Dios está en busca de
verdaderos adoradores
Cita tomada de este mensaje:
"Amados, ¿qué dirección o derrotero toma el culto bíblico? ¿La adoración de los “verdaderos adoradores”? Su dirección fundamental debería ser VERTICAL, es decir, hacia arriba, hacia el cielo, hacia Dios, y no HORIZONTAL, o sea, hacia los miembros de la iglesia, o hacia los inconversos, ni fundamentalmente hacia adentro, hacia el corazón o el alma del adorador".
"Dios es Espíritu, y los que le adoren,
en espíritu y en verdad es necesario que adoren."
Juan 4.24
I. Introducción.
A. Salutación.
B. Tema. Jesús dijo a la mujer samaritana: “Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoren, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).
1. “Dios está en busca de verdaderos adoradores” es el tema de este mensaje.
a) En toda época y entre todos los pueblos él está buscándolos.
b) ¿Qué hará con ellos al encontrarlos? Se sobrentiende que su propósito es llevarlos al cielo donde se unieran a los seres celestiales en hermosas alabanzas tributadas al Todopoderoso por toda la eternidad.
2. ¿Cuántos de los presentes nos identificamos como adoradores de Dios? ¿Cuántos afirmamos, categóricamente, ante el mundo y los ángeles: “Yo Soy adorador de Dios”? Pues, ¡el Padre no tiene que buscar lejos para encontrar adoradores!, ¿cierto? ¿Cuántos afirmaríamos con igual certeza: “Yo soy verdadero adorador de Dios”?
a) ¡Ah!, ese adjetivo “verdadero”: ¡cómo cambia los parámetros y dificulta el tema! Ese vocablo “verdadero”, lleno de implicaciones serias. ¿Por qué añadírsele a la palabra “adorador”? Hermano, amigo, debemos darle toda la importancia implícita en la palabra “verdadero”, pues fue incluida por Cristo mismo en sus afirmaciones.
b) ¿De manera que Dios busca solo a “verdaderos adoradores”? Esto es justamente lo que enseña el Señor Jesús.
c) ¿Quiere decir que haya adoradores que no sean verdaderos, que sean falsos? Tal inferencia es obligatoria, ¿no le parece? Si hay verdaderos, se implica que los hay de la categoría opuesta.
(1) La mujer que planteó a Cristo el tema de la "adoración" era samaritana. Ahora bien, los samaritanos adoraban sí a Dios, pero no conforme a las directrices del Antiguo Testamento, el código de leyes divinas que estaba en vigor cuando Cristo habló con aquella mujer al lado del pozo de agua. Por lo tanto, el Señor le dice: “Vosotros adoráis lo que NO sabéis…”. Adoraban al Dios verdadero, pero adoraban equivocadamente. Efectivamente, adoraban en vano. De ahí que, tristemente, no figuraban entre los “verdaderos adoradores”.
(2) Los escribas y fariseos del tiempo de Cristo adoraban al único Dios verdadero, pero tampoco se encontraban entre los “verdaderos adoradores” de Dios. Esto lo sabemos porque el Señor los reprendió, diciéndoles: “En vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mateo 15:1-9). ¿Por qué "en VANO"? ¡Porque, para la adoración, sustituían "mandamientos de hombres" y su propia "tradición" por las leyes de Dios!
(3) Nuestro país está lleno de adoradores del único Dios verdadero, pero ¿cuántos de ellos son “verdaderos adoradores”? ¿Cuántos siguen sus propios criterios o las tradiciones de tiempos pasados? ¿A cuántos diría el Señor: “Vosotros adoráis lo que no sabéis”?
d) ¿Qué deberíamos hacer para ser contados en el grupo selecto de los "verdaderos" a quienes busca Dios que le adoren? Sencillo, muy sencillo: adorar “en espíritu y en verdad”. Este es el parámetro que fija Dios. ¿Por qué adorar “en espíritu”? Porque “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adore”.
(1) “...es necesario”, es decir, no es opcional sino imprescindible adorar “en espíritu”; es indispensable, obligatorio, esencial. Cualquier otro tipo de adoración es inaceptable.
(2) “...en espíritu”, o sea, en mi propio espíritu y no en la carne; como ser espiritual, como alma, y no como ser carnal o material. Espiritualmente, y no carnal o materialmente. Porque Dios no es carnal ni material sino Espíritu, un ser espiritual. El culto carnal, material o mundano simplemente no armoniza con su naturaleza de Ser espiritual.
(3) “...en verdad” significa “conforme a la verdad”. ¿La verdad de quién? La verdad de Dios. ¿Dónde se encuentra la verdad de Dios? “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). La verdad de Dios se encuentra en la Biblia, no siendo relativa esta verdad divina sino exacta y absoluta. Por lo tanto, el verdadero adorador adora de acuerdo con las instrucciones del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, el pacto espiritual que está en vigor durante toda la Era Cristiana.
El verdadero adorador...
(a) No se inventa su propio culto.
(b) No sigue doctrinas, tradiciones, opiniones, modas o antojos de teólogos, pastores, predicadores, evangelistas o concilios.
(c) No menosprecia ni descarta la doctrina de los apóstoles como si fuera poca cosa.
(d) Adora “en verdad”, sabiendo que es “necesario” hacerlo así para que Dios le halle “verdadero”, recibiéndole con beneplácito para vida eterna.
(e) No dice: “Dios, te amo. Mi alma te alaba. Quiero adorarte y voy a hacerlo con los dones que tú me has dado. Mira, que tú me has dado el don de tocar la guitarra (el cuatro, la pandereta, la batería) y el don de cantar. Así que, de todo corazón, con toda sinceridad, voy a alabarte mediante mis dones, confiado en que te agraden mis alabanzas”.
El verdadero adorador comprende que solo la verdad de Dios en la Biblia revela el culto que agrada al Creador y que los dones particulares de cada adorador no determinan el tipo de adoración aceptable.
No faltan creyentes que tengan el don de contar chistes; otros, el de esculpir estatuas; otros, el de pintar cuadros. Y, ¿qué? ¿Utilizará cada cual su don particular en culto a Dios? Negativo. Deberíamos todos los creyentes adorar conforme a las estipulaciones del Nuevo Testamento, no adorando cada uno conforme a su "don" particular, sino todos y cada uno “unánimes , a una voz”, glorificando “al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 15:6).
(4) ¿Adora usted “en espíritu y en verdad”?
3. Queridos hermanos, si entendemos, retenemos e implementamos siempre estas sencillas enseñanzas, siempre seremos para Dios “verdaderos adoradores”, con todos los privilegios y bendiciones que corresponden a tales personas. De otro modo, Dios nos hallará falsos adoradores, y seremos blanco de su indignación y rechazo por no honrarle conforme a sus deseos.
II. Amados, ¿qué dirección o derrotero toma el culto bíblico? ¿La adoración de los “verdaderos adoradores”? Su dirección fundamental ha de ser vertical, es decir, hacia arriba, hacia el cielo, hacia Dios, y no horizontal, o sea, hacia los miembros de la iglesia, ni siquiera hacia adentro, es decir, hacia el corazón o el alma del adorador.
A. VERTICAL. Las alabanzas del verdadero adorador salen de su espíritu y van directamente hacia arriba, ascendiendo verticalmente hacia Dios.
1. En el día de hoy, ¿se quedan nuestras alabanzas aquí en la tierra, encerradas en este edificio? ¡De modo alguno! Se levantan, flotan, vuelan sobre las alas de nuestro amor para con Dios, hacia el trono del Creador.
2. ¿A quién damos loor? ¿A quién rendimos reverencia y culto? ¿A quién exaltamos, ensalzamos y magnificamos? Al Dios Todopoderoso y al Hijo sentado a su diestra. “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:8 y 11).
3. Ya que nuestra adoración va dirigida verticalmente a Dios en el alto cielo, la interrogante relevante y lógica sería la siguiente: ¿qué tipo de alabanza o qué acciones de reverencia agradan a Dios? Él es el ensalzado, el alabado, el reverenciado. ¿Cómo quiere él ser adorado? A él le corresponde decir cómo, y no al hombre o mujer aquí en la tierra. A nosotros no nos es lícito especular o inventar cuando de alabar a Dios se trata.
a) Cristo nos ha explicado cómo el Padre quiere que le adoremos, a saber: “en espíritu y en verdad”, porque él es Espíritu y él es la Verdad.
b) Además, le complace el “culto racional” (Romanos 12:1) porque él es un Ser sumamente racional, un Ser de orden y paz, y no de desorden, confusión, gritería o caos.
4. Ya que Dios es el adorado, su evaluación de nuestra adoración es la que cuenta. Sin embargo, se detecta la tendencia fuerte entre los adoradores aquí en la tierra de hacer su propia evaluación, dicho sea de paso, casi siempre subjetiva.
a) “¡Qué lindo culto el de esta mañana! Cuán preciosos los cánticos, ¿verdad?, hermanos. ¡Oh, sí! ¡Tremendo culto!” Pues bien, para nosotros, sí, "bien bonito el culto", pero, la pregunta clave es: ¿Qué evaluación de nuestro culto hace el propio Dios allá en el cielo?
b) Estas exclamaciones y evaluaciones suelen hacerse en toda clase de iglesia. siendo la reacción casi siempre la misma. Los pastores de las iglesias cuyas alabanzas se fundamentan en el Antiguo Testamento, en tradiciones humanas del cristianismo, en credos, manuales o catecismos confeccionados por líderes religiosos no inspirados, en el existencialismo del sentimentalismo religioso, acostumbran valerse de tales exclamaciones y preguntas retóricas para emocionar a sus feligreses. Y sus seguidores responden: “¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! ¡Bendecido el nombre de Jehová! ¡Tremendo culto! ¡Cómo se manifestó el Espíritu Santo!” Su evaluación es puramente humana, subjetiva, parcial. De modo alguno significa su evaluación que hayan adorado “en espíritu y en verdad”, o que Dios mismo se haya agradado de sus alabanzas.
c) Sin duda, nosotros los adoradores debemos evaluar nuestro culto. En el escenario de la visión de Apocalipsis 11:1, el ángel ordena al apóstol Juan: “Levántate, y mide el templo, y el altar, y a los que adoran en él”, es decir, medir la iglesia, el culto y los adoradores. ¿Con qué “vara”? Amados, ¡con la de la sana doctrina del Nuevo Testamento, y no con la de nuestros sentimientos o emociones humanos!
d) Al tener la seguridad de estar adorando bíblicamente, al adorar con sinceridad, convicción y entusiasmo, tenemos por qué sentirnos emocionados, satisfechos y animados, pues todas las evidencias indican que estamos haciendo lo que agrada a nuestro gran Dios y Salvador, honrándole y glorificándole de la manera que él ha establecido.
5. Respetado adorador, cuando usted ora, canta himnos de alabanza y participa de la Cena del Señor, ¿hacia dónde, hacia quién, van dirigidos sus pensamientos, meditaciones y palabras? ¿Hacia arriba, verticalmente, hacia Dios? Esperamos que sí, pues, de otro modo, se quedan aquí en la tierra y usted se halla adorando en vano.
6. Querido hermano, querida hermana, el adorador distraído, aburrido, medio dormido que no presta atención a las oraciones, que no dice el Amén, que habla durante las oraciones, que no canta, que canta pronunciando las palabras pero sin tener presente su mensaje, que come el pan sin levadura y toma la copa pero no discierne el cuerpo o la sangre de Cristo, la adoración del tal es –ya saben lo que voy a decir; hay que decirlo claramente- la adoración del tal es vacía e inútil. La irreverencia anula la validez del culto "en verdad".
7. La dirección del culto bíblico es, reiteramos, vertical, hacia Dios. Tengámoslo presente siempre para que siempre seamos “verdaderos adoradores”.
B. La dirección del culto bíblico no es horizontal, es decir, hacia los miembros de la iglesia, ni hacia los inconversos, sino vertical, hacia Dios.
1. No adoramos o ensalzamos a los hombres sino a Dios.
2. La dirección de este mensaje es horizontal, desde este púlpito hacia ustedes, mis amados oyentes. No es vertical, pues no pretendo instruir a Dios. Más bien, es horizontal para nuestra mutua edificación. Asimismo, la dirección de las clases bíblicas, como también de los cánticos espirituales compuestos para edificar y animar, es horizontal. En cambio, la dirección de las alabanzas es vertical.
3. ¿Por qué el énfasis sobre la dirección del culto bíblico, que si bien vertical o horizontal? Sencillamente, porque las observaciones y evidencias evidencian que muchos adoradores se confunden referente a la dirección que han de tomar sus alabanzas.
a) Al parecer, hay adoradores que se concentren más en el hombre que en Dios, que dirijan sus alabanzas más hacia el hombre que hacia Dios. Se llega a esta conclusión porque sus cultos son patentemente carnales, materialistas, mundanos, de la tierra, de los hombres, concebidos y efectuados para...
Impresionar al hombre.
Impactar al hombre.
Ser vistos y admirados por los hombres.
Entretener a los hombres.
Avivar a los hombres.
(1) La dirección principal de su culto es horizontal, o sea, hacia los hombres.
(2) Ya que están pensando más en los hombres que en Dios, no es de extrañarse que introduzcan en sus cultos objetos y acciones que agraden y atraigan al hombre.
(a) Por cierto, no pocos adaptan a sus cultos casi todo lo que ofrece la farándula mundana, incorporando en sus cultos todo tipo de instrumento musical, de ritmos musicales, de canciones mundanas, aun bailes, al estilo de los artistas de renombre y los mecanismos de promoción utilizados en los grandes espectáculos mundanos, incluso luces psicodélicas.
(b) Lo que hacen en tales cultos no tiene ningún apoyo bíblico. No constituye un culto “en verdad”; ciertamente, no es un culto “en espíritu” sino más bien en la carne.
-Amados, Dios no pide que le entretengamos a él con espectáculos religiosos.
-Dios no pide que le avivemos, pues no está muerto.
-No pide que intentemos hacerle saltar, gritar o reírse locamente.
-No pide que le emocionemos hasta perder los cabales.
-Los hombres mal orientados piden tales cosas.
-Lo que pide Dios es que le adoremos “en espíritu y en verdad” mediante el “culto racional”.
b) He aquí un gran peligro para nosotros los líderes y miembros de la Iglesia de Cristo: que en nuestros cultos dejemos de mirar hacia arriba, de dirigir nuestras alabanzas a Dios; que cambiemos la dirección de nuestras alabanzas de vertical a horizontal. De hacerlo, sin duda no tardaríamos en comenzar a imitar a nuestros vecinos religiosos. Efectuado tal cambio, ya no seríamos “verdaderos adoradores”.
(1) Lamentablemente, en nuestra hermandad hay adoradores, tanto líderes como seguidores, que ya se fijan más en el hombre que en Dios.
(2) En el pueblo de Dios del tiempo presente observamos la misma peligrosa y persistente tendencia que afligía al pueblo de Israel, a saber, la de ir prontamente en pos de dioses falsos. En nuestro caso, se trata de los dioses falsos del avivamiento humano, carnal y emocional.
(3) Dios libre a los líderes y miembros de esta congregación de semejante pecado.
C. La dirección del culto bíblico no es hacia adentro, es decir, hacia mi propio corazón o alma, hacia mi propio ser, sino hacia arriba, hacia Dios.
1. Al adorar al Padre, no lo hago para complacerme a mí mismo sino para complacer a él. Al complacer a él, teniendo el testimonio de su palabra de adorar “en espíritu y en verdad”, rindiendo “culto racional”, me siento satisfecho y contento. Estas emociones positivas fluyen a través de mi corazón y espíritu por haber hecho lo correcto, lo bíblico, y por haberlo hecho con el propósito bíblico de ensalzar al Creador de acuerdo con sus instrucciones. No fluyen porque haya adorado a mi manera con miras a hacerme a mi mismo sentirme bien, alegre, aliviado, liviano, emocionado, extasiado, eufórico.
2. Adoro para ensalzar al Creador del universo, con el propósito de darle el reconocimiento que merece por sus grandiosas obras, y no meramente para llenar algún vacío personal, no para engrandecer mi propio ego, no para tratar de avivar mi fe. Paradójicamente, al olvidarme a mi mismo, al entregarme mental, emocional y espiritualmente en culto bíblico, se llenan las lagunas de mi espíritu, pues al rendirle loor al Creador conforme a su voluntad, fluyen de él hacia mí la gracia y la paz divina, las cuales fortalecen mi fe, mi espíritu, mi ego.
3. Al adorar, en ocasiones mi propia carne me distrae (calor, frío, hambre, cansancio, sueño, dolor). Al unirme a mis hermanos de la iglesia en adoración colectiva, ellos mismos tienden a distraerme (movimientos, susurros, miradas, niños que lloran, padres que regañan a sus hijos, líderes que se levantan y andan de aquí para allá, discutiendo entre sí asuntos de la iglesia o afinando la secuencia de los ministerios).
Aguardo con paciencia el día cuando me llame el Señor a unirme a los seres celestiales en gloriosas alabanzas donde ni lo carnal ni lo material reste nada del culto al único Dios verdadero, pues habrán dejado de existir. Entonces, estaré vestido de mi nuevo cuerpo espiritual, poderoso y glorioso, en el cual podré adorar sin distracciones físicas al Dios que es Espíritu, al que merece gloria y honra por las edades, pues él es quien lo ha creado todo, incluso él es el Padre de mi espíritu, amándome y rescatándome para su Reino eterno.
III. Invitación. Amigo, amiga, le invitamos a convertirse al Señor para que también tome usted su lugar entre la multitud de los “verdaderos adoradores” que adoran a Dios “en espíritu y en verdad”, pues el Creador tiene complacencia solo en los "verdaderos".
Tenga por seguro que, si usted está buscando de Dios, él también está buscando a usted para redención y reconciliación, deseando que se transforme usted en verdadero adorador.
Tal transformación excelente se inicia cuando la persona llena de convicción confiesa que Cristo es el Salvador, se arrepiente de todo pecado y se bautiza "para perdón de los pecados" (Hechos 2:38-47).
Le animamos a tomar estos pasos de inmediato.
LIBRO en PDF
También disponible como impreso
¿Autoriza Dios el uso de INSTRUMENTOS
de MÚSICA en las ALABANZAS de la iglesia?
Dieciséis estudios
139 páginas, tamaño carta
La PORTADA del libro en PDF
La CONTRAPORTADA en PDF
El CONTENIDO en PDF. Dos páginas
Por qué ESCRUTAR estos temas, en PDF. Una página
El TEXTO en PDF. 139 páginas
Guías para clases bíblicas. Lista de muchas en esta Web.
Cómo planificar, preparar y presentar sermones, clases bíblicas o conferencias.
Sermones en esta Web. LISTA COMPLETA, con enlaces. Sin gráficas.
Estudios sobre adorar “en Espíritu y en verdad”
Lista de los DIEZ estudios que componen esta serie sobre la música en la iglesia
Este sermón hace el número 9 en la Lista de diez estudios sobre Música contemporánea, tradicional o bíblica. El Próximo estudio en referida Lista es: El significado de “SALMOS” en Colosenses 3:16.
Derechos reservados. Permiso concedido para hacer una copia, o múltiples copias pero ninguna para la venta.