Pintura católica romana que representa a la mujer vestida del sol como su virgen María, interpretación errónea de Apocalipsis 12.La “mujer vestida del sol”

   Parte 2

La "mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies", no es María, la madre terrenal de Jesús.

Los teólogos católicos romanos aseguran que sí y sus pintores la representan como tal. Sin embargo,
se equivocan.

 

Apocalipsis 12:13-16

13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. 

Se sigue el patrón de formato de la Parte 1.

Pintura de la mujer vestida del sol de Apocalipsis con dos alas de águila en el acto de huir al desierto. B. Por razones fuertes que exponemos a continuación, decididamente, la "mujer vestida del sol" no es María, la madre terrenal de Jesús. 

1. Primera razón. La “huida” de la “mujer vestida del sol” difiere sustancialmente de la huida de María a Egipto. 

a) Diferencia de destinos. María y José huyeron, con el niño Jesús, de Belén a Egipto, antiguo país muy desarrollado, con gran número de habitantes. Mateo 2:13-15. En cambio, la "mujer vestida del sol" huye “al desierto.

b) Diferencia de tiempo. María y José huyen, con el niño Jesús, de Belén para Egipto pocos días después del nacimiento del niñoMateo 2:13-15. En cambio, la "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la ascensión y coronación de su hijo. Tómese nota, por favor, estimado lector/lectora, de esta distinción clave. Está claro que la huida de María, según Mateo 2, no es la misma huida de la "mujer vestida del sol", según Apocalipsis 12. Definitivamente, ¡las dos huidas no son la misma! La primera ocurre, recalcamos, poco después del nacimiento de Jesús; la segunda acontece después de su exaltación. 

(1) Referente a la huida de la “mujer vestida del sol”, consideremos la secuencia de eventos según Apocalipsis 12:5-6. 

La "mujer vestida del sol" da a luz un hijo varón (Jesucristo).

El hijo (Jesucristo) es "arrebatado para Dios y su trono", es decir, Cristo asciende y es coronado Rey del Reino espiritual.

Entonces, la "mujer vestida del sol" huye al desierto, DESPUÉS de la ascensión y coronación de su hijo, y no antes. 

(2) ¿Dónde se encuentra María después de la exaltación de Cristo? No en el desierto, por cierto, sino en Jerusalén, entre los discípulos (aproximadamente ciento veinte) quienes aguardaban el cumplimiento de la promesa sobre el Espíritu Santo. Hechos 1:10-14. Lejos de haberse huido y escondido, ella se encontraba con los discípulos de Jesucristo. No estaba en el desierto, ni física ni figurativamente, sino que se hallaba en Jerusalén.

(3) La "mujer vestida del sol" que huye al desierto es sustentada por "mil doscientos sesenta días".Apocalipsis 12:6, 14. Esto significa que después de la exaltación de su hijo ella continúa largo tiempo en el escenario tanto espiritual como terrenal del mundo. Por otro lado, la mujer israelita María desaparece del escenario histórico después de la última mención de ella entre los discípulos en los días previos a Pentecostés. Hechos 1:14. Se deduce que las dos mujeres no son la misma. En definitiva, la "mujer vestida del sol" no es María. 

(a) Tarde o temprano, la mujer María que concibió “del Espíritu Santo” (Mateo 1:18) al varón que sería el Salvador del mundo, sufre el destino de todos los seres humanos: muere físicamente y es sepultada. Muy distinto es el desenlace de la existencia de la "mujer vestida del sol", pues esta huye al "lugar preparado por Dios... donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo". Apocalipsis 12:6, 14. Ella no muere enseguida, ni por largos días (años proféticos). Su vida física no acaba después de unos cincuenta, sesenta, setenta años en la tierra.

(b) De haber muerto aquella María "en el Señor" (Apocalipsis 14:13), es decir, de haber perseverado en la fe hasta la muerte de su cuerpo físico, su espíritu no fue directamente al cielo sino al Paraíso (Lucas 16:19-31), donde aguarda la resurrección de su cuerpo transformado en “cuerpo espiritual”, poderoso, glorioso e inmortal. 1 Corintios 15:42-58. En cambio, la "mujer vestida del sol" permanece en la tierra donde es sustentada por “mil doscientos sesenta días”. Definitivamente, la "mujer vestida del sol" no es María.

(c) En cuanto a María, la madre terrenal de Jesucristo, el dogma de la "concepción inmaculada", al igual que el dogma que proclama su alegada ascensión y glorificación a la diestra de Dios, existen pruebas contundentes para catalogarlos entre las “doctrinas” que invalidan verdades divinas (Mateo 15:5-9), o como “fábulas artificiosas” (2 Pedro 1:16) que apartan “de la verdad” (2 Timoteo 4:3-4), pues carecen totalmente de apoyo inspirado. De cierto, fueron concebidos y promulgados siglos después del tiempo apostólico, hecho que cualquier estudioso serio puede comprobar sin pasar mucho trabajo en la tarea. 

(4) La secuencia de los eventos relacionados con la "gran batalla en el cielo" (Apocalipsis 12:7) nos proporciona más evidencia para sostener que la "mujer vestida del sol" huyó al desierto después de la coronación de su hijo. Referida secuencia es como sigue: 

Pintura que representa al ángel Miguel en el acto de echar a Satanás del cielo. (a) Luchan Miguel y sus ángeles contra Satanás y sus ángeles.

(b) Satanás es lanzado fuera del cielo.

(c) "Una gran voz en el cielo" proclama el triunfo de Cristo y el establecimiento de su Reino.

(d) Arrojado a la tierra, Satanás persigue a la "mujer vestida del sol".

(e) La "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la victoria de Cristo y la derrota de Satanás. No huye antes de la victoria sino después. Quiere decir que la "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la crucifixión y resurrección de Cristo. 

(5) He aquí todavía otra evidencia sólida. La "mujer vestida del sol" fue perseguida después de la exaltación de su hijo. "Cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón". Apocalipsis 12:13. No existe evidencia alguna de que la mujer judía María fuese escogida por Satanás como blanco particular de su "gran ira". 

(a) ¿Fue perseguida la mujer judía María durante la vida de Jesucristo en la tierra? ¿Fue perseguida después de la exaltación de su Hijo a la diestra de Dios? No existe evidencia alguna al respecto.

(b) De todos modos, ¿con qué razón levantar Satanás una persecución contra la mujer judía María en particular? Al fin y al cabo, ella no fue dotada de grandes poderes divinos que la capacitaran para sanar a leprosos, caminar sobre el agua, calmar tempestades, alimentar a miles con unos pocos panes y peces, echar fuera demonios, arrebatar al diablo las llaves de la muerte y del Hades, ni arrojar al “gran dragón” a la tierra.

Contrario a la teología católica romana, ni antes ni después del nacimiento de Cristo era María la "Madre de Dios", más sublime y más poderosa que el Hijo. Desde Mateo hasta Apocalipsis, las Sagradas Escrituras inspiradas enseñan que Cristo es quien tiene "toda potestad en los cielos y en la tierra" (Mateo 28:18), y absoluto poder sobre toda cosa y todo ser (Efesios 1:20-23), exceptuándose solo a Dios el Padre. 1 Corintios 15:27. Jamás se intima siquiera que a María se le concediese semejante potestad. 

2. La "mujer vestida del sol" tiene una "descendencia" espiritualApocalipsis 12:17. Por lo contrario, la mujer israelita María no tiene ninguna descendencia espiritual aprobada por Dios. 

a) La iglesia verdadera, en contra distinción a las iglesias apóstatas, es la única "descendencia" espiritual legítima de la "mujer vestida del sol", o sea, del pueblo terrenal de Israel.

b) La iglesia auténtica de Jesucristo no es, en absoluto, la descendencia espiritual de la mujer judía María. Lo de conferir la Deidad a María ser "madre de la iglesia" y que la reconociera como "Madre de Dios", son, pues, ideas absolutamente ajenas a la “doctrina de Cristo” revelada perfectamente en el Nuevo Testamento.

c) ¿Quién concibió la idea de venerar a María? Ciertamente, no la concibió la misma María; tampoco Cristo o los apóstoles. Más bien, se germinó la idea en mentes doctrinalmente confusas y pervertidas de creyentes del siglo II –mentes que no se sometían al evangelio puro apostólico sino que seguían “fábulas artificiosas” (2 Pedro 1:16), particularmente las que giraban en torno a una “diosa madre” del universo.

Originando y fomentando la gran apostasía predicha por el Espíritu Santo (2 Tesalonicenses 2; 1 Timoteo 4:1-5), estas almas desorientadas y supersticiosas constituían la descendencia corrupta de la falsa religión. Aquel cristianismo corrupto, unido en fornicación espiritual al judaísmo y al paganismo, trajo al mundo una descendencia religiosa inmunda, indeseable y aun abominable ante Dios.

Recalcamos: la santa mujer María que sirvió como instrumento para la encarnación del Cristo no cuenta con una descendencia espiritual. Quienes se identifican como “hijas de María”, o “mariólogos”, no son descendencia de aquella mujer judía humilde y buena sino de una “diosa madre” creada por apóstatas que existe solo en la imaginación. 

3. Observaciones adicionales sobre la identidad de la "mujer vestida del sol". 

a) Algunos pintores fieles a la tradición católica romana han elaborado cuadros donde representan a María vestida del sol, con una corona de doce estrellas y la luna debajo de sus pies. Los católicos romanos ensalzan y adoran a esta “María” como la "Reina del cielo". Curiosa e instructivamente, la humilde mujer judía María nunca pretendía que la ensalzaran o adoraran. Ni tampoco existe en toda la Biblia la más mínima Pintura que representa a la virgen María como la Reina del Cielo, conceptualización no bíbliica.intimación al efecto de que la coronaran Jesucristo, los apóstoles o la iglesia del siglo I con una corona cuyas doce estrellas representaran a los doce patriarcas o las doce tribus de Israel, o muchos menos a los doce apóstoles, como si tuviera ella potestad sobre la nación de Israel o fuese señora y dueña de ella, o de la iglesia. La realidad incontrovertible es que tanto las representaciones artísticas de María por católicos romanos como sus dogmas acerca de ella carecen de validez bíblica y aun de sentido común, pues, definitivamente, la "mujer vestida del sol" no es María sino Israel, según el cuadro auténtico pintado en Apocalipsis 12.

b) Aclaración importante. El Señor sabe que no es nuestro deseo desprestigiar de modo alguno a la casta y santa mujer judía llamada María, la que halló “gracia delante de Dios” (Lucas 1:30), siendo escogida por él como vaso terrenal para la introducción de su “Primogénito en el mundo”. Al contrario, el que escribe se encuentra entre sus admiradores; entre los que le dicen “bienaventurada”. Lucas 1:48. Sin embargo, no me encuentro entre sus “adoradores”; entre los que le atribuyen virtudes, poderes, títulos o puestos nunca reclamados por ella o por persona inspirada alguna. 

C. La "mujer vestida del sol" no es la iglesia. 

1. La "mujer vestida del sol... dio a luz un hijo varón", llamándolo “Jesús”. 

a) Jesucristo vino al mundo por medio del pueblo de Israel.

b) Jesucristo no vino al mundo por medio de la iglesia. La iglesia ni siquiera había sido establecida cuando el Hijo de Dios se encarnó. Juan el Bautista no la estableció. Tampoco la estableció Jesucristo durante su ministerio terrenal. Al contrario, él usó un verbo de tiempo futuro cuando prometió: "Edificaré mi iglesia". Mateo 16:16. “Edificaré”, tiempo futuro, claramente dando a entender que aún no había sido edificada la iglesia. De hecho, la edificaría en el día de Pentecostés, cincuenta días después de su resurrección y diez días después de su ascensión. Hechos 2.

c) Por lo tanto, esta mujer por medio de la cual Cristo se introduce en el mundo ¡no puede ser la iglesia! Reiteramos para énfasis: la “mujer vestida del sol” es el pueblo terrenal de Israel. 

2. La "mujer vestida del sol" huye al desierto después de la exaltación del Hijo. 

a) Ahora bien, contrario a la tesis de algunos teólogos, la iglesia por Cristo edificada no huye al desierto después de la exaltación del Hijo. No huye ni material ni simbólicamente. Todo lo opuesto acontece: la iglesia recibe la “Gran Comisión”, la que dice “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15), encomienda que comienza a cumplir denodadamente después de la exaltación de Cristo. No se esconde; no huye. Al contrario, no solo los apóstoles y evangelistas sino también los demás feligreses de la iglesia se lanzan a predicar valientemente el evangelio en casas y plazas, comenzando en Jerusalén, luego en Judea y Samaria, entonces hasta los cuatro confines de la tierra. Hechos 1:8; 5:42; 8:4. El libro de Hechos de Apóstoles relata la historia de la marcha evangelística de la iglesia por muchas tierras del siglo I.

b) Entendidos estos hechos históricos, ¿con qué lógica plantear que la "mujer vestida del sol" sea la iglesia edificada por Jesucristo? 

3.  El "resto de la descendencia" de la mujer es la iglesia edificada por Cristo. 

a)  Afirmar que la mujer de la cual sale la descendencia sea también esa misma descendencia no tiene sentido alguno. Los dos conceptos son mutuamente incompatibles; mutuamente excluyentes.

b) Una entidad particular es la de la cual sale la descendencia; otra entidad diferente es la descendencia misma. Esta afirmación es axiomática. La “mujer vestida del sol” es la primera “entidad”, siendo su “descendencia” la segunda entidad. De nuevo, afirmamos: la “mujer vestida del sol” es el pueblo terrenal de Israel, y la auténtica iglesia del Señor es su “descendencia”, el “Israel de Dios”, o sea, el “Israel” espiritual.

c) Expresando lo mismo de otra manera en el empeño de lograr máxima claridad, la “mujer vestida del sol” y el "resto de la descendencia" no son una misma cosa. La descendencia es la iglesia. Por lo tanto, la mujer de la cual sale la descendencia no puede ser la iglesia. La mujer no representa a la iglesia sino a una entidad distinta, a saber, al pueblo terrenal de Israel. 

4. Consideraciones adicionales. 

a) Durante la Era Mosaica, Israel era "sol y luna" para las naciones en derredor suyo. Durante la Era Cristiana, la iglesia verdadera del Señor es "sol y luna" para el mundo perdido. Obviamente, estas figuras metafóricas “sol” y “luna” se prestan como descripciones retóricas tanto para la iglesia como para el pueblo terrenal de Israel. Pero, aplicar estas metáforas de “sol” y “luna” a la iglesia no constituiría prueba irrefutable, de modo alguno, al efecto de que la iglesia misma sea la entidad representada por la “mujer vestida del sol”. Ciertamente, ella no simboliza a la iglesia, hecho sostenido por todo lo ya traído.

b) En términos literales, Israel "según la carne" (el pueblo nacional de Israel) no se transmutó automáticamente en “iglesia” cuando vino el "poder" en el día de Pentecostés y fue establecida la iglesia de Cristo. O sea, el pueblo de Israel no experimentó de pronto una metamorfosis espiritual, cambiándose en su totalidad de pueblo terrenal escogido a pueblo espiritual escogido, pasando en su totalidad a formar la iglesia. En Pentecostés del año 30 d. C., solo los israelitas que se arrepintieron y fueron bautizados “para perdón de los pecados” fueron añadidos a la iglesia. Hechos 2:37-47. Ahora bien, ¡tampoco se transforma la "mujer vestida del sol" en su propia descendencia, es decir, en la iglesia! Ella no experimenta ninguna metamorfosis. Ella no cambia de identidad ni de naturaleza. Siempre es la nación terrenal de Israel. 

(1) Antes de la exaltación de su Hijo, ella es Israel "según la carne".

(2) Después de la exaltación de su Hijo, cuando ella huye al desierto, sigue siendo Israel "según la carne". Ya no es el pueblo elegido y su vestido no brilla como el sol. Mas, sin embargo, sigue conservando su identidad física como el pueblo terrenal de Israel.

(3) Durante la Era Común (Edad cristiana), en el plano espiritual"ya no hay judío ni griego". Gálatas 3:28. Sin embargo, en el plano material, Israel sigue siendo Israel, o sea, sigue siendo el pueblo de Israel “según la carne”. Ya no es el pueblo electo, pero sigue siendo una raza particular en la tierra, la raza de los judíos. 

 


 

Próximo. Parte 3. El “gran dragón” persigue a la “mujer vestida del sol” y al “resto de su descendencia”.

Contenido completo del Capítulo Cinco

Apocalipsis: análisis de las profecías y visiones. Solo el TEXTO del comentario.

El contenido completo del comentario. Textos y diapositivas.

 

 

  

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