Jesucristo proclamó que edificaría su iglesia. ¡Una! Singular. "Un cuerpo" espiritual.
¿Por qué complicar el entendimiento espiritual? Lo sencillo y evidente, creerlo, pues, sin objeciones o subterfugios. Obedecerlo para salvación.
Proclamando Jesucristo tan claramente que edificaría una sola iglesia –“…mi iglesia”, singular- se deduce que lo más indicado sería buscar la que él edificó, tomar los pasos para ser añadido a ella, conforme enseñados en Hechos 2:37-47, y perseverar en ella. En vez de justificar y defender la existencia de muchísimas iglesias, cada una con su propio “evangelio”, es decir, doctrinas y prácticas diferentes. En la iglesia de Cristo, esta Gran verdad bíblica sencillísima es aceptada y enseñada.
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