de la cual
hubiesen bebido otros miembros de la congregación. ¿No resultan sus
acciones en la violación de preceptos divinos?
(Ambas fotografías por Javier Castrodad, Bayamón, Puerto Rico)

Curso para cristianos que administran
la mesa del Señor

Adaptable para la instrucción
de la membresía en general

LISTA de temas estudiados en la Lección 15

15.  ¿Es requerimiento que el participante esté de rodillas cuando come el pan y bebe la copa de “la cena del Señor” ?

16.  ¿Qué tipo de pan se pone sobre la mesa del Señor?

17.  ¿Cuántos panes se colocan en la mesa del Señor?

18.  ¿Cuántas copas debemos poner sobre la mesa del Señor?

Preguntas y respuestas

 

15.  ¿Es requerimiento que el participante esté de rodillas cuando come el pan y bebe la copa de “la cena del Señor” ?

-No hallamos en el Nuevo Testamento mandamiento o ejemplo alguno al respecto. Por lo tanto, no existe fundamento para ser exigente o dogmático en cuanto a este particular. La posición del cuerpo físico –que si sentado, parado o arrodillado- no se reviste de importancia. Lo que sí importa grandemente es la condición del corazón, el estado del espíritu y la preparación de la mente. En Juan 13:23-25, se nos informa que el discípulo amado, clara referencia al apóstol Juan, estaba recostado cerca del pecho de Jesús”. Él no estaba arrodillado sino “recostado”, y esta posición de “recostado” a la mesa refleja la costumbre común y corriente de aquellos tiempos, según la que la gente se recostaba para comer. De acuerdo con Mateo 26:20, Cristo se sentó a la mesa con los doce” . No mandó a los apóstoles a arrodillarse para la institución de “la cena” . Por consiguiente, se deduce que ningún cristiano del presente cuenta con precepto o ejemplo bíblico para ordenar a arrodillarse a los creyentes que se disponen a comer “la cena del Señor” .

 

 

Una representación de los apóstoles recostados a la mesa en el aposento alto durante la celebración de “la pascua de Jehová”, cuando fue instituida “la cena del Señor”.
Recostados, según la costumbre de algunas culturas de aquellos lugares y tiempos.

 

-“Los comensales se reclinaban con la cabeza en dirección a la mesa y se apoyaban en el codo izquierdo; usaban la mano derecha para tomar la comida. Los pies de las personas así reclinadas quedaban fácilmente al alcance de alguno que pasara (Lucas 7.36–50; Juan 12.3). Por tanto, a nuestro Salvador no le fue difícil lavarles los pies a sus discípulos en la última • Cena, y enjugárselos con la toalla que para tal efecto llevaba ceñida (Juan 13.5–12). Esto explica también la postura de Juan en la misma cena; porque reclinándose al lado y enfrente de Jesús, tenía que estar, por así decirlo, en su seno (Juan 13.23–25) y podía fácilmente recostar la cabeza en el pecho del Señor. Era una postura expresiva para indicar intimidad, amistad y amor (Lucas 16.22; Juan 1.18).” (Diccionario ilustrado, artículo sobre “Comer”, en el programa “iLumina”)

 

16.  ¿Qué tipo de pan se pone sobre la mesa del Señor? Pan sin levadura.

a)  Siguiendo el ejemplo de Cristo y el de la iglesia primitiva, hoy día utilizamos pan sin levadura, el cual representa, apropiadamente, el santo y puro cuerpo del Señor Jesús, “el Cordero” , sin defecto, “que fue inmolado” (Apocalipsis 5:12). En 1 Corintios 5:5, se enseña, por implicación, el uso del pan sin levadura. El apóstol Pablo exhorta a los corintios: “celebremos la fiesta... con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad”. “La fiesta” es “la cena del Señor”, única fiesta solemne de la iglesia fiel a “la doctrina de Cristo” . Cierto es que el lenguaje de este texto es retórico, simbolizando los “panes sin levadura” la sinceridad y la verdad. Mas sin embargo, esta simbología quedaría sin sentido si no se usa pan sin levadura literal en la mesa del Señor. Efectivamente, esta simbología tan acertada presupone el uso de pan sin levadura en “la cena”. Se infiere necesariamente su uso en “la cena”. Esta inferencia necesaria proscribe el uso de cualquier otro “pan”.

b)  ¿Cómo se prepara pan sin levadura? Se hace una mixtura de harina de trigo y agua, o quizás aceite puro. Luego, se cocina la masa. No se le echa ninguna clase de levadura. “Levadura: Sustancia para fermentar y levantar la masa. En épocas bíblicas se usaba para ello un trozo de masa agriada” (Nuevo diccionario bíblico ilustrado, CLIE, página 666).

c)  ¿Dónde se puede conseguir el pan sin levadura ya preparado? Si no está disponible en las tiendas donde venden comestibles, puede ordenarlo, contactando a:

(1)   Star Bible, PO Box 81220, Fort Worth, Texas 76182; Telephone: 800-433-7507

(2)   Firm Foundation, PO Box 610, Austin, Texas 78767.

  (3)  Gospel Advocate, PO Box 150, Nashville, Tenn. 37202. Teléfono: 800-251-8446.

  (4)  Mars Hill Book Store. Teléfono: 800-321-4587.

 

17.  ¿Cuántos panes se colocan en la mesa del Señor? El Nuevo Testamento nada revela al respeto.

a)  No faltan cristianos que disientan, afirmando que es necesario poner un solo pan sobre la mesa del Señor. Citan al apóstol Pablo quien escribió: “Siendo uno sólo el pan (1 Corintios 10:17) . ¿Quiere decir el apóstol que deberíamos poner un solo pan literal sobre la mesa del Señor? Negativo. Él mismo expone el sentido de su expresión añadiendo en el mismo versículo: “Pues todos participamos de aquel mismo pan”. “De aquel.” ¿De cuál? La inconfundible referencia es a Cristo mismo. Cristo es un solo pan. De él pueden y deben participar todos los cristianos fieles en todo el mundo. “Todos participamos.” No solo los cristianos en Corinto sino los cristianos en el mundo entero. No los miembros de una sola congregación sino los de todas las congregaciones sobre toda la faz de la tierra. No tan solo la congregación en Corinto sino también Pablo, y por ende, todos los cristianos. “Todos participamos.” Pablo se incluye entre los “todos” . Él estaba en Éfeso cuando escribió 1 Corintios. Pese a la distancia física entre Éfeso y Corinto, el apóstol se incluye a sí mismo entre los que comen “aquel mismo pan”.

b)  ¿Qué tan grande tendría que ser “un solo pan” para una congregación de mil miembros, o más? La iglesia en Jerusalén llegó a tener muchos miles de miembros (Hechos 2:41; 5:14; 6:1,7), quizás hasta veinte mil, o aún más. De haber recibido aquella congregación el mandato de poner un solo pan literal sobre la mesa del Señor, ¡cuán enorme hubiese sido ese pan! ¿Qué panadero hubiese podido confeccionarlo? ¿Cómo se las arreglarían miles de miembros para tomar cada uno un solo pan en sus manos, separar un bocado, luego pasar el gran pan al siguiente, y así sucesivamente hasta llegar a último de los muchos miles?

c)  Consideremos. Cristo uno solo es, y la iglesia es una y universal. Si la iglesia universal tiene que comer de un solo pan como manifestación de su fe única en un solo Cristo, ¡cuán grande tendría que ser ese pan! ¡Totalmente imposible le sería a la iglesia universal realizar semejante manifes­tación de su fe! Pero, ¿con qué justificación seguir aumentando especulaciones de esta categoría? A resumida cuenta, no importa el número de panes, ni la forma que tenga el pan, que si redondo o cuadrado, sino la condición del corazón del adorador que come el pan, y su propósito al hacerlo.

 

Bandejas (charolas) utilizadas para entregar "el pan sin levadura" y
"el fruto de la vid" a cristianos dignos de comer
el cuerpo del Señor y beber su sangre.

¿Cuánta importancia tiene el número de recipientes para "el fruto de la vid" ?
¿Qué importancia tiene el número de panes sobre la mesa del Señor,
o el tamaño y forma de los panes?

 

18.  ¿Cuántas copas debemos poner sobre la mesa del Señor?

a)  Esta pregunta, juntamente con la anterior, comparten la misma naturaleza. ¿Qué importa más, la copa literal o lo que representa su contenido? ¿El recipiente o envase literal, o lo que representa su contenido? Pese a lo obvio, algunos cristianos aseguran enérgicamente que todos los miembros de una congregación debieran tomar de una sola copa, de un solo recipiente, y tan fuerte es su convicción que provocan divisiones en congregaciones en las que logran convencer a algunos miembros.

(1)  A propósito, ¿con qué justificación limitar la participación de la copa, singular, a los miembros de una sola congregación? Si toda la iglesia en todo el mundo ha de manifestar ante Dios y el mundo una sola fe en un solo sacrificio hecho una vez para siempre, se deduce que todos los miembros en todo el mundo deberíamos tomar de una sola copa. Y de hecho y en realidad, la iglesia universal bebe de una sola copa, es decir, de la sangre del Señor, y come un solo pan, a saber, el cuerpo de Cristo.

(2)  Es, pues, evidente que el número de copas y platillos utilizados para repartir “la cena” en cada congregación no tiene importancia, como tampoco tiene importancia vital el púlpito sino el mensaje, los himnarios sino las palabras de los himnos, las sillas sino los que las ocupan, o el local de reunión sino los adoradores.

b)  Durante el acto de instituir “la cena”, ¿tomaron Cristo y los apóstoles de una sola copa? ¿De un solo recipiente? Las palabras de Lucas 22:17 nos enseñan que no lo hicieron. “Y habiendo tomado la copa dio gracias, y dijo: tomad esto, y repartidlo entre vosotros.” Se implica que el fruto de la vid fuese preparado en un solo recipiente, “la copa”. Entonces, Cristo instruye a los apóstoles a repartir el contenido. Prestemos mucha atención a la fraseología exacta del versículo. Cristo no dice “tomad esta , y repartid la entre vosotros”, como si se tratase de la copa misma, o sea, del recipiente literal que contenía el fruto de la vid, sino que dice “tomad esto , y repartid lo entre vosotros”, refiriéndose incuestionablemente al contenido de la copa. De cierto, el verbo “repartir” indica que los doce debieran dividir el contenido de la copa entre sí, no tomando cada uno tragos del mismo envase, sino echando cada uno una porción del fruto de la vid en su propio vaso. De esta manera, todos tomarían del mismo elemento, el jugo de la uva, el que simboliza la san­gre del Señor. El número de copas o envases individuales, su tamaño y forma, el material de que son hechas, que si de plástico, papel, cristal, barro, plata u oro, caen en la categoría de asuntos opinables y no en la de doctrinas de rigor.

-En el aposento alto en Jerusalén donde Cristo instituyo “la cena” , trece varones participaron de la copa. Supongamos que todos los miembros de una congregación particular tuvieran que beber de un solo envase para que su “cena del Señor” fuera válida ante Dios. Ahora, proyectemos que la congregación constara de tres mil miembros. ¿Qué tan grande tendría que ser el envase del que tomaran tres mil miembros? Por ejemplo, los tres mil bautizados en Pentecostés. ¿Cuánto tiempo tardarían en pasar un solo envase de un miembro a otro hasta llegar al último de los tres mil? Hacer estas dos preguntas es poner de manifiesto lo insostenible de la tesis de “una sola copa”.

c)  Para mayor esclarecimiento de este tema, tenemos a bien presentar a continuación un artículo escrito por el hermano Hugo McCord.  

 

“¿Un solo pan y una sola copa?”

Se analiza la doctrina según la cual todos los miembros
de una congregación debieran tomar el fruto
de la vid de una sola copa.

Por Hugo McCord  

            Algunos buenos cristianos han llegado a la conclusión que todas las personas presentes en una audiencia en el tiempo presente (Nota del traductor: Se sobreentiende que se trata de todos los miembros de una congregación reunidos para la cena del Señor el primer día de la semana.) deben tomar de un solo recipiente, es decir, de una sola copa o vasito, porque Jesús, al celebrar su última pascua, tomó una copa “del fruto de la vid” (Lucas 22:18), y, entregándosela a los doce apóstoles, dijo: “Bebed de ella todos” (Mateo 26:27).

            Benditos sean sus corazones, no comprenden que asegurar que todos beban de un solo recipiente, un recipiente del cual beben todos, ¡no es celebrar la cena del Señor! Las Sagradas Escrituras no enseñan a “discernir el número de copas” sino a “discernir el cuerpo del Señor” (1 Corintios 11:29). Estos cristianos sinceros, en su deseo encomiable de hacerlo todo conforme a la Biblia, desaciertan completamente, quizás involuntariamente, el significado bíblico del vocablo “copa” en la cena del Señor.

            El recipiente no tiene nada que ver con la cena del Señor. Solo sirve como medio para llevar el “fruto de la vid” (Lucas 22:18) a la boca de la persona (del celebrante). Al tomar Jesús “la copa”, dando “gracias” y diciendo: “Tomad esto, y repartidlo entre vosotros” (Lucas 22:17), no estaba diciendo que partieran en doce pedazos la copa literal que tenía en su mano, sino que doce bocas debieran beber, cada una, una porción del fruto de la vid. Al decir Jesús: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre” (Lucas 22:20), no se refería a la copa literal en su mano, sino a su “contenido” (El léxico griego de Thayer, Página 533).

            Al escribir Pablo que los cristianos debieran beber “la copa” (1 Corintios 11:26), el vocablo “copa” ya había perdido su significado material de recipiente, refiriéndose solo al “fruto de la vid” . De igual manera, cuando Pablo escribió que la “copa” es “la comunión de la sangre de Cristo”, de nuevo el vocablo “copa” ha perdido su significado material de recipiente, refiriendo solo al “contenido de la copa (1 Corintios 10:16, El léxico griego de Thayer, Página 533, Lucas 22:20) , o sea, al “fruto de la vid” .

            Además, aquellos cristianos sinceros mal orientados quienes apoyan un solo recipiente para la congregación, no comprenden que, bíblicamente, todos los cristianos de todas las congregaciones en todo el mundo beben “una copa”, ¡pero no los recipientes! Hubiese sido difícil para Pablo, estando en Éfeso, beber del mismo recipiente del cual bebían los cristianos en Corinto, a 340 kilómetros de Éfeso.

            Bíblicamente, hay solo una copa, la cual significa el fruto de la vid y no un solo recipiente. Todos los cristianos en todo el mundo parten el pan y beben el fruto de la vida el primer día de la semana (Hechos 20:7). “Nosotros (Pablo, con todos los cristianos en todo lugar) , con ser muchos, somos un cuerpo” (1 Corintios 10:17). Todos participamos de “una copa”, no teniendo que ver el factor de ubicaciones geográficas. Dos manuscritos griegos (F y G) de 1 Corintios 10:17 dicen: “Nosotros, los muchos, somos un cuerpo, y todos nosotros participamos de un pan y de una copa .

            Se podía escoger entre dos panes, a saber, pan con levadura y pan sin levadura, pero el pan de la pascua que Jesús usó era pan sin levadura (Éxodo 12:8, 15; 23:15; 34:18). El pan sin levadura Dios lo había estipulado para la pascua como “pan de aflicción” , un recordatorio para los israelitas de su cautiverio en Egipto (Deuteronomio 16:3-4). En la cena del Señor, Jesús usó ese pan, diciendo: “Tomad, comed; esto es mi cuerpo” (Mateo 26:26), aquel cuerpo que Pilato “azotó” (Juan 19:1), aquel cuerpo que soportó la “corona de espinas” (Juan 19:2), aquel cuerpo que fue clavado en la cruz (Marcos 15:25), aquel cuerpo que fue abierto “con una lanza” (Juan 19:34).

            Se podía escoger entre distintas copas (de jugo de naranjo, jugo de manzana, etcétera), pero Jesús escogió la que había en la mesa, el “fruto de la vid”, diciendo a sus apóstoles: “Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo testamento” (Mateo 26:26-27). Después de que los apóstoles hubiesen comido el pan y tomado la copa, aún estaba presente a la mesa el cuerpo entero de Jesús, con su sangre, y esto significa que el pan y el fruto de la vida representan el cuerpo y la sangre del Señor, y que la cena del Señor ha sido ordenada por Dios para que se cumpla la petición de Jesús: “Haced esto en memoria de mí” (1 Corintios 11:24).

(Traducido del inglés por Homero Shappley de Álamo)

 


 

LISTA, con enlaces, del Contenido completo de estos estudios

Adoración según directrices del Nuevo Testamento. Adoración contemporánea.

 

  

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