El trato de “la cizaña(a los “herejes”)
en la iglesia

En efecto, Jesucristo prevé y condena, por inferencia
implícita,
la Inquisición Católica Romana en su
parábola
de “la cizaña… y el trigo.

 

Esta fotografía de la cizaña, con espigas gruesas bajitas, y el trigo, con espigas más altas y delgadas, que crecen juntos en el mismo campo, para el estudio sobre la parábola de la cizaña y el trigo.

Mateo 13:24-43

La cizaña, con espigas gruesas bajitas, y el trigo, con espigas
más altas y delgadas, crecen juntos en el mismo campo.

 

Un día, sentado Jesucristo “junto al mar” de Galilea, “habló muchas cosas por parábolas” a “toda la gente” congregada “en la playa”. Después de la parábola del sembrador, comenzando en Mateo 13:24: Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; (25) pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. (26) Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. (27) Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? (28) Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? (29) Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. (30) Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.”

Arrancar. tr. Sacar de raíz. En general, sacar con violencia lo que está asegurado en su lugar. Quitar con violencia; fig. obtener algo de una persona con trabajo, violencia o astucia…” Diccionario Enciclopédico Vox, en Farlex. https://es.thefreedictionary.com/arrancar.  

Fotografía del Papa Francisco con gran número de cardenales católicos romanos vestidos de escarlata y blanco, ilustración para el tema El trato de cizaña-herejes en la iglesia.Señores Prelados católicos romanos del siglo XXI, a ustedes, desde el Papa en el Vaticano hasta el más humilde monje, les indico, por si acaso lo desconozcan o no tengan la valentía y rectitud de reconocerlo, que desde el siglo XIII hasta el XIX, o sea, más o menos ocho cientos años, sus precursores en su jerarquía eclesiástica persiguieron violentamente y torturaron físicamente, valiéndose de maquinarias e instrumentos realmente maquiavélicos, diabólicos, inhumanos, a cientos de miles, aun a numerosos millones, de personas que enjuiciaron como “herejes”, ultimando a gran número de ellas.

Perseguir, torturar y matar sistemáticamente a segmentos de poblaciones humanas lo suelen hacer dictaduras seculares-políticas-ateas sin ni pizca de compasión humana normal, del todo carentes de los bellos atributos de cristianos auténticos. Como las dictaduras de Hitler, Stalin y Pol Pot.

En cambio, los cristianos auténticos jamás ni nunca utilizan armas carnales ni siquiera contra sus más belicosos enemigos. 2 Corintios 10:3-6. “Amad a vuestros enemigos”, ya fuera de la iglesia, ya dentro de ella, se tiene como deber intrínseco, como “la regla de oro, de todo aquel que se identifique como seguidor de Jesucristo. ¡AMARLOS! No perseguirlos y matarlos sino amarlos, haciéndoles bien. No torturarlos como si fueran peores que animales salvajes, sino amarlos, pacífica y respetuosamente procurando su salvación. Mateo 5:38-48

En la iglesia netamente bíblica, el único “castigo” administrado a cristianos apóstatas, por obispos debidamente constituidos, nunca es corporal ni material sino exclusivamente espiritual, a saber: retirarles la confraternización cristiana e indicarles que no se tienen como dignos de participar de la Cena del Señor hasta no arrepentirse y reconciliarse. ¡Nada de violencia física como “castigo” por su “herejía” o sus actos inmorales! 1 Corintios 5:1-13; 2 Corintios 2:5-11; 10:6; 1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-11

Señores Prelados católicos romanos del siglo XXI, ¿cómo se explica que, durante ocho cientos años, muchísimos precursores suyos en la jerarquía eclesiástica de su Iglesia Católica se arremetieran como cualquier entidad dictatorial secular-política-atea, contra grandes segmentos de distintas poblaciones humanas, persiguiendo, torturando y matando físicamente?

Si aquellos dirigentes de su iglesia hubiesen estudiado cuidadosamente la Biblia, particularmente, el Nuevo Testamento, aprendiendo y poniendo en práctica las maravillosas normas básicas del evangelio puro del Hijo de Dios, se supone que no se dejaran caer en la multifacética trampa tramada por Satanás de dogmas fundados en ingeniosas tergiversaciones de ciertos textos bíblicos, todo con la intención malévola de tentar e inducir a líderes cristianos a tomar poderes y armas carnales-seculares-mundanos contra personas tenidas por “herejes”.

“Ciertos textos bíblicos” tales como Mateo 16:17-19, tergiversado por teólogos católicos romanos para elevar al apóstol Pedro por encima de los demás apóstoles y, por extensión, justificar la creación del Papado. El poder de “atar y desatar”, de remitir y retener pecados, fue dado no solo a Pedro sino a todos los apóstoles, según Mateo 18:18 y Juan 20:23. Poderes que todos los apóstoles debían ejecutar no de manera personal, ni conforme a dictados de concilios ecuménicos, sino estricta y exclusivamente conforme a “toda la verdad” de Cristo revelada por el Espíritu Santo “una vez” para siempre. Juan 16:13; Judas 1:3

Y se supone que, al proseguir aquellos dirigentes su estudio intenso y objetivo del Nuevo Testamento, hubiesen llegado a comprender que a quienes la jerarquía de su iglesia de aquellos siglos iba llamando “herejes” Jesucristo los llama “cizaña”, aprendiendo del propio Cristo cómo tratar la “cizaña”, enseñanza divina hallada en la parábola de “la cizaña… y el trigo”, en Mateo 13.

Y se supone que, armados con estos conocimientos netamente espirituales, ¡jamás hubiesen llegado a caer en las profundidades de Satanás a las que, en realidad, históricamente, sí bajaron innegablemente, para eterna infamia y vergüenza suya y la perdición de quizás infinidad de almas preciosas. Los anales de sus ejecutorias y del inmenso sufrimiento y pérdidas en toda escala que produjeron, tanto espiritual como físico y material, componen uno de los capítulos más lúgubres, tristes, dolorosos, espantosos, espeluznantes e infernales de la Enciclopedia del desenvolvimiento de la Raza Humana sobre el planeta Tierra desde su inicio hasta el presente.

A propósito, pienso no equivocarme al observar que en toda organización religiosa habrá “cizaña”. En la suya, Señores Prelados católicos, sin duda hasta el sol de hoy, quizás muchísima, al juzgar por la multiplicidad de escándalos alrededor del globo terráqueo que los atormentan . También en las demás iglesias, tanto ortodoxas como protestantes, evangélicas, pentecostales e independientes. Además, en la iglesia de actualidad más bíblica en doctrina y práctica que haya. Como la había en las congregaciones establecidas por los auténticos apóstoles de Cristo en el siglo I. ¿De acuerdo?

¿Qué hacer con esa “cizaña”?

Jesucristo, con su inmensa sabiduría espiritual de siempre, ¡ordena a NO ARRANCARLA MATERIAL O FÍSICAMENTE! ¿Por qué, Señor Jesús? Su respuesta: “…no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.” Reiteramos: “ARRANCAR significa: Sacar de raíz. En general, sacar con violencia lo que está asegurado en su lugar. Quitar con violencia.”

Ahora bien, Señores, pese a esta muy clara orientación, su jerarquía en poder durante los largos siglos identificados, ¡la obviaron y violaron cruel y desalmadamente! Manchando las voluminosas páginas de su historia con la sangre no solo de los que juzgaron como “herejes”, según su propia definición de este vocablo, sino también de innumerables gentes humildes, analfabetas, mansas, bondadosas y justas en su trato de familiares y vecinos, etcétera, a las que quizás el Soberano Dios, en su gran misericordia, tuviera como “almas trigo”. Romanos 2:12-16; 9:14-18; Hechos 10:34-35

Contraviniendo osadamente el mandato de Cristo, ¡NO dejaron “crecer juntamente lo uno y lo otro” sino que arrancaron con terrible violencia infinidad de seres humanos de sus entornos naturales, destruyendo y matando, como en el Masacre del Día de San Bartolomé. (En París, Francia, y áreas circundantes, en 1572 CE [Era Común. Edad cristiana para los cristianos], de católicos romanos contra los hugonotes, protestantes. Masacre que duró unas cuantas semanas y con hasta 30,000 víctimas. https://en.wikipedia.org/wiki/St._Bartholomew's_Day_massacre.)  

Señores Prelados católicos romanos del siglo XXI, ¿por qué no arrancan ustedes hoy día, físicamente, la “cizaña”, o sea, a los “herejes” de su iglesia como lo hacían sus precursores en tiempos pasados? ¿No sería que por la misma razón principal que Fotografía de una tiara papal con tres coronas, una encima de la otra, las que representan los tres poderes reclamados para el Papado católico romano, a saber: Padre de príncipes y reyes, Gobernador del mundo y Vicario de Cristo.los ha llevado a desistir de portar a cada nuevo Papa en la “seda gestatoria”(trono papal portátil) por las plazas o calles ante el público y de coronar a cada nuevo Papa con la tiara papal, también llamada el triregnum o triple tiara, cuyas tres coronas simbolizan los tres poderes reclamados por el papado, a saber: “Padre de príncipes y reyes, Gobernador del mundo, Vicario de Cristo”?

¿Cuál sería esa “razón principal” que los cohíba? Pues, la de que “los diez cuernos, es decir, las diez naciones emergentes en Europa para fines de la Edad Media, una vez conquistadas por Cristo (Apocalipsis 17:12-18), se levantaron contra su Iglesia Católica Romana, dejándola desolada y desnuda, repudiándola y librándose de su fuertísimo dominio.

A estas alturas en su desarrollo continuo, tan grande es el poder económico-político-militar de estas naciones, tan arraigadas sus legislaciones sobre libertad de culto, tan globalmente influyentes y aceptadas sus normas de índole social-cultural, ¡que ustedes no se atreven a desplegar orgullosa, pretensiosa, aun desafiantemente, los símbolos mundanos de sus “tres poderes” pretendidos, los cuales, dicho sea de paso, carecen enteramente de fundamento en las Sagradas Escrituras, hecho plenamente comprobado en el Capítulo Ocho del comentario sobre Apocalipsis en esta Web. https://www.editoriallapaz.org/apocalipsis_Capitulo8_granramera_contendio.htm  

“Mi reino no es de este mundo, mi reino no es de aquí”, explicó Jesucristo al procónsul romano Poncio Pilato, verdad divina elemental desechada casi cien por ciento por la jerarquía católica romana hasta el día de hoy, pues “el Reino Religioso Secular Católico Romano” sí, definitivamente, es de este mundo; es de aquí.

¿Por qué traigo a esta alturas (la tercera década del siglo XXI) este tema incómodo, sin duda, para muchos lectores?

1. Porque estudiando esta parábola de nuevo, de pronto comprendí que el mandato de Cristo acerca de la “cizaña” se aplica de forma muy particular y precisa a la Inquisición Católica Romana. Más sabio, pienso humildemente, traerlo de mi parte “a estas alturas” que no traerlo nunca. No dejarlo ahí en el silencio sino darle “voz”.

2. Y porque la jerarquía católica romana no ha renunciado nunca su derecho a los “tres poderes” asombrosos en extremo reclamados para el Papado: “Padre de príncipes y reyes, Gobernador del mundo, Vicario de Cristo”. ¡Nada más! Poderes, conceptos, puestos y títulos no bíblicos que ligan al cristianismo y el estado secular mundano en yugo desigual y adúltero. Que abren paso a la formación de organizaciones perseguidoras tales como la Inquisición Católica Romana y a vergonzosas “guerras cristianas” ejemplificadas por las infames Cruzadas. Mediante estos dos ejemplos, apenas se abre siquiera un poquito la boca del “pozo del abismo” de la cual sube una cantidad espantosa de otros humos espesos de igual origen. Apocalipsis 9:1-11

3. Me animo a traer este tema a estas alturas porque la jerarquía católica romana no ha levantado todavía en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, una gigantesca tabla en mármol macizo, iluminada de noche, con letras en grande cinceladas permanentemente que digan algo como…

Esta gráfica se compone de la fotografía de una tabla masiva de mármol semitransparente, y sobrepuesta a la tabla una fotografía, también semitransparente, de la Plaza de San Pedro en el Vaticano, con un texto alusivo a la cizaña en la parábola de Cristo en primera plana sobre el trasfondo de las dos fotografías."Nosotros la Jerarquía de la Iglesia Católica Romana de actualidad reconocemos que nuestros precursores de tiempos pasados desacataron bárbaramente el mandamiento de Cristo en Mateo 13:24-43 sobre el trato de la “CIZAÑA”, la que llamaron “HEREJES”, persiguiéndolos despiadadamente, torturándolos sin misericordia, y ARRANCÁNDOLOS como si fueran una maleza odiosa totalmente inútil, arruinando la vida de muchos millones, y matando violentamente a multitudes. RUPUDIAMOS todas sus acciones, justificaciones, doctrinas en apoyo de sus prácticas, y las instituciones utilizadas para efectuar tan enorme maldad, especialmente la Santa Inquisición Católica Romana que operó en muchos países y varios continentes del mundo. Nos comprometimos ante Dios no reclamar jamás semejantes poderes ni imitar jamás ni nunca tan reprochable y horrendo atropello diabólico contra la “CIZAÑA”, cual sea."

4. Traigo el tema porque aún albergo la esperanza de que haya alrededor del mundo al menos algunas almas preciosas católicas romanas, sinceras y humildes, inteligentes y objetivas, que agradezcan más luz para su trayectoria espiritual a través de estas dimensiones materiales-espirituales del universo en el que nos desenvolvemos hasta la muerte del cuerpo físico. Que hagan caso a la exhortación solemne del amante Padre celestial: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas.

Dios bendiga al lector, a la lectora, de mente, alma y espíritu abiertos a realidades históricas y actuales, con el valor y la honradez de buscar el verdadero y único “Reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33), andando los pasos requeridos para ser recibido/recibida como ciudadano/ciudadana leal. Juan 3:1-7; Colosenses 1:13-14

 


 

Hacer clic aquí para un estudio pormenorizado sobre otras maravillosas enseñanzas transmitidas por Jesucristo a través de la Parábola de la Cizaña y el Trigo.

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