Plaga del coronavirus o Plaga de falsos apóstoles y
apóstolas
que riegan masivamente mortíferos virus
espirituales por todo el globo terráqueo: ¿cuál es más
peligrosa para los incautos humanos?

 

"Los apóstoles y las apóstolas" de hoy
intentan justificar el identificarse
como tal

 

Llamarse "apóstoles" los varones, y "apóstolas" las mujeres es la nueva modalidad muy popular entre los que predican "prosperdidad, autoestima, dominionismo, sanidad" y otros evangelios diferentes. ¿Cuentan con respaldo bíblico?

 

Llamarse "apóstoles" algunos varones, y "apóstolas" algunas mujeres, mayormente de iglesias pentecostales y movimientos independientes carismáticos, es la nueva modalidad muy popular entre líderes religiosos que predican "prosperidad material, autoestima, triunfalismo, dominionismo, decretar milagros" y otros evangelios diferentes.

¿Cuentan con respaldo bíblico? 

El Sr. Ismael pide clarificaciones

"Me encanta su dependencia total en la Biblia para respaldar la verdad y señalar el error. En particular estoy interesado en la falsa doctrina de apóstoles modernos. Quiero prepararme más en esta área para contender por la fe una vez dada a los santos. He leído muchos de sus artículos sobre el tema. Quisiera que me informaran un poco más.

“Hay tales supuestos ‘apóstoles’ y ‘apóstolas’ que dicen que a pesar de que ellos no cumplen con los requisitos para ser apóstoles en el mismo sentido que los doce apóstoles, que en realidad ellos han recibido el ‘don’ de apostolado y que ellos son apóstoles en el sentido genérico, en otras palabras, en el mismo sentido que Timoteo, Epafrodito, Andrónico y Junías, y muchos otros mensajeros (apóstolos) enviados por las iglesias (2 Corintios 8:23).

“Ellos arguyen que no hay nada en la Biblia que indique que los apóstoles no sean para hoy día.

“Dicen que ellos son comisionados como apóstoles por las iglesias tal como los mensajeros (apóstolos) que comisionaron las iglesias (2 Corintios 8:23).

“Quisiera conocer más sobre como argüir contra tal argumento. Quisiera pedirles, con toda amabilidad, que me den todos los detalles que haya en la Biblia concerniente a esta curiosidad intelectual de mi parte.

“Si es posible escribir sobre este asunto particular de manera exhaustiva, no me molesta leer su magnífico estudio de las Escrituras. Espero ansiosamente su contribución para mi crecimiento y les doy gracias de antemano." Ismael

Los 'apóstoles y apóstolas' de hoy, ¿han sido enviados a predicar el evangelio puro por iglesias netamente bíblicas, o se trata de falsos profetas que se arrogan el título de 'apóstol' para aumentar y dignificar sus pretensiones? 

Los "apóstoles y apóstolas" de hoy, ¿han sido enviados a predicar el evangelio puro por iglesias netamente bíblicas, o se trata de falsos apóstoles que se arroguen el título de "apóstol" para aumentar y dignificar su imagen ante el público, y de iglesias fundadas en evangelios pervertidos que autoricen a sus líderes a llamarse “apóstol o apóstola”?

 

 

 

Comentarios y aclaraciones

Estimado Sr. Ismael, gustosamente respondemos a su petición por más información sobre los “apóstoles” y “apóstolas” del tiempo presente, aunque no sea “de manera exhaustiva” como usted solicita.

Para comenzar, el vocablo “mensajeros” (Reina Valera, 1960) en 2 Corintios 8:23 es la traducción del griego ἀπόστολος, término que significa literalmente uno enviado [apo, de (partitivo); stello, enviar”, según el Diccionario Bíblico de E. W. Vine.

El lexicógrafo Joseph Thayer dice que la palabra quiere decir “un delegado, un mensajero, uno enviado con órdenes, y que es “aplicado específicamente a los doce apóstoles de Cristo”, como también “en sentido más amplio a otros maestros cristianos eminentes tales como Bernabé, Timoteo y Silvano.

En el Diccionario del hebreo y griego por Strong, el vocablo se define como “un delegado, específicamente un embajador del evangelio; oficialmente, un emisario de Cristo (‘apóstol’), (con poderes milagrosos): -apóstol, mensajero, uno que es enviado.

Así que, técnicamente, hoy día, si un hermano debidamente seleccionado y enviado por una iglesia organizada bíblicamente quisiera identificarse como “apóstol de la iglesia (en tal lugar)”, no estaría quebrantando ninguna ley del Nuevo Testamento.

También podría identificarse, o ser identificado, como delegado, mensajero o embajador (de la iglesia en tal lugar).

Digo “técnicamente”, pues quizás no convenga, por razones prácticas, que se identifique como “apóstol” debido al concepto popular que las masas, al igual que gran número de eclesiásticos, tienen al escuchar ellos la palabra “apóstol”, pues piensan de inmediato en los “doce apóstoles de Cristo”.

Dada esta circunstancia que se vive en la actualidad, cualquiera que tomara la decisión de identificarse hoy día como “apóstol”, estricta y exclusivamente en el sentido de 2 Corintios 8:23, ciertamente debería añadir “apóstol de la iglesia en tal lugar”.

Mas, sin embargo, ¿por qué no usar, con más sensatez, un distintivo con menos connotaciones confusas para el público?

Identificarse sencillamente como “mensajero”, “predicador” o “evangelista”.

¿Por qué de pronto en los escenarios religiosos del presente esta modalidad cada vez más popular de llamarse “apóstol”?

¿Será porque suene mucho más grandilocuente, como indicando el pináculo de jerarquías eclesiásticas, dominio trascendental, autoridad suprema, ascendencia inigualable, soberanía espiritual?

¿Será por el impacto psicológico que el término tenga en los oyentes? 

“Yo soy el apóstol fulano.” “Yo soy la apóstola fulana.” 

Seguramente, el oyente medio de hoy día asociaría, instanténeamente, “apóstol” o “apóstola”, en este contexto con los apóstoles escogidos personalmente por Jesucristo, pues, ¿qué conocimiento tendría del uso del término en 2 Corintios 8:23?

Cuánto dinero tiene el Apóstol Guillermo Maldonado? SORPRENDENTE ...Además, cabe preguntar: ¿Quiénes están identificándose, hoy por hoy como “apóstoles” o “apóstolas”?

Observamos que son, casi exclusivamente:

Los predicadores carismáticos e independientes.

Los protagonistas de espectáculos religiosos.

Los promotores de evangelios falsos de:

Prosperidad material, vivir como príncipes en la tierra porque Cristo es Príncipe y Dios es riquísimo como Dueño del universo.

Superación personal, super autoestima, positivismo irresistible, entusiasmo desbordante siempre victorioso sobre todo.

Sanidad física, pare de sufrir, dieta perfecta, reclamar sanidad al instante.

Dominionismo, ejercer poderes sobre negocios, corporaciones, instituciones sociales, políticas y religiosas. O sea, el evangelio de megalómanos en busca de auto engrandecimiento.

El que los tales se autodenominen “apóstoles”, sin explicar por qué o en qué sentido, armoniza perfectamente con su proyección de “súper hombres y mujeres de Dios” con poderes extravagantes y estilos de vida a la par.

Una proyección totalmente contraria a la de los apóstoles auténticos cuya vida, obras, conceptos de sí, actitudes y atributos se registran en el Nuevo Testamento.

Abundando un poquito más, este servidor bien podría identificarse como “apóstol” en el sentido de 2 Corintios 8:23, pues he sido enviado a evangelizar y edificar por una congregación cuya organización la constituyen “ancianos” (obispos-pastores) y “diáconos”, justamente conforme al patrón instituido por el Espíritu Santo (Filipenses 1:1; Hechos 14:23; 1 Timoteo 3; Tito 1:3-10). 

[Estudios amplios sobre esta organización divina se encuentran en  www.editoriallapaz.org/salon_preceptos.htm.] 

Podría yo decir “Soy apóstol enviado por la iglesia en __________________”, pero opto por no hacerlo, evitando así que piensen los que desconocen este uso del término “apóstol” que estuviera elevándome a la posición de los apóstoles de Cristo, y también eludiendo tener que siempre estar explicando tal uso del término.

Prefiero, pues, identificarme como “evangelista, predicador, mensajero o maestro” de la Palabra de Dios.

Referente a los “ancianos” mencionados arriba, indico, entre paréntesis, que, en el contexto estrictamente bíblico de la “sana doctrina”, tanto “obispos” como “pastores” son sinónimos de “ancianos”.

Esta gran realidad, esta importantísima e irrebatible verdad, queda comprobada al comparar textos tales como 1 Pedro 5:1-4; Hechos 20:17-38; Hebreos 13:7, 17; Tito 1:3-10, etcétera. 

[Un estudio detallado al respecto se halla en www.editoriallapaz.org/pastor-obispo-anciano-sinonimos.html.] 

Sin embargo, hoy día, la mayoría de los ancianos de congregaciones locales bíblicamente organizadas prefieren, sabiamente, identificarse como “ancianos”, y no como “obispos” o “pastores”. ¿Por qué?

Simple y llanamente, por los usos no bíblicos de los dos distintivos “obispo” y “pastor” que hacen infinidad de líderes religiosos y sus simpatizantes de actualidad.

Fíjese bien, estimado lector, apreciada lectora, en territorios donde predomina el cristianismo, las personas, en su gran mayoría, que escuchan o leen el vocablo “obispo”, piensan al instante en obispos tipo católico romano.

Mas, sin embargo, un verdadero obispo, constituido de acuerdo con los veintiséis requisitos establecidos por el Espíritu Santo en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-10, resulta ser prácticamente todo lo opuesto a obispos católicos romanos.

Por ejemplo, Dios requiere que el obispo sea “marido de una sola mujer” y que “gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción…” (1 Timoteo 3:2 y 4), que “tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”“no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas” (Tito 1:5:9).  

La apóstola Sylvia Muñoz. ¿Mujeres apóstolas en la iglesia? No hay ni asomo de tal puesto en la iglesia del Siglo I, conforme al Nuevo Testamento.La apóstola Sylvia Muñoz. ¿Mujeres apóstolas en la iglesia? No hay ni asomo de tal puesto en la iglesia del siglo I, conforme al Nuevo Testamento. “…no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1 Timoteo 2:12-14). “Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones…” (1 Corintios 14:33-34).

Las apóstolas

En cuanto a las “apóstolas” de hoy día, no existe tal vocablo en los diccionarios, tampoco en los léxicos griegos, ni tampoco se encuentra precedente para ellas en la Biblia.

Los doce apóstoles originales llamados personalmente por Jesucristo eran todos varones.

Matías, varón, fue escogido para tomar el lugar de Judas Iscariote.

Saulo de Tarso, conocido luego como Pablo, varón, fue “…constituido predicador y apóstol… y maestro de los gentiles” (1 Timoteo 2:7).

No se aplica el término “apóstol”, en sentido alguno, a ninguna cristiana mencionada en el Nuevo Testamento.

Pese a que colaboraran las mujeres cristianas de varias formas en el desarrollo de la iglesia, nunca las vemos en papeles oficiales tales como “apóstola, evangelista, pastora, mensajera, delegada, embajadora” de congregación alguna.

Por otro lado, el Espíritu Santo apunta explícitamente: La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio” (1 Timoteo 2:11-12).

El tema de la participación de mujeres cristianas en el desarrollo de la iglesia del siglo I se explora cuidadosamente en www.editoriallapaz.org/mujer_compilacion.htm.

Tantos “las apóstolas” como “las pastoras” del presente se indignan ante estas órdenes del Espíritu, argumentando que se fundamentan en costumbres y culturas del siglo I, demostrando así su ignorancia de la “doctrina de Cristo”.

Porque las dos razones dadas por el Espíritu Santo en apoyo de sus directrices para mujeres cristianas no se basan, definitivamente, ni en costumbres ni en culturas, ya sean judías, griegas o romanas.

El Espíritu Santo explica: “Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1 Timoteo 2:13-14).

Esta misma enseñanza fue impartida a todas las iglesias de Cristo del siglo I.

El apóstol Pablo escribe a los cristianos en Corinto: Como en todas las iglesias de los santos; vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice” (1 Corintios 14:33-34).

Ahora bien, la mujer verdaderamente cristiana que tiene por inspiradas estas doctrinas comprende perfectamente que jamás podría servir de “apóstola”, ya que enseñar, gobernar y hablar en las congregaciones son, precisamente, ¡tareas de apóstol!

Pero, hoy día, las “apóstolas” modernas, unilateralmente declarándose “liberadas” de aquellas trabas anticuadas molestosas impuestas por el Espíritu Santo en el siglo I, ¡lo que más hacen es, justamente, enseñar, dominar al hombre, hablar, dirigir, predicar, mandar y manejar las finanzas en las congregaciones!

Tomando “todos los poderes” en las tarimas públicas.

En campañas evangelísticas y de sanidades.

Wanda Rolón ya tiene Jet privado! by webdude20En espectáculos religiosos fuertemente matizados por música, danzas y luces seculares.

La apóstola Wanda Rolón,
de Puerto Rico, ¡ya tiene
jet privado!

Por televisión.

En YouTube.

Por medio de videos vendidos.

La Fe De La Mujer Cananea - Profeta Ana Maldonado | Mayo 13, 2018 ...Luciéndose e imponiéndose en cualquier foro público a su alcance.

Vestida seductoramente, la profetisa Ana Maldonado dijo que “el apóstol Pedro era un metiche lame botas”. www.contralaapostasia.com

Apoyadas y vitoreadas por líderes de ambos sexos y congregaciones de la misma mentalidad, en la que, ciertamente, no hay lugar para la “buena doctrina”, la “sana doctrina”, “la doctrina de Cristo”, la “sana enseñanza”(1 Timoteo 4:6, 16; 2 Timoteo 4:1-5; 2 Juan 1:9-11; Hebreos 6:1-2; Tito 1:9; 2:1).

Sin duda, darán cuenta a Dios por sus atrevidas acciones, política y socialmente correctas según criterios humanos vigentes, pero bíblicamente incorrectas.

Así pues, la mujer cristiana debidamente sujeta a la Palabra de Dios no recibe jamás ningún “don de apostolado”.  

Cualquier mujer del presente que reclame haber recibido tal “don” de parte del Espíritu Santo se engaña a sí misma, engañando también a todos los que le crean.

¿Conque los “apóstoles y apóstolas del presente” “dicen que ellos son comisionados como apóstoles por las iglesias tal como los mensajeros (apóstolos) que comisionaron las iglesias (2 Corintios 8:23)”?

Bueno, tal vez algunos hayan sido “comisionados” por alguna que otra iglesia, o por un conjunto de iglesias.

Sin embargo, según mi conocimiento y mis observaciones personales, muchos de ellos, quizás la gran mayoría, son fundadores y fundadoras de iglesias, concilios y movimientos, autonombrándose apóstol, apóstola, pastor, pastora, reverendo, reverenda”, etcétera.

Aunque constituyan, al andar el tiempo, algún tipo de organización en su iglesia o concilio, la organización que sea suele estar dominada por “el apóstol”, “la apóstola”, “el pastor”, “la pastora”.

Una vez formada semejante organización, la misma pudiera “comisionar” al que la formara, pero su acción no sería nada más que una autorización vacía si retiene “el apóstol”, “la apóstola”, o llámese como se llame, el señorío real sobre “su iglesia”, “su concilio”, “su movimiento”, cual entidad sea.

Ahora bien, la iglesia que comisionara a una mujer a ser “apóstola” violaría las doctrinas del Espíritu Santo sobre el papel de la mujer en la iglesia, las que ya fueron puestas de relieve en los pasajes citados arriba.

Lo mismo es aplicable a “pastora” o “mujer evangelista” en posiciones, o puestos, de “ejercer dominio sobre el hombre”.

Los “apóstoles en genérico” de hoy difieren fuertemente
de todos los apóstoles en el Nuevo Testamento.

Los 'apóstoles' de hoy dicen que lo son 'en sentido genérico', como lo eran los de 2 Corintios 8:23, pero sus mensajes y ejecutorias distan mucho de los verdaderos apóstoles del Siglo I, bien tratarse de los apóstoles auténticos de Jesucristo y de los apóstoles (mensajeros) seleccionados y enviados por iglesias de Cristo fieles en doctrina y práctica.

Los "apóstoles" de hoy dicen que lo son "en sentido genérico", como lo eran los de 2 Corintios 8:23. Mas, sin embargo, sus mensajes y ejecutorias difieren mucho de las prédicas y el comportamiento de los verdaderos apóstoles del siglo I. Y eso es así, tratarse ya de los apóstoles auténticos de Jesucristo, ya de los apóstoles (mensajeros) seleccionados y enviados por iglesias de Cristo fieles en doctrina y práctica.

Llámense “apóstoles en sentido genérico”, o comoquiera que entiendan el término, lo indiscutible es que estos “apóstoles y apóstolas” modernos no actúan ni predican como los apóstoles escogidos directamente por Jesucristo, ni como los “apóstoles” (mensajeros, delegados) enviados por las iglesias del siglo I.

Habiendo recopilado abundantes evidencias que sostienen esta evaluación, no volveremos a presentarlas en este escrito.

Están disponibles en www.editoriallapaz.org/evangelio_prosperidad_recursos.htm. y www.editoriallapaz.org/salon_pentecostal.htm.

Solo dos ejemplos traigo.

1. Los que conozco piden diezmos y hacen mercadería del evangelio de mil maneras mañosas.

En cambio, los verdaderos apóstoles del siglo I no predicaban diezmos, sabiendo que el Antiguo Testamento había sido clavado en la cruz (Colosenses 2:13-17; Hebreos 7:12; 2 Corintios 3:6-17), ni tomaban “la piedad como fuente de ganancia” (1 Timoteo 6:3-10), como tampoco hacían “por avaricia… mercadería” de los hermanos “con palabras fingidas” (2 Pedro 2:1-3), sirviendo “a sus propios vientres” (Romanos 16:18)

[Muchos estudios e intercambios sobre estos temas en www.editoriallapaz.org/diezmos_compilacion.htm.] 

2. Mientras los verdaderos apóstoles del siglo I cumplían fielmente la Gran Comisión del Señor, enseñando no solo la fe y el arrepentimiento como condiciones para salvación sino también el bautismo “para perdón de los pecados” (Marcos 16:16; Hechos 2:38; 22:16) …

los “apóstoles y apóstolas” modernos eliminan el bautismo de la Gran Comisión, predicando “salvación por fe sola” y “la oración del pecador para perdón”.

Tengamos claro que los trece apóstoles (Pablo hace el número trece) escogidos personalmente por Jesucristo, los que, desde Pentecostés en adelante, trabajaron tan afanosa y efectivamente en el establecimiento de la iglesia en el siglo I, se distinguían de “apóstoles” (mensajeros) seleccionados y enviados por iglesias, constituyendo los trece apóstoles el rango más alto de líderes espirituales en la organización espiritual dictada por Dios para su iglesia en la tierra. 

“Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero, maestros…” (1 Corintios 12:28)).

Desde el mismo día de Pentecostés, la iglesia debía perseverar “en la doctrina de los apóstoles” (Hechos 2:42).

La iglesia está edificada “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:19-22).

Tan sobresaliente era la función de los trece apóstoles que sus nombres aparecen sobre los “doce cimientos” de “la gran ciudad santa de Jerusalén” (Apocalipsis 21:14). No así los nombres de los “apóstoles-mensajeros” elegidos y enviados por algunas congregaciones.

A continuación, anotamos otros textos que destacan la posición única de aquellos trece apóstoles de Cristo: Efesios 3:5; 4:11; 2 Pedro 3:2 y Judas 17.

Tenemos a bien enfatizar, en particular, 2 Corintios 12:12

“Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.” 

Se infiere que ciertas “señales” sobrenaturales distinguieran a los apóstoles escogidos por Jesucristo de los “apóstoles”(“mensajeros”) seleccionados por algunas iglesias.

La más grande y visible sería, entendemos, la de impartir dones espirituales (sobrenaturales) por medio de la imposición de manos.

Este poder fantástico lo tenían solo y exclusivamente los apóstoles escogidos directamente por Jesucristo.

Simón el mago, de Samaria, convertido a Cristo y dejando de practicar la magia (Hechos 8:9-18), vio y comprendió que los apóstoles tenían este poder.

Felipe, evangelista, no solo proclamó el “evangelio del reino” en Samaria, sino que también hizo “señales y grandes milagros”. Mas, sin embargo, ¡no poseía el poder de impartir dones sobrenaturales! 

“Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan…” 

Estos dos apóstoles de Jesucristo “imponían las manos” a los samaritanos convertidos para que recibieran dones sobrenaturales.

Entonces, “Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero…”. 

¿Cómo se impartían dones sobrenaturales? “…por la imposición de las manos de los apóstoles…”

Específicamente por este medio, muchos cristianos del siglo I fueron capacitados para hacer milagros, sanidades, predicar en otros idiomas sin haberlos aprendido, etcétera, pero ¡ninguno de ellos podía hacer “señales de apóstol”!

Por ejemplo, ninguno podía impartir dones sobrenaturales por la imposición de manos.

¿Cuántos de los autonombrados “apóstoles y apóstolas” de actualidad comprenden lo que Simón pudo ver y comprender?

¿Cuántos de ellos pretenden impartir dones sobrenaturales?

Quienesquiera que sean, se equivocan, engañándose y engañado con “señales y prodigios mentirosos”“por cuanto no” reciben “el amor de la verdad para ser salvos” (2 Tesalonicenses 2:8-10)

[Se analiza el caso de Simón el mago en www.editoriallapaz.org/simon-mago-salvo-o-no-salvo.html.

Estudios sobre dones espirituales, “el don del Espíritu Santo”, etcétera, están disponibles en www.editoriallapaz.org/espiritu_santo_lista_recursos.htm.]

Por último, llamamos atención a la declaración de Pablo en Gálatas 1:1. 

Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos)…” 

Los “apóstoles” (“mensajeros”) de 2 Corintios 8:23 fueron nombrados por hombres, es decir, por miembros de las iglesias que los seleccionaron, encargándolos con la misión para la cual fueron designados (2 Corintios 8:16-24).

En cambio, Pablo no era apóstol de hombres ni por hombre sino apóstolpor Jesucristo y por Dios el Padre…”.

Bien que algunos de los “apóstoles” de actualidad hayan sido nombrados por iglesias que los respalden, o bien que sean “apóstoles” autonombrados, de una realidad no puede haber duda alguna, a saber: ¡son “apóstoles” de hombres, ya de buenos, ya de pervertidos! 

En definitiva, ¡no son apóstoles “por Jesucristo y por Dios el Padre”

Qué tengan, pues, sumo cuidado al tomar el distintivo de “apóstoles”, a no ser que Dios los rebaje en el día final a una posición inferior al más pequeño y humilde en el Reino de su amado Hijo. Es decir, que se queden del todo eliminados, siendo contados como indignos de salvación eterna.

cristiano bien instruido y precavido tendrá presente en todo momento que ha habido, aun desde el siglo I, falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza cómo ángel de luz” (2 Corintios 11:13-15).

¡Dios nos libre de los tales! ¡AMÉN!

 

¡La Iglesia Mormona cuenta

con Doce Apóstoles!

 

Los doce 'apóstoles' de la Iglesia Mormona figuran entre los 'falsos apóstoles' de actualidad.Los doce “apóstoles” de la Iglesia Mormona (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) figuran entre los “falsos apóstoles” de actualidad.

La organización de esta iglesia es una amalgama increíble de elementos tomados del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y otras fuentes. Una verdadera mixtura exótica, como también sus doctrinas, pero también poderosa por su forma dictatorial de enseñorearse de toda la feligresía.

En www.editoriallapaz.org/mormones.htm se recopilan datos sobre el comienzo violento de los mormones, su fundador Joseph Smith, muerto en un motín a los treinta y nueve años de edad, y algunas de las doctrinas extrañas de la secta.

 


 

Torpezas y escándalos de los "apóstoles" modernos de "prosperidad-superación personal"

¡Falsos profetas! ¡Falsas enseñanzas! por Wuiston Medina

Pablo de Tarso, verdadero apóstol por doble mandato divino

 

  

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