¡Falsos PROFETAS!
¡Falsas ENSEÑANZAS!
Parte 4
A continuación, una cita de este escrito:
Son los modernos “cristeros” (dije “cristeros”, no “cristianos”).
A los “cristeros” no se les cae de los labios el nombre de “Cristo”,
pero no son “cristianos”.
Fue Martín Lutero quien dijo:
“Cualquier enseñanza que NO se encuadre con las Sagradas Escrituras
debe ser DESECHADA, aunque haga llover milagros todos los días."
Una profetisa pentecostal orando.
“Mientras oraba Dios me dijo…”, “Dios me mostró en una visión…”,
“el Señor se me presentó en mi cuarto y me reveló…”Refiriéndose a este tipo de visión o revelación,
el escritor Wuiston Medina observa:Hoy, Dios no habla a la Iglesia por revelación directa a individuos. Su
“revelación directa” está en las Palabras de la Sagrada Escritura,
inspirada por el Espíritu Santo, inerrante y
autoritativa para el creyente en Cristo.
Escuchar a Dios de manera independiente
a Su Revelación escrita
La profetisa televisa Marisa Bogaert
Tanto las profetisas como los profetas acostumbran decir cosas tales como:
“El Señor me acaba de mostrar que viene un terremoto para Venezuela antes que finalice el año, que destruirá la mayor parte de su territorio”.
“El fin del mundo tendrá lugar el 21 de Mayo del 2011 con el arrebatamiento al cielo de los cristianos.”
“Dios se me presentó en mi cuarto a través de un ángel, el cual tenía en su cabeza una diadema adornada con esmeraldas. Y como Colombia es un país productor de esmeraldas, el mensaje es que para este país: viene un gran avivamiento durante este año, por tanto, envíen su semilla.”
A semejantes “profecías”, el autor de esta obra las cataloga de “ridiculeces, o sus similares”.
En el escenario cristiano de hoy han aparecido “falsos profetas” que nos dicen desde el púlpito (especialmente “predicadores televisivos”): “mientras oraba Dios me dijo…”, “Dios me mostró en una visión…”, “el Señor se me presentó en mi cuarto y me reveló…”, “En este momento Dios me dice que entre el público presente hay un hombre con un problema en su brazo derecho”, etc., etc. Recientemente uno de ellos dijo: “El Señor me acaba de mostrar que viene un terremoto para Venezuela antes que finalice el año, que destruirá la mayor parte de su territorio”. Otro dijo: “El fin del mundo tendrá lugar el 21 de Mayo del 2011 con el arrebatamiento al cielo de los cristianos”, luego dijo que sería el 21 de Octubre (antes de estas fechas ya había mencionado otras cuatro). Otro dijo en la televisión: “En este preciso momento estoy viendo a diez personas que tienen problemas cardíacos y el Señor me dice que van a ser sanadas. Eso sí, envíen ahora mismo su semilla”. Y una mujer profetisa, al comenzar el año dijo: “Dios se me presentó en mi cuarto a través de un ángel, el cual tenía en su cabeza una diadema adornada con esmeraldas. Y como Colombia es un país productor de esmeraldas, el mensaje es que para este país: viene un gran avivamiento durante este año, por tanto, envíen su semilla”. En otra ocasión, en cuanto a Latinoamérica dijo lo mismo, por cuanto tuvo una visión en su cuarto al contemplar el mapa de Suramérica “prendido en llamas”. ¿Qué hacer cuando escuchamos dichas afirmaciones, por no decir “ridiculeces” o sus similares?
Primeramente debemos acotar que quienes así “hablan o profetizan”, podrían estar intentando “usar a Dios” para sus propios beneficios:
La profetisa Ana Maldonado se ha hecho multimillonaria con sus “adivinaciones”.
¿“Caído del cielo” su “Ministerio” o “¡Astucia de Satanás!”?
¿Qué tal su vestimenta?
Por supuesto, si tales “adivinaciones” (porque lo que hacen es jugar a la “adivinación”, algo prohibido por Dios), tienen lugar o suceden, les hacen ante los demás como seres que “escuchan a Dios directamente”, y por tanto, sus ministerios se afianzan y se renuevan como “caídos del cielo”. Claro, si los asuntos o eventos predichos no se llevan a cabo, la culpa sería meramente de Dios, diciendo, “Dios cambió de planes”, de esa manera evaden su responsabilidad. Lo cierto es que como están firmando con el nombre de Dios su propia idea, proyecto o plan, a cualquiera que cuestione lo que “dicen o profeticen”, lo colocan en la posición de estar luchando contra el Señor. ¡Qué astucia! ¿Verdad? ¡Astucia de Satanás! Ni más ni menos. Hoy, Dios no habla a la Iglesia por revelación directa a individuos. Su “revelación directa” está en las Palabras de la Sagrada Escritura, inspirada por el Espíritu Santo, inerrante y autoritativa para el creyente en Cristo.
Describiendo los manipuleos psicológicos de falsos profetas, falsas profetisas y falsos apóstoles de hoy, el Sr. Medina escribe: Sus oraciones están llenas de “visiones y de voces”, especialmente cuando le dicen a la congregación o individuos: “Dios me dijo que usted(es), deben darme la cantidad de…” . A renglón seguido afirman: “Y en este momento me acaba de hablar el Señor que dicha cantidad debe ser en dólares”.
Cuando decimos esto, no estamos cuestionando a Dios, ni mucho menos luchando contra él, sino probando a las personas que así hablan.
Y es que nos preocupa estos llamados “profetas” con este tipo de lenguaje presuntuoso. No se puede discutir con ellos; nuestras objeciones reciben por respuesta, “el Señor así me lo indicó y así debe ser”.
Mencionan pasajes bíblicos aislados de su contexto para apoyar su posición. Presentan un “aspecto espiritual” fuera de lo común, convincente especialmente ante los nuevos creyentes.
Sus oraciones están llenas de “visiones y de voces”, especialmente cuando le dicen a la congregación o individuos: “Dios me dijo que usted(es), deben darme la cantidad de…”. A renglón seguido afirman: “Y en este momento me acaba de hablar el Señor que dicha cantidad debe ser en dólares”.
Lo curioso, es que estos “profetas” carecen de amor al prójimo que no piensa como ellos, igualmente escasea en ellos la humildad. Y para “cerrar con broche de oro”, ni siquiera son miembros leales a su propia iglesia local.
Pero esto no es lo peor. Lo terriblemente lamentable es que no se dan cuenta del mal que hacen a la gente al hacerle creer que nuestro evangelio es una “Mentira”, pues consiguen que muchas personas, mejor dicho, muchísimas personas, se burlen, tropiecen o se escandalicen de todo aquello que se refiera a la “perfecta dirección o voluntad de Dios” en la vida humana.
¿Estaría pensando nuestro Señor en tales “profetas” cuando declaró: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar”? (Mateo 18:6).
Si alguien aún piensa que todo esto constituye “juzgar a priori”, a quien diga, “a mí, Dios me habla directamente”, existen todavía tres elementos más que podemos estudiar:
Argentina
El profeta Hernán Acosta imparte una profecía al apóstol Gustavo.
Wuiston Median apunta: No nos equivoquemos mis hermanos, una “doctrina”
fundada en una “experiencia mística o nueva revelación”, y no en l
as Sagradas Escrituras, es en última instancia,
una “experiencia humanista”,
tan frágil como la flor de la hierba.
Si lo que afirma determinada “persona o profeta” es consistente con su “carácter” (semejante al de nuestro Señor Jesucristo) con la Palabra de Dios registrada en las “Sagradas Escrituras”, y además existe “acuerdo” entre los demás creyentes que forman la iglesia, ¿entonces para qué necesita tal “persona o profeta” decir, “Dios me dijo, me ha revelado o me ha mostrado…”? Muy bien pudiera decir, “Dios nos ha mostrado, nos ha revelado que de acuerdo a su Palabra, se propone hacer tal o cual asunto…”
Pero claro, es mucho más impactante e impresionante hablar en primera persona: “A mí Dios me dijo, me ha mostrado, me ha revelado…”
En el primer caso Dios se lleva toda la “honra y toda la gloria”, lo cual para un “falso profeta”, le es muy difícil aceptar.
Prefiere entonces lo segundo. No negamos que los “profetas autoproclamados”, y por tanto “falsos”, no sean sinceros cuando dicen que a ellos Dios les “habla directamente”.
Seguramente Nadab y Abiú, hijos de Aarón, fueron sinceros cuando “ofrecieron a Dios fuego extraño”. “Tomaron cada uno de su incensario, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová” (Levítico 10:1-2).
Por tal motivo, Pedro fue enfático cuando enseñó inspirado por el Espíritu Santo:
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenece la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén” (1 Pedro 4:11).
No se debe “ofrecer fuego extraño” a Dios, creando nuevos “movimientos espirituales dentro de las iglesias”, aún cuando para esto existan las mejores intenciones, sólo por el hecho que está basado en supuestas “nuevas revelaciones o nuevas experiencias”.
Si las mismas no tienen un real asidero en las Escrituras, es un ejercicio malsano y herético.
Cualquier “experiencia mística”, si viene de Dios, ha de poner de manifiesto primeramente una “doctrina o enseñanza” que ya existía, porque la iniciativa doctrinal siempre ha sido de Dios, no del hombre.
Por tanto, la solución para cualquier “asunto espiritual dudoso”, es confiar en que Dios obrará en nuestra vida de manera similar a aquella en que lo vemos obrando en las Escrituras, reconociendo que la “doctrina cristiana” no nace de la “experiencia del hombre”, sino de la mente de Dios.
El mismo Señor Jesús lo dijo: “Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió” (Juan 7:16). Esta “doctrina” (la de nuestro Señor), es infinitamente anterior a la “experiencia humana”, dado que procede del Padre Eterno.
No nos equivoquemos mis hermanos, una “doctrina” fundada en una “experiencia mística o nueva revelación”, y no en las Sagradas Escrituras, es en última instancia, una “experiencia humanista”, tan frágil como la flor de la hierba. “La hierba se seca, y la flor se cae; mas la Palabra del Señor permanece para siempre” (1 Pedro 1:24-25).
Antes de todo debemos examinar asuntos como los siguientes:
Unión Evangélica Pentecostal de Venezuela
Es muy grave llegar a creer que todo lo sobrenatural proviene de Dios. Las noticias que generalmente se escuchan sobre grandes avivamientos; así como de iglesias multitudinarias, no necesariamente son avivamientos producidos por el Espíritu Santo. Muchos de ellos provienen de “falsas doctrinas”, como el Ocultismo, Religiones Orientales, Nueva Era, Confesión Positiva, Pensamiento Positivo, Hipnosis, Visualización, Psicología Cristiana, Psicoterapia, Poder de la Mente, Poder de la Fe, Poder de las Palabras, etc., etc.
Y es que en los últimos tiempos habrá todo tipo de enseñanza por parte de “hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia”.
Son los modernos “cristeros” (dije “cristeros”, no “cristianos”). A los “cristeros” no se les cae de los labios el nombre de “Cristo”, pero no son “cristianos”.
Fue Martín Lutero quien dijo: “Cualquier enseñanza que NO se encuadre con las Sagradas Escrituras debe ser DESECHADA, aunque haga llover milagros todos los días”.
Pero el apóstol Pablo fue todavía más cortante al decir: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente (un evangelio falso) del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente(un evangelio falso) diferente del que habéis recibido, sea anatema”(Gálatas 1:8-9).
Dos son las “actitudes principales” de los cristianos de hoy, que han abierto las puertas de las iglesias para que hayan entrado con tanta facilidad, los “falsos profetas con sus falsas enseñanzas”:
- La “experiencia” es tomada como “autentificante”, dejando la “autenticación bíblica” de lado.
- Se aceptan “teorías psicológicas” como las que proveen la “autenticación de experiencias y prácticas” que no pueden ser justificadas con la Sagrada Escritura.
¿Por qué ser tan “Fanáticos y obsesivos”
por las Sagradas Escrituras, la Palabra de Dios?
¿A qué se debe tanta preocupación por la “sana enseñanza” de la Palabra de Dios, si de todas maneras el Señor nos permite vivir “experiencias maravillosas”? Se preguntarán muchos de los lectores de este documento.
Igualmente, los falsos profetas y falsos apóstoles, preguntarán: ¿Por qué ser tan “obsesivos y fanáticos” por las Sagradas Escrituras, si tal cosa no produce popularidad, “seguidores” y mucho menos prosperidad material?
Bueno, no lo discutimos. Tienen toda la razón. Pero la incuestionable Palabra de Dios nos alerta:
“Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel” (Isaías 5:24).
¿Por qué no honrar entonces a Dios dejando que la Biblia sea juez de toda “práctica”, independientemente de cuán hermosas o aparentemente milagrosas sean las “experiencias”?
Nuestra preocupación por la “sana enseñanza y permanencia” en las Sagradas Escrituras, tanto en la iglesia como fuera de ella, está motivada muy especialmente por tres razones:
Aquí tenemos la siguiente secuencia: “Permanecer en Su Palabra” > “Verdaderos discípulos” > “Conocer la verdad” > “La verdad nos hará libres”. La clave está en “permanecer en Su Palabra”.
¿Cómo podemos “permanecer o mantenernos” en lo que el Señor ha dicho en Su Palabra a fin de que se produzca en nuestras vidas todo este proceso?
¿Que leamos la Biblia cada domingo en la iglesia y en el hogar durante la semana cuando tengamos tiempo?
¿Que aprendamos de memoria algunos versículos de la Biblia?
¿Que copiemos versículos en tarjeticas y las coloquemos en una cajita, poniéndola luego en el centro de la mesa del comedor para que cada día tomemos una al azar y hagamos de la misma el “versículo de la suerte del día”?
¿Que subrayemos aquellos versículos de la Biblia que nos parezcan más importantes?
¿Que llenemos las paredes de la casa con “textos bíblicos”?
¿Que adornemos los vehículos con versículos bíblicos?
¿Que coloquemos la Biblia abierta en el Salmo 91 en el centro de la casa o del negocio para su protección?
NO. ¿Qué debemos hacer entonces para que “permanezcamos continuamente en Su Palabra”?
Sólo de esta manera podemos llegar a ser “sus verdaderos discípulos” (no simplemente “cristianos”, los domingos).
¿Qué es un “verdadero discípulo de Jesucristo”? Un cristiano que “aprende de Su Maestro (“Aprended de Mí”, ordenó él), vive lo que aprende y comparte lo que vive”.
Dicho de otro modo, un “discípulo de Jesucristo” es un cristiano que “aparta tiempo cada día para aprender de Dios en Su Palabra” (todo discípulo de Jesucristo es un cristiano, no necesariamente todo cristiano es discípulo de Jesucristo). Solo así la “verdad de Dios”, o sea, Su Palabra, cada vez más se “encarnará” en nuestras vidas, o como dijo el Señor, “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. ¿Libres de qué? Libres del “poder o esclavitud del pecado” en sus diversas formas en que hoy se nos presenta.
En resumen, cuando nuestro Señor dijo, “si vosotros permanecéis en mí Palabra seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, quiso decir: “Vivan como yo quiero que vivan, vivan de acuerdo a mí Palabra”.
¿Dónde está la clave para ser sus “verdaderos discípulos”? En “permanecer en Su Palabra y únicamente en su Palabra”. Alguien lo expresó así: “Nunca te disculpes por tratar de ser correcto y predicar la Verdad Bíblica. Si estás en lo cierto y está Escrito: Dios está contigo e incluso si eres una minoría de uno solo, la Verdad sigue siendo la Verdad”.
“Si quieres evitar terribles DESILUCIONES en el día del juicio, toma las Escrituras tal como son. No discutas con ellas, ni las sometas a manipuleos; hazles frente, recíbelas y sométete a ellas, cueste lo que cueste”.
Preguntas Que Ayudan a Identificar Falsos Profetas y Falsas Enseñanzas
Conclusión
En estos días, cada vez más personas pasan por el doloroso proceso emocional de separarse de los falsos profetas y falsos apóstoles y sus falsas enseñanzas. Pero recuperan la libertad y el gozo al descubrir por sí mismos los peligros que Jesús describió al decir:
“Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-20).
¡CUIDADO!
“EN EL DÍA DE HOY, UN LÍDER HÁBIL, PUEDE HACER
QUE CUALQUIER ARGUMENTO SUENE VEROSÍMIL
Y HASTA MUY BÍBLICO.”
Referencias
Santa Biblia. Reina Valera 95. Edición de Estudio. Sociedades Bíblicas Unidas.
Diccionario Ilustrado de la Biblia. Editorial Caribe.
Diccionario Pequeño Larousse Ilustrado. Ediciones Larousse.
Diccionario de Controversia. Teófilo Gay. Junta Bautista de Publicaciones. 2da. Edición.
Un Líder no nace, se hace. Ted W. Engstrom. Editorial Betania.
El Sermón del Monte. D. Martin Lloyd-Jones.
La Seducción de la Cristiandad. Dave Hunt y T. A. McMahon. Editorial Portavoz.
Afirme sus Valores. Charles R. Swindoll. Editorial Betania.
Apuntes Pastorales. Vol. XII, No. 1.
Parte 1 de Falsos profetas. Falsas enseñanzas.
Parte 2 de Falsos Maestros. Falsas enseñanzas.
Parte 3 de Falsos Maestros. Falsas enseñanzas.
Evangelio de prosperidad –Muchos temas en esta Web
El Espíritu Santo su naturaleza y obras. Muchos artículos, estudios, imágenes-diapositivas e intercambios en esta Web.
El pentecostalismo: historia, creencias-teología, prácticas, profecías. Gran cantidad de artículos, estudios e intercambios en esta Web.
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