Muchos estudios sobre la iglesia en esta Web

La iglesia modelo

¿Se proyecta una iglesia ideal en el Nuevo Testamento?

De la manera que diseños elegantes y complicadísimos en el espacio sideral, al igual que en el planeta Tierra como también en la mente del ser humano, evidencian la existencia de un Ser inteligentísimo capaz de concebirlos y ejecutarlos, asimismo se intuye que el mismo Ser inteligente concibiera el Modelo perfecto para la iglesia, institución que él originó en tiempos mucho anteriores a su establecimiento.

De la manera que diseños elegantes y complicadísimos en el espacio sideral, al igual que en el planeta Tierra como también en la mente del ser humano, evidencian la existencia de un Ser inteligentísimo capaz de concebirlos y ejecutarlos, asimismo se intuye que el mismo Ser inteligente concibiera el Modelo perfecto para la iglesia, institución que él originó en tiempos mucho anteriores a su establecimiento.

¿Hay un modelo divino para la iglesia?

La iglesia tal cual concebida, planificada y establecida por Dios, ¿es la ideal? ¿Podemos conocerla? ¿Cómo?

Intercambio con David G.

  Algunas consideraciones fundamentales

Estimado lector, nos parecen completamente básicas y lógicas las preguntas que encabezan este estudio-intercambio, preguntas que merecen respuestas claras. A continuación, damos algunas muy concisas mediante cuatro entradas que empiezan con la pregunta “¿Sí, o no?” cuyo propósito es ayudarme a concentrar mi mente en aspectos vitales de estos temas, haciendo una determinación inteligente sin desviarme por tangentes irrelevantes o perderme en cuestiones subjetivas. Ojalá tenga usted a bien acompañarme en este ejercicio. Luego, procederemos al Intercambio con el Sr. David G., quien, por cierto, amontona severas críticas sobre nuestra pobre cabeza, pero nos esforzamos a responder no solo con civilidad sino con información y aclaraciones de valor, así esperamos.

1.  ¿Sí, o no? La iglesia que Dios ideó antes de la fundación del mundo, y que su Hijo estableció en Pentecostés, diez días después de su ascensión, tenía los atributos de una secta religiosa, o de un conjunto de sectas religiosas parecido al grupo de iglesias que componen el “protestantismo cristiano”, o al grupo denominado “iglesias pentecostales”. __________ 

2.  ¿Sí, o no? Nunca ha sido factible que existiera una iglesia, ni siquiera una sola congregación, que lograse ser como la iglesia que Dios visualizó y planificó: unida (1 Corintios 1:10-13Efesios 4:1-6), con una sola regla (Filipenses 3:16), cumplidora de su misión divina (Efesios 3:8-21) y santificada (Efesios 5:25-27) ______ 

3.  ¿Sí, o no? En las congregaciones del Siglo I (Jerusalén, Antioquia, Éfeso, Corinto, Roma, etcétera), hubo serios problemas tanto morales como doctrinales, y aun divisiones, fallos graves que dieron por resultado la gran apostasía predicha por el Espíritu Santo. Igualmente en el presente, las iglesias de toda categoría experimentan estrés, hasta convulsiones y divisiones, a causa de conflictos en torno a doctrinas y criterios morales. Por lo tanto, no vale la pena luchar por la iglesia ideal que, supuestamente, proyecta Dios para el mundo. ______ 

4¿Sí, o no? Entre los aproximadamente 2.5 billones de seres humanos que profesan el “cristianismo” se encuentran unos pocos millones para quienes la iglesia tal cual concebida en la mente de Dios y presentada en el Nuevo Testamento es la ideal, el modelo divino, el ejemplo perfecto, que todo amante de Dios debería reconocer, enaltecer y seguir. Pero, casi todos, para no decir “todos”,  sus intentos de hacer réplicas fieles del modelo divino son plagados de dificultades graves:  

a)  Incompleto conocimiento o entendimiento del modelo.

b)  Controversias acerca de algunas prácticas o enseñanzas registradas en el Nuevo Testamento, las que un grupo cataloga de “circunstanciales, incidentales o culturales” pero que otro grupo tiene por “atributos indispensables” del modelo divino. (El velo de 1 Corintios 11 figura entre las prácticas discutidas.) No faltan divisiones.

c)  Pobre implementación del modelo en la organización, el trabajo y la vida de muchas congregaciones, por ejemplo, la autoridad y función de ancianos (sinónimo de obispos o pastores), predicadores (ministros) y evangelistas.

d)  Excesos, extremos, actitudes dañinas, mala conducta de algunos líderes, apostasía de algunos, etcétera.

-Debido a estas dificultades graves, estos “cristianos” que se ilusionan con lograr en la actualidad réplicas auténticas del modelo divino deben callarse, y no mencionar jamás “iglesia ideal, iglesia divina modelo”, o cosa semejante, desistiendo de pretender establecer una. Sobre todo, no deben insistir que otros creyentes reconozcan la existencia de una “iglesia ideal” en las revelaciones del Nuevo Testamento. Jamás deben reprochar a otros creyentes que no comparten la misma visión de “iglesia ideal”. ________

5.  Aclaración. Mediante los vocablos “iglesia ideal, modelo divino, iglesia modelo” no se hace referencia a las congregaciones locales (Jerusalén, Antioquia, Corinto, Roma, etcétera) identificadas en el Nuevo Testamento, pues los mismos apóstoles señalan serios desperfectos en casi todas aquellas iglesias. Entonces, ¿cómo conocer a la “iglesia ideal” que Dios concibió? Respuesta a manera de pista: Leer atentamente todo el Nuevo Testamento anotando las doctrinas, prácticas y características que Dios autoriza y aprueba para su iglesia, como también las que censura. El resultante cuadro será el del modelo que él concibió.

a)  Esta tarea corresponde tanto a los evangelistas que establecen congregaciones como a los ancianos (obispos-pastores) que las gobiernan, y además a todos los maestros, maestras y diáconos, con sus distintas funciones que impactan a la iglesia. Realizarla no requiere inteligencia sobrenatural. Por ejemplo, al leer que Pablo y Bernabé establecieron ancianos en cada congregación (Hechos 14:23 ) y comprobarlo mediante los ejemplos de Jerusalén, Éfeso y Filipos, ya entendemos que esta organización es la que desea Dios para su iglesia. Esta organización, ordenada específicamente en Tito 1:5, de una pluralidad de varones cristianos altamente calificados para sus ministerios espirituales (1 Timoteo 3:1-7), es la de la iglesia modelo. Alterar el modelo es dañarlo. Alterarlo es hacer violencia a lo que Dios concibió, acto atrevido, pienso, que el Soberano no pasará por alto. Violación que, de hecho, cometieron los que se inventaron la jerarquía eclesiástica episcopal, o papal, sistema de gobernación religiosa que no apareció de la noche a la mañana sino que comenzó cuando elevaron a un solo obispo por encima de los demás, cambio que engendró otros hasta el extremo de nombrarse el “obispo universal”, o sea, el Papa romano.

b)  Bien sé que los vocablos “iglesia ideal, modelo divino, iglesia modelo” no aparecen como tal en el Nuevo Testamento. Sin embargo, razono que el concepto que transmiten ha de considerarse válido, bíblico, correcto y aun necesario. ¿Concibió, planificó y estableció Dios la iglesia? ¿Concibe, planifica y establece Dios instituciones que no sean ideales, que no sirvan como modelos? Entonces, la iglesia que el Espíritu de Dios proyecta en el Nuevo Testamento de la manera que ya hemos indicado ha de tomarse como la ideal, como el modelo que todo obrero honesto y fiel debe seguir. ¿No es así?

(1)  Sin modelo, la perfecta unidad que enseñan Cristo (Juan 17:20-23 ) y el Espíritu Santo (1 Corintios 1:10Efesios 4:1-6) sería del todo imposible de alcanzar.

(2)  “Perfectos en unidad… perfectamente unidos” implica la existencia de un modelo perfecto, el que hace factible la perfecta unidad.

(3)  Sin modelo, cada congregación hace lo que le parezca bien, lo que le agrade, lo que antoje, sin tener que rendir cuentas a nadie, proceder que, de hecho, siguen no pocas congregaciones. 

 


-El siguiente título identifica un estudio relevante al tema arriba.

Amigo, amiga, al convertirse a Cristo, tome, por favor, solo el nombre...

"CRISTIANO"

Amado creyente en Cristo, ¿es este nombre su única identificación espiritual? ¿Con qué razón o justificación ostentar otro? En el Juicio Final, ¿se identificará usted ante Dios con el mismo nombre espiritual que utiliza en la tierra? "Señor, en la tierra yo te seguí. Fui fiel (apuntar el nombre religioso con el que se identifica usted) _______________________________."

Presionar aquí para leer el estudio.

-Al leer este estudio el Sr. David G., de México, nos dictó dos cartas muy duras al respecto. Nuestra respuesta incluyó el tema que encabeza esta página y los comentarios intercalados en sus cartas.

“¿Por qué tanta alharaca?”, 
pregunta el analista David G., amontonando severas críticas sobre nuestra pobre cabeza.

 

Estimado Sr. David: 

La paz del Señor abunde en usted y los suyos. 

Le ruego analice con suma objetividad  las “consideraciones preliminares” dadas arriba. Sirven para contestar unas cuantas de sus alegaciones y planteamientos.

A continuación, copiamos sus cartas, abordando algunos de los puntos que usted trae. 

“¿Por qué tanta alharaca? !Demasiada poesía, demasiada víscera y ácidos corriendo en el interior del escritor de este artículo! Si uno va a escuchar predicadores de esas "repúblicas" (¡vaya figurita!) en la mayoría de los casos los escucha hablando del evangelio (me refiero en este caso a las iglesias evangélicas). Pero va uno a un servicio de un ministro que se llama "cristiano", y que no tiene la costumbre de ser contencioso, y aunque sea un funeral lo escuchará invariablemente hablar mal de esta o aquella iglesia.”  

Comentarios. Estimado Sr. David G., sincera y honestamente, sus evaluaciones subjetivas de mi persona, móviles, estilo de escribir, estado espiritual, etcétera, no vienen al caso sino que lo importante es la veracidad bíblica o falsedad de lo enseñado. ¿Cómo me entenderá hasta no captar usted la visión de “iglesia ideal originada por Dios” que llena mi corazón? Amigo, los “fallos” de “ministros” en sus tácticas, tacto o conducta moral no significan que la “ideal” no sea real en el Nuevo Testamento

“Pero vayamos por un instante al artículo de marras. Tal es la ofuscación del articulista que no ha podido, ni podrá según veo, darse cuenta que no fueron los discípulos los que escogieron llamarse "cristianos" en Antioquía. Menos aún, que el nombre les haya sido dado por Dios en ese lugar. Fueron los no cristianos quienes comenzaron a "apodar" a los seguidores de Cristo como "cristianos". Hay muchos malabares hermenéuticos en el artículo para sostenerse en el trapecio del nombre. El hecho de que Pedro diga "no se averguence de llamarse cristiano" no significa que el nombre lo haya recibido del cielo, sino que sencillamente los cristianos aceptaron el "apodo" que los paganos les pusieron y lo hicieron parte de su identidad. ¿Hay acaso algún texto donde "claramente" se dé la orden a los creyentes de llamarse "cristianos"? Por favor, si va a intentar una respuesta hágalo sin los malabares ni subterfugios que aparecen en este panfleto. Al escritor, en la ligereza de su pluma, o de su tecla, se le pasó acordarse de que "Cristo" no es nombre sino título. Si de veras hay que llevar el nombre entonces hay que llamarse Jesusiano, porque Jesús es el verdadero nombre. ¿Se le hace raro o vergonzoso o hasta irreverente? Pues en aras de la estricta verdad ese debiera ser el nombre de su "grupo", eso si son consecuentes con lo que enseñan. Una vez más, ¿Dónde ordena la Biblia a los creyentes a que se llamen a sí mismos "cristianos"? ¿Hay una orden "clara"? Si no, ¿por qué no seguir el sabio principio de su abuelo espiritual, Thomas Campbell? ¡Hay tantas cosas de las que la Biblia no habla y que ustedes hablan tanto!”  

Aclaraciones y comentarios.

1.  Estimado Sr. David, no soy seguidor de Thomas Campbell, Alexander Campbell, Barton Stone o cualquier otro líder del “movimiento de restauración” del Siglo XIX. Mis únicos maestros infalibles son Cristo y sus apóstoles. Escudriño las obras de muchos autores cristianos, con la meta de retener lo bueno que cada uno ofrece, incluso usted.

2.  Por favor, le ruego no me conciba como promotor de un mero “movimiento”. Más bien, estoy ocupado en la tarea de ayudar a establecer congregaciones de acuerdo con el Modelo divino que Dios presenta en el Nuevo Testamento de Cristo. Con cuánta efectividad realice tan exigente obra, pues el Señor sabe. Ojalá me tenga mucha misericordia, ya que solo soy utensilio desperfecto y débil, pero él es poderoso.

3.  ¿Dice Hechos 11:26 que los “paganos” llamaran “cristianos” a los discípulos del Señor? No veo “paganos” en el versículo, ni por implicación. Catalogar “cristianos” como un “apodo pagano”, nada más, ¡qué desprecio! ¡Qué denigración!

4.  Respetuosamente, le pregunto: ¿A usted no le gusta, no le agrada, el nombre “cristiano”? Pues, nadie le está obligando a tomarlo. Así que, ¡tome otro de su gusto! ¿Le gusta el nombre “pentecostal” más que el nombre "cristiano"? Pues bien, ¡tómeselo y gloríese en él! A propósito, ¿qué texto del Nuevo Testamento autoriza el nombre “pentecostal”? Usted exige una “ordenanza específica” para el nombre “cristiano”, como si no bastaran los ejemplos del Nuevo Testamento. Del mismo modo, exigiríamos alguna “ordenanza divina” para el uso de “pentecostal”. ¿Acaso no significa nada el nombre espiritual con el que se identifica el creyente? ¡Tonterías! Perdón. Pero, ¿no sabe usted que “Toda familia en los cielos y en la tierra… toma nombre… de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 3:14-15)? Amado David G., ¿qué nombre es el aludido por Pablo? El que no lo toma, ¿pertenece a aquella “familia en los cielos y en la tierra”? ¿Pertenece a ella, sin honrarla, rechazando su nombre? Dios sabe. 

“Usted dice: A propósito, si todos los pentecostales tienen el mismo Espíritu Santo, ¿cómo explicar tantas y tantas divisiones? ¿Está dividido el Espíritu Santo? ¿Acaso no se da cuenta que lo mismo se puede decir de usted? Si todas las iglesias de Cristo tienen el mismo Espíritu Santo, ¿Cómo explicar tantas y tantas divisiones? ¿Está dividido el Espíritu Santo? ¿O es que se olvida que su "grupo" es una división de la rama principal del movimiento de restauración?  

¿Acaso ignora que el origen de su "grupo" es primo hermano de los mormones? Revise quiénes fueron los compañeros de Alejandro Campbell y luego revise los nombres de los firmantes del libro de mormón. ¿Es que no se ha dado cuenta que entre ustedes mismos están divididos? ¿Cuántas iglesias de Cristo han salido de entre ustedes? ¡¡Y todas se llaman igual!! ¡¡Y todas se arrogan la misma modestia de ser la original iglesia de Cristo!! ¿Qué de la iglesia de Cristo de Boston? ¿Acaso cree que todo el mundo es miope o ciego en asuntos históricos?”  

Comentarios. Las “Consideraciones preliminares” al Principio de este Intercambio rinden nulos todos estos “argumentos” subjetivos suyos que solo oscurecen el tema para mentes poco preparadas para evaluarlos inteligentemente en términos espirituales. Personalmente, lo tengo por axiomático que las controversias y divisiones surgidas entre los cristianos que intentan establecer congregaciones según la Iglesia ideal proyectada por Dios, Cristo y el Espíritu Santo no justifican el sectarismo cristiano. ¿Acaso justifica un mal otros peores?

-Cualquier congregación establecida y desarrollada conforme al Modelo divino revelado en el Nuevo Testamento no merece ser catalogada como perteneciente a un mero “movimiento”. Más bien, integra la iglesia universal y legítima que Cristo estableció, amándola y entregándose por ella. Usted nos agrupa conforme a sus “conocimientos” de la historia de “movimientos y divisiones” en Estados Unidos de América, desacertando por no entender o no aceptar, según evidencian sus escritos, la naturaleza de la iglesia concebida en la mente de Dios y revelada en el Nuevo Testamento. Enturbiar el tema, implicando enlaces con el mormonismo, lo encuentro deshonesto, pues ya que usted sabe mucha historia, también sabrá la lucha constante sostenida contra referida anormalidad religiosa. ¿”Iglesia de Cristo de Boston”? ¿No está al tanto usted? ¡Se disolvió! Comoquiera, aplican algunas de las “Observaciones preliminares”, por ejemplo: la apostasía de algunos líderes o congregaciones que respaldaban anteriormente la meta del establecimiento de iglesias conforme al Modelo divino no significa, de modo alguno, que no exista tal modelo o que sea imposible replicarlo en la actualidad.  

“¿No son ustedes una denominación más? ¿De veras? ¿Quiénes fueron los que pidieron ser contados aparte de los "discípulos de Cristo" por el censo de los Estados Unidos? Al hacerlo estaban tratando de tener su propia identidad como un movimiento distinto de los "discípulos" ¿No es eso división? Sí ya sé... usted dirá que era porque ellos se habían separado de la bla bla bla bla. Pero, ¿no dicen todos lo mismo? ¿No tienen ustedes edificios idénticos a los de las demás iglesias? No están registrados ante los gobiernos como una denominación, movimiento, grupo o secta religiosa? ¿No tienen apoderados legales en México y trustees en las iglesias de los EEUU? ¿No son una denominación más?”  

Aclaración. Satisfacer una congregación bíblicamente establecida y organizada las exigencias legales de las autoridades seculares no la convierte en “una denominación más”. Los requerimientos de “incorporación”, etcétera, no toman primacía sobre la organización espiritual ordenada por Dios; no la suplantan, no la anulan. 

“¿De verdad? Señor Alamo, usted es muy puertorriqueño en su franqueza, yo seré muy mexicano en la mía. Don Homero, a otro perro con ese hueso. Que le crean los incautos, la verdad es que ustedes son tan sectarios como los mormones o los testigos. Al arrogarse la baladronada de ser la iglesia que Cristo fundó usted y sus secuaces están padeciendo un síndrome terrible. Creen a la fantasía de ser los únicos depositarios de la verdad, al igual que las demás sectas.”  

Pregunto: ¿se declara usted “cristiano sectario”? ¿Qué identidad espiritual tiene usted? ¿Acaso padece usted del “síndrome terrible” de “denominacionalista acérrimo”? ¿Con cuánta verdad divina cuenta usted? ¿Una pequeña porción, algo, mucha, gran parte? En realidad, usted ataca y juzga como si tuviera usted mismo toda la verdad, todo entendimiento, toda sabiduría. Jamás me presento como “único depositario de la verdad”. Tampoco me presento como “ignorante de la verdad de Cristo”, o como teniendo una pequeña porción. Para mí, la verdad de Dios se puede aprender y entender. De no ser así, ¿cómo puede hacerme libre conforme a la afirmación de Cristo mismo en Juan 8:32?“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”? ¿Quién conoce la verdad? ¿Nadie? ¿No la conoce usted? De no conocerla, ¡no está libre! ¿No puede ninguna iglesia o congregación conocer la verdad? Si no puede, entonces no puede haber iglesia o congregación libre en Cristo. Debemos conocer la verdad, ¿de acuerdo? Pero, no jactarnos vanamente sino predicarla con humildad y vivirla, ¿correcto? 

“Amigo sectario de la llamada "iglesia de Cristo". Quítese la venda y sea honesto y reconozca que su grupo es tan histórico como los demás, tan denominacional como los demás, tan sectario como las demás sectas. En el día de juicio, cuando el Señor le pregunte: "¿Quién eres para que juzgues al criado ajeno?" Usted le contestará: "Señor, soy de la iglesia de Cristo". El Señor tal vez le contestará: "¿Cuál? ¿Acaso la que por años se mantuvo negando el ministerio activo del Espíritu Santo en los creyentes y que apenas hace algunas décadas y tímidamente han aceptado la verdad de la "inhabitación del Espíritu" en la vida del creyente? ¿Es acaso la secta que mutilaba la Biblia aduciendo que "grandes y preciosísimas promesas" fueron solo peculio de la iglesia del primer siglo, que no sólo el AT, sino pasajes de Juan, Hechos 1 Corintios, Romanos.... ad infinitum ya no son para hoy sino para la iglesia del primer siglo? ¿cuál iglesia, la iglesia cesantista, que se atrevió a acortar la mano de Jehová para hacer el bien? "¡¡De cierto te digo que no te conozco. Apártate de mí hacedor de maldad!!"  

Comentarios. Pues, a la verdad, su adrenalina se le ha subido al cerebro, calentado y excitando su imaginación de una forma espantosa. Creo en los milagros de la Biblia. Creo que Dios puede hacer el milagro en el presente si le place. Doy testimonio a su intervención maravillosa en mi propia vida, aun en mi cuerpo físico. En cuanto al “ministerio activo del Espíritu Santo en los creyentes”, quizás este servidor crea más que usted. Al menos, entiendo que el Espíritu es activo en los que obedecen su revelación, por ejemplo, la directriz de hacerlo “todo decentemente y con orden”. No pretendo echar demonios, profetizar o sanar por la imposición de mis manos. No pretendo hacer milagros. Así pues, supongo que Mateo 7:21-23 no mi aplique ya que no voy a reclamar tales cosas en el juicio.

-Si llamarme “sectario de la llamada iglesia de Cristo” le hace sentirse bien, pienso que la razón principal esté del todo evidente para el lector imparcial. Desde luego, que usted me tilde así no quiere decir que lo sea. ¿Acaso no exista una “iglesia de Cristo legítima y genuina”, bíblica conforme al Modelo divino, sobre toda la faz de la tierra? ¿Son meras “sectas” todas las iglesias? ¿O se compone la iglesia de Cristo legítima y bíblica de todas las sectas cristianas, incluso las católicas, los testigos y los mormones? 

“Al igual que usted, yo tampoco tengo la costumbre de ser contencioso, pero la visceralidad de su escrito ha instilado en mí algo de adrenalina y me siento obligado a hacerle notar algunas de sus inconsecuencias. Pienso que no vale la pena hacerle una respuesta formal, porque no la razonaría. Pero quiero que honestamente pondere lo que sintió al verse aludido como sectario y por un instante se percate de cómo lastima con su pluma inflamada el corazón de otros cristianos, que al igual que usted, aman al Señor de todo corazón. Si va a cuestionar las enseñanzas de los demás grupos. ¿Por qué no se limita a analizar las doctrinas? Hay muchas ofensas en sus escritos dirigida hacia cualquiera que no está de acuerdo con usted. 

En el amor de Cristo le pido que considere mi petición. Recuerde que aún Thomas Campbell y Barton Stone llegaron a emplear la cita de Agustín "En lo esencial, la verdad, en lo secundario, libertad, en todo, amor."  

Atentamente 

David”  

Comentarios. ¿Tanto le lastimaron el estudio sobre ser “CRISTIANO, nada más”, y mi estilo de escribir? ¡Oiga!, pero, querido David, ¿no me lo reciprocó usted con creces?

De verdad, voy a “ponderar” más sus recomendaciones. Dios es mi testigo: no deseo herir innecesariamente a ninguna preciosa alma suya. No fue mi intención despertar en usted las emociones turbulentas exteriorizadas en su comunicación sino llamar atención a lo que son, para este servidor, unas grandes y hermosas verdades del Nuevo Testamento sobre la iglesia que Dios planificó para los que le aman y obedecen. Siento en mi alma haber fallado a usted. Perdón. El Espíritu Santo encarga a usted y a mí que hablemos “una misma cosa” (1 Corintios 1:10). Esta meta la considero alcanzable siempre y cuando ambos utilicemos el mismo lenguaje espiritual de “la ley de Cristo”

Su servidor en el Señor, 

Homero Shappley de Álamo

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