Otros estudios sobre profecía, protetas y profetisas
La pared recubierta de lodo suelto
Mensaje de Jehová el Señor para profetas y profetisas
La pared que edificaron los falsos profetas y profetisas de Israel en tiempos de Ezequiel y Jeremías.
Ezequiel 13:9-16.
“Di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá”, advirtió Jehová Dios.
Hoy día, en pleno Siglo XXI, ¿estarán no pocos labradores religiosos ocupados afanosamente en la construcción de otras grandes “PAREDES” parecidas a aquella?
¿Acaso haga usted, estimado lector, el papel de “recubridor con lodo suelto”, exclamando “¡Amén!, ¡Aleluya! o ¡Gloria a Dios!” al observar alguna nueva “PARED” moderna y sus hacedores? ¿Alabando y ensalzando a hombres y mujeres que reclaman el “don de profecía”? ¿Sin haberlos probado concienzudamente a la luz de lo escrito en el Nuevo Testamento?
Observaciones preliminares
Estimado lector, encontrando este servidor tan impactante el mensaje de Jehová el Señor sobre “la pared” y los que “la recubrían con lodo suelto”, y pensando que sea tan relevante hoy que cuando primero pronunciado, me ha parecido bien intentar traerlo, por este medio, a la atención de los profetas y profetisas de actualidad, y también quisiera compartirlo con usted, esperanzado en que el escrutinio de aquella “pared” y sus “recubridores” sea edificante. A manera de preámbulo, presento las siguientes orientaciones.
“Yo soy… la verdad” afirma Jesucristo (Juan 14:6), explicando que “la verdad os hará libres” (Juan 8:32).
Por el lado contrario, el “padre de mentira” es el diablo, en quien “no hay verdad” (Juan 8:44).
Tratándose del profeta, pastor o maestro, al igual que de la profetisa, pastora o maestra, que aseguran hablar la verdad de Dios, pero que, en realidad, traen profecías mentirosas, sueños engañosos, visiones vanas o promesas de fabricación humana, los tales profanan a Dios, ocasionando burlas y maledicencia entre las masas que no conocen al Creador, ni quieren tenerlo en su corazón. No es de sorprenderse, pues, que el Todopoderoso descargue sobre el “falso siervo” rayos fulminantes de la ira divina, ya que amontona descrédito y oprobio sobre el Autor celestial de toda verdad.
Para el ser humano, no existe falsedad más dañina que la que lo despiste, enrede o engañe espiritualmente, pues expone a su preciosa alma, a su mente y su espíritu, a corrupciones potencialmente fatales eternamente. Sin duda, precisamente a este espeluznante peligro se debe el durísimo mensaje del Padre Creador para todo profeta, pastor o maestro, toda profetisa, pastora o maestra, que pronuncie falsas profecías o doctrinas.
Amado, ¿ha leído usted alguna vez el espantoso mensaje de advertencia y recriminación, de ira e indignación divinas, sobre “la pared recubierta de lodo suelto”? El propio Jehová Dios es su autor. Y es suyo el fuerte lenguaje retórico usado para identificarla, describirla y hacer aplicaciones a los que trabajaron en su construcción. En estos días de tantísimos profetas y profetisas, que llenan los contornos del planeta Tierra con lluvias, torrentes e inundaciones de proclamaciones, pronunciamientos, predicciones, visiones, sueños y revelaciones, atribuyéndolos directamente al Dios Padre, respetuosamente aconsejo que toda alma sabia y sinceramente deseosa de salvación tome tiempo para contemplar a aquella “pared recubierta de lodo suelto” levantada en los tiempos de Ezequiel y Jeremías, preguntándose que si no estarán muchísimos labradores religiosos de actualidad ocupados afanosamente en edificar otra muy parecida en el tiempo presente.
El relato conmovedor de “La pared recubierta de lodo suelto”.
Ezequiel 13:9-16
9 Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy Jehová el Señor. 10 Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto, 11 di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. 12 Y he aquí cuando la pared haya caído, ¿no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que la recubristeis? 13 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Haré que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial vendrá con mi furor, y piedras de granizo con enojo para consumir. 14 Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová. 15 Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os diré: No existe la pared, ni los que la recubrieron, 16 los profetas de Israel que profetizan acerca de Jerusalén, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dice Jehová el Señor.
Una antigua pared hecha de ladrillos de lodo y recubierta de lodo. En lugares áridos, estructuras construidas de tales materiales pueden durar largos años, hasta siglos, siempre y cuando no azotadas por lluvias torrenciales o torrentes de aguas que corren con ímpetu. En el mundo espiritual, Jehová Dios compara las obras de falsos profetas y profetisas a una “pared” que recubren “con lodo suelto”. Dice que envía contra tales paredes “lluvias torrenciales… piedras de granizo… y viento tempestuoso”, haciéndolas caer.
Mirando y examinando “la pared recubierta de lodo suelto”
A. Jehová Dios fulmina contra los falsos profetas de Israel, descubriendo la vergonzosa “pared” que edificaban.
“Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy Jehová el Señor. Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz. No habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto” (Ezequiel 13:9-10).
1. “…y uno edificaba la pared…” He aquí la primera mención de aquella “pared” en la censura fuertísima de Jehová Dios contra los falsos profetas y profetisas registrada en Ezequiel 13. “…uno edificaba…” Es decir, un falso profeta de Israel; una falsa profetisa. No que se tratara, literalmente, de uno solo, pues la condenación divina es dirigida contra “los profetas”, plural (Ezequiel 13:2), y contra “las hijas”, plural, que “profetizan de su propio corazón” (Ezequiel 13:17). Así que, ¡muchos trabajaban en “la pared”!
a) A través de la historia humana, los hombres han levantado infinidad de paredes de materiales distintos –ganchos de árboles, arbustos espinosos, troncos de árboles, tierra, barro, lodo, piedras sueltas, piedras grandes escupidas, madera, concreto. Y en tiempos modernos, ¡ni hablar! De muchos materiales fabricados –alambres, hierros, acero, plásticos, etcétera. Algunas, lindas; otras, pues, mediocres o feas.
b) En el plano espiritual, aquella “pared” que Dios vio en Israel, aquella que los falsos profetas y profetisas estaban levantando y que sus simpatizantes estaban recubriendo “con lodo suelto”, aquella fue una pared feísima hecha de materiales del anatema, traídos del mismo infierno. Jehová mismo identificó sus componentes en Ezequiel 13 y Jeremías 23. Fue hecha de…
-“Vanidad” -“Adivinación mentirosa” -“Visión vana” -“Mentiras” -Profecías “de su propio corazón” -“Vanas esperanzas” -Engaños “de su corazón” -“Sueños mentirosos” -“Paja” -“Lisonjas” -Perversiones de “las palabras del Dios viviente”.
c) Una pared espiritual bien construida según las instrucciones del Todopoderoso cumple varias funciones importantísimas, principalmente, la de proteger a los hijos de Dios. Los profetas de Israel debían levantar una sólida pared de verdad divina, de profecías divinamente inspiradas, de conocimiento y sabiduría espirituales que protegieran al pueblo contra sus muchos enemigos espirituales, los que moraban en tierras circundantes dominadas por la idolatría y plagadas de inmoralidad. Pero, los falsos profetas y profetisas de aquel pueblo levantaron una pared muy mal construida, recubierta “con lodo suelto”, sobre una base flojísima, indignándose Dios grandemente contra ellos. Les dice: “Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que no soy Jehová” (Ezequiel 13:14).
d) Pues bien, comparando lo que Jehová dice de aquella “pared” y sus constructores con las “paredes” que muchos autonombrados profetas y profetisas de actualidad están levantando dondequiera, asistidos en la tarea por millones que las recubren, opino personalmente que la similitud es, de veras, ¡espantosa! Se parecen demasiado los profetas de hoy día a aquellos de los tiempos de Ezequiel y Jeremías, y también se parecen los recubridores. Estimado estudioso de estos temas, le animamos a pensar en los profetas, profetisas, apóstoles y apóstolas de actualidad –bien sean grandes, medianos o pequeños, famosos o casi desconocidos, analfabetos o letrados- fijándose particularmente en los muchos de calaña pentecostal: carismáticos, promotores del evangelio de prosperidad, propulsores de dominión material-secular-política, autoestima, de superación personal, más otros similares. Si no capta enseguida el parecido entre estos y aquellos denunciados por Dios en Ezequiel 13 y Jeremías 23, ¡cuidado que no pertenezca ya a ellos! ¡Que no esté hechizado por “vendas mágicas” o “velos mágicos” como los que confeccionaron las profetisas contra quienes dijo Jehová el Señor: “¡Ay de aquellas… que cazáis a las almas al vuelo… para mantener así vuestra propia vida…” (Ezequiel 13:17-21). ¿No puede usted ver con claridad las semejanzas entre los profetas de hoy y los falsos profetas de aquel tiempo? Pues, le animo a leer con objetividad rigorosa:
¡Falsos profetas! ¡Falsas enseñanzas! Por Wuiston Medina, y también El Diezmo: una verdad irrefutable por Daniel Neveu. www.editoriallapaz.org/prosperidad--falsos-profetas-falsas-enseñanzas-Medina-1.html.
Para que se abran sus ojos, y vea con diáfana claridad las feas “paredes” de los falsos profetas de actualidad y comprenda lo que significa recubrirlas “con lodo suelto”. Y que no venga sobre usted, ni sobre nosotros, las calamidades espirituales pronunciadas por Dios para aquellos: “…y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová. Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto.”
2. Consideremos el origen y la naturaleza de las profecías emitidas por aquellos falsos profetas y profetisas descubiertos por Jehová el Señor.
a) “Profetizan de su propio corazón” (Ezequiel 13:2, 17). “Hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová” (Jeremías 23:16).
b) “Andan en pos de su propio espíritu, y nada han visto” (Ezequiel 13:3).
c) “Vieron vanidad y adivinación mentirosa” (Ezequiel 13:6)
d) Vieron “visión vana” (Ezequiel 13:7).
e) “Profetizaron en nombre de Baal, e hicieron errar a mi pueblo de Israel” (Jeremías 23:13).
3. ¿A qué se comparan aquellos falsos profetas y cómo Dios los describe? ¿Qué concepto tendrá Dios de los miles de profetas y profetisas que, hoy por hoy, gritan a los cuatro vientos que vienen en su nombre, que hablan de parte él, que son sus “ungidos” especiales para estos días?
a) Eran como “zorras en los desiertos” (Ezequiel 13:4).
b) “No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban” (Jeremías 23:21).
Aplicaciones. Hoy día, en pleno Siglo XXI, ¡qué muchos corren en el nombre de Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo! Hombres y mujeres. Jóvenes, maduros y ancianos. Llamándose “profeta, profetisa, apóstol, apóstola”. Corren de México a Estados Unidos de América, de Colombia a Venezuela, entre todos los países. Corren de ciudad a ciudad, especialmente a las ciudades donde gente pudiente abunda. Vuelan en aviones. Viajan en automóviles, algunos en coches costosísimos. Muchos se hospedan en hoteles caros. ¿Qué buscan? ¿Qué pretenden? Corren si, como si la mera acción de correr mucho los cualificara como emisarios de Dios. Aseguran enfáticamente haber sido enviados por él, pero no todo aquel que corre en el nombre del Señor ha sido enviado por él. Muchos se lanzan en su nombre, diciendo “Dios me habló”, pero ¿a cuántos de ellos ha hablado Jehová? “Yo no les hablé, mas ellos profetizaban”, dice Jehová. Esta expresión nos hace recordar las palabras de Jesucristo en torno a los que, en el juicio, reclamarán haber sido profetas. “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre… Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:21.23).
c) “La carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta” (Jeremías 23:10).
Aplicaciones. No vale solo “correr” en el nombre del Señor. ¡Es preciso correr conforme a sus reglas! “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis” (1 Corintios 9:24). Es decir, ¡corred según las reglas divinas, y no cómo o dónde le parezca! A la verdad, muchos religiosos del presente se jactan de cómo corren, según ellos, incansablemente, pero su “carrera“ es “mala” si no siguen a la letra las directrices de Cristo en el Nuevo Testamento.
También, muchos se alaban a sí mismos como “muy valientes” en la lucha espiritual. Pero, “el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente” (2 Timoteo 2:5). Hacemos hincapié en el adverbio “legítimamente”. Significa “según las reglas”. En nuestro mundo, abundan religiosos tan “valientes” en la proclamación o defensa de su fe que son capaces de perseguir o aun matar a quienes resistan. “Su valentía no es recta.” No es digno de admiración el que es “valiente” en el esparcimiento de profecías engañosas o “doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1), pues en tal caso la “valentía” solo resulta en mayores daños.
d) “Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová” (Jeremías 23:11).
Aplicaciones. Los medios noticiosos de actualidad publican a menudo la vergonzosa impiedad de sacerdotes, profetas, pastores y evangelistas culpables de delitos sexuales, incluso pederastia; culpables de fraude, de malversación de fondos de su iglesia o ministerio, etcétera, pecados que algunos cometen osada y descaradamente aun en los edificios o predios de sus congregaciones.
www.editoriallapaz.org/evangelio_prosperidad_recursos.htm.
e) Dios cataloga a aquellos profetas de hipócritas. “Porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra” (Jeremías 23:15). En ellos no había “sincera fidelidad” (2 Corintios 11:3).
4. Veamos lo que hicieron, o no hicieron, aquellos falsos profetas y profetisas, comparándolos que los miles de religiosos de actualidad que se presentan ante el público y ante los creyentes en Cristo como “profetas, profetisas, apóstoles, apóstolas”.
a) Adulteraron. “La tierra está llena de adúlteros” (Jeremías 23:10). “En los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios” (Jeremías 23:14).
Aplicaciones. Los pecados sexuales –el adulterio, la fornicación, la pornografía, el homosexualismo, etcétera- los cometen no pocos profetas, profetisas, pastores y pastoras de actualidad, abundando y sobreabundando los casos y las evidencias.
Se encuentran unos cuantos en www.editoriallapaz.org/evangelio_prosperidad_recursos.htm.
b) “En los profetas de Samaria he visto desatinos” (Jeremías 23:13).
Aplicaciones. ¿Cuántas locuras y cuántas acciones descabelladas ve Dios desde los altos cielos en los autonombrados profetas y profetisas del presente? “Lenguas angelicales” sin sentido, saltos, griterías, aullidos, confusión de voces, bailes frenéticos, risas incontrolables e incontables manifestaciones de la misma índole. Desatinos a granel.
El lector que quisiera enterarse al respecto encontrará recursos en www.editoriallapaz.org/salon_pentecostal.htm, en la sección dedicada a desatinos y locuras de líderes religiosos de actualidad.
c) “En los profetas de Jerusalén he visto torpezas” (Jeremías 23:14).
d) “No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel para que resista firme en la batalla en el día de Jehová” (Ezequiel 13:5).
Aplicaciones. No edificaron todo un gran muro, grueso y alto, de piedras macizas, sino una pobre y vergonzosa “pared recubierta con lodo suelto”. Otro tanto hacen muchísimos profetas y profetisas de tiempos modernos, edificando “paredes” de prosperidad material, como si no supieran que los tesoros acumulados en la tierra todos desaparecerán, permaneciendo solo los tesoros espirituales depositados en el cielo. Tan elemental esta verdad en la enseñanza pura de Cristo. Amigo, ¡cómo dejarse embaucar! “Paredes” feas de “dominión material-social-política”, como si el Reino de Dios fuera de este mundo. Pero, ¿no dijo Jesucristo ante Pilato: “Mi reino no es de este mundo… mi reino no es de aquí”? ¡Claro que lo dijo! Lea Juan 18:36. Sin embargo, ¿qué estamos viendo ahí en las regiones espirituales de este mundo? ¡Profetas y profetisas que pretenden adueñarse de este mundo! ¡Establecer y concretizar su “dominión” aquí! ¡Inconcebible! Patentemente, son falsos. Y son falsos, pese a ser ingenuos o ignorantes, los millones que aportan a la construcción de sus “paredes” mundanas. Sí, pues, son los modernos recubridores de “paredes” que levantan falsos profetas. Empañetan aquellas “paredes” con infinidad de “¡Amenes! ¡Aleluyas! ¡Glorias a Dios!” También con sus diezmos y ofendas. La mayoría esperando bendiciones recíprocas con creces. A diez por uno. Qué su “semilla” se multiplique. Qué prosperen económicamente. “…lodo suelto” es lo que utilizan para empañetar “paredes” de los falsos, y recompensa de mal obrero espiritual es lo que pueden esperar recibir.
Veremos cuánto resistan sus “paredes” pusilánimes en “en la batalla en el día de Jehová”, cuándo el Soberano envíe “lluvias torrenciales… piedras de granizo… y viento tempestuoso”.
e) “Os alimentan con vanas esperanzas” (Jeremías 23.16).
“Vanas” por ser concebidas en corazones no rectos y carentes de inspiración divina.
En nuestro mundo, las “vanas esperanzas” son el pan viejo de cada día para multitudes alimentadas por predicadores y profetas que ven “visión vana”. Por ejemplo:
Un “paraíso terrenal eterno” para las “otras ovejas”, esperanza vendida por los testigos de Jehová.
Un “Milenio terrenal de paz y prosperidad” que mercadean los pentecostales para después de la Segunda Venida de Cristo.
Eventual “salvación eterna”, lograda después de la muerte del cuerpo físico, para las almas “purgadas de sus pecados” en el “purgatorio”, esperanza que venden los católicos romanos.
“Salvación universal “, es decir, salvación para todo ser humano, haya obedecido o no la voluntad de Dios para la humanidad, es la esperanza que ofrecen gratuitamente los que, pese a confesar fe en la existencia de Dios, no creen en ningún juicio o castigo divinos, predicando que Dios es tan amoroso que tendrá misericordia de todas sus criaturas.
Querido lector, habiendo este servidor leído y releído las Sagradas Escrituras durante muchos años, ni titubeo en asegurarle que ninguna de estas “esperanzas” cuanta con apoyo bíblico. En cuanto a evidencias verificables, muchas se encuentran en varios artículos y estudios relevantes disponibles en www.editoriallapaz.org.
f) “Engañaron a mi pueblo” (Ezequiel 13:10).
g) “Cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad” (Ezequiel 13:18). Esto lo hacían las profetisas de Israel.
Aplicaciones. Hoy día, las damas pentecostales, y de otras iglesias que trafican con lo religioso, también confeccionan objetos de toda suerte para la venta en las congregaciones, como además fuera de ellas.
En su magna obra ¡Falsos profetas! ¡Falsas enseñanzas! Wuiston Medina explica como los falsos profetas de actualidad incorporan elementos de la magia y espiritismos en sus ministerios, incluso hipnosis masiva.
www.editoriallapaz.org/prosperidad--falsos-profetas-falsas-enseñanzas-Median-1.html
h) Cazaron “las almas” para vivir de ellas. “¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?” (Ezequiel 13:18).
Aplicaciones. ¿No hace otro tanto gran número de líderes religiosos del presente, evangelizando a su modo para reunir en congregaciones a las almas ingenuas con miras a “mantener así” su “propia vida” mediante diezmos, ofrendas y mercaderías? Con vigor, afán y empeño, agresivamente cazan las almas, compitiendo por ellas. Ostentosamente, lo hacen para “salvarlas”. Sin duda, algunos proceden sinceramente. Pero, otros, pues, amado, sus verdaderas motivaciones afloran cuando abordan lo material, ya que no sueltan temas de diezmos, primicias, ofrendas, recaudación de fondos mediante ventas de todo tipo, etcétera.
Para abundantes estudios, artículos e intercambios sobre las maquinaciones utilizadas por este tipo de “siervo” y las motivaciones carnales tras ellas: www.editoriallapaz.org/diezmos_compilacion.htm.
“…cazar las almas…” Por cierto, las cazan con redes de “profecías, sueños, visiones y vanas esperanzas “, todas de su propia confección, pero efectivas para enredar a las almas ingenuas carentes del conocimiento de la verdad de Dios.
i) Motivados por la avaricia, profanaron a Jehová entre su propio pueblo. “Habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan” (Ezequiel 13:19). ¿Y qué hacen los profetas y pastores de hoy día sino exactamente lo mismo? ¡Profanar al Dios que piensan glorificar, que alaban a todo pulmón, por los diezmos y ofrendas que exigen del pueblo, el que también piensa servir a Dios! Pero, tanto el pueblo, en su inmensa mayoría, con los religiosos que lo lideran se han sometido a la antigua ley de Moisés, no comprendiendo ni los unos ni los otros que aquella ley fue clavada en la cruz, que el sacerdocio levítico fue cambiado, que la ley fue cambiada, que el verdadero cristiano ha sido librado de aquella ley, enseñándolo textos sencillos tales como Hebreos 7:12 y Gálatas 5:1-4. Ni tienen la sensatez o perspicacia espiritual para entender que el énfasis sobre dinero, sobre lo material, se opone fundamentalmente al evangelio de Cristo, o que la mercadería religiosa es una verdadera abominación ante Dios. “…y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los cuales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” (2 Pedro 2:1-3).
j) “Entristecéis con mentiras el corazón del justo, la cual no entristecí” (Ezequiel 13:22).
Aplicaciones. ¿No sucede lo mismo en el día de hoy? En las congregaciones donde los susodichos profetas y profetizas intervienen, ¿cuántos corazones sinceros se entristecen, observando sus desatinos y escuchando sus cuentos ridículos, sueños inventados, testimonios exagerados y profecías patentemente acomodaticias, de inspiración propia y que contradicen claras enseñanzas de la Biblia?
5. Llamamos atención a las mentiras que dicen.
a) “Ha dicho Jehová, y Jehová no los envió” (Ezequiel 13:6). “Ha dicho Jehová…” ¡Mentira! El propio Jehová dice que nos los envió.
b) “Dijo Jehová, no habiendo yo hablado” (Ezequiel 13:7). “Dijo Jehová…” ¡Mentira! Jehová dice que ni siquiera había hablado.
c) “Soñé, soñé” (Jeremías 23:25). ¡Mentira! “¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero? He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová” (Jeremías 23:27, 32).
d) “Él ha dicho.” ¡Mentira! “He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho” (Jeremías 23:31).
e) “Paz, no habiendo paz” (Ezequiel 13:10, 16). Profetizan “paz”. ¡Mentira! No habría paz para Israel hasta que aquel pueblo dejara de prestar atención a los falsos profetas y profetisas que lo engañaba. Ni habrá verdadera “paz de Dios” en el presente para aquel que corre locamente tras los falsos profetas y profetisas de actualidad, recubriendo sus “paredes” “con lodo suelto”.
f) “No vendrá mal sobre vosotros” (Jeremías 23:17).
Aplicaciones. Querido analista de estos asuntos, ¿no capta usted un paralelo exacto entre los profetas del presente y los de aquel tiempo? “Dios me ha revelado”, “Dios me dijo”, “Soñé, soñé” y otras expresiones parecidas están en los labios de infinidad de “siervos y siervas” ilusionados con tener el “don de profecía”. “Endulzan sus lenguas” con “Él ha dicho”. Sin embargo, cualquier estudioso honesto y objetivo de las Sagradas Escrituras sabe a ciencia cierta que Dios no ha hablado a tales “siervos“ por la sencilla razón de que sus “revelaciones” contradicen la sana doctrina del Nuevo Testamento. “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor” (1 Corintios 14:37). Los siguientes “mandamientos del Señor” aparecen en el mismo capítulo 14 de 1 Corintios:
Que las damas cristianas se callen en las congregaciones (1 Corintios 14:33-35).
“Hágase todo decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40).
“Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia” (1 Corintios 14:27-28).
“Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen” (1 Corintios 14:29).
Los profetas de actualidad, ¿acatan estos “mandamientos del Señor”?
¿Los acata su iglesia?
¿Los acata usted?
Todo aquel que no reciba estos mandamientos como “del Señor”, cae de la mata que no es, que no puede ser, profeta legítimo de Dios.
Una dama recubre con lodo una pared, usando una mixtura que dure y dándole una terminación suave, con diseños. En cambio, tratándose de “paredes” religiosas levantadas por falsos profetas y profetisas, los inexpertos en la Palabra de Dios, los neófitos, los descuidados, los ignorantes, las recubren “con lodo suelto”.
B. Dios señala a los “recubridores con lodo suelto”, advirtiéndoles su inminente destrucción.
“Di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. Y he aquí cuando la pared haya caído, ¿no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que la recubristeis? Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Haré que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial vendrá con mi furor, y piedras de granizo con enojo para consumir. Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella, y sabréis que yo soy Jehová” (Ezequiel 13:11-14).
1. Los falsos profetas hacen sus “paredes”, como ya indicáramos, de materiales baratos y feos, pese a que los pinten de “hermosísimos, fantásticos, maravillosos, milagros de Dios”: visiones y esperanzas vanas, mentiras y engaños, profecías y sueños mentirosos de su propio corazón. Ahora bien, mientras algunos las edifican, otros la recubren. Estos son los “recubridores”. Pero, no recubren, o empañetan, con arcilla, lo cual resultarían en una terminación fina y bella, sino con “lodo suelto”. Ni siquiera con lodo bien mezclado sino con, recalcamos, puro “lodo suelto”. El resultado es una pared flojísima y feísima para el que aprecia y valúa las cosas bien hechas de materiales duraderos y hermosos.
Una antigua pared hecha de ladrillos de lodo y empañetada con lodo. Tal construcción no resiste embates fuertes de la naturaleza –lluvias torrenciales, vientos huracanados. Tampoco resisten las fuertes pruebas de Dios las “paredes” de profecías falsas, sueños mentirosos, visiones vanas, revelaciones fatulas, esperanzas engañosas, edificadas por falsos profetas y profetisas de actualidad y recubiertas “con lodo suelto” , la mixtura floja y fea que aplican los simpatizantes y sostenedores de tales profetas.
2. El “lodo suelto” simboliza lo que dicen y hacen quienes colaboran con los falsos profetas.
a) El falso profeta levanta su pared fea, poniendo engaños sobre vanas esperanzas, mentiras sobre vanas visiones y sueños de su propio corazón sobre profecías de su propia confección.
b) Los “recubridores”, o sea, albañiles, le siguen, empañetando la pared con “lodo suelto”.
(1) “¡Amén! ¡Amén!, hermano. ¡Voz de Dios! Hablas palabra de Dios.”
(2) “¡Aleluuuuuuya! El Espíritu Santo obra poderosamente en ti. Tus profecías sobre el rapto nos llenan de euforia. ¡Cristo viene! ¡Cristo sana y salva! ¡Amén! ¡Gloria a Dios!”
(3) “¡Verdaderamente, tú eres todo un varón de Dios! ¡Cómo te proyectas con tanta seguridad! ¡Tanto carisma! ¡Tanto poder! ¡Tanta presencia hermosa!”
Reflexión. Pero, ¿trae tal siervo la verdad de Dios? ¿Comunica solo la verdad divina tal cual revelada en la Biblia? ¿Acaso añada o reste de la Biblia? Las “suaves palabras y lisonjas” (Romanos 16:18), las adulaciones infantiles, son el “lodo suelto” con el que algunos “recubridores” de hoy día trabajan.
(4) “Yo doy mi testimonio de que fue cumplida en mi la profecía del profeta Fulano.” Las “paredes” de los falsos profetas están empañetados de incontables “testimonios” subjetivos y exagerados como este.
(5) “El profeta Mengano es tan dulce, amoroso y humilde.”
Muy loables son estos atributos, pero ¿dice Mengano la pura verdad de Dios, no invalidándola con “mandamientos de hombres” (Mateo 15:9)?
(6) “Hermano profeta, ¡tú eres tan elocuente! Tenga; todos estos diezmos, ofrendas y ganancias de ventas son para ti y tus ministerios.”
Desde luego, al falso profeta le encanta que forren su “pared” de dinero. Con elogios, sí, pero aún más ¡con dinero suelto! Con prontitud, lo deposita en su cuenta personal.
3. Tarde o temprano, todo el “lodo suelto… caerá”, como también la pared misma. “Di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. Y he aquí cuando la pared haya caído, ¿no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que la recubristeis?” Pues, ¿dónde está? ¡Está en el suelo! ¡Todo está en el suelo! ¡Desbaratado! ¡Aplastado! ¡Disuelto! Sí, amigo, tanto la pared como la embarradura. No sirve la “pared”; no sirve la embarradura. No permanecen.
4. Jehová Dios destruirá la pared recubierta de lodo suelto. “Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá.”
5. También a los recubridores. “Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra… y seréis consumidos en medio de ella.”
a) Los recubridores se hacen copartícipes en la construcción de la pared de falsas profecías y vanas visiones. Por consiguiente, Dios les inculpa de complicidad y pecados graves.
b) Lección para el tiempo presente: ¡OJO! ¡Muchísimo cuidado con los hombres que reclaman ser “profetas”! Y no menos cuidado con las damas que se presentan como “profetisas”. Brindarles su respaldo, bien sea moral o material, puede resultar fatal. Considere el fin de los “recubridores” identificados por Jehová Dios en Ezequiel 13. En fin, no nos olvidemos de las muchas enseñanzas y advertencias encerradas en el relato extraordinario de “la pared recubierta con lodo suelto”.
Tenemos a bien repetir lo que escribió el apóstol Pablo: “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor” (1 Corintios 14:37).
Por otro lado, el apóstol Juan exhorta: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1).
Otros estudios sobre profecía, protetas y profetisas
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