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"Cinco etapas en la vida y los ministerios de los siervos de Dios.”
A. Salutación. Querido siervos y siervas del Señor, se nos concede el privilegio de compartir con ustedes esta serie de temas especialmente importantes para nosotros los que desempeñamos roles en el Reino de Dios, nuestro Padre celestial, y su Hijo amado Jesucristo, nuestro Salvador, orando fervientemente que todos y cada uno seamos beneficiados en gran manera.
B. El término "siervo" lo utilizaremos con frecuencia en estos estudios en referencia tanto a las damas como a los varones que administramos "la multiforme gracia de Dios" (1 Pedro 4:10), cada uno conforme a las normas de las Sagradas Escrituras que gobiernan sus ministerios particulares.
C. "Cinco etapas en la vida y en los ministerios de los siervos de Dios" es el tema general que engloba los primeros tres estudios. Se dedica el primer estudio a "La Primera Etapa”, la cual cubre “Desde los quince años de edad hasta los treinta y cinco".
a) Una veintena de años, equivalente a dos décadas completas.
b) Veinte años hacen siete mil, trescientos días.
c) Esta cantidad de días contienen ciento setenta y cinco mil, doscientas horas.
2. En el "Reloj de los años productivos del servidor del Señor", donde cada hora representa cinco años de vida, las 6 a. m. indica los quince años de edad y las 10 a. m. representa los treinta y cinco años de edad.
a) Se trata de la "Mañana de la vida" cuando el sol sale y su fulgor va en aumento. Se siente la frescura del alba y las aves lo celebran cantando a todo pulmón. Una mañana hermosa, impregnada de vida, de ilusiones, de esperanzas. Así lo ven las almas positivas.
b) Por delante hay no solo cuatro horas, ¡sino todo un día para gozar y producir buenos frutos! Así lo ve todo siervo diligente.
c) Según Mateo 20:1-4, el Señor del reino "salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Saliendo cerca de la hora tercera (o sea, las 9 a. m.) del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña".
(1) Amado siervo joven, el Señor quiere contratarle en la mañana de su vida para la obra de su Reino.
(2) ¿Ha firmado usted el contrato y está trabajando ya en la viña espiritual? De haberlo hecho, le felicitamos. De no haberlo hecho, ¿por qué se detiene? La paga es sumamente generosa: en esta vida, infinidad de bendiciones, y en la próxima, ¡inmortalidad en el Paraíso de Dios!
(3) ¿Cuántos de los presentes están viviendo esta etapa de la vida, es decir, entre los quince y los treinta y cinco años de edad?)
c) Por cierto, ciertas indagaciones sobre la productividad del ser humano promedio enseñan que algunos obreros trabajan mejor y rinden más, precisamente, durante las horas de la mañana. Asimismo, observamos que en el Reino de Dios se encuentran cristianos que realizan sus labores más fructíferas y más excelentes durante la Primera Etapa de su vida como siervos de Cristo. Sin duda, la Primera Etapa puede ser un tiempo de logros gloriosos. ¡Que así sea para usted!, siervo joven.
II. Estudiemos los ejemplos de algunos siervos que se cubrieron de gloria por las hazañas logradas durante la mañana de su vida productiva.
A. David (1 Samuel 17), el "muchacho" que mató a Goliat.
1. El rey Saúl lo llama "muchacho", diciéndole: "No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud" (1 Samuel 17:33).
2. Más sin embargo, el espíritu que hubo en David no era de un "muchacho" débil o despistado, sino el de un siervo joven confiado plenamente en su Dios. Acercándose valientemente a Goliat, David le dice: "Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a tí en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano" (1 Samuel 17:45-46). ¡Qué confianza más asombrosa en un varón joven!
a) Pues, sepa usted, siervo joven, ¡que también usted mismo puede matar a “gigantes”! Sí, definitivamente. Por ejemplo, a los gigantes, desafiantes y burladores, llamados “Paganismo”, “Ateísmo” y “Materialismo”. Puede hacerlo, con tal de confiar, sin dudar, en el poder de Jehová, el Dios de los escuadrones del ejército espiritual, siendo este “ejército”, para la Época Cristiana, la iglesia verdadera y militante de Jesucristo.
b) Si le dicen: "Muchacho, tú no puedes", diga que sí, que la batalla es de Jehová. Al vencer a los “gigantes” nombrados, más a otros de la misma calaña, saliendo airoso, no se olvide de dar la gloria a Dios, no tomándola para sí mismo, pues no teniendo usted fe fuerte en Dios, ni contando con su sabiduría, usted no sería nada más que un “muchacho” impotente, en términos espirituales. ¿De acuerdo?
B. Ezequías (2 Reyes 18:1 - 20:21).
1. Aquel varón llamado Ezequías fue hecho rey del pueblo de Israel, teniendo tan solo veinticinco años de edad, y reinó sobre Israel veintinueve años.
2. Su nombre y su memoria están cubiertos de gloria porque él "hizo lo recto ante los ojos de Jehová. Quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera. En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Porque siguió a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos... Y Jehová estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba" (2 Reyes 18:3-7).
a) Siervo joven, usted que tiene veinticinco, veintiocho, treinta, treinta y dos, treinta y cuatro años de edad, ¡usted también puede “reinar”! Reinar sí sobre su propia vida. Sobre los predios de su mente y espíritu, tomando dominio sobre su propia voluntad. Usted no solo puede sino que también debe arremeterse con valentía inderogable contra los falsos dioses y las falsas doctrinas del presente, dentro y fuera de la iglesia, quebrándolas. Contra las imágenes y los ídolos de actualidad, bien sean de sustancias materiales, o existentes en esferas cibernéticas.
b) Lo podrá hacer, cubriéndose de gloria y honra, a condición de que, tal cual el ilustre Ezequías, pone su esperanza en Jehová, guardando sus mandamientos y no apartándose de él.
c) "Ni después ni antes de él hubo otro como él." Este insólito encomio figura en la historia divina del rey Ezequiel. Ni siquiera el rey David era superior a él. Tampoco Salomón, pese a su sabiduría descomunal. ¿Qué le parece, siervo joven? Tenga por cierto que usted también puede llegar a ser único, sobresaliente en grado sumo. Trabajando arduamente y constantemente en los campos del Señor, con muchísima fe e incansable diligencia, quizás le sea posible realizar una obra de altísima calidad, aun meritoria del calificativo "¡Única en su categoría!"
C. Josías (2 Reyes 22:1 - 23:30).
1. Josías comenzó a reinar sobre Israel cuando tenía solo ocho años de edad. Reinó treinta y un años.
2. Este niño rey se hizo joven rey y también se cubrió de gloria espiritual antes de morir a los treinta y nueve años de edad. "Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda." Teniendo solo veintiséis años de edad, mandó a limpiar y reparar el templo en Jerusalén. Ocupados los obreros en esta tarea, descubrieron el libro de la ley. Cuando el rey Josías oyó "las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos" (2 Reyes 22:11). Al leer "todas las palabras del libro del pacto", Josías ordenó que sacasen del templo "todos los utensilios que habían sido hechos para Baal... quitó los sacerdotes idólatras...derribó los lugares de prostitución idolátrica que estaban en la casa de Jehová", hizo que se purificara totalmente el templo y restauró el culto verdadero. Realizó esta grandiosa obra, ¡teniendo solo veintiséis años de edad! "No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual" (2 Reyes 23:25).
a) Oh, siervos jóvenes del Señor, hoy por hoy existen en la tierra infinidad de templos religiosos llenos de idolatría, mercadería y prostitución espiritual, donde ministran sacerdotes y pastores corruptos. Aun en algunos de nuestros propios lugares de reunión, osan presentarse como líderes espirituales hombres que profanan lo sagrado y ministran sirviendo a los falsos dioses conocidos como "Placeres Mundanos", "Vanagloria", "Nueva Hermenéutica", "Carismático", "Inconformidad", y otros parecidos.
b) Oh, siervos jóvenes del Señor, ¿quiénes de entre ustedes se levantarán, tal cual el joven rey Josías, para limpiar y reparar la casa de Dios dondequiera que haya sufrido deterioro y abandono, para hacer que todo el pueblo oiga "todas las palabras" de nuestro pacto, el Nuevo Testamento; para luchar contra lo falso y lo idolátrico y para restaurar, o instituir, el culto verdadero dondequiera que se haya dejado de celebrar? ¿Quiénes se levantarán?
c) Los siervos jóvenes que actúan con el espíritu de Josías, serán coronados de gloria y honra en el reino eterno de Dios.
D. Daniel, Shadrac, Mesac, y Abednego (El libro de Daniel, los capítulos del uno al tres).
1. La historia conmovedora y aleccionadora de estos cuatro jóvenes israelitas todo estudiante dedicado de la Biblia la sabe contar.
a) Que Daniel reveló e interpretó el sueño del rey babilónico Nabucodonosor sobre los cuatro reinos; que Daniel se negó a adorar a la estatua del rey Darío; que fue echado en el foso de leones; que salió ileso porque confió en su Dios.
b) Que Shadrac, Mesac y Abednego fueron echados en el horno de fuego porque rehusaron adorar a una imagen de oro; que salieron sanos con "sus ropas intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían".
2. La excitante y gloriosa odisea espiritual de estos cuatro jóvenes comenzó cuando ellos aún eran muchachos. "A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños" (Daniel 1:17). ¿Por qué recibieron de Dios poderes tan grandes? La razón se encuentra en Daniel 1:8, a saber: cuando fueron seleccionados como candidatos para servir al rey de Babilonia, propusieron en sus corazones "no contaminarse" con lo inmundo.
a) Siervo joven, ¿quiere usted comenzar, tal cual estos cuatro jóvenes israelitas, una odisea excitante y gloriosa por este mismo país o por otras tierras desconocidas por usted hasta el momento, donde podría exaltar al verdadero Dios y predicar su Nombre? Hay una condición importante: ¡proponer en su corazón no contaminarse con lo inmundo! Solo así podrá tener poder y mucho éxito en las empresas de Dios.
b) Usted podrá predicar a multitudes, tanto a gente pobre como rica, tanto a gente humilde como poderosa, si no se contamina con lo inmundo y si confía siempre en el poder de su Dios. Al hacerlo, ¡su nombre aparecerá en la misma "Lista de Honor" donde están los nombres de Daniel, Shadrac, Mesac y Abednego; de David, Ezequías y Josías!
E. Cristo (Los cuatro evangelios).
1. A los treinta años de edad, comenzó Jesús sus ministerios. Tres años y medio más tarde, teniendo tan solo treinta y tres años de edad, ¡los perfeccionó! Su ministerio y su ejemplo son inigualables y todo fue realizado en la "mañana de su vida" como siervo de Dios. No terminó la Primera Etapa; no llegó siquiera a los treinta y cinco años de edad. Lo crucificaron. Fue sepultado. Resucitó el tercer día. A los cuarenta días, ascendió al cielo y se sentó a la diestra de su Padre Jehová. Fue "exaltado" y "hecho Señor y Cristo" (Hechos 2:29-36). ¡Todo esto, antes de cumplir los treinta y cinco años de edad! Cristo no conoció las demás etapas de la vida humana en la tierra.
2. Siervo joven, ¡imitad el ejemplo del hombre joven Jesucristo! Aprovechad al máximo el tiempo, de la manera que lo hizo aquel hombre de Galilea. Así, pues tal vez se acabe su vida en la tierra, como le pasó al Señor mismo, antes de que alcance usted los treinta y cinco años de edad. De acontecer semejante evento, entonces, ¡no le quedaría más tiempo para hacer las obras del Reino! ¿Ha contemplado usted su vida en este contexto? ¿Por qué, pues, se detiene? Los campos están blancos para la siega y los obreros son pocos.
F. Timoteo (1 Timoteo, 2 Timoteo, Hechos 16:1-3, Filipenses 2:19-24).
1. Timoteo conoció las Sagradas Escrituras "desde la niñez" (2 Timoteo 3:15). Se las inculcaron su abuela Loida y su madre Eunice, mujeres fieles de Dios (2 Timoteo 1:5).
2. La reputación intachable y las obras sobresalientes del joven evangelista Timoteo se destacan en las cartas del apóstol Pablo. Este testifica, refiriéndose a Timoteo: "A ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros" (Filipenses 2:20).
3. Temprano en su vida, Timoteo comenzó en los ministerios de Dios. Puso un fundamento sólido y construyó sobre él un edificio hermoso e imponente, la obra maestra de su vida espiritual en Cristo.
a) Siervo joven, le animamos a pisar los talones de Timoteo. ¡Usted también puede construir un sólido y bello edificio espiritual! Al hacerlo, los cristianos le colocarán en la misma categoría con Timoteo, recibirá los mismos elogios, inspirará respeto y será, tal cual Timoteo, ejemplo para todos los que observan su conducta y contemplan sus obras (Filipenses 2:22).
b) Pero sepa que para lograrlo, debería usted tener el mismo espíritu que tuvo Timoteo quien no buscaba "lo suyo propio" sino "lo que es de Cristo Jesús" (Filipenses 2:21), mostrando ánimo, diligencia, fidelidad y sinceridad en todo.
III. Obviamente, comenzar en los ministerios del Señor cuando se es joven tiene ciertas ventajas.
A. Vigor físico.
1. El cuerpo físico del adulto joven está en su apogeo de desarrollo y fuerza.
2. Tanto el cuerpo físico como la mente y el espíritu son capaces de soportar largas horas de trabajo en los campos del Señor, el rigor de viajes evangelísticos, el estrés de obras intensas de evangelismo y benevolencia, etcétera.
B. Vigor mental.
1. La mente del adulto joven es alerta, aprende rápido, retiene y reacciona pronto.
2. Este servidor conoce a cierto evangelista que, teniendo menos de veinticinco años de edad, aprendió de memoria veintiún libros del Nuevo Testamento y porciones de los demás libros de referido pacto. Al hacerlo, asentó, en lo concerniente al conocimiento del Libro Sagrado, una base sólida para todo el ministerio que ha venido desarrollando desde aquel tiempo.
C. Generalmente, el siervo joven goza de ventaja cuando se trata de la delicada obra de relacionarse con adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes, identificándose con ellos, ganando su confianza, evangelizando entre ellos, persuadiéndolos, convirtiéndolos, aconsejándolos y guiándolos.
D. Normalmente, el siervo joven tiene el tiempo a su favor, siempre y cuando sepa aprovecharlo. Hoy día, el promedio de vida es de aproximadamente setenta y siete años. Esto significa que si el siervo joven usa bien los siete mil, tres cientos días de la Primera Etapa de su vida y ministerios, tendría tiempo para:
1. Establecer un fundamento sólido sobre el que edificar obras más abarcadoras y más excelentes durante las futuras etapas de su vida y ministerio.
2. Aprender mucha Biblia: doctrinas, historias y normas morales, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo.
3. Estudiar muchas materias relacionadas: la historia, las costumbres y las filosofías de los tiempos bíblicos, como también las de la Era Cristiana, incluso las de tiempos contemporáneos.
4. Adquirir mucha experiencia práctica por medio de participar activamente en las obras del Reino.
a) Teniendo tal preparación, el joven ministro tendría las herramientas para efectuar ministerios cada vez más productivos en beneficio de la humanidad necesitada y que redundarían para la gloria de Cristo y su iglesia. Se supone que pudiera ampliar sus ministerios y expandir su radio de acción e influencia.
b) Ahora bien, nuestras experiencias bien pueden ser sanas y edificantes o malas y dañinas. ¿Cómo puede el joven ministro adquirir las "sanas y edificantes"?
(1) Mediante la relación "Pablo - Timoteo". Es decir, por medio de trabajar con un evangelista probado y competente.
(2) Los institutos bíblicos de nuestra hermandad pueden enseñar mucha teoría, y se puede hacer lo mismo por medio de conferencias tales como estas. Pero, ¡la mejor escuela es la Escuela de la Vida! Es la de vivir, sufrir y gozar en carne propia la obra del Reino. Hacer esto mismo bajo la supervisión de un evangelista probado y competente, apoyándose en su fuerza y dejándose llevar por sus sabios consejos, resulta, cuando todo marcha conforme a las normas divinas, en la acumulación de un caudal cuantioso y rico de experiencias instructivas, las que preparan al joven siervo para grandes luchas futuras.
E. Siervo joven, le animamos a aprovechar al máximo esta época de su vida y ministerio, preparándose para grandes obras futuras.
1. Prepárese para ayudar a alcanzar la meta de predicar el evangelio puro a toda alma de habla hispana en todo el mundo.
2. Prepárese para trabajar bíblicamente con las congregaciones, ayudándolas a organizarse bíblicamente, preferiblemente, con ancianos y diáconos, a consolidar sus logros, a seguir creciendo y a madurar todavía más tanto en conocimiento como en espiritualidad.
F. Querido siervo joven, ¿que está logrando usted durante los siete mil, trescientos días de esta Primera Etapa?
1. ¡Pronto se acabarán para usted estos siete mil, tres cientos días! ¿Qué habrá logrado?
2. ¿Acaso está aguantado en la obra del Señor? ¿Acaso está esperando circunstancias más propicias? Más sabio sería ponerse activo ahora mismo y predicar "a tiempo y fuera de tiempo" (2 Timoteo 4:2), no deteniéndose porque las circunstancias del presente le parezcan difíciles, ni esperando hasta que se presenten mejores oportunidades.
G. Amado siervo joven, ¡qué los ángeles buenos le acompañen! (Hebreos 1:14; Salmo 34:7), guardando sus entradas y salidas, hasta que sea forjado en su ser interior un guerrero espiritual de primer orden, reluciente y poderoso, un verdadero capitán en el ejército espiritual de Dios.
IV. Pedimos que le guarden los ángeles de Dios, porque hemos visto lo que sus ojos de siervo joven quizás aún no hayan captado. Hemos visto a unas criaturas malévolas, es decir, ¡a unos "demonios" que quieren acabar con usted antes de que alcance los treinta y cinco años de edad!
-Lamentablemente, no todo siervo joven sale con vida espiritual en Cristo de esta Primera Etapa de su ministerio. Algunos caen presos de los "demonios" que emergen de regiones entenebrecidas con la misión especial de engañar y hacer caer a los siervos jóvenes, persiguiéndoles tenazmente y arrebatando a los débiles.
-Bien saben estos “demonios” que si logran incapacitarlos o talarlos completamente durante el tiempo cuando aún viven la Etapa de Siervo Joven, no tendrán que pelear más contra ellos, a menos que se levanten de nuevo. Bien saben que si logran tronchar sus ministerios en plena carrera, habrán frustrado, efectivamente, el futuro de tales siervos, evitando la realización de todas las obras evangelísticas y benévolas que hubiesen sido capaces de ejecutar. Este último dividendo endulza aun más la victoria de los “demonios”. ¿Quiénes son estos “demonios”? De cierto, al siervo joven le conviene tener conocimiento de ellos de antemano –saber sus nombres, atributos y estratagemas- para poder identificarlos prontamente cuando hagan acto de presencia en su vida y ministerio, así evitando caer indefenso en sus garras destrozadoras.
A. "Vanaglorioso" es el nombre del primer "demonio" que descubrimos para usted, joven cristiano que desempeña ministerios en el Reino de Dios. ¡Conózcalo bien! Pues, este demonio se especializa en hacer tropezar y caer a los siervos jóvenes dotados de talentos notables.
1. "Vanaglorioso" se asoma sigilosamente y susurra al oído del siervo joven: "Oye, siervo mío, tú tienes mucha carisma personal. Eres un líder natural, ¿sabes? Hablas con fluidez, elocuencia y poder persuasivo. La gente te admira". Luego, sutilmente hace fluir hacia la mente del siervo joven la influencia mala de la "vanagloria", diciéndole: "¡Puedes llegar a ser reconocido ampliamente! Tu nombre lo reconocerán muchas personas en muchos lugares. Y eso te llenará de gran satisfacción, ¿no?"
2. Pues bien, el siervo joven, inmaduro e incauto, que presta oído a “Vanaglorioso”, al hacerle caso, seguramente, se inflaría de los aires venenosos de la auto importancia y del orgullo personal. Hemos visto por ahí, de vez en cuando, a los hijos de “Vanaglorioso”.
a) Hablan, predican y enseñan para impresionar a sus oyentes. Algunos utilizan un vocabulario floreado de palabrería rebuscada, demostrando en ocasiones un estilo afectado o flamante.
b) Visten para impresionar a la gente. El “ministro vanaglorioso” es un gallo orgulloso, de plumaje llamativo, y la congregación, su gallinera.
c) Envuelto en el éxtasis de su propia autoestima exagerada, el siervo "vanaglorioso" quizás ni se dé cuenta de que ya es preso del espíritu malo de la "vanagloria".
d) Si no se arrepiente, si no cambia de actitud hacia sí mismo, es posible que aun en esta vida sea castigado por Dios. Si muere sin haberse arrepentido y revestido de humildad, en el gran día del Juicio Final, ¡será desplumado y los ángeles le echarán en la olla caliente del infierno!
3. El apóstol Pablo identifica y reprende al espíritu de la "vanagloria" que él discernó en algunos cristianos que ejercían ministerios en las congregaciones del Siglo I.
a) Escribe a la iglesia en Corinto: "Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos. Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida. Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba" (2 Corintios 10:12-13, 17-18).
b) En su epístola a la iglesia en Colosas, el apóstol señala a algunos que estaban vanamente hinchados "por su propia mente carnal" (Colosenses 2:18).
c) Nosotros los servidores del Señor en el tiempo presente también estamos en el deber de identificar y reprender a este mismo espíritu dañino de la "vanagloria", dondequiera que se manifieste.
4. ¿Cómo puede el siervo joven resistir y derrotar al demonio "Vanaglorioso"? A continuación, algunas sugerencias.
a) Saber identificarlo, quitándole su disfraz. Luego, repudiarlo con todas sus fuerzas.
b) Humillarse delante de Dios y la iglesia, aprendiendo a estimar "a los demás como superiores a él mismo" (Filipenses 2:3).
c) Reconocer que "toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces" (Santiago 1:17), siempre dando gracias a Dios por los talentos recibidos de parte del Todopoderoso, utilizándolos sabiamente, no para su propia gloria personal, sino para la del Señor y su causa.
d) Tener presente en todo momento que el poder que salva no proviene del hombre sino de Dios y que el siervo del Señor ha de ser el recipiente de cristal transluciente por medio del que se hace llegar la Verdad divina a la raza humana.
e) También le conviene tener presente una advertencia divina, a saber: el que no da gloria a Dios, tarde o temprano será castigado por Dios. Herodes fue herido por un ángel de Dios y "expiró comido de gusanos" porque "no dio la gloria a Dios" (Hechos 12:20-23).
2. "Fortunato Oportunista" es un palabrero muy convincente, un verdadero "vendedor de motivaciones materialistas y egoístas". No da su brazo a torcer. A la verdad, en muchos países, no pocos cristianos jóvenes que se ilusionan con desempeñar ministerios espirituales padecen de estrechez económica. ¿Cómo callar tal servidor a "Fortunato" y echarlo de la casa de su fe? ¿Cómo eliminar motivaciones materialistas o carnales de su vida ministerial?
a) Pues bien, estimado siervo joven, si usted ha escuchado a “Fortunato” y quiere callarlo, cerrando su mente y espíritu a él, observo que primero le urge a usted definir, con toda precisión y objetividad, sus propias motivaciones. En realidad, ¿por qué quiere usted desempeñar algún rol de liderazgo en el Reino de Dios? ¿Quiere expandir las fronteras de este Reino espiritual? ¿Salvar a muchas almas? ¿Hacer prosperar a la causa de Dios en el planeta Tierra? ¿Ama tanto la verdad de Dios que quisiera predicarla dondequiera, pese a obstáculos y oposición, aún persecuciones? ¿O busca ventajas materiales y sociales?
(1) El apóstol Pablo expresó sucintamente algunas de sus motivaciones al decir a los corintios: "No busco lo vuestro, sino a vosotros" (2 Corintios 12:14). ¿Qué busco yo? ¿Qué busca usted?
(2) Jesucristo mismo tuvo que definir sus propias motivaciones y defenderlas contra Satanás. De la manera que "Fortunato Oportunista" ofreciera a usted "villas y castillas", asimismo Satanás ofreció a Cristo riquezas y gloria. "Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás" (Mateo 4:8-9).
b) Pero bien, estimado siervo joven casada, ¿qué puede usted hacer para resistir las sugestiones pervertidas de "Impulso Carnal"? Aunque el espíritu esté deseoso de ser fiel a Dios, la carne es débil, y la lucha contra sus impulsos imperiosos, pues a veces muy dura, trance que describe el apóstol Pablo con elocuencia dolorosa en Romanos 7:14-25.
(1) Esto puede y debe hacer: ¡Pararse “varonilmente” (1 Corintios 16:13) y luchar contra “Impulso”! Citarle la Biblia: que el matrimonio es sagrado; que el divorcio es admisible solo por infidelidad matrimonial; que el amor por la mujer de su juventud ha de cultivarse, y no descuidarse; que usted, habiéndola seleccionado, debería honrarla, y no despreciarla o descartarla como si fuera un objeto sin sentimientos, sin alma. “Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud” (Malaquías 2:14-17).
(2) Esto puede y debe: Argumentar con poder contra él. Que ningún cónyuge es perfecto; ¡que ni siquiera la "Florecita" es perfecta!; que el siervo de Dios no puede ser tan débil y falto de espiritualidad como para dejarse enamorar estúpidamente de las mujeres de la iglesia; que el siervo de Dios no puede dejarse engañar por maquinaciones pasionales de la mente carnal, tales como las que trae el demonio "Impulso Carnal".
(3) Esto puede y debe hacer: ¡Botar al demonio "Impulso Carnal" de su casa, vetándole entrada por siempre!
D. "Escepticismo." Otro "demonio" espantoso que se yergue bravo frente al joven cristiano que anhela ser útil a Dios, tiene un solo nombre, y querido hermano, de verdad, ¡le basta por feo y largo! Se llama "Escepticismo". Este nombre quiere decir: “Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo. 2. Doctrina de ciertos filósofos antiguos y modernos, que consiste en afirmar que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de conocerla.” (Diccionario de la Real Academia Española, en Microsoft® Encarta® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.) Sorprendentemente, pese a su nombre, este "demonio" en particular tiene un "Doctorado en Teología", con una concentración en la ciencia fina de cómo producir, en la mente del cristiano, las dudas, los cuestionamientos y las incertidumbres que son la semilla de la incredulidad y del ateísmo. De hecho, "Escepticismo" es el ayudante excepcionalmente listo de aquel otro “demonio” fornido y temible llamado precisamente "Ateísmo". Como ya indicáramos, académicamente, "Escepticismo" cuenta con una preparación excelente. Conoce y usa con fluidez el lenguaje de la llamada "Escuela de la alta crítica", cuyos fundadores y promotores desmienten la inspiración de la Biblia. Yendo aún más lejos, algunos de ellos, entre los cuales se cuentan profesores de universidades, han alegado públicamente que "Dios ha muerto". Con todo, irónicamente, se presentan osadamente como "teólogos", no siendo pocos los seres humanos que los siguen, incluso un sinnúmero de "ministros protestantes", por difícil ser creerlo. Ahora bien, este demonio "Escepticismo" conoce todas las supuestas o aparentes contradicciones de la Biblia. Soberbiamente, como si fuera dueño de toda la verdad en el mundo, se acerca al joven cristiano ilusionado con servir a Dios y la iglesia, acosándole con dudas de tal magnitud que hacen estremecer el fundamento de su fe y agrietarse su convicción.
1. Con tono altanero, le dice:
a) “Mira, mi siervo, que tú has estudiado mucho la Biblia pero todavía hay muchas cosas que tú no entiendes, ¿verdad? ¿Cómo puedes afirmar con toda seguridad que ese libro sea inspirado? Tus maestros te lo dijeron y aceptaste ciegamente su testimonio. Debes ser más honesto contigo mismo, ¿no crees?"
b) "¿Cómo puedes creer en esa fábula de la creación en Génesis? Tú sabes que los científicos han probado que la tierra tiene trece billones de años de edad, y no, como indica tu Biblia, tan solo unos seis mil, quizás hasta ocho mil, años. ¿No has visto los huesos de los dinosauros? ¡Ahí está la prueba! Debes aceptar que la ‘evolución’ es una realidad. Si te cuesta tanto trabajo creer en la ‘evolución darwinista’, entonces propongo que abraces la ‘evolución deísta’, la que plantea que Dios creó el mundo sí, pero que lo desarrolló conforme a las normas de la evolución."
c) "Bendito, siervo mío, ¿y esa fábula infantil del Edén, de la supuesta caída de la gracia del hombre prototipo, de la ‘serpiente que habla’ y de la maldición sobre la tierra y el hombre? ¡Ridículo! ¡Absurdo! ¡Todo eso suena a cuentos de hadas y tú lo sabes!"
d) "Y, ¿cómo puedes creer en ese Dios Jehová del Antiguo Testamento, tan arbitrario, violento, vengador y sanguinario? ¡Ese ‘Dios’ despiadado que manda a exterminar a pueblos enteros, juntamente con los niños inocentes y los animales irracionales! A Amalec y a todo su pueblo, por ejemplo. ¡Un ‘Dios’ guerrero! ¡Un ‘Dios’ que hace; luego se arrepiente de lo que él mismo ha hecho!"
e) "Y, ¿cómo te atreves a predicar el nacimiento virginal de Jesús, su resurrección y ascensión? Varón inteligente, ¡hay cuentos parecidos en la historia de otras religiones! Su llamado ‘cristianismo’ no es una excepción."
f) "Y, ¿eso de un infierno eterno para todos los que no creen lo que tú dices creer? ¡Qué duro es tu Dios y qué duro eres tú! Y déjame decirte que ese mensaje tuyo de ‘una iglesia’ y ‘una fe’ es pura evidencia de una mentalidad cerrada, legalista y fanática."
g) "Básicamente, yo te encuentro inteligente y magnánimo de espíritu, pero enseñas un libro anticuado, lleno de mitos e inspirado por un espíritu autoritativo e intolerante. ¿Dudas? Tú tienes un saco lleno, ¿verdad? No seas hipócrita. Date de baja como ministro, hasta que no resuelvas tus conflictos y acabes con tus dudas."
2. Bueno, estimado servidor joven, ¿ha tenido usted una confrontación con este demonio "Escepticismo"? Si responde afirmativamente, me intriga saber quién ganara. ¿Usted, o caso él?
3. ¿Está usted riñendo aun en el presente con el fuerte "Escepticismo"? De ser así, ¿qué será el desenlace de la batalla? ¿Saldrá usted invicto o caerá muerto, su fe hecha pedazos?
4. Querido siervo joven, si usted no toma todas las medidas necesarias para vencer de una vez para siempre a "Escepticismo", sepa que el próximo emisario de las tinieblas que se le acercará a usted, con paso pesado y aplastante, será "Ateísmo". Este se adueñará de su mente y alma, traspasando su espíritu con la espada de la pura incredulidad, echándole luego al hombro y llevando a usted, inexorablemente, directo para el infierno. Tal ha sido la suerte triste de no pocos siervos del Altísimo.
a) ¿Ha habido predicadores que se convirtieran en ateos? Positivo, lamentablemente.
b) ¿Ha habido predicadores o maestros de la Biblia que siguieran en ministerios espirituales, beneficiándose materialmente, aun mientras albergaran, encubiertos en sus propios corazones, los demonios "Escepticismo" y "Ateísmo"? Por cierto, los ha habido, y todavía los hay.
c) Este servidor conoció a un hombre brillante, profesor de la universidad donde estudié, contra quien se arremetió el demonio "Escepticismo". Este poderoso demonio venció al profesor, llevándolo a abandonar la fe. De hecho, "Escepticismo" parece tener más éxito con los siervos "intelectuales" o "eruditos", quienes demuestran una inclinación de meterse en el bosque oscuro de la llamada "teología moderna", que con los siervos de mente más sana, espíritu más razonable y alma más equilibrada.
d) Este servidor conoce, personalmente, a este demonio "Escepticismo" y doy fe de su temeridad y poder. Cuando tenía el que escribe diecinueve años de edad y estaba preparándome para dedicarme a los ministerios del Señor, "Escepticismo" se acercó agresivamente a la casa de mi fe, asestando, una y otra vez, una serie de golpes fuertísimos contra su fundamento.
(1) Se estremeció violentamente el fundamento, como sacudido por un fuerte sismo.
(2) Sentía que la casa de mi fe se me desplomara encima. Grande era mi temor y agudísima mi angustia de espíritu.
(3) Clamé a Dios, aun dudando de su existencia, y desafié al demonio "Escepticismo", luchando contra él por espacio de unos ocho meses.
(4) Por fin, lo vencí y reparé el daño que hizo a la casa de mi fe, reforzándola y ampliándola.
(5) Todavía "Escepticismo" tiene la osadía de acercarse a mí de cuando en cuando, pues él es siempre muy persistente, pero ahora lo despacho enseguida y la casa de mi fe, que para mí ya es un castillo, sigue intacta.
e) Siervo joven, ¿cómo puede usted vencer a un enemigo tan fuerte? He aquí unas recomendaciones:
(1) Estudiar muchísimo para resolver y eliminar toda duda.
(2) Estudiar muchísimo para tener convicción propia sobre la inspiración de la Biblia, la sana doctrina, la iglesia que Jesucristo edificó y el mensaje que usted mismo proclama.
(a) La convicción de sus padres, de los miembros de la iglesia o de los maestros de las escuelas o los institutos bíblicos, puede que le impresione, aun sosteniéndole espiritualmente en parte.
(b) Sin embargo, la convicción que cuenta en los tiempos críticos, cuando el demonio "Escepticismo" ataca ferozmente y zarandea vigorosamente, es su propia convicción personal, bien íntima, bien suya, de las mismas entrañas de su mente, corazón y espíritu.
(c) En esta lucha sin cuartel, las armas prestadas quizás sean de poca utilidad. Para su enfrentamiento a Goliat, Saúl "vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo... y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo" (1 Samuel 17:38-40). Valiéndose de armas que él mismo entendía, David mató a Goliat. Asimismo, tenemos que luchar cada uno contra "Escepticismo". ¡Con nuestras propias armas! Es decir, con las "armas espirituales" que hemos hecho nuestras por haberlas estudiado y haber practicado con ellas. ¿Qué tal sus “armas”? ¿Ha practicado con ellas?
(d) En esta lucha crucial, cuyo desenlace significa o vida eterna o muerte eterna, la fe que vence ha de ser la mía. No la de mis padres ni la de mis hermanos en la iglesia, ¡sino la mía propia! El fundamento para mi fe lo tengo que poner yo mismo, y edificar sobre él la casa de mi fe, mi propia casa. Solo así puedo vencer.
E. "Solitario Guerrero". Otro demonio que se empeña en juntarse al siervo joven se llama "Solitario Guerrero". Este es un maestro, con "Cinta Negra", en el arte de manipular los sentimientos relacionados con la autonomía personal. Su propósito es aislar al siervo joven, haciendo que corte lazos con los siervos maduros. Sabe que si logra que el siervo joven se independice prematuramente de la supervisión de los siervos maduros, podrá entonces meterle en miles de problemas y situaciones difíciles donde cometerá infinidad de errores. Consecuentemente, sus ministerios resultarían poco productivos, tal vez totalmente estériles y fracasados, tornándose el siervo joven frustrado y amargado.
1. Para lograr su meta nefasta, el demonio "Solitario Guerrero" se disfraza de hombre completamente confiado en sí mismo y de soberbio espíritu independiente. Dice al siervo joven inmaduro e incauto: "¡Anda, hombre, sal de la sombra de los demás obreros! Es verdad que tú eres joven, pero tú puedes hacer tu propia obra sin que te aconsejen. Estás bien preparado. Tienes más entusiasmo y más ideas que aquellos siervos viejos y torpes. ¡Independízate ya! No permitas que intervengan en tus ministerios. Solo quieren controlarte y usarte".
2. Respetado siervo joven, si hace usted caso a los malos consejos de "Solitario Guerrero", se convertirá usted mismo en un "solitario guerrero". Consabido es que Satanás vence con más facilidad a casi cualquier “solitario guerrero” que al hermano respaldado fuertemente por competentes compañeros de la milicia espiritual.
a) ¿Se siente usted impulsado por un sentido fuerte de valentía y destreza personal a lanzarse solo contra las huestes de Satán? De ser así, considere lo que la advertencia hallada en Jeremías 23:10, a saber, que en los siervos de Dios puede haber un tipo de "valentía" que "no es recta". “…la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta.” ¡Qué la valentía suya no sea de esta categoría!
b) Al independizarse prematuramente, es muy probable que Solitario Guerrero le empuje por un "camino" que será "como resbaladeros en oscuridad" (Jeremías 23:12). Entonces, ¡a usted mismo Dios le hará "comer ajenjos"! (Jeremías 23:15), el fruto amargo de sus errores y fracasos.
c) No haga caso a Solitario Guerrero. ¡Despídalo de una vez!
d) Manténgase en comunión estrecha con los demás siervos del Señor cuyas obras sanas y abundantes dan testimonio de ser ellos siervos rectos y eficaces.
e) No desprecie en su corazón a los obreros competentes de mayor edad sino "considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe" (Hebreos 13:7).
V. Conclusión.
A. Querido siervo joven, ¡póngase duro con los "demonios", venciéndolos y obligándolos a regresar con las manos vacías a las guaridas oscuras de donde salieron!
B. Aproveche al máximo los siete mil, tres cientos días de la "mañana de su vida productiva". Así, usted estará bien preparado para comenzar la próxima etapa de su vida y ministerios.
“Buenos ministros de Jesucristo”
Tema 1
“Cinco etapas en la vida y los ministerios de los siervos de Dios”
Parte 1
“Primera etapa: desde los quince años de edad hasta los treinta y cinco”
Preguntas y ejercicios
(El maestro de estos estudios tiene la opción de utilizar a su discreción estas “Preguntas y ejercicios, bien sea para hacer preguntas durante la presentación de la lección o para ampliar las distintas enseñanzas traídas. Además, para dar exámenes o hacer asignaciones adicionales.)
1. Referente a las obras del Reino tales como la evangelización de las almas y la organización de iglesias, ¿se considera usted una persona “positiva”? ¿Por qué?
2. Una “veintena de años” se compone de 175,200 horas. ¿Cuántas de estas horas está usted dispuesto a dedicar a la obra de Dios?
3. ¿Qué concepto del “tiempo” tiene el siervo “diligente”?
4. ¿Qué significa para usted el hecho de que el Señor “salió por la mañana a contratar obreros para su viña”?
5. ¿Alguna vez le han despreciado a usted por ser “siervo joven”, o sea, “muchacho”?
-¿Cómo reaccionó usted?
-Comparar su reacción a la de David cuando Saúl le dijo: “No podrás tú ir… porque eres muchacho”.
6. Según el ejemplo de Ezequías, ¿cuáles son las tres condiciones para alcanzar el siervo joven gloria y honra?
7. Hacer una lista de las obras que realizó el rey Josías teniendo él solo veintiséis años de edad.
8. Hacer una lista de obras semejantes que usted, como siervo joven, haya podido realizar a favor de la iglesia y de la humanidad.
9. Según el ejemplo de Daniel, Shadrac, Mesac y Abednego, ¿cuáles son las condiciones para lograr un ministerio espiritual de gran alcance y éxito?
10. ¿Cuál fue la única etapa de ministerio espiritual que conoció Jesucristo?
11. ¿Por qué debemos aprovechar cada etapa de ministerio espiritual?
12. Definir el “espíritu” que capacitó a Timoteo para la magna obra espiritual que logró durante su vida terrenal.
13. ¿Cuántos de los atributos que brillaban en Timoteo tiene usted?
14. Tratándose del vigor mental, ¿qué porcentaje de sus poderes intelectuales está usted aprovechando al máximo?
15. Hacer una lista de las cosas que usted puede y debe hacer como siervo joven para aprovechar más sus poderes intelectuales en las obras del Reino.
16. ¿Cuáles son cuatro “herramientas” que el siervo joven puede adquirir para efectuar ministerios más productivos?
17. ¿Qué visión tiene usted de su futuro “radio de acción e influencia”?
18. ¿Qué significa la “relación Pablo – Timoteo”?
19. ¿Cuál es la mejor manera de acumular un tesoro de experiencias instructivas?
20. ¿Cuáles son las evidencias que comprueban que usted está aplicando satisfactoriamente la exhortación “instes… fuera de tiempo” en sus ministerios actuales?
21. ¿Cuál es el “dividendo” que endulza aún más la victoria de los demonios cuando logran incapacitar espiritualmente al siervo joven?
22. Apuntar y definir, dando ejemplos, las características y las acciones del siervo joven “vanaglorioso”.
23. Escribir un comentario detallado sobre 2 Corintios 10:12-18, dando ejemplos de siervos que se alaban a sí mismos.
24. Explicar cómo aplicará usted en sus futuros ministerios el concepto de estimar “a los demás como superiores a él mismo”.
25. ¿Cómo puede usted evitar morir “comido de gusanos”?
26. Definir “oportunista” y “asalariado” en el contexto espiritual de este estudio, dando ejemplos de personas seculares y de personas religiosas (sin mencionar nombres) que ejemplifiquen este tipo de mentalidad y conducta.
27. ¿Cuáles son las medidas que el siervo joven puede tomar para evitar caer preso de motivaciones mundanas y egoístas?
28. ¿Qué opina usted del consejo del demonio “Fortunato Oportunista” al decir él: “Saca todo el tiempo necesario preparándote para otro oficio o profesión por si acaso perdieras el sostenimiento”?
29. Si conoce usted a algún “asalariado” u “oportunista” en los ministerios de Dios, anotar (sin mencionar nombres) las palabras y acciones que lo delatan como tal.
30. ¿Qué opina usted del siervo joven que se ingresa en algún instituto bíblico con el propósito primordial de conseguir ingresos o a una compañera? ¿Conoce usted a “obreros” de esta categoría?
31. Definir las motivaciones puras que deberían impulsar al siervo a matricularse en un instituto bíblico, y también las motivaciones secundarias aceptables.
32. “Impulso Carnal” dice: “Sepárate y cásate con la Florecita soñada. No tienes que dejar tus ministerios. Puedes mudarte lejos a otra provincia o a otro país donde no conozcan tu historial, y seguir predicando”. ¿Qué opina usted acerca de su consejo?
33. Anotar tres medidas que usted puede tomar para resistir a “Impulso Carnal”.
34. ¿Qué significa para usted “maquinaciones pasionales de la mente carnal”?
35. Definir “escepticismo” y “ateísmo”, explicando las diferencias entre los dos conceptos.
36. ¿Qué cosa es la “Escuela de la alta crítica”?
37. Distinguir entre la “evolución darwiniana” y la “evolución teísta”.
38. ¿Se considera usted debidamente capacitado para refutar convincentemente todas las críticas que “Escepticismo” lanza contra Dios y la Biblia?
39. ¿Por qué tiene “Escepticismo” más éxito con los siervos “intelectuales” o “eruditos” que con los hermanos de menos preparación académica?
40. ¿Está usted dispuesto a estudiar muchísimo con el propósito de eliminar toda duda y tener convicción propia? ¿Dónde podrá usted conseguir los recursos para estudios de esta naturaleza?
41. ¿Es la fe que tiene usted en la actualidad una “fe heredada” o una “fe muy personal suya”? ¿Qué evidencias sostienen su respuesta?
42. ¿Lucha usted con “armas prestadas” o con sus propias armas?
43. ¿Qué entiende usted por “autonomía personal”?
44. ¿Conoce usted a siervos jóvenes que siguen el consejo del demonio “Solitario Guerrero”? Dar ejemplos. Describir sus actitudes y acciones.
45. ¿Qué entiende usted por la expresión “su valentía… no es recta” (Jeremías 23:10)? ¿Cómo aplicará usted esta enseñanza a sus propias actitudes y obras en el Reino de Dios?
46. Explicar las tres frases: “Independizarse prematuramente”, “como resbaladeros en oscuridad” y “comer ajenjos”, aplicando estas enseñanzas a sus propios ministerios.
47. ¿Se mantiene usted en comunión estrecha con los demás siervos del Señor, particularmente del área donde trabaja usted en la obra de Cristo? ¿De qué manera?
48. ¿Qué significa para usted la exhortación en Hebreos 13:7, la que dice: “Considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe”.
Servidores de Dios ocupados en obras espirituales durante la Segunda Etapa
de su vida y ministerios.
(a) Según estudios y encuestas al respecto, muchas personas de mediana edad sufren crisis emocionales y mentales. Estas causan, a su vez, ataques cardíacos, particularmente en los varones cuarentones, cáncer, depresión aguda y otras enfermedades graves, aun la muerte en algunos casos.
(b) Los siervos de Cristo no estamos completamente exentos a este tipo de crisis emocional o mental. Bien que no seamos "del mundo", Dios aún no nos ha quitado del mundo (Juan 17:13-15), y consiguientemente, vivimos también en este mismo mundo lleno hasta desbordarse de presiones y estrés. Además, a muchos de nosotros "nos agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias" (2 Corintios 11:28), y por la obra apremiante de proclamar el evangelio puro “por todo el mundo” (Marcos 16:15-16). Así que, lo indicado es prepararnos mental y espiritualmente, con antelación, para enfrentar y vencer las crisis emocionales y mentales, las que, en ocasiones, nos envuelven tal cual nubes de tormentas, con sus vientos, relámpagos y truenos espantosos.
(c) Querido siervo de mediana edad, para usted, estas cuatro horas de la Segunda Etapa son, en el “Reloj de ministerios”, las “horas altas” del día. No deje, pues, que el sol intenso y candente de medio día le ciegue o debilite, agotándole física, emocional, mental y espiritualmente. No permita que el calor del medio día sancoche su intelecto, ni que los rayos ultravioletas alteren su cordura. Cotejando muy a menudo el funcionamiento de su mente, si la encuentra errática en algún momento, si se siente usted atontado en espíritu, como atisbando fantasmas efímeros de locura emocional, nuestro humilde consejo es que ¡procure usted de inmediato cobijarse en la sombra refrescante del Altísimo y que beba mucha agua del manantial de vida! Así, podrá alejar de su vida al “demonio” Hormono Loco, con todas sus maquinaciones maquiavélicas, manteniendo usted mismo el control de su vida, siempre contando con la ayuda del Señor, pidiéndosela continuamente en oración.
“Buenos ministros de Jesucristo”
Tema 1
“Cinco etapas en la vida y los ministerios de los siervos de Dios”
Parte 2 (de 3)
“Segunda etapa: desde los treinta y cinco años de edad hasta los cincuenta y cinco”
Preguntas y ejercicios
(El maestro de estos estudios tiene la opción de utilizar a su discreción estas “Preguntas y ejercicios, bien sea para hacer preguntas durante la presentación de la lección o para ampliar las distintas enseñanzas traídas. Además, para dar exámenes o hacer asignaciones adicionales.)
1. ¿Cuáles años abarca la “Segunda etapa en la vida y en los ministerios del siervo de Dios?
2. ¿Qué significa para usted “un carácter íntegro”?
3. Definir los términos “dinámico, positivo y de gran empuje” en la expresión “un espíritu dinámico, positivo y de gran empuje”. De conocer usted a siervos que tienen tal espíritu, identificarlos, describiendo sus actitudes y ejecutorias.
4. Anotar algunas diferencias entre un “aprendiz” y un “obrero experimentado”.
5. ¿Por qué es la “Escuela de la Experiencia” una de las mejores?
6. Explicar cómo el siervo del Señor puede ser “confiado” y a la vez “humilde”. Buscar en el Nuevo Testamento ejemplos de tales siervos. Buscar y apuntar textos donde se enseña el atributo de “confiado”.
7. Identificar algunas de las “actitudes sanas” que el obrero experimentado demuestra hacia todos los demás seres humanos y aun hacia las cosas inanimadas o situaciones difíciles que surgen.
8. ¿Cuáles son algunos atributos del siervo experimentado que inspiran respeto y confianza?
9. ¿Acaso inspira usted “respeto y confianza” en las personas que le conocen? Apuntar algunas evidencias que sostienen su evaluación.
10. En el contexto de las obras espirituales del Reino de Dios, ¿qué concepto tiene usted de su propio cuerpo físico?
a) ¿Qué medidas toma usted para cuidar adecuadamente de su cuerpo físico?
b) ¿Qué opina usted del siervo que descuida a su propio cuerpo, o lo abusa?
c) ¿Cómo abusan a su cuerpo físico algunos siervos del Señor?
d) ¿Qué implican los descuidos o abusos en cuanto a la disciplina personal y espiritual?
11. Definir “apogeo” en el contexto de estos estudios.
12. ¿Hasta qué medida tiene usted “todos los poderes”?
13. De conocer usted a algún “diestro sembrador, cultivador y cosechador espiritual”, describir sus actitudes y actividades. Luego, explicar cómo estas impactan la ejecutoria de “sembrar la buena semilla del evangelio”.
14. Encontrar en el Nuevo Testamento el texto sobre la “lluvia temprana y la tardía”, explicando y aplicando esta enseñanza a la obra de los siervos del Señor que ministran en el día de hoy.
15. ¿Está usted cosechando almas para Dios o meramente estudia y teoriza sobre cómo hacerlo?
16. ¿Cuánta semilla espiritual ha sembrado usted?
17. ¿Cuánta maíz cosecha el agricultor que siembra poca semilla de maíz?
18 ¿Cuánto tiempo tardan los árboles frutales en crecer, madurar y producir frutos? Dar ejemplos. Aplicar estas leyes de la naturaleza a la producción de frutos en el Reino de Dios.
19. En términos espirituales, ¿es usted un “chef maestro” o un mero cocinero mediocre?
a) ¿Sirve usted siempre más o menos el mismo “plato espiritual”?
b) ¿Le gusta comer el mismo plato día tras día?
c) Al oyente medio, ¿le satisface oír los mismos temas repetidos una y otra vez con poca o ninguna variación? Aplicar su respuesta a sus propios mensajes y estudios o clases bíblicas.
20. ¿Conoce usted a siervos que “se conforman con resultados de pobre calidad” cuando de la confección de estudios y mensajes se trata? Describir la calidad o efectividad de los ministerios de “siervos que no se esmeran para mejorar y variar sus aportaciones”.
21. Dar ejemplo de un mensaje o estudio “crudo”.
22. ¿Cuáles son algunas de las “moscas” que dañan los platos ofrecidos por siervos negligentes e inexpertos en la preparación y presentación de estudios y mensajes?
23. ¿Qué clase de “pan espiritual” suele servir usted a las almas hambrientas que se le acercan en busca de alimento para su espíritu?
24. ¿Cuáles son algunos “postres” espirituales que usted puede ofrecer a las almas?
25. En lo concerniente a las obras del Reino de Dios, ¿cuál es el “lema” suyo?
26. ¿Aseguran nuestras victorias del pasado que siempre triunfaremos en el futuro? ¿Por qué?
27. Definir “hormonas”, dando ejemplos.
28. Anotar algunas evidencias de las que señalan cambios en la cantidad o efectividad de hormonas en el cuerpo humano, tanto del varón como de la mujer.
29. ¿Debe el cristiano estar pendiente a los cambios en las hormonas de su cuerpo físico? ¿Por qué?
30. Anotar tres “pensamientos locos” que comúnmente experimentan algunos siervos de mediana edad.
31. ¿Conoce usted a siervos del Señor que han abandonado el ministerio espiritual, tomando algún empleo u oficio secular? De responder en lo positivo, anotar ejemplos, indicando su edad y el número de años en el ministerio al hacer ellos el cambio.
32. ¿Conoce usted a parejas cristianas que se han separado o se han divorciado después de veinte años, o más, de vida matrimonial? Si tiene conocimiento personal de algún caso de esta naturaleza, describir el comportamiento de las personas afectadas previo a su separación. ¿Acaso evidenciaban cierto grado de “locura emocional o sexual”? ¿A causa de qué?
33. ¿Qué puede hacer el siervo del Señor para controlar sus emociones, pensamientos e impulsos cuando estos son alterados por fluctuaciones naturales en las glándulas del cuerpo físico?
34. ¿Qué quiere decir “cuestionar su propia cordura mental”?
35. ¿Conoce usted a siervos del Señor que se han vuelto “confusos, inseguros y vulnerables” a causa de inestabilidad emocional y mental?
a) ¿Cómo acostumbran hablar y actuar tales personas?
b) Anotar las consecuencias de semejante estado para el matrimonio, la familia y los ministerios en la iglesia.
36. Definir “estrés”.
-Tratándose de las obras de la iglesia del Señor, ¿cuáles son algunas causas principales de estrés en predicadores, ancianos o maestros?
37. En el contexto de este tema, explicar las implicaciones del vocablo “agolpa”, y también el significado de la expresión “la preocupación por todas las iglesias”.
a) ¿Siente usted “preocupación por todas las iglesias”, o acaso solo por la que le provee sostenimiento?
b) ¿Por qué preocuparse “por todas las iglesias”?
c) ¿Cómo reaccionan su mente y cuerpo físico a esta “preocupación”? ¿Dolor de cabeza, insomnio, indigestión, úlceras, cansancio excesivo, pesadez de espíritu? ¿Qué puede usted hacer para sobreponerse a estas reacciones y seguir adelante?
38. ¿Alguna vez han cruzado por su mente pensamientos semejantes a los que trae el demonio “Harto Cansado”?
39. ¿Se ha dejado usted llevar por sus consejos en algunas etapas de su vida y ministerio?
40. ¿Conoce usted a siervos del Señor que han seguido los consejos de “Harto Cansado”? ¿Qué hicieron?
41. ¿Qué tipo de “instrumento” en las manos de Dios es el siervo inmovilizado? ¿Acaso figura usted en la categoría de “siervos inmovilizados”?
42. ¿Cuántas horas dedica usted cada día a la obra del Señor?
43. ¿Conoce usted a siervos de mediana edad que producen más que los siervos jóvenes?
44. Identificar algunos factores que bien pueden capacitar al siervo de mediana edad de manera tal que produzca más el joven.
45. Definir “quemado” en el contexto de ministerios espirituales.
46. ¿Ha experimentado usted esta condición de sentirse “quemado”? ¿Cuáles sentimientos o estados de ánimo dilataban la condición?
47. En el contexto de esta lección, ¿qué quiere decir “leña y tizones a medio apagar”?
48. ¿En qué texto de la Biblia se encuentra el consejo del Espíritu Santo para los “quemados” y qué dice el texto?
49. ¿Suele usted utilizar siempre el mismo formato, la misma fraseología y las mismas ilustraciones? ¿Le convendría variar? ¿Por qué?
50. ¿Se considera usted capaz de desarrollar nuevos materiales con nuevos enfoques y nuevas formas de presentarlos? ¿Qué se requiere para lograrlo?
51. ¿Cuáles pasos puede tomar usted para ensanchar el horizonte de su mente y espíritu?
52. ¿Acaso ha sentido usted ser “menospreciado” alguna vez? De responder en lo positivo, identificar y anotar los pensamientos y sentimientos que embargaron su mente y corazón.
53. En el contexto de esta enseñanza, ¿cuáles son dos verdades que sirven para siempre fortalecernos y confortarnos?
54. ¿Conoce usted personalmente a Doña Dejadez Pesada?
a) ¿Cuáles son los rasgos que la identifican acertadamente?
b) ¿Qué significa el nombre de ella “Dejadez”?
c) ¿Qué implica su apellido “Pesada”?
55. Nombrar algunas de “las cosas bellas y sagradas” que Doña Dejadez Pesada daña y destruye.
56. Describir los medios que usted mismo emplea con éxito para alejar a Doña Dejadez pesada de las congregaciones.
h) El Hermano Hugo McCord cuenta con más de noventa años de edad, y sigue produciendo estudios escritos de admirable precisión y contenido.
“Buenos ministros de Jesucristo”
Tema 3
“Cinco etapas en la vida y los ministerios de los siervos de Dios”
Parte 3
“La Tercera etapa, la Cuarta y la Quinta”
Preguntas y ejercicios
(El maestro de estos estudios tiene la opción de utilizar a su discreción estas “Preguntas y ejercicios, bien sea para hacer preguntas durante la presentación de la lección o para ampliar las distintas enseñanzas traídas. Además, para dar exámenes o hacer asignaciones adicionales.)
1. ¿Qué significado da usted al hecho de que Jesucristo llama a las tres y a las cinco de la tarde?
2. ¿Por qué es importante animar a las personas de edad a entrar y trabajar en la viña del Señor?
3. ¿Cuán grande es el “depósito” suyo en el banco celestial?
-¿Qué puede hacer usted para aumentarlo?
4. ¿Qué significa para usted deleitarse el siervo maduro “en su firmeza y su estabilidad”?
-¿Es correcto que lo haga o arriesga sufrir un debacle espiritual por sobreestimar su firmeza y compromiso (1 Corintios 10:12)?
5. Definir los términos “sereno, ecuánime e virtualmente imperturbable” como aplicados al espíritu del siervo maduro.
-¿Conoce usted a obreros del Señor que proyectan estos atributos? Identificarlos, describiendo sus actitudes y conducta.
6. ¿Cuáles son algunos de los “nuevos torbellinos de inmoralidad” desatados durante los tiempos que vivimos?
-¿Cómo reacciona usted al contemplarlos?
7. ¿Conoce usted a “grandes líderes” que hayan abandonado “la fe una vez dada a los santos”?
-¿Cómo reaccionó usted a ellos al conocerlos y saber de su fracaso?
8. ¿Cuáles son algunas de las grandes controversias que inquietan y dividen nuestra hermandad en la actualidad?
-¿Cómo afecta estas controversias a su estabilidad espiritual o su estado de ánimo?
9. ¿Qué clase de “resignación” es mala y contraproducente?
10. ¿Qué significa para usted personalmente la enseñanza de Hebreos 6:10?
11. Según las encuestas, ¿cuándo alcanza la sabiduría su nivel más alto en el ser humano?
-¿A usted cuántos años le faltan para alcanzar referido nivel?
12. ¿Por qué no debemos tener “en poco” a los siervos de mayor edad que brillan en el Reino de Dios?
13. Definir “cenismo”.
14. ¿Conoce usted a obreros del Señor afligidos por el demonio del “Cenismo”?
-Si sabe por qué se volvieron cínicos, anotar las razones.
-¿Cómo afecta el cenismo el contenido y el tono de sus mensajes?
15. ¿Es dotado de sabiduría todo siervo mayor de edad?
-¿Por qué no hay sabiduría en algunos siervos mayores de edad?
16. ¿Conoce usted a siervos del Señor que se han vuelto “indiferentes” hacia sus propias obras pasadas o presentes?
-¿Cómo hablan y actúan?
17. ¿Conoce usted a siervos del Señor que se han tornado “amargos”?
-¿Cómo hablan y actúan?
18. ¿Qué medidas puede usted tomar para resistir hasta el fin de sus días los tres demonios hermanos “Cenismo”, “Indiferente” y “Amargura”?
19. ¿Conoce usted a siervos del Señor presos del demonio “Superior Orgullo”?
-¿Cómo se expresan y actúan?
20. ¿Cómo iluminan nuestros cielos los hermanos de edad avanzada que se mantienen fieles y cerca del Señor?
21. ¿Conoce usted a siervos mayores de edad que han realizado obras notables durante los últimos años de su vida? Identificarlos, describiendo concisamente sus hazañas.
22. ¿Hasta cuándo debe seguir activo y productivo el siervo del Señor?
23. ¿Cuándo y cómo debe darse de baja el siervo en lo concerniente a los ministerios del Reino?
24. ¿Conoce usted a siervos del Señor que todo lo han echado a perder en los últimos días de su vida y ministerio?
-Describir lo que hicieron.
-¿Qué puede usted hacer para evitar cometer el mismo error?
"¿Evangelista, anciano (obispo) o el ministro de una iglesia local?"
I. Introducción:
A. Salutación.
B. Tema: "¿Evangelista, anciano (obispo) o el ministro de una iglesia local?"
C. Los vocablos principales definidos:
1. "Evangelista" es un término bíblico. Dios mismo capacitó a algunos varones de la iglesia primitiva para que desempeñaran el papel de evangelista. "Y él mismo constituyó... a otros evangelistas" (Efesios 4:11). "Haz obra de evangelista" (2 Timoteo 4:5), exhorta Pablo a Timoteo.
a) “Evangelista” se deriva de "ángel". De hecho, el nombre "ángel" está encerrado en la palabra ev(angel)ista. "Ángel" significa "mensajero".
b) Según nuestras observaciones, el uso del distintivo "evangelista" no es muy común en el lenguaje de los miembros de la iglesia de Cristo. ¿Por qué será?
(1) Quizás porque haya comparativamente pocos verdaderos "evangelistas" entre nosotros.
(2) O tal vez por temer que nos identifiquen con los falsos "evangelistas" sectarios de renombre tales como Luis Palau, Yiye Ávila y Jimmy Swaggart.
2. "Anciano." Es decir, "obispo" o "pastor" de una iglesia local. Pablo y Bernabé "constituyeron ancianos en cada iglesia" (Hechos 14:23). Este patrón de una pluralidad de "ancianos" en cada congregación es ampliamente comprobado por otros textos bíblicos tales como Hechos 11:30; 15:2; 20:17-28; Filipenses 1:1 y Tito 1:5.
3. "Ministro" es un término bíblicamente aplicable a todo aquel, tanto a mujeres como a hombres, que administra cualquier gracia de "la multiforme gracia de Dios" (1 Pedro 4:10-11). El uso inspirado del distintivo se puede apreciar en los siguientes versículos: "Ministros competentes de un nuevo pacto" (2 Corintios 3:6); "Serás buen ministro de Jesucristo" (1 Timoteo 4:6).
a) La identificación “ministro” es muy común entre los miembros de la iglesia de Cristo.
b) Con todo, nuestra apreciación personal es que muchos cristianos no lo utilizan bíblicamente sino más bien como "título religioso" que identifica un puesto eclesiástico equivalente al del "pastor" en las iglesias fundadas por los hombres.
(1) Pensamos no fallar al observar que para la mayoría de los miembros de la iglesia de Cristo "ministro" no es sinónimo de "evangelista".
(2) Podemos discernir su uso particular entre nosotros en la frase popular: "El ministro de la iglesia". "El hno. Estéfanas es el ministro de la Iglesia en tal lugar".
(a) Al decir que el hno. Estéfanas es "el ministro" de la iglesia, se implica, a pesar de no haber la intención de hacerlo, que él es el "único" que ministra en la congregación.
(b) En realidad, para muchos de la iglesia del tiempo presente, si bien no para casi todos, "el ministro de la iglesia" es, efectivamente, la persona que administra la iglesia, que está frente a la iglesia, el "pastor", "la máxima autoridad", que es el "jefe", el "presidente" de la iglesia, el "director", la persona "responsable" y prácticamente la "cabeza" de la iglesia local, el que hace y deshace. No faltan miembros que emplean algunos de estos distintivos para identificarlo.
(3) Surge la interrogante: ¿en qué difiere tal “ministro” de un "pastor" pentecostal, adventista o bautista?
(a) Su puesto, sus funciones y sus poderes son más o menos los mismos.
(b) Su mentalidad en lo que concierne a la congregación es la misma.
(c) El concepto que la feligresía tiene de él es el mismo.
(4) ¿Cuántos de los presentes para esta conferencia se identifican a sí mismos como "el ministro" de una iglesia particular local? “Yo soy el ministro de la iglesia en tal lugar.”
D. Ya nos metimos en "El Bosquecito de Asuntos Controversiales", ¿cierto? Este servidor no duda de que algunos puntos de esta conferencia resulten inquietantes y conflictivos para algunos oyentes. Rogamos que tengan presente durante toda la presentación nuestro propósito primordial y muy sincero: edificar. No quisiéramos herir jamás en su espíritu a ninguno de ustedes, mis amados consiervos muy respetados en el Señor. Solo deseamos EDIFICAR. Opinamos que nos conviene explorar estos temas con el ánimo de entender y poner por obra los verdaderos ministerios de Dios. Seguramente, ninguno de nosotros quiere cambiar los ministerios establecidos por Dios en su iglesia. Al contrario, la meta y el empeño de todo buen ministro de Jesucristo es ser completamente competente, funcionando de acuerdo con las pautas autorizadas por Cristo, el mejor de los "buenos ministros". Solo así podremos efectuar ministerios eficaces y fructíferos para mayor beneficio de la iglesia y de la humanidad que necesita urgentemente de Dios.
E. Tanto para el progreso de la iglesia como para la evangelización de las masas perdidas, es importantísimo que usted, estimado oyente (lector) defina su posición espiritual exacta en el Reino del Señor. ¿Qué quiere ser? ¿Qué función principal pretende desempeñar?
1. ¿Quiere ser "evangelista"?
2. ¿Quiere ser "anciano", o sea, "pastor" u "obispo" de una iglesia local?
3. ¿Se proyecta a sí mismo en su propio corazón como "el ministro" de una iglesia local? ¿Pretende desempeñar en una iglesia local el mismo papel que desempeña un "pastor" denominacional en su congregación?
4. En cuanto a este servidor, desde mi juventud he querido ser evangelista. Y, ¿qué significa esto para mí? Es sencillo: predicar y enseñar en campos donde no se hubiese anunciado la "sana doctrina", poner el buen fundamento donde ningún otro lo hubiese puesto y establecer congregaciones nuevas, organizándolas bíblicamente.
a) En Aruba, Antillas Holandesas y en Puerto Rico he tenido la enorme satisfacción de ver mi sueño cumplido en parte.
b) ¿Qué papel desempeño en el Reino de Dios? Principalmente, el de "evangelista".
c) ¿Desempeño el papel de "ministro"? Desde luego que sí ya que predico y enseño la Palabra, pero ¡nunca me presento como "el ministro" de alguna iglesia local particular.
(1) Muchos hermanos que tienen algún conocimiento de nuestra obra me asocian con la congregación en Bayamón, Puerto Rico. Deseo aclarar que nunca he sido ni soy "el ministro" de referida iglesia.
(2) Soy "el evangelista" que la estableció y sigo trabajando para organizarla bíblicamente con ancianos y diáconos.
(3) En la actualidad, soy uno de seis administradores de la congregación, conforme a las normas asentadas en 1 Corintios 16:15-19.
(4) El Padre celestial me ha concedido el honor y la dicha de trabajar en el establecimiento de veinticinco congregaciones en Puerto Rico, siendo la de Bayamón una de ellas.
d) Referente a los distintos ministerios, sin lugar a dudas el siervo del Señor puede desempeñar más de un papel espiritual a la vez.
(1) Pedro era apóstol, y "anciano" de una congregación local (1 Pedro 5:1-4).
(2) Pablo era apóstol, profeta y maestro (Hechos 13:1).
(3) Guiado por estos ejemplos, este siervo tiene el derecho de desempeñar simultáneamente más de un papel en la obra de Dios, como también usted. ¿Qué me impide? De reunir los atributos necesarios y disponer del tiempo, bien puede el siervo de Cristo servir a una iglesia local en la capacidad de "anciano", y, a la vez, hacer la "obra de evangelista". ¿Por qué no?
(4) Lo importante es definir los distintos roles para los cristianos con quienes y para quienes trabajo, entendiendo perfectamente los deberes y la autoridad que atañen a cada rol.
II. Evangelista. El primer rol que estudiamos detenidamente es el de "evangelista".
A. ¡Quisiera poder examinar la cabeza de un verdadero evangelista, mirarla y tocarla! ¿Está presente algún verdadero evangelista?
1. El "cráneo" del verdadero evangelista no presenta anomalías. No hay protuberancias extrañas ni chichones que sean síntomas de serias enfermedades espirituales por dentro.
2. No me interesan el tamaño ni la forma de los oídos (que si tan grandes como los de un elefante o tan pequeños como los de un gato), ni cómo es el cabello (que si lacio o risado), ni qué tipo de nariz (que si perfilada o no).
3. En cambio, me interesan sí los "ojos" porque los ojos son, como dicen, "las ventanas del alma". En los ojos del verdadero evangelista se ven destellos de seriedad, de preocupación por las almas, de sabiduría espiritual, de determinación y de serenidad.
4. También prestamos cierta atención a la "boca", ya que en no pocas personas la boca descubre o dilata el tipo de espíritu que opera en el cerebro.
a) Por ejemplo, los labios que dibujan la letra "U" invertida suelen indicar un espíritu quizás muy negativo, deprimido, pisoteado, derrotado.
b) Los labios bien delgados y comprimidos evidencian en algunas personas un espíritu demasiado tenso o frío, con la salvedad de que en los mayores esta condición indique acaso nada más que los estragos comunes del tiempo.
c) En cambio, los labios que a menudo enseñan una sonrisa sana suelen ser indicativos de un espíritu básicamente positivo y gozoso.
B. Para conocer íntimamente la mente del verdadero evangelista, sería preciso meternos dentro de su cabeza. Pues, ¡hagámoslo! Vamos a achicarnos como por acto de magia. Nos transformamos en unos seres humanos diminutos, introduciéndonos en las distintas recámaras de la mente del hermano "Tito Competente Evangelista". Visualicemos la mente del hno. Tito como un grupo de "recámaras" interconectadas. Estas "recámaras" no son limitadas en su tamaño por el cráneo físico. Al contrario, pueden ser grandes, medianas o chiquitas, determinadas sus dimensiones por la cantidad de conocimiento, entendimiento, sabiduría, experiencia, visión, etcétera, de cada hermano. Pueden ser tan estrechas e incómodas como un pequeño armario o ¡tan amplias como la verdad de Dios en sus múltiples y extensas facetas, como el Reino (la iglesia) en todas sus proyecciones y misiones! Veremos. Entremos de una vez en las "recámaras" de la mente del hno. Tito Competente Evangelista. ¿Cuán amplias serán? ¿Qué cosas encontraremos que comprueben la identidad espiritual del hno. Tito?
1. "La primera recámara." ¡Está atestada, llena hasta las paredes, de almas! ¡De multitudes de almas perdidas y sin esperanza! La palabra "¡Salvar!" aparece repetidas veces en las paredes, el techo y el piso de esta recámara, flotando entre las almas y encima de ellas.
a) Entendemos que este es el cuadro que el hno. Tito, como verdadero evangelista, está viendo constantemente en su mente.
b) En su cerebro y en su espíritu, estas masas de almas sin pastor y sin esperanza figuran en primer plano.
c) Son el foco de la concentración mental y espiritual, de los pensamientos y de las preocupaciones, de este auténtico evangelista de Dios.
d) ¡Jamás puede obviarlas u olvidarse de ellas! Siempre están delante de sus ojos y conmueven su conciencia sensible.
e) "¡Salvarlas! ¡Salvarlas! ¡Salvarlas!" Este es su deseo ferviente, su misión prioritaria y su meta principal en la vida.
f) Amado siervo del Señor, ¿qué hay en la primera recámara de su mente?
2. "La segunda recámara." Al entrar en la segunda recámara, vemos un globo del planeta Tierra y congregaciones en todos los países.
a) El verdadero evangelista conoce cuán grande es la tierra y cuántos billones de seres la habitan. Su visión no se limita a un solo pueblo ni a un solo país sino abarca todas las naciones del mundo. Inspira su visión la gran comisión: "Id y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).
b) Visualiza congregaciones de santos en todas las ciudades, los pueblos y las aldeas del mundo entero.
c) Desea fervientemente que las fronteras del Reino de Dios se extiendan por toda la tierra, proyectándose el hno. Tito Competente Evangelista a sí mismo entre los evangelistas que están abriendo paso, ensanchando el Reino. Es decir, en su mente ¡él está al frente, en la vanguardia! Y, ¡no solo en su mente sino en realidad, él está en el frente de batalla porque es evangelista práctico y trabajador, no mero soñador! ¡No mero "observador"! Él no es "evangelista" de nombre, nada más, sino de hecho y en verdad.
3. "La tercera recámara." Esta es la "Recámara de las prioridades espirituales y materiales". Al entrar, nos llena la vista la representación del Reino de Dios crecido y poderoso que ocupa casi todo el espacio de esta recámara.
a) De inmediato, comprendemos que el crecimiento del Reino de Dios es de suprema importancia para este evangelista. No cabe duda, el hno. Tito pone la iglesia y su misión primordial de evangelizar muy por encima de todas las demás cosas (Mateo 6:33).
b) Salario, casa, automóvil, plan de salud, vacaciones, pensiones, etcétera, simplemente no figuran entre sus prioridades más importantes. Todas estas cosas están en un segundo plano.
c) ¡Ni siquiera su propia familia es primero! La ama y cuida de ella como buen esposo y padre, pero para él ¡Dios y el Reino son primeros! ¿No concuerda esto con lo que enseña Cristo en Mateo 10:34-37, no solo para el evangelista sino para todo discípulo verdadero? "El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí." Y, en Lucas 18:29-30. "No hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna."
4. "La cuarta recámara." Esta es designada como la de la "Responsabilidad hacia las almas convertidas". En un pendón con letras bien grandes el hno. Tito declara su META: recoger las almas convertidas en congregaciones, nombrando ancianos y diáconos en cada congregación conforme al patrón establecido en Hechos 14:23.
a) Siendo un obrero bien sistemático y cumplidor, el hno. Tito Competente Evangelista no estará completamente satisfecho con su obra hasta no lograr su meta.
b) Sabe que hasta no lograrla, a su "Certificado de Verdadero Evangelista" le faltará un SELLO importante, a saber, el de oro que lee: "Estableció ancianos y diáconos en las iglesias".
c) Estimado hermano evangelista, ¿trae su "Certificado" este "Sello de Oro" con las palabras: "Estableció ancianos y diáconos en las iglesias"? Si no lo tiene, cabe preguntar por qué. ¿Está usted seguro de estar cumpliendo debidamente con todos los deberes de "verdadero evangelista"?
5. “La quinta recámara." Al entrar, vemos una escena bien interesante y significativa: el hno. Tito se visualiza como evangelista que enciende las ANTORCHAS de hermanos idóneos, los que a su vez se transformarán en evangelistas competentes.
a) Él los escoge y comparte con ellos el aceite de su propia antorcha, es decir, todo el conocimiento que ha adquirido y todas las experiencias aleccionadoras que ha vivido. Al hacerlo, ¡milagrosamente no se disminuye el suministro de aceite en su propia antorcha!
b) Escuchamos en esta recámara una GRABACIÓN que dice: "La obra del Reino ha de continuarse y expandirse. Para ello, es mi deber seleccionar y adiestrar a otros hermanos que sean idóneos para el ministerio del evangelismo". Se trata de un mensaje que el mismo hno. Tito ha grabado en su mente, repítiéndoselo con frecuencia. Obviamente, para él este mensaje repetido sirve como medio de recordatorio constante. Es evidente que el hno. Tito, como todo buen evangelista, está siguiendo el consejo de Pablo en 2 Timoteo 2:2 donde el apóstol exhorta a Timoteo: "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros".
6. "La sexta recámara." Al adentrarnos en la sexta recámara, respiramos un ambiente de serenidad, seguridad y sosiego. Todo indica que aquí el hno. Tito se refugia de las presiones de la vida para darle descanso a su espíritu, comulgar con Dios y renovar fuerzas.
a) Aquí lo vemos en actitud de oración.
b) También lo vemos en actitud de meditación. En esta posición, él está rodeado de hermosos cuadros que le recuerdan de cómo debe ser el "Yo" del verdadero evangelista. Las palabras que aparecen en los cuadros son:
(1) "Positivo";
(2) "Competente";
(3) "Diligente";
(4) "Estudioso".
(5) "Confiado":
(6) "Cumplidor";
(7) "Tranquilo";
(8) "Templado".
c) Querido hermano evangelista, ¿hay una recámara semejante en su mente donde su espíritu puede descansar y reponerse?
7. "La séptima recámara." Contrastando marcadamente con la anterior, la séptima recámara es escena de mucha acción. Al adentrarnos, sentimos como la presencia de un espíritu fuerte, dinamico, invencible, impuesto al trabajo y al sacrificio.
a) El hno. Tito Competente Evangelista se proyecta a sí mismo como "Hombre de acción". Predica, enseña, bautiza, adoctrina, organiza, promueve, enlista, y lo hace "a tiempo y fuera de tiempo" (2 Timoteo 4:1-2).
b) Se visualiza pasando largas horas en los ministerios. Se visualiza como impuesto a los desvelos, las inconveniencias y el sacrificio de su tiempo, cuerpo y bienes.
c) También aquí escuchamos una voz firme que expresa el mismo pensamiento una y otra vez. Dice: "Si me hago partícipe de los sufrimientos de Cristo y soy fiel, participaré también en la resurrección para vida eterna. Si él sufrió tanto por mí, me armaré del mismo espíritu, estando dispuesto a sudar y sufrir el Reino" (Filipenses 3:8-11; 1 Pedro 4:1-2).
d) Estimado hno. evangelista, ¿se visualiza usted como "hombre de acción", dispuesto a sudar y sufrir el Reino?
8. "La octava recámara." En esta recámara, captamos la imagen de un soldado de Cristo vestido con toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-18) desplazándose entre varios estandartes. El "soldado de Cristo" es el hno. Tito Competente Evangelista y los “estandartes” desplegados dicen:
a) "Resistid en el día malo y estad firme" (Efesios 6:12-14);
b) "Callad a los falsos hermanos y a los falsos maestros";
c) "Soportad las calumnias y las difamaciones maliciosas";
d) "Sobrellevad a los débiles";
e) "Rescatad a los hermanos que pecan" (Judas 23);
f) "Sufrid penalidades... como buen soldado de Jesucristo" (2 Timoteo 2:3);
g) "Tened mucha paciencia y verá el fruto de vuestras labores arduas".
9. Amado hermano evangelista, ¿tiene usted tal visión de su propia persona como verdadero soldado de Cristo que sabe lidiar "la buena batalla"? (2 Timoteo 4:7).
C. Observamos que todas estas recámaras están interconectadas. Significa que todos los propósitos, metas, aspiraciones, pensamientos y emociones del verdadero evangelista están enlazados los unos con los otros y se fortalecen los unos a los otros, propulsando todos hacia el cumplimiento exitoso de la misión primordial: ¡salvar almas!
D. El recorrido por estas recámaras nos revela la mentalidad sumamente espiritual del verdadero evangelista.
E. Este tipo de mentalidad queda claramente manifestada en la obra y los escritos de Pablo, el más admirado de todos los evangelistas de todos los tiempos. En sus cartas, Pablo abre su corazón para nosotros y podemos ver el contenido precioso de las recámaras de su mente.
1. "Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán. Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros, cuando vaya a España, iré a vosotros" (Romanos 15:18-24). Observamos que Pablo:
a) Quería predicar donde Cristo no se hubiese predicado;
b) Quería predicar "a quienes nunca les fue anunciado" el Cristo;
c) No quería edificar sobre fundamento ajeno, es decir, no deseaba predicar donde otros ya hubiesen puesto el fundamento;
d) Se esforzaba a predicar en nuevos lugares;
e) Se esforzaba tanto que llenó grandes extensiones del Imperio Romano del evangelio de Cristo.
f) Se esforzaba al extremo de poder afirmar: no tengo "más campo en estas regiones".
(1) Queridos hermanos y hermanas, ¿cuánto campo más hay en El Salvador? ¿En Puerto Rico? ¿En México? ¿En Guatemala? ¿En toda la América Latina?
(2) ¿Por qué hay tanto campo sin evangelizar?
(3) ¿Será porque hay pocos, en realidad casi nadie, con la mentalidad evangelística de Pablo?
III. Anciano (obispo, pastor, presbítero). Ahora nos toca estudiar el rol de "anciano".
A. ¡Quisiera poder examinar la cabeza de un verdadero anciano (obispo) de la iglesia!
1. Entre los presentes, ¿hay algún verdadero anciano de la iglesia?
2. ¿No hay ninguno? ¡Qué extraño y desconcertante! ¿Se quiere decir que en congregaciones de 100, 200 ó 300 miembros no hay ni siquiera dos hermanos cualificados para el obispado?
3. Bueno, me siento frustrado. No podré examinar la cabeza de un verdadero anciano.
4. Pero, de todos modos sabemos cómo es su mente. En ella también hay varias recámaras.
B. De nuevo, nos convertirnos en seres humanos diminutos, para entrar en esta ocasión en las recámaras de la mente y del espíritu del hermano anciano que se llama "Presbítero Ovejas Santo". Al visitarlas, estemos pendientes a las diferencias notables que haya entre su contenido y el contenido de las recámaras de la mente del hermano Tito Competente Evangelista.
1. "La primera recámara." Al mirar dentro de la primera recámara de la mente del hno. Presbítero Ovejas Santo, vemos a todos los miembros que componen la iglesia local a la que sirve él de anciano.
a) Él se proyecta, con los demás ancianos de la congregación, como unido permanentemente a esta grey.
(1) En su mente no hay visiones de largos viajes evangelísticos que lo aparten por años de esta iglesia.
(2) Él está puesto por obispo en esta iglesia y ¡aquí se queda! (Hechos 20:28).
b) Con un amor aún más fuerte que el de padre a hijo, el hno. Presbítero contempla fijamente los cristianos a su cuidado.
c) Casi toda su atención, como además casi todos sus esfuerzos espirituales, están concentrados en esta iglesia local. En sus pensamientos, la tiene presente día y noche. ¡Hasta sueña con ella! Se regocija, sufre y llora con ella.
d) La primera recámara en la mente del hno. Tito Competente Evangelista está llena hasta las paredes de almas inconversas. En cambio, la primera recámara en la mente de este buen anciano Presbítero está llena de almas ya convertidas. Notamos los dos enfoques diferentes y comprendemos que se deben a dos ministerios diferentes.
(1) Presbítero desea el obispado y lo ejerce bien. En cambio, Tito desea obrar como evangelista y es competente.
(2) Hermano, ¿qué papel principal desea usted desempeñar en el Reino de Dios? Para el bien suyo y el de la iglesia, es importante que se defina, concentrando sus poderes en el ministerio escogido.
2. "La segunda recámara." Al entrar en la segunda recámara, vemos que es ¡como un gran almacén de alimentos! El hno. Presbítero se visualiza como hábil supervisor, juntamente con los demás ancianos, de este “gran almacén”. Ellos dispensan el alimento espiritual de acuerdo con las necesidades de la grey. Apacientan la iglesia en cumplimiento de la encomienda de Hechos 20:28: "El Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor".
a) En este almacén, ¡hay leche en cantidad! Se trata de la "leche espiritual no adulterada" que desean los "recién nacidos" en Cristo, la leche que les hace crecer "para salvación" (1 Pedro 2:2).
(1) Esta leche no es adulterada con el agua de las falsas enseñanzas.
(2) Esta rica leche no es "de dieta", ¡sin la crema y sin sabor! O sea, ¡la leche que sirven estos ancianos trae todos sus elementos esenciales! No alteran su contenido, su esencia. ¡Ellos ofrecen todas las enseñanzas fundamentales de Cristo con todo su buen sabor y todos sus elementos esenciales! ¡Un mensaje completo para el crecimiento de los nuevos miembros!
b) En este “almacén espiritual”, también encontramos alimentos sólidos en cantidad, y de gran variedad. Este "alimento sólido es para los que han alcanzado madurez" (Hebreos 5:11-14).
(1) Aquí encontramos Biblias con ayudas (como la Thompson), concordancias, diccionarios bíblicos, comentarios, casetes grabados y materiales tales como dibujos y gráficas para ilustrar y adornar.
(2) Haciendo uso de todo lo que tienen a su alcance, los diestros ancianos confeccionan muchos platos suculentos de alimentos sólidos:
(a) Infinidad de mensajes y estudios para los creyentes maduros;
(b) Clases y conferencias para los líderes;
(c) Clases y conferencias para adiestrar a los maestros y las maestras.
3. "La tercera recámara." Aquí, Presbítero se visualiza como fornido luchador que vela por su grey, dispuesto a dar su vida por las ovejas. Se proyecta como en guerra con los "lobos rapaces". Lleva desenvainada "la espada del Espíritu". Pelea contra los "falsos maestros" y los divisionistas. Protégé y defiende a la iglesia local.
4. "La cuarta recámara." En la cuarta recámara, el buen Presbítero se proyecta como organizador, juntamente con los demás ancianos, de cultos, escuelas bíblicas, campañas, conferencias y muchas otras actividades cuyo propósito primordial es la edificación de todos los miembros de la iglesia local.
5. En la mente del hno. Presbítero Ovejas Santo, hay otras recámaras, pero el tiempo no nos permite recorrerlas todas en esta ocasión. Lo que hemos visto ya es suficiente para convencernos que este varón cristiano está bien preparado mental, psicológica y espiritualmente para hacer una obra grandiosa a favor de la iglesia local donde el funciona eficazmente como "anciano".
IV. "El ministro de la iglesia local." El tercer rol que nos toca estudiar es "ministro de la iglesia local".
A. Una vez más, nos convertirnos en seres diminutos para recorrer las recámaras de la mente de un obrero espiritual. En este caso, se trata del hermano llamado "Don Pedro Pastor Dueño", un siervo que tiene más o menos veinticinco años de edad. ¿Qué diferencias habrá entre la mente de Pedro y la de Tito o Presbítero? Estemos pendientes.
B. Con solo mirar su cabeza por fuera, ¡ya nos sentimos preocupados!, pues observamos unas deformaciones, a semejanza de protuberancias y chichones, anomalías que indican graves enfermedades, quizás “tumores de la mente o del espíritu”.
C. Nos acercamos con ciertas reservas y no poco temor a las recámaras de la mente y del espíritu del hno. Pedro Pastor Dueño.
1. "La primera recámara." ¡Cuán grande esta recámara! Por todo lado aparecen imágenes de dinero, cheques, automóviles, aviones, casas, comidas ricas y ropa fina. Escuchamos voces.
a) Una voz dice: "Quiero prepararme bien en materias bíblicas para que me consideren digno de sostenimiento económico. Así, podré echarle mano a todas estas cosas que mi corazón anhela". ¡Es la misma voz del hno. Pedro Pastor! Sentimos el fuerte impulso de responder: "Querido hermano Pedro,...
(1) “Las cosas materiales que ocupan su mente no son malas de por sí”.
(2) “¡Lo malo es que usted piense aprovecharse del noble ministerio espiritual de la Palabra para obtenerlas!"
b) Dentro de esta recámara escuchamos otra voz que dice: "Tengo que pensar en mi familia y en nuestro futuro. Nos hace falta un plan de salud, vacaciones pagadas, un fondo de retiro. Si me preparo bien y logro impresionar a los ancianos de una iglesia rica de esas, quizás todo esto lo consigamos". De nuevo, ¡es la misma voz del hno. Pedro Pastor! Y queremos argumentar con él. "Pero, hno. Pedro, ¡bendito!,...
(1) “No es pecado planificar, en términos materiales, para el futuro. Más bien, es sabio hacerlo, siempre confiando también en el cuidado oportuno que provee Dios.”
(2) “¡Hombre!, lo sorprendente y lo malo es que usted esté fríamente maquinando aprovecharse de la iglesia para asegurar su bienestar material presente y futuro. ¡Eso sí, es malo! ¡Es pecado! ¡Cuidado con su alma!”
c) Con tristeza observamos que en la mente del hno. Pedro Pastor Dueño, lo primero no son las multitudes de almas perdidas, ni tampoco las almas de los miembros de la Iglesia, sino ¡su propia vida carnal y las cosas materiales! Lo primero no es el Reino de Dios sino el reino material.
d) Claramente, la mentalidad ministerial que encontramos aquí es la del "asalariado". A Pedro le convendría estudiar Juan 10:12-13 donde Cristo señala a los asalariados, enseñando que:
(1) ¡Al "asalariado" no le importan las ovejas sino la lana! Al no haber lana, "el asalariado" abandona a las ovejas sin pensarlo dos veces.
(2) De presentarse algún peligro o de volverse difícil el "ministerio", "el asalariado" se huye, abandonando a las ovejas.
(a) Bien se sabe que asimismo actúa el "ministro" que piensa solo "en lo terrenal" (Filipenses 3:18-19).
(b) De no prosperar sus maquinaciones en cuanto al "ministerio" y la iglesia, se da de baja como "ministro de la iglesia", y, aún más: en no pocos casos, ¡se va para el mundo!
e) ¡Qué contraste marcado entre la mente carnal de Don Pedro Pastor Dueño y la mente espiritual de los hermanos Tito Competente Evangelista y Presbítero Ovejas.
2. "La segunda recámara." Al acercarnos a la segunda recámara, nuestro corazón se encoge, latiendo más rápido, pues esta es identificada como la "Recámara de estratagemas para asegurar mi seguridad material". Tenemos la fuerte sensación de estar en un mundo extraño lejos de Cristo y su iglesia. Un mundo lleno de maquinaciones, puro egoísmo e hipocresía. En el mismo centro de esta recámara, está sentada una figura, como de un dios, sobre una pieza sólida de mármol, en el borde de la que están cinceladas las palabras: "Seguridad Material". En derredor de la figura, vemos unas cartulinas, y, con temor en el alma, comenzamos a leerlas. Dicen:
a) "Plan A."
(1) Matricularme en algún “instituto bíblico”.
(2) Prepararme bien y guaduarme.
(3) Durante el tiempo en el instituto, ganarme el cariño de los profesores para que me tengan en cuenta al buscar sostenimiento para los graduados.
(4) Acercarme agresivamente a cualquier "anciano" o "evangelista" extranjero que visite el instituto presentándole mis "planes de evangelizar en determinados lugares", mostrándome muy dispuesto, dedicado y lleno de fervor.
b) "Plan B." De no lograr que me acepten en algún instituto bíblico, me acercaré a cuántos ancianos y evangelistas extranjeros visiten mi país presentándoles la necesidad apremiante de trabajar en équis lugar, detallándoles un plan de acción y ofreciéndome como candidato digno y dispuesto.
c) "Plan C." De fallarme los planes "A" y "B", me arrimaré a una iglesia ya establecida con la idea de ganar su confianza para que me nombre "el ministro" con salario, o al menos con algunos beneficios materiales. Al ponerse algunos a mi favor, pero otros no, manipularé los sentimientos de tal manera que suceda una división entre ellos, nombrándome “ministro” el grupo que se solidariza conmigo, aunque se aparten los demás.
d) "Plan D." Como último recurso, yo mismo estableceré una congregación, enseñándola a sostenerme. Pero sé que establecer una iglesia puede costarme mucho trabajo y hacerla crecer lo suficiente como para sostenerme, ¡me puede costar muchísimo más trabajo! Me pregunto si vale la pena este último plan.
e) Al leer estos "Planes" del hno. Pedro Pastor, nos sentimos acongojados y abrumados de presentimientos tenebrosos. ¿Qué pretende este varón? Su mente y su espíritu están enfermos del maldito "materialismo". Con paso pesado salimos de esta recámara y nos acercamos temblando a la tercera.
3. "La tercera recámara." En la puerta de esta recámara, hay un rótulo que identifica el contenido: "Beneficios adicionales". Pero, amados, ¡no abriré esta puerta! No tengo ganas de seguir adelante examinando las recámaras de esta mente. Quizás haya algunas cosas buenas en las demás, pero las malas ya encontradas son como un cáncer maligno que tarde o temprano devorará las buenas. Nos sentimos temerosos y deprimidos, ¿no? ¡Tanta carnalidad, materialismo, engaño y egoísmo en esta mente! ¡Salgamos de aquí! No queremos contaminarnos.
En definitivo, Pedro Pastor Dueño no tiene "la mente de Cristo" (1 Corintios 2:16). No está "acomodando lo espiritual a lo espiritual" (1 Corintios 2:13) sino lo material a lo espiritual. Su castigo será conforme al sacrilegio que está cometiendo, profanando lo sagrado.
(De haber entrado en la tercera recámara, la habríamos encontrado llena de cartulinas en las que se destacan los supuestos beneficios de ser "el ministro de una iglesia local". Las cartulinas leen:
a) Ser "ministro" con sostenimiento, o al menos con algunos beneficios materiales, es tener una profesión bastante respetable, casi lo mismo como ser "doctor" o "abogado".
b) Ser "ministro" significa estar al frente de una organización de personas. Por lo tanto, se trata de una posición de importancia y de autoridad.
c) Ser "ministro" es tener una profesión suave y vestir bien.
d) Ser "ministro" significa tener la admiración de muchas personas.
e) Ser "ministro" es una profesión noble, ya que el ministro se dedica a socorrer a la humanidad).
V. Conclusión. En esta presentación, los hermanos Tito Competente Evangelista y Presbítero Ovejas Santo tienen mentes limpias, espirituales y bien organizadas. Los dos están preparados para desempeñar papeles bíblicos en la obra del Señor. En cambio, Pedro Pastor Dueño padece de una mente carnal, estando enfermo de espíritu. El rol que éste pretende desempeñar representa peligros serios para la iglesia de Jesucristo.
VI. Algunas exhortaciones y advertencias basadas en los tres roles examinados:
A. Amados, les animo a recorrer y examinar muy objetivamente las recámaras de su propia mente. ¿Están limpias y bien ordenadas? ¿Llenas de tesoros espirituales?
B. Quisiera motivarles a ser verdaderos evangelistas, ancianos, diáconos, maestros o maestras. Urge que cristianos sinceros y capacitados procuren estos ministerios bíblicos, y, teniéndolos, que los desempeñen con todo honor y honestidad.
C. A la vez, se les advierte el peligro de inventar puestos humanos en la iglesia, de aspirarlos, de ocuparlos.
1. El puesto de "el ministro", de "ministro único", de "ministro permanente", en una iglesia local lo vemos como puesto inventado por hombres.
a) ¿No se trata de un puesto que se presta para muchos abusos económicos?
b) ¿No es este un puesto que refrena efectivamente el crecimiento y desarrollo de la iglesia en muchos niveles?
2. Al decir “el ministro”, que quede claro: no se refiere al evangelista cualificado y competente que trabaja con una iglesia local, con o sin salario, teniendo los propósitos bíblicos de ayudarla a crecer y a organizarse con ancianos y diáconos.
3. Tampoco se trata del anciano que recibe salario porque trabaja "en predicar y enseñar" (1 Timoteo 5:17-18).
4. Más bien, la lupa está sobre el llamado "ministro" que se hace "pastor" y "dueño" de una iglesia local, estableciéndose como "el ministro" permanente de la iglesia donde "ministra".
a) ¿Cómo suele proceder tal "ministro"?
(1) Se establece en una ciudad o en algún campo.
(2) Consigue sostenimiento. (En la América Latina, usualmente el sostenimiento proviene del extranjero, pocas veces de una iglesia local o mediante la cooperación de dos o más iglesias locales.)
(3) Teniendo salario, compra casa.
(4) De no tener esposa, busca una. Vienen los hijos. La familia echa raices en la comunidad y ¡nadie quiere mudarse a otro lugar!
(5) Allí mismo continua por cinco, diez, veinte, treinta años, ¡aun hasta la muerte!
(6) Se mantiene en su posición año tras año, recibiendo salario, aun cuando no prospere la obra. Hasta ha habido casos de congregaciones ya crecidas en número de feligresía que, al emplear a este tipo de “ministro”, han sufrido los estragos de su mentalidad materialista o egoísta, yéndose los miembros que no lo soportan.
(7) Tal "ministro" se mantiene como "jefe", "pastor", "cabeza" de la congregación aunque la mayoría de los miembros, quizás todos, no lo quieren.
(8) Para mantenerse en su posición, disimula y miente en los informes preparados para los que le proveen sostenimiento.
(a) Reporta que se congregan sesenta personas, siendo treinta el número correcto.
(b) Se atreve a informar conversiones en las que no tuvo que ver en absoluto.
(c) Aún es capaz de "comprar" miembros con dinero sacado de su propio salario.
b) En casi todo caso, su permanencia es muy perjudicial a la obra del Señor.
(1) Se sienta como un rey sobre la congregación, explotándola y aplastándola.
(2) Fomenta en los miembros la "mentalidad de la dependencia infantil": que tengan que recostarse de él, que él es indispensable, que la iglesia no puede hacer su trabajo sin él.
(3) Impide el desarrollo y el uso de los talentos de los miembros locales, ya que no quiere que ellos compitan con él en los ministerios. Todo, o casi todo, lo hace él.
(4) No procura nombrar a ancianos y diáconos. No anima a los hermanos a anhelar referidos oficios. Reprime el desarrollo de un gobierno bíblico para la congregación.
(5) La iglesia local es macilla en las manos de tal "pastor". Él impone en ella su voluntad, amoldándola de acuerdo con sus propósitos egoístas.
(6) Para tal "ministro", la iglesia local es un montón de piezas (los miembros) que él manipula a su antojo.
(a) Quizás rompa y deseche muchas piezas que no encajan con el “plan” que él mismo ha inventado.
(b) Quizás añada otras piezas de su propia hechura, acomodándolas para sus propósitos personales.
(c) Comoquiera que sea, ¡su meta es levantar una estructura (la iglesia local) donde él pueda cobijarse en el tiempo presente, el futuro y ¡hasta partir de este mundo!
c) Llámese "ministro" o llámese "evangelista", o comoquiera que se identifique, el siervo que se hace "el único líder permanente" de una congregación asume una posición no bíblica que es equivalente al puesto de "pastor", típico de muchas iglesias protestantes, evangélicas o pentecostales, o al de "obispo" en la Iglesia Católica Romana.
5. Algunas evidencias indican que ciertos "institutos bíblicos" adiestran más para el "pastorado profesional" que para el evangelismo bíblico.
a) Producen "ministros profesionales" quienes en realidad no son nada más que "pastores" al estilo denominacional.
b) Producen "ministros" quienes salen con el empeño principal de conseguir un "pastorado", es decir, entrar con sostenimiento en una obra ya hecha, en una congregación ya establecida. Los tales no son verdaderos evangelistas, no funcionando como tal. Pero, tampoco son ancianos. Entonces, ¿qué son? ¿Puros neófitos, sin supervisión espiritual adecuada (madura, experimentada), capaces, acaso, de hacer mucho daño a la obra de Cristo? Si bien "el hábito no hace al monge", ¡tampoco el diploma de algún instituto bíblico hace al evangelista, al anciano o a cualquier ministro bíblico!
c) El escenario en muchos lugares se torna aún más inquietante debido a que algunos “institutos bíblicos” en la América Latina son la creación de líderes religiosos o iglesias en otros países, principalmente Estados Unidos de América.
(1) Como es de esperarse, o suponerse, esta clase de “insituto” es controlado mediante los salarios para los profesores, fondos para facilidades, becas para alumnos, etcétera.
(2) Los hermanos extranjeros que proveen los fondos suelen hacer prevalecer su voluntad, sus ideales y sus creencias en los institutos que sostienen. Es razonable que lo hagan ya que se trata de su dinero. Pero, ¿qué es el resultado al imponer estos hermanos extranjeros doctrinas extrañas o prácticas contraproducentes? ¿Tan poderoso es el dinero, su dinero, sus fondos, su respaldo económico, que se callan los beneficiados ante cualquier error o atropello, con tal de no perder los "fondos", "salarios", “becas”, “panes y peces”?
(3) Por incómodo que sea planteársela, la siguiente interrogante hay que hacerla: ¿Cuándo se independizarán las iglesias en la América Latina del "dinero", las "influencias", los controles y el dominio de los hermanos de otros países del mundo? ¿Cuándo llegarán a tal grado de madurez los evangelistas, los líderes locales y las congregaciones locales? ¡Ya es hora!, ¿no creen? ¿Permitiremos que los movimientos apóstatas en Estados Unidos de América también nos lleven a la perdición por no encontrar cómo deshacernos del todopoderoso "dólar americano"?
d) Este servidor no es partidario de los "institutos bíblicos" (universidades, colegios, escuelas) cuya meta es formar "ministros profesionales". Apoyo el cien por ciento la preparación académica, y el prepararnos al máximo en toda materia bíblica, pulir nuestros talentos y perfeccionar nuestra competencia, pero ¿”el ministerio” como “profesión” para ganarse la vida?
(1) "Ministro de púlpito”, “Ministro de jóvenes”, “Ministro de solteros”, “Ministro de divorciados”, “Ministro de obras benévolas”, “Ministro de alabanzas." Y ¡todos con sueldos pagados por la iglesia!
(2) Estos "ministros profesionales" tienden a desplazar a los demás miembros, robándoles la oportunidad de servir.
(3) Además, se gastan fortunas en sueldos y beneficios para los tales, todo desembolsado de las ofrendas de la iglesia. Esto tiene como consecuencia la drástica reducción de fondos disponibles para el evangelismo, la misión primordial de la iglesia.
(4) No es menos cierto que, hoy por hoy, estos mismos "ministros profesionales" figuran prominentemente entre los innovadores que están llevando a muchas congregaciones hacia la apostasía. Un número alarmante de ellos son meros neófitos en la vida y en los ministerios del Señor, pero ya que se graduraron de algún instituto o universidad, recibiendo un diploma en "Teología", "Psicología", “Comunicaciones”, “Sociología”, o lo que sea, se tienen por “expertos” enteramente preparados para los oficios del Reino de Dios. ¿Quién dice? Lo cierto es que el “diploma” no es sinónimo de “sabiduría, madurez o inteligencia espiritual”.
(5) Este sistema de "ministros profesionales", importado de Estados Unidos de América e implantado en la iglesia de la América Latina, producirá aquí todos los malos frutos que se están consechando allá.
(a) Antes de hacerse partidario del "sistema" y promoverlo, humildemente le recomendamos analizarlo detenida y objetivamente.
(b) Para la preparación de líderes de alto calibre espiritual, hay otros métodos y otros enfoques superiores y más bíblicos.
VII. El GRAN RETO para la iglesia de habla hispana en todo el mundo es el siguiente: producir verdaderos evangelistas, verdaderos ancianos y auténticos líderes para todos los ministerios bíblicos.
A. Según Hechos 19:1-10, Pablo se quedó en Éfeso "por espacio de dos años". Pero, ¡ciertamente él no era un vago o un "arrimado", ni mucho menos un "asalariado" o "el ministro de la iglesia en Éfeso", sino que trabajó incansablemente como evangelista "de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús".
B. Hoy día, con la intervención de siquiera unos pocos como Pablo, ¡todos los que habitan en El Salvador, México, Centro y Sur América y el Caribe oirán la palabra del Señor!
C. Y las congregaciones, al contar con ancianos tales como el hno. Presbítero Ovejas Santo, se afirmarán en la sana doctrina, permanecerán como ciudades de luz en medio de la oscuridad y harán muchas obras gloriosas en beneficio de la humanidad y para la alabanza de Dios.
D. Desde este momento en adelante, unamos esfuerzos, más que nunca, en oración ferviente y trabajemos día y noche para conseguir estos dos propósitos nobles y necesarios:
1. ¡Qué haya más evangelistas como el hermano Tito Competente Evangelista!
2. ¡Qué pueda haber en muchas congregaciones ancianos tales como el hermano Presbítero Ovejas Santo!
“¡Gigantes en la tierra!”
Parte 1 (de 2)
Algunos temas desarrollados a través de este estudio:
-Los siervos del Señor debemos ser “gigantes espirituales”.
-Gigantes antediluvianos que se volvieron enanos al dejarse seducir por las hermosas hijas de los hombres.
-Gigantes malos en Canaán en el tiempo de Moisés. Gigantes y langostas. “Trauma insectívoro.”
-¡Muchos gigantes malos vivos en nuestros días! Los identificamos por nombre.
-El gigante filisteo Goliat contra el muchacho David, israelita.
-La filistea Dalila hace a Sansón perder no solo su fuerza descomunal sino también su vida.
-Muchas aplicaciones y lecciones para el siervo de Cristo basadas en los casos analizados.
n) “Tonto Atolondrado”
3. Enfocándose asuntos de trascendental importancia para la iglesia o la obra del Señor, preguntamos: ¿hay líderes espirituales que ceden ante la mujer que presiona e importuna, como Dalila a Sansón, hasta que "su alma fue reducida a mortal angustia"? “Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia” (Jueces 16:16). Esto es lo que llevó a Sansón a divulgar en qué consistía su gran fuerza. “Importunar. (De importuno). tr. Incomodar o molestar con una pretensión o solicitud” (Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos). Hoy por hoy, en nuestra hermandad se encuentran siervos grandes y pequeños que están cediendo ante las presiones y los importunos de algunas mujeres agresivas, las cuales, no sujetas a sus maridos ni a los administradores de las congregaciones, es más, ¡ni siquiera a Dios mismo!, insisten, con incesantes y estridentes importunos, en compartir con los varones la gobernación congregacional, incluso dirigir cultos y tomar el púlpito para enseñar y exhortar. El comportamiento de los tales no es de “gigante espiritual” sino de hombre blando carente de valentía.
“¡Gigantes en la tierra!”
Parte 2 (de 2)
“Gúliver y los liliputienses: atando al gigante.
Atando y desatando a los gigantes espirituales.”
Algunos puntos principales de esta “Parte 2”
-“Cristianos liliputienses.” En la iglesia del Señor, ¿se encuentra "gente minúscula", o sea, cristianos de poca estatura espiritual?
-Caso todavía más risible, para no decir torpe o tonto, a saber, ¡el del obrero espiritual que se amarra a sí mismo con soguitas pequeñas o ligaduras endebles!
-¿Con qué razón o lógica se amarra o se traba a sí mismo el predicador, evangelista, maestro, anciano o diácono? Sin embargo, esto mismo ocurre.
-No practicar el aseo personal. No bañarse o afeitarse. Vestir ropa sucia o inapropiada. Zapatos sucios. Falta de buenos modales a la hora de comer. Falta de cortesía. Irresponsabilidad en la administración del tiempo. Oficina o despacho regado y sucio. Muletillas irritantes. Gestos o miradas de dudosa intención. Palabrería: ¡se amarra con su propia lengua demasiado larga! Chistes y cuentos de doble sentido. Expresiones de mal gusto. Sentimientos y acciones infantiles.
-Las muchas ligaduras que traen los “cristianos liliputienses” y cómo amarran al siervo del Señor.
-Hace mucha falta auténticos “títanos espirituales”.
I. “Los viajes de Gúliver”, por Jonathan Swift, se cataloga entre los clásicos de la literatura inglesa. ¿Lo ha leído usted? “La obra maestra de Swift, Viajes a varios lugares remotos del planeta, titulada popularmente Los viajes de Gúliver, fue publicada como anónimo en 1726 y obtuvo un éxito inmediato” (Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos). En sus viajes, Gúliver llega a la tierra de los liliputienses, diminutas criaturas que medían solo quince centímetros de alto. Cansado, Gúliver se acuesta en un pasto, quedándose dormido. Se acercan los liliputienses minúsculos al hombre acostado en el pasto, y ¡tremenda sorpresa se llevan al divisar a un ser, para ellos, tan enorme! No tardan en concebir y efectuar un plan para amarrar al "gigante" Gúliver con cantidad de soguitas y estaquitas. Al despertar Gúliver, ¡gran sorpresa se lleva él, pues encuentra que no puede moverse! Efectivamente, ¡la gente diminuta, utilizando cosas diminutas, lo han inmovilizado! ¡Qué situación más ridícula y embarazosa para el Señor Gúliver! Este curioso cuento cobró gran popularidad en la categoría de “literatura infantil”, pero Swift no lo escribió para niños sino como una sátira sobre la raza humana con la idea de poner al descubierto cuán superficiales y aun ridículas suelen ser sus acciones, conversaciones, maniobras o intrigas. A nuestro parecer, el cuento de Gúliver es muy aleccionador para nosotros los que deseamos serle útiles en grado sumo a Cristo.
A. Preguntamos: en la iglesia del Señor, ¿se encuentra "gente minúscula", o sea, cristianos de poca estatura espiritual? Sin intención alguna de ofender a nadie, la respuesta es que sí, en definitiva, los hay en casi toda congregación, a veces aun en el liderato. “Cristianos liliputienses.” Cristianos bajitos de estatura espiritual, mas sin embargo capaces de inmovilizar al gigante que se descuida o se duerme en medio suyo, amarrándolo con sus cosas diminutas y endebles. Esa "gente pequeña de la iglesia", armada con sus pequeñeces, tonterías, porfías, prejuicios, quejas y temas superficiales, sorprendentemente, tiene el poder para rendir inútil al obrero del Señor, con tal de que él se lo permita, haciéndolo quedar muy mal, aun en ridículo, ante la iglesia y el mundo. De pasar semejante cosa, ¡qué situación más embarazosa para el obrero amarrado de tal manera!
B. Pero, querido siervo, con frecuencia preocupante se da un tipo de caso todavía más risible, para no decir torpe o tonto, a saber, ¡el del obrero espiritual que se amarra a sí mismo con soguitas pequeñas o ligaduras flojas! Veamos, y qué ninguno de los presentes se sienta aludido, escandalizándose. ¿No es cierto que algunos de nosotros, pudiendo ser más fuertes y productivos en los ministerios de Dios, irónicamente hacemos el papel tonto de amarrarnos o trabarnos a nosotros mismos con hilitos, cordoncitos, nuditos, soguitas o estaquitas que ni siquiera debemos poseer? Sin duda, habrá quienes lo hacen ¡aun sin darse cuenta!
1. Estudiemos el instructivo verbo “trabar”. “Trabar. (De traba). tr. Juntar o unir una cosa con otra, para mayor fuerza o resistencia” (Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos).
a) En los ranchos, si el vaquero decide trabar los pies de un caballo, buey, vaca o cualquier otro animal, ¿qué hace? Junta los pies, amarrándolos con una soga o lazo, ¿no? Trabados los pies, el animal solo puede dar pasitos. Ya no puede caminar o correr lejos, ¿cierto?
b) Pero, ¿qué tal si el vaquero se traba a sí mismo, juntando y amarrando sus propios pies? El agricultor que sale a trabajar en sus campos, ¿qué tanto logra si se traba a sí mismo? ¿Ha visto usted alguna vez a un agricultor atarse él mismo sus dos pies el uno al otro antes de salir a trabajar? ¿Se traba a sí mismo el albañil, ebanista, o chofer de autobuses? ¿Ha visto usted alguna vez a un carpintero atarse su mano derecha a su pie derecho, intentando luego treparse al techo de una casa para hacer reparaciones? ¿Alguna vez, ha visto usted a un dentista entrar en sus oficinas habiéndose atado él mismo su brazo derecho a su propio cuerpo? Por grande que fuese su reputación, yo no permitiría jamás que tal dentista me hiciera ningún tipo de trabajo en la dentadura, pues lo tendría por desquiciado. ¿Y usted?
c) A cualquiera de estos trabajadores o profesionales que se trabara a sí mismo le tildaríamos de “loco”, ¿verdad? Entonces, amado, ¿con qué razón o lógica se amarra o se traba a sí mismo el predicador, evangelista, maestro, anciano o diácono? Sin embargo, esto mismo ocurre. A menudo, el ministro de Cristo es quien traba a sí mismo. Trabado, solo puede dar pasitos. No puede correr. No puede llegar lejos. No puede rendir casi nada en el trabajo. ¡Qué pena! Se amarró a sí mismo. ¡Qué tonto! ¡Qué falta de cordura y sensatez!
d) Entre los hilitos, cordoncitos o soguitas con que nos amarramos se encuentran los siguientes:
(1) “No practicar el aseo personal” necesario para la higiene y una buena impresión física. Por ejemplo:
(a) Salir para llevar a cabo ministerios espirituales, bien sea en el local de la congregación, algún hogar o la calle, ¡sin bañarse! El olor del sudor corporal no es grato que digamos. Si usted nota que las personas en su presencia se dan como pasitos para atrás, ¡quizá haya usted ofendido su olfato! Algunos cuerpos humanos exuden más olores ingratos que otros. Un buen desodorante puede ser útil para controlarlos.
(b) No cepillar los dientes o enjuagar la boca. ¡El mal aliento que sale de la boca de algunos siervos es tan fuerte como para marear a gigantes!
(c) Salir sin afeitarse. De aprobar usar barba la cultura donde se desenvuelve el varón cristiano, el que la usa debe mantenerla bien limpia y arreglada.
(d) Vestir ropa manchada o sucia. El siervo de pocos recursos materiales tal vez no cuente con siquiera una sola muda de ropa más o menos nueva, pero si es astuto para hacer el bien, procurará presentarse siempre con ropa limpia, aunque ella ya tenga bastante uso.
(e) Al reunirse en la congregación o realizar obras del Señor en cualquier lugar público, vestir ropa inapropiada. Por ejemplo, salir en pantalones cortos y camiseta para repartir literatura. El siervo que lo hiciera, ¿no estaría "predicando la moral en calzoncillos"?
(f) Usar zapatos sucios. “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:15), y aún más hermosos si son limpios, y todavía más si son limpios los zapatos del mensajero que anuncia buenas nuevas.
(i) Excepciones. Desde luego, hay lugares y circunstancias que dificultan el aseo personal adecuado: campos aislados, falta de facilidades, escasez de agua, caminos polvorientos o fangosos que ensucian zapatos y ropa, autobuses atestadas de gente sudorosa, etcétera. Ningún mensajero valiente se cohíbe de hacer la obra evangelística a causa de tales circunstancias. Anunciar las buenas nuevas siempre tiene prioridad, y cumplirá, no dando más importancia a su presencia corporal que al mensaje de Cristo.
(ii) Con todo, siempre y cuando sea posible, debemos practicar el aseo personal necesario para la higiene y una buena presentación personal. Quien no lo hace se traba a sí mismo. Hacerlo, sí, pero sin exagerar. El varón que pasa hora y medio en el baño, arreglándose y echándose perfume y polvo, da lugar a malas sospechas, ¿no es así? Quien tal cosa hace, ¿no lo tildarán de “afeminado”? Lo de pasar hora y medio en el baño, aplicándose cosméticos y poniéndose bonita, lo hace la mujer sin provocar comentarios negativos. Pero, hacerlo el varón, y los chismes no tardan en aflorar y regarse.
(2) La “falta de modales a la hora de comer” es otra soguita con la que algunos siervos se atan a sí mismos. En la mesa, a veces suceden barbaridades que repugnan o asquean. Querido hermano, ¿cómo come usted?
(a) ¿Mete los dedos en el plato, en lugar de hacer uso de tenedor, cuchara o cuchillo? ¿Mete la cara en el plato para comer más rápido? Sin mentir, en cierto restaurante este servidor presenció a un cliente ¡meter la cara misma en el plato y comer con gusto!
(b) ¿Suele usted engullir a prisa el arroz y los frijoles, las pupusas (si vive en Centro América), la sopa o el pescado, sin cerrar la boca al masticar, haciendo ruidos con los labios tales como batiéndolos audiblemente, chupando, sorbiendo o soplando? ¡Ay de usted si lo hace! Se trata de malas costumbres, las que no solo traban al mensajero de Cristo sino que también han sido hasta causa de divorcios.
(c) ¿Acaso habla usted mientras mastica la comida? ¡Qué asqueroso hábito! El que lo hace, pues a veces ¡salen disparados de su boca fragmentos de vegetales, carne, queso, pan, o lo que sea, mojados de saliva, salpicando la cara o la ropa de quienes estén cerca! ¡Qué vergüenza!
(d) ¿Estamos trayendo para su consideración meras "tonterías"? Amado, los buenos modales no se deben minimizar o despreciar. Definitivamente, pierde estatura el cristiano que no los tenga. Él mismo limita su propia efectividad. Proyecta una imagen que ofende a muchas personas cultas. Escandaliza y aleja aun a inconversos, quienes esperan lo mejor del varón que se identifica como “mensajero de Cristo”. Así pues, ¡mucho ojo! Y cuidado de no mofarse de los buenos modales, o de las personas que los estiman importantes. A la verdad, contribuyen a ennoblecer la vida.
(e) Fíjese en lo que le pasó a un hombre que no supo dar importancia a los buenos modales. Su caso apareció en la famosa revista “Selecciones”. Recién graduado con honores de cierta universidad, el hombre aludido procuraba empleo con una empresa prestigiosa. Los administradores de personal lo invitaron a cenar con ellos. Al observar su falta de modales en la mesa, ¡lo eliminaron como candidato para el escaño vacante! Increíble pero cierto: ¡aquel varón joven perdió la oportunidad de una posición bien remunerada por falta de buenos modales a la hora de comer! ¿Qué le parece?
(i) Querido siervo del Señor, la gente inconversa está observándonos, como también los miembros de la iglesia. Algunos pasarán por alto nuestros "fallitos", "cositas" o excentricidades poco halagüeñas. Pero, otros, al notarlos, nos menospreciarán en sus corazones y, a consecuencia, perderemos oportunidades para atraerlos, salvarlos y edificarlos. A lo mejor nunca nos critiquen cara a cara para evitar confrontaciones, sinsabores u ofender nuestras sensibilidades, pero no sentirán respeto por nosotros. Debido a estos peligros y pérdidas reales, nos atrevemos a traer a su atención estos asuntos, de cierto, algo delicados por tener que ver con la misma persona de uno y la imagen que proyecta.
(ii) Usted, hermano, puede que sea un orador elocuente. Usted, hermana, puede que sea una maestra excelente. Pero si no cuida de su persona ni practica los buenos modales, tanto su testimonio, como su mensaje y ministerio, perderán una parte de su poder y eficacia. ¡Esto simplemente no debe suceder! ¿Que defectos de esta índole, fácilmente eliminados, tachen el evangelio de Cristo? ¡Inconcebible! Por favor, ¡tomemos medidas para que no ocurra semejante desgracia!
(3) La "falta de cortesía" es otro cordoncito con el que podemos amarrarnos a nosotros mismos. En nosotros los siervos de Cristo, tal falta es realmente imperdonable, pues entre todos los seres humanos sobre la faz de la tierra, ¡el cristiano es quien siempre debe ser CORTÉS! ¿De acuerdo? La descortesía, ¿cómo se manifiesta? De mil maneras. Por ejemplo, en el contexto de la iglesia, sus reuniones, actividades y trabajos:
(a) Negarse a saludar, saludar con aspereza o saludar, pero con una mirada desviada, vacía o fría.
(b) No despedirse, despedirse a prisa o despedirse toscamente.
(c) No agradecer, con palabras finas y sinceras, favores, regalos, encomios, trabajos, sacrificios, etcétera. Tener la actitud de "me lo deben", o "me lo merezco", y por lo tanto, "¿por qué habría de expresar gratitud"? "La iglesia me lo debe." "El hermano me lo debe." Por ejemplo, al preparar las hermanas comidas para alguna confraternidad, conferencia, campaña o la ocasión que sea, los varones, y en particular, los que estamos al frente en el liderato o ministerios, ¿solemos acercarnos a ellas dándoles las gracias por su esfuerzo y sacrifico? El siervo humilde, atento, cortés y noble de corazón, agradece hasta los favores más pequeños, como además toda obra y esfuerzo de los demás, nunca teniendo “más alto concepto de sí que el que debe tener” (Romanos 12:3), sino “estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo” (Filipenses 2:3).
(d) No felicitar a quienes se esmeran en dar lo mejor en el cumplimiento de sus ministerios, bien sea enseñar una clase o limpiar el lugar de reunión, es ya una falta de cortesía, gracia y bondad. Igualmente, visitar a hogares en horas no convenientes o alargar visitas sin que haya una razón justificable, incomodando y cansando a los anfitriones.
(e) En casi toda situación, hablar mientras otro está hablando, o interrumpir sin pedir permiso, se considera una grave falta de cortesía y respeto.
(4) "Irresponsabilidad en la administración del tiempo" es otro hilo con el que algunos se traban en la obra del Señor, pues este rasgo negativo, de hecho, bastante común, implica indisciplina en asuntos de la vida, desorganización, falta de prioridades fuertes, carácter flojo, etcétera. Por ejemplo:
(a) Llegar tarde para las reuniones y actividades de la congregación, costumbre inexcusable en todos, pero especialmente censurable en los líderes, a quienes les corresponde asentar el mejor ejemplo de compromiso y cumplimiento.
(b) Hacer cita con una familia para las 6:30 p.m. con el propósito de dar un estudio bíblico, llegando dos horas tarde a las 8:30 p.m.
(5) “Oficina o lugar de trabajo sucio y desordenado” es otro lazo con el que se traban algunos obreros del Reino de Dios. Tal estado transmite un mensaje negativo: "El siervo que trabaja aquí es descuidado y desordenado en sus cosas", lo cual a su vez engendra dudas: “Este hermano, ¿también será descuidado y desordenado en sus asuntos y obras espirituales”? En cambio, si la oficina o el despacho se mantiene limpio, con todo en su sitio, el mensaje positivo que se transmite es: "La persona que trabaja aquí es bien cuidadosa, responsable y ordenada".
(6) Las "muletillas usadas con frecuencia exasperante en mensajes, estudios, conferencias o cualquier intervención” componen un puñado de soguitas e hilitos que traban al mensajero de Cristo, restando poder de su mensaje, pues al oyente promedio le molestan y cansan estas muletillas inútiles e irritantes. Quizá sea usted culpable de utilizar muletillas, aun sin darse cuenta. Le sugerimos verificar el asunto, preguntando a personas de confianza: “¿Acaso estoy utilizando alguna muletilla en mis ponencias o clases”? A continuación, algunos ejemplos:
(a) "Eeeeeh." Hay quienes saben estirar mucho esta muletilla: "Eeeeeeeeeeeeeeh." Quiere decir, aunque usted no quisiera decirlo: “Mi mente se ha quedado en blanco, no estoy bien preparado, no estoy seguro de lo que viene próximo, no he determinado de antemano las palabras más adecuadas para expresar lo que tengo en mente, estoy perdido, no soy apto para enseñar”, etcétera. ¿No quisiera usted transmitir tal mensaje a sus oyentes? Pues, ¡no recostarse de esta muletilla!
(b) "¿Verdad? ¿Verdad? ¿Verdad? ¿Verdad?" Interrogativa retórica apropiada en algunos contextos, pero que se convierte en muletilla de distracción irritante cuando repetida al final de cada tres o cuatro oraciones.
(c) "¿Y qué… ? ¿Y qué… ? ¿Haciendo… diciendo… qué… ?", interrogativa hecha con una pausa después del vocablo “qué” con la idea de que el oyente llene el blanco silencioso con la palabra o expresión indicada. Aceptable cuando utilizada sabiamente, pero que se vuelve muletilla abusada cuando repetida muy a menudo.
(d) "Eeeste. Eeste. Eeeeeeste."
(7) "Gestos (ademanes) o miradas que envían señales de dudosa o cuestionable intención” componen todavía otra categoría de soguitas con las que se traban algunos siervos del Señor. Su mensaje es uno de inseguridad, confusión mental, inestabilidad emocional o complejo de inferioridad. A continuación, algunos ejemplos:
(a) Mirar hacia el techo, hacia el piso o por la ventana mientras predica, enseña, dirige el culto, dirige los cánticos espirituales, etcétera.
(b) Saludar, sin mirar en los ojos a la persona de frente.
(c) Al saludar, proferir la mano como si fuera un pescado muerto, sin fuerza, con la muñeca a medio doblar y los dedos guindando.
(8) El siervo que habla demasiado, que no suelta la palabra, ¡se amarra a sí mismo con su propia lengua demasiado larga!
(9) Otro manojo de hilos son las “palabras o expresiones inapropiadas o de mal gusto”.
(a) Palabras bruscas, ásperas o groseras.
(b) Bromitas pesadas o de doble sentido, que también resultan de doble filo ya que cortan tanto al que las gasta como a cualquier oyente.
(c) Humor colorado y dañino basado en el racismo, sexo, rasgos físicos, etcétera.
(10) Amado, cuidado de trabarse con "sentimientos y acciones infantiles". Hay un “infante” dentro de cada persona presente, incluso este servidor. Así aseguran los psicólogos, enseñando que esa criatura diminuta, dada la oportunidad, hace al adulto anfitrión conducirse como niño, dando rienda suelta a emociones, deseos, arranques, cóleras y expresiones inmaduras propias de “niños”. Tanto en la iglesia como en el hogar y la sociedad en general, se observan brotes de "infantilismo". Este mal reduce al adulto al plano de niño consentido, egoísta, llorón, quejumbroso o aun malicioso. Cualquier líder espiritual afectado por este mal es del todo imposible que su porte sea de gigante espiritual. Identificamos algunas emociones y acciones de índole infantil.
(a) Celos y envidias. El hermano Eustaquio comenta: "Está bien, reconozco que el hermano Pedro predicó un mensaje poderoso. Pero, si me dieran la oportunidad, yo podría hacerlo mejor. Es verdad que los mensajes de Pedro son buenos, pero él no sabe enseñar bien una clase bíblica". ¿Qué espíritu se está manifestando en Esteban? Obviamente, no el de líder maduro y generoso sino el de "niño" un tanto envidioso y jactancioso.
(b) Iras explosivas. Al hermano Epifanio le hacen una crítica constructiva sobre su forma de expresarse en el púlpito. Se le llenan los ojos de enojo y dolor, y responde desafiante: "¿Cómo te atreves a criticarme? Yo sé predicar. Hace años que vengo predicando y enseñando. ¿Qué sabes tú de mensajes o de cómo presentarlos mejor?" Luego da la espalda y se marcha sin tan siquiera un "Adiós". Epifanio ha caído en el error grave de soltar al “infante” dentro de él. No habla el obrero maduro, humilde y deseoso de mejorar su ministerio, sino el "niño" orgulloso y acomplejado. Epifanio acaba de trabarse a sí mismo, perdiendo credibilidad y el respeto de quienes presencian su arranque.
(c) Ofensas por asuntos de poca o ninguna importancia. Se le escucha a al hermano Basilio decir, amargado: "No me pusieron a dirigir siquiera una sola oración durante todas las conferencias. Me tienen arrinconado. Me siento menospreciado ¡No vuelvo a participar en las actividades de la iglesia!" Se manifestó el “infante” escondido en Basilio, ese "niño" que toma ofensa por cualquier tontería, recoge sus juguetes y se va con cara larga para su casa. No se sobrepuso el siervo maduro, pues este se alegra cuando asignan los ministerios a otros hermanos igualmente o aun más capacitados para su hábil ejecución.
(i) Querido hermano, si, de veras, queremos ser gigantes espirituales libres de toda traba, ¡es imprescindible reprimir al "infante", al "niño", al “muchacho”, dentro de nosotros! Ese “niño”, ese “muchacho”, jamás puede ser “gigante”. Es “niño” y siempre lo será
(ii) Amado siervo, ¿qué tal el "niño" dentro de usted? ¿Lo tiene bajo control? ¿Acaso lo suelta de vez en cuando en medio de la congregación para que corra, grite, brinque o se desahogue? Ese "niño" es travieso y capaz de conducirse de tal modo que a usted se le ruborice la cara de vergüenza. Mejor no dejarlo manifestarse sino que siempre se manifieste el siervo disciplinado y maduro. ¿De acuerdo?
2. Resumen y aplicación. Queridos hermanos, todas estas ligaduras que hemos señalado, ¡rompámoslas de una vez! Desistamos de la práctica tonta de amarrarnos a nosotros mismos con cosas insignificantes y endebles, o de trabarnos a nosotros mismos y a otros con ellas. ¡Cortemos todos estos hilos, cordones y sogas! ¡Basta ya de inmovilizarnos a nosotros mismos! Es hora ya de pararnos varonilmente sobre nuestros dos pies y marchar con paso firme, libre de trabas, como gigante verdadero, en el cumplimiento eficiente de nuestra misión sagrada.
II. En el cuento de Gúliver, los liliputienses amarran al héroe del relato. Hoy día, nuestro mundo está lleno de "Liliputienses" empeñados en atarnos. Por desgracia, ¡también se encuentran "liliputienses" en la iglesia! Si se lo permitimos, nos atarán con infinidad de ligaduras insignificantes y débiles, las que, unidas y enlazadas, virtualmente nos inmovilizan cuando de realizar obras importantes del Reino se trata. Para tener una idea, mencionamos dos o tres, nada más, de estas ligaduras, entre ellas, exigencias e importunos de toda suerte que en poco o nada contribuyen al bien de la obra del Señor o de la humanidad.
III. Conclusión.
A. En todo el mundo, hace falta "verdaderos gigantes espirituales"...
1. Que tomen pasos agigantados para llevar el evangelio a toda criatura.
2. Que miren por encima de los montones de asuntos diminutos hacia las masas sumidas en miseria espiritual, extendiéndoles el brazo fuerte de la salvación.
3. La mitología griega cuenta de doce seres muy fuertes, seis hermanos y seis hermanas, llamados los "títanos". Uno de los hijos que engendraron se llamó "Atlas". Aun hasta el sol de hoy presentan a esta figura mítica en dibujos y esculturas como el ser que sostiene al planeta Tierra sobre sus hombres.
a) Pero, bien sabemos que el único Dios verdadero, Jehová el Todopoderoso, es él que hizo la tierra sosteniéndola en el espacio sobre la nada.
b) Con todo, podemos afirmar, figurativamente, que hace falta muchos "títanos espirituales” capaces de llevar sobre sus hombros fuertísimos a los débiles de la iglesia, a las congregaciones débiles, además a los líderes débiles, o que se están debilitando, y aun a las multitudes de almas en pecado.
(1) No hace falta gente minúscula de espíritu encogido.
(2) No hace falta enanos o pigmeos.
(3) Lo que, sí, hace mucha falta son auténticos "títanos espirituales”.
4. ¿Cuántos verdaderos "títanos espirituales” hay en los países de habla hispana? ¿En todo el mundo? ¿Es usted uno de ellos?
B. Querido hermano, nuestro sincero deseo es que Dios fortalezca a usted de tal modo que tenga la fuerza y el vigor de ser verdadero "titano espiritual”.
(i) Primer desenlace: una división a nivel de toda la hermandad.
(ii) Segundo desenlace: la resolución de las controversias, la reconciliación y la renovación de convicciones doctrinales y del empuje evangelístico de parte de la mayoría de los miembros. Este es el desenlace cuando el bando de "Los salvadores de la iglesia" prevalece.
(iii) Tercer desenlace: la metamorfosis de la iglesia por medio de la cual ella se transforma en una "criatura espiritual distinta". Este desenlace se da cuando prevalecen "Los agentes del cambio".
-Estos "Agentes del cambio" logran cambiar la doctrina, la práctica y la dirección de la iglesia de tal manera que se crea, efectivamente. una nueva iglesia que en poco o en nada guarda similitud con la que era antes de las crisis y la transmutación.
-Aunque la iglesia retenga el mismo nombre, ¡ya no es la misma iglesia!
-La minoría que rehúsa tajantemente seguir a los "Agentes del cambio" se apartan, llamando "Apostasía" a la "nueva criatura espiritual" creada por el proceso de la metamorfosis.
(iv) Cuarto desenlace: la declinación lenta de la iglesia con su defunción futura casi asegurada.
-Le agrada que se planifiquen actividades tales como giras, excursiones, competencias, banquetes y conferencias en lugares exóticos y costosos, con un leve matiz de "espiritualidad", y participa con gusto. Sin embargo, en el fondo de su alma su intención primordial no es glorificar a Dios, ni edificarse a sí mismo o a otros cristianos sino satisfacer sus propensiones carnales y entretenerse.
-Hermanos, no nos engañemos los unos a los otros. ¡Mezclar lo secular con lo espiritual resulta en la corrupción de lo espiritual!
-¿Qué sucede cuando se mezcla agua turbia con agua clara? ¿Verdad que la turbia opaca la clara? ¡Asimismo lo secular opaca lo espiritual!
“Escudriñando el tesoro que trae cada ministro de Jesucristo”
Parte 1 (de 3)
“El mal tesoro que trae el mal ministro Dídimo Aprovechado”
I. Introducción.
A. Salutación.
B. El tema general de esta conferencia es como sigue: "El tesoro que trae el buen ministro de Jesucristo".
1. Todo evangelista, predicador, maestro, maestra, obispo o diácono trae algún tesoro. Identificamos tres tipos de tesoro: bueno, pobre o malo. ¿Cuál trae usted en actualidad? ¿Cuál aspira poseer y compartir?
2. El buen ministro trae buenos tesoros. "Bueno", conforme al contexto de 1 Timoteo 4:6. "Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido."
C. ¿Quién es "ministro"? Todo aquél, bien sea varón, dama o joven que administra de alguna forma “la multiforme gracia de Dios" (1 Pedro 4:10,11).
II. El deber de todo ministro de Jesucristo es traer y compartir con la iglesia, y con la humanidad, tesoros espirituales para el enriquecimiento espiritual de todos y cada uno.
A. Desde luego, no es posible traerlos y compartirlos sin antes haberlos encontrado y atesorado en su propio corazón. El adagio que dice "No podemos dar lo que no tenemos" tiene una lógica irrefutable.
B. Por lo tanto, el que desea ser "buen ministro" primero tiene que trabajar arduamente para hallar y amontonar los tesoros espirituales que deleitan y llenan a quienes los reciben, haciéndolos ricos en las gracias divinas.
1. Los trabajadores que minan diamantes, rubíes, esmeraldas, topacios, oro o plata no escatiman esfuerzos en su empeño de encontrarlos.
2. Asimismo los "buenos ministros" buscan afanosamente los tesoros espirituales, los que, en contraste con aquellos terrenales, permanecen eternamente.
3. Hallándolos, los traen con gran alegría. Se los ofrecen a las personas inconversas, quienes pueden obtenerlos a condición de obedecer el evangelio, y además los comparten con la iglesia.
C. Cristo enseñó: "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas" (Mateo 12:35).
1. En este estudio, aplicamos la afirmación de Cristo, tan impregnada de significado y edificación, específicamente a los ministros de la iglesia, sustituyendo “ministro” por “hombre”, haciendo que lea el texto como sigue: "El ministro bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas, y el ministro malo, del mal tesoro saca malas cosas."
2. Usted, amado hermano, que se presenta como ministro, amada hermana que quiere servir en la obra de Cristo, )qué tesoro trae para la humanidad o para la iglesia?
3. Todos ustedes, queridos hermanos y hermanas que desean ministrar en el Reino de Dios, )están acumulando tesoros buenos y abundantes?
4. Proverbios 2:3-5 dice que debemos escudriñar la sabiduría "como a tesoros", dándonos a entender que los tesoros se escudriñan. “Si clamaras a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallaras el conocimiento de Dios.”
a) Haciendo uso de una lupa potente, el joyero escudriña los diamantes, rubíes, perlas o la piedra preciosa que sea.
b) Poniendo aún muchísimo más empeño y atención, nosotros los siervos de Cristo debemos escudriñar con la lupa poderosa de la Verdad divina todo tesoro espiritual.
c) Pues, iniciemos nuestra labor de “escudriñar tesoros”, examinando con el debido rigor el "mal tesoro" del mal ministro.
III. El mal tesoro del ministro malo, y las "malas cosas" que él saca. Tenga presente que, según Cristo, "el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas" (Mateo 12:35).
A. El sabio rey Salomón escribió: "Los tesoros de maldad no serán de provecho" (Proverbios 10:2), proverbio de indisputable veracidad.
1. Parece incongruente, es decir, cosa extraña o contradictoria, que la "maldad" se tenga como "tesoro". Pero, al reflexionar, encontramos la representación muy acertada, ya que para la persona corrupta, efectivamente, ¡su tesoro más apreciado quizás sea el de la "maldad": las cosas malas que trama, hace, posee, recuerda o ama!
2. El proverbio advierte que “los tesoros de maldad no serán de provecho”. Tal vez a corto plazo sean de algún provecho material pasajero para unos pocos, pero muy cierto es que a la larga los malos tesoros no aprovechan a nadie. Al contrario, corrompen al que los acumula, llevándole eventualmente a la perdición eterna. Aun en esta vida terrenal, suelen ser la causa de envidias, violencia, abusos destructores, vicios, trastornos emocionales y muerte. Además, de atrofia y muerte para el alma. En verdad, se trata de tesoros hechizados y malditos, como el tesoro del pirata escondido en la cueva de alguna isla caribeña. Quien se atreve a echarle mano, ¡sufrirá las maldiciones de lo robado manchado de sangre!
B. He aquí en este baúl el mal tesoro del ministro "Hermano Dídimo Sustraedor". Desde luego, él jamás se considera malo. De hecho, a menudo se viste como ministro de luz, bondad, amor y abnegación personal, portándose como todo un caballero cristiano. Sin embargo, trae cosas malas, y por lo que trae lo conocemos, pues "por el fruto se conoce el árbol" (Mateo 12:33). ¿Qué "cosas malas", dañinas o peligrosas encontraremos en este mal tesoro? ¿Nos atrevemos a abrir su baúl? ¡Hagámoslo! Es necesario escudriñar el tesoro de todo ministro, no exceptuándose a Dídimo Sustraedor.
1. Curiosamente, lo primero que estamos viendo es un jarrón de "té amargo".
a) ¿Por qué anda el ministro Dídimo con un envase grande de "te amargo"? ¿Será esto algún "remedio casero" confeccionado por el propio Dídimo con la idea de curar las enfermedades que piensa haber diagnosticado en la congregación?
b) "¡Té amargo!" Hecho, sin duda, con raíces "de amargura" (Hebreos 12:15). Leamos la etiqueta. Dice: “Este te es una mixtura compuesta de extractos de varias especies de experiencias vinagrosas y frustraciones acidas, con un poco de envidia picante, el que le da un sabor único, todo disuelto en una solución espesita de sentimientos amargos”. ¡Bueno, bueno! ¿Quién de los presentes apetece tomar una taza de este te? A mí me está que le caiga bien el sabor solo al hermano Dídimo y a quienes compartan sus gustos o mentalidad. De mi parte, ¡no quisiera ni probarlo! Me luce más bien como un purgante.
c) "¡Té amargo!" Como que me recuerda del "vinagre mezclado con hiel" que los burladores ofrecieron al Cristo clavado en la cruz. Pero el Señor, “después de haberlo probado, no quiso beberlo” (Mateo 27:34). El buen ministro de Jesucristo tampoco desea tragar los teses amargos, es decir, las desabridas quejas, censuras o diatribas (discursos violentos e injuriosos) que brinda el ministro negativo, pesimista o colérico, pues lejos de resultar en bienestar y salud, más bien lo que hacen es envenenar al alma. Amado hermano, las enfermedades espirituales no se curan con "remedios caseros" de humana confección sino con las medicinas para el alma que receta el Médico por excelencia, Cristo Jesús.
d) También traigo a memoria el caso de un tal Simón, mago de Samaria. Simón creyó y se bautizó, pero luego pretendió comprar el poder de impartir los dones sobrenaturales. El apóstol Pedro le reprendió fuertemente, diciéndole: "Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás... Arrepiéntete" (Hechos 8:22-23). ¿No es este estado el mismo en el que se encuentra todo siervo amargado? Precisamente, "en hiel de amargura y en prisión de maldad" está.
e) ¿Qué hacer con este "te amargo"? ¿Quién quiere beberlo? ¡Yo no! ¡No sirve sino para ser botado!
2. Sacamos del "mal tesoro" del hermano Dídimo una cosa poco apetitosa: ¡un pan viejo, duro y seco! ¿Por qué guardaría Dídimo un pan viejo en su baúl? ¡Ah!, ya comprendo la razón. Esta bolla de pan duro simboliza…
a) Los mensajes excesivamente duros, estudios bastante secos y comentarios a menudo descabellados que Dídimo acostumbra traer. Temas viejos, anticuados e inconexos, los que no son aplicables al ámbito actual. Además, simboliza el corazón un tanto endurecido de Dídimo y su espíritu frecuentemente teso, rígido, inflexible e intransigente.
b) En definitiva, ¡este tipo de pan no alimenta! Hasta daña la dentadura. Si logra usted tragar un bocado, ¡cuidado que no se ahogue! El que come solo de este pan viejo morirá de malnutrición espiritual, volviéndose acaso tan duro y seco como este mismo pan.
c) ¿Para qué sirve? ¡Para el zafacón!
3. Posiblemente haya cosas peligrosas en este mal tesoro de Dídimo. De hecho, he aquí ¡un ramillete de espinas! Pero, ¡qué cosa más insólita! La simbología de estos ganchos espinosos no es difícil descifrarla. Representan:
a) Las contiendas "sobre palabras" que Dídimo tiene fama de provocar de cuando en cuando. Parece que aún no aprende este varón que este tipo de contienda lo censura el Espíritu Santo, advirtiendo que "para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes" (2 Timoteo 2:14).
b) Representan además las contiendas personales sobre asuntos de poca o ninguna importancia en las que se enfrasca acaloradamente este varón, hincando y rayando a quienquiera discrepe con él.
c) También las insinuaciones, indirectas y vanas jactancias con las que este señor lastima a los miembros de la congregación, causándoles dolor agudo de alma y espíritu.
d) Desechamos este ramillete espinoso para que sea quemado como basura.
4. ¿Qué tenemos aquí? Pues, una caja identificada como "Regalos". ¡Qué bueno! El hermano Dídimo tiene regalos para nosotros. Pero, alto. ¿No es “malo” este tesoro? Más nos vale ser precavidos que confiados, ¿no le parece? Difícilmente trae el mal ministro regalos buenos. ¿Habrá sorpresas desagradables en estos lindos paquetes?
a) Abrimos el primer regalo. ¡Cuidado! ¡Ay! ¡Ay! ¡Una asquerosa culebra! ¡Se lo advertí! ¡Nada bueno trae el mal ministro!
(1) Pero, este Dídimo, sí, que está lleno de intenciones dañinas. Sus tesoros son malos de verdad. Es evidente que su propósito encubierto, tal cual el de la antigua serpiente en el Edén, es engañar mediante mentiras. Ya estamos convencidos: este varón simplemente no hay rectitud en él. No es sincero. Busca lo suyo propio. En cierta ocasión, Cristo preguntó: "¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una SERPIENTE?" (Mateo 7:9,10). Los cristianos hambrientos de la Verdad eterna pedimos y necesitamos alimentos sanos que nutran al espíritu. Pero, este Señor Dídimo no trae buen pan o pescado espiritual sino mentiras, engaños, malos consejos, opiniones fatuas, filosofías huecas, vanas sutilezas y conocimiento mundano.
(2) ¿Verdad que las culebras asustan mucho? Con rarísimas excepciones el “susto” no mata, pero el veneno puede resultar tan mortífero que la víctima fallece pronto de no recibir oportunamente un antídoto. Asimismo pueden resultar mortíferos para el alma los engaños, las mentiras y la mala conducta del ministro malo.
b) Abrimos el segundo regalo. ¡Qué cosa más curiosa y graciosa! (Una lengua laaaaarrrgaaa! Pero, ¿qué significa esto?
(1) (Ah!, seguro, que la lengua de Don Dídimo es descomunalmente larga. Se deduce que él se extiende demasiado, tanto en sus mensajes como quizá en conversaciones personales, costumbre que evidencia bien sea complejo de inferioridad o ego inflado.
(2) "Pronto para oír, tardo para hablar" (Santiago 1:19) es el sabio consejo del Espíritu Santo, y el buen ministro de Jesucristo lo sigue religiosamente.
c) Abrimos el tercer regalo y nos sorprende Don Dídimo con ¡un látigo fino! Pero, ¿qué piensa este varón? ¿Acaso se compone su audiencia de caballos o mulas?
(1) Este es el “látigo” de sus acusaciones y censuras durísimas, las que este varón es capaz de tirar hasta con malicia, sin consideración o compasión. Al sentirse molesto, tira indiscriminadamente a derecha y a siniestra, azotando a neófitos, maduros y ancianos, culpables y no culpables, varones, damas y jóvenes, todos por igual. Flagelados verbalmente y profundamente heridos, los feligreses salen llorando y lamentando, pues el estilo de este “ministro” no incentiva al arrepentimiento. Todo lo contrario: despierta resentimiento y hasta coraje.
(2) "¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová" (Jeremías 23:1). ¡Ay de usted, Don Dídimo, y de todos los demás “ministros” que andan con látigos, maltratando a las ovejas del rebaño del Señor! Sepan que Jehová les llamará a cuentas.
d) Abrimos el cuarto regalo. Pues, esto, de veras, es curioso y algo macabro. ¡Una cadena con esposas! ¿Qué pretende este varón? ¿Acaso amarrarnos y esposarnos?
(1) Efectivamente, desea encadenarnos con sus propias opiniones y esclavizarnos con sus interpretaciones privadas. Por ejemplo: enseña que la cena del Señor ha de celebrarse solo de noche. O apunta como ley divina que a la iglesia no se le permite disponer de sus ofrendas para socorrer a quien no sea miembro de la iglesia. Enseñorearse de los demás cristianos, sojuzgándolos a sus caprichos o voluntad pervertida, es rasgo común de los malos ministros.
(2) Tal cual los fariseos y saduceos del tiempo de Cristo, el ministro malo tiende a atar "cargas pesadas y difíciles de llevar" (Mateo 23:4).
e) Hermano Dídimo Sustraedor, ¡no queremos sus regalos!, gracias. ¡Lléveselos!, por favor. Si los deja aquí, seguramente los echaremos en la basura, pues eso es lo que son.
“Escudriñando el tesoro que trae cada ministro de Jesucristo”
Parte 2 (de 3)
“El pobre tesoro que trae el mediocre ministro”
I. El pobre tesoro del ministro "Don Dimas Mediocre".
A. “Mediocre”, el apellido extraño del siervo Dimas, resulta enteramente apropiado pues a menudo él es negligente, indiferente, irresponsable y vago, enseñando falta de preparación, seriedad, compromiso y consagración en sus ejecutorias.
B. Siguiendo el sabio consejo de Salomón, estamos escudriñando tesoros, teniendo delante de nosotros en este instante el que trae el ministro Dimas Mediocre. Esta caja que contiene su tesoro es comparativamente pequeña. Casi nunca conviene juzgar por las apariencias. De cierto, algunos tesoros de gran valor vienen en cajas pequeñas. Sin embargo, en este caso estoy pensando que “Caja pequeña” signifique acaso “Poco o pobre tesoro”. También razono, expresando mis pensamientos sin ánimo alguno de ofender sensibilidades, que poco valor tiene el siervo que poco tesoro trae. ¿Qué opina usted? Si trae poco, pues poco podrá compartir con los demás seres humanos.
C. Abramos la caja. Efectivamente, estamos echando un vistazo por encimita, y vemos que no solo es poco el tesoro sino también de pobre calidad. Es más, este servidor está pensando que esto ni siquiera merece catalogarse de "tesoro", ya que a primera vista las cosas que palpamos lucen baratas. Veamos. ¿Qué cosas trae Don Dimas Mediocre?
1. Bueno, aquí tenemos un bulto maltrecho con una identificación que lee "Estudios y mensajes". ¿Conque estos son los estudios y mensajes que acostumbra presentar el dueño del bultito a la congregación o quizá en hogares? ¿Se fija en las condiciones pésimas de este bulto? Guayado y manchado. Amado, ningún ministro competente del Señor anda con cosas sucias, bien sea bulto, maletín, bolsa, zapatos o ropa, ¡ni mucho menos con reputación sucia o guayada! Pero, veamos, ¿Qué contiene este bulto?
a) ¡Ah!, una libreta de apuntes. Dice: "Notas para menzajez". ¿El vocablo "Mensajes" mal deletreada, con dos zetas en lugar de eses? Estamos abriendo y ojeando la libreta del siervo Dimas. Encontramos abundancia de palabras mal deletreadas y garabateadas. Muchas tachaduras. Un tipo de bosquejo que no sigue ningún patrón claro. Bien breve. Demasiado incompleto para ser realmente útil. Ciertamente, no es el producto pulido de mucho estudio, revisiones, correcciones o ampliaciones. Más bien, la impresión es la de algo fabricado a la ligera. Reflexionamos que bastante tiempo y trabajo se requieren para adquirir el tesoro de un bosquejo bien preparado, el cual enriquece no solo al ministro que lo hace suyo sino también a los que escuchan el mensaje o clase en él basado.
b) ¡Eh, eh!, ¿qué es esto? Pues, ¡un dibujito! Pero, nada tiene que ver con el mensaje bosquejado en esta página de su libreta. Nuestro querido Dimas es artista, pero su obra artística pertenece a la misma categoría que sus bosquejos. ¿Por qué adorna Dimas su libreta con dibujos? A lo mejor se distraiga o se aburra durante la confección de sus bosquejos, entreteniéndose con estas caricaturas.
c) Al seguir escudriñando esta libreta, observamos que contiene pocas ideas para mensajes o estudios. Entre las páginas escritas vemos muchas páginas en blanco.
d) Con sobrada razón, los miembros de la congregación donde predica el hermano Dimas califican de "pobre calidad" o "bien flojos" sus estudios y mensajes.
2. ¡Oh!, pero en el bulto encontramos otro librito. Su título es: "Bosquejos para sermones". ¿Quién es el autor? Pues, no el hermano Dimas sino ¡el Reverendo Yiyi Brincoteo! ¡Asombroso! Y he aquí otro libro. "Comentario sobre el Nuevo Testamento" por el Evangelista Luisito Palauwi Maranato. ¡Inaudito! También encontramos una Biblia en el bulto de Dimas. ¿Qué versión prefiere él? ¡Ay bendito! Una Biblia Scolfield. ¿No sabe Dimas que mediante los comentarios añadidos por Scolfield a esta Biblia se enseña, entre varios errores, el premilenialismo?
a) Estos tres libros constituyen evidencia irrefutable de que Dimas recurre a fuentes sectarias para algunos de sus mensajes. Indiscutiblemente, esto significa que él se está contaminando con doctrinas erróneas. ¿Qué le pasa a Dimas? ¿Acaso encuentra “fatiga de la carne” el "mucho estudio" (Eclesiastés 2:12) requerido para la preparación de buenos mensajes bíblicos y estudios sanos? Por su vagancia, neciamente se vale de libros o manuales sectarios, los que traen interpretaciones falsas que corrompen a los oyentes.
b) ¡Ay de tal siervo ocioso! En busca de ideas para sus intervenciones, lee los escritos de pentecostales, evangélicos o protestantes, y ¡cuidado que no se trague sus doctrinas sobre “adoración avivada, rapto, reino milenario en la tierra”, etcétera! Luego, para colmo, inculca a los ingenuos de su congregación estas doctrinas dañinas.
3. Aguarde. Hay otra cosa en este bultito. ¡Una bolsita de migajas! Pues, ¡esto sí, es el colmo! ¿Migajas para la congregación? Don Dimas, ¿es esto lo mejor que puede usted traer para los hermanos hambrientos? Puntitos triviales. Lecciones superficiales. Con tal dieta, puede darlo por asentado: se enflaquecen las almas de los pobres hermanos, muriendo de hambre y sed espiritual.
a) Amado, ¡ni siquiera los pajaritos sobreviven con una dieta de solo "migajas"!
b) En cuanto a nosotros los cristianos, necesitamos "la leche espiritual no adulterada" (1 Pedro 2:1) de las doctrinas fundamentales bien explicadas y el "alimento sólido" (Hebreos 5:14) de las enseñanzas más avanzadas, las que hacen crecer y madurar al alma. Pero usted, hermano Dimas, todo lo que tiene que ofrecernos son ¡migajas! ¡Cosa vergonzosa tanto para la iglesia como para usted!
B. Además del bulto que acabamos de examinar, ¿qué más trae el siervo Mediocre en su tesoro? Veamos. Una caja llena de…
1. ¡temas políticos!
2. ¡chistes!
3. ¡cuentos!
4. ¡chismes!
5. ¡vanas palabrerías!
a) ¡Cosas baratas todas estas! Bagatelas, y peor. Perjudiciales y dañinas en extremo.
b) ¿Quién se atreve a traer cosas semejantes para la iglesia del Señor, la cual no es de este mundo, siendo espiritual, y no una entidad política o mundana?
c) ¿Quién tiene la osadía de llevar estos temas a los hogares de cristianos o inconversos? Solo el siervo de mediocre espiritualidad, compromiso o preparación.
C. Nuestra evaluación objetiva del tesoro de Dimas es la siguiente: en definitiva, lastimosamente, no hay casi nada de valor. Quizás estas cosas sean para él todo un tesoro, pues hay quienes no saben distinguir entre prendas valiosas y prendas baratas. Pero la triste realidad es que su "tesoro" consiste de algunas cosas de poco valor, como además de algunas totalmente carentes de valor.
“Escudriñando el tesoro que trae cada ministro de Jesucristo”
Parte 3 (de 3)
“El buen tesoro que trae el buen ministro Timoteo Rico”
“Si clamaras a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios” (Proverbios 2:3-5).
“El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas” (Mateo 12:35).
I. En esta serie de tres estudios sobre “Escudriñando el tesoro que trae cada ministro de Jesucristo”, llegamos al tesoro del "buen ministro", precisamente al del "hermano Timoteo Rico". Cristo enseña que "el hombre bueno, del bueno tesoro... saca buenas cosas". Por lo tanto, confiamos encontrar "buenas cosas" en este tesoro. De hecho, ya estamos favorablemente impresionados, pues lo que tenemos delante de nosotros no es un cajón cualquiera, sino ¡todo un baúl bien elaborado! Anticipamos encontrar adentro muchas cosas valiosas tanto para el buen siervo dueño de este baúl como para el pueblo de Dios con el cual Timoteo comparte generosamente. Ricos presentes, preciosos y duraderos. ¡Abramos este baúl!
A. Lo primero que extraemos es un envase de hermosa hechura llena de agua cristalina, pura y fresca.
1. Esta agua simboliza la verdadera "agua de vida" que trae el "buen ministro" para las almas sedientas. Nos hace pensar en aquellas palabras elocuentes del Señor cuando dice, refiriéndose al siervo de fe fuerte: "De su interior correrán ríos de agua viva" (Juan 7:38).
2. El hermano Timoteo Rico tiene tal fe. Por consiguiente, brotan "de su interior", es decir, de su corazón, mente y espíritu, manantiales de enseñanzas sanas, ríos de sabiduría divina y caudales de consejos espirituales. En fin, él trae "todo el consejo de Dios" (Hechos 20:27) para las almas sedientas, y esto es maravilloso para la iglesia, haciéndola crecer rápidamente en conocimiento y sabiduría celestial.
B. ¿Qué otro tesoro se encuentra en este gran baúl? ¡Ah!, pan bueno, fresco y nutriente.
1. El buen siervo trabaja afanosamente para hacer suyo, "no... la comida que perece, sino... la... que a vida eterna permanece" (Juan 6:27), compartiéndola luego gustosamente con los demás cristianos y amigos deseosos de tenerlo.
2. Este pan apetitoso, maná del cielo, sabroso pan espiritual para el alma, repartido entre los hambrientos por el buen ministro, se multiplica en los corazones y alimenta a multitudes, tal cual los panes y los peces que aprovechó Jesús para alimentar a cinco mil (Mateo 14:13-21).
C. Rebuscando en este baúl, hallamos un pequeño artículo común, a saber, un salero.
1. Pero, la sal, ¿por qué tenerla como tesoro? Bien saben los historiadores que en tiempos pasados, en ciertos lugares del mundo tales como el Próximo Oriente, el Norte de África y algunos países europeos, tanto valor tenía la sal que se usaba como dinero. Increíble, pero cierto. Hoy día, la gran abundancia de sal en casi todo el mundo nos lleva a clasificarla como artículo de poco valor, pero no fue así en los tiempos antiguos.
2. En la actualidad, los cristianos auténticos son "la sal de la tierra" (Mateo 5:13), teniendo inmenso valor para la humanidad. Sus enseñanzas puras y conducta intachable añaden sabor a un mundo soso, siendo su palabra siempre "sazonada con sal" (Colosenses 4:6).
3. A todo fiel cristiano le hace falta reabastecer continuamente su tesoro de “sal espiritual”. Proveérsela es una función importantísima del buen ministro de Jesucristo. El salero del hermano Timoteo le recuerda esta función, y la necesidad de estar bien abastecido el mismo, pues si a él le falta, ¿cómo compartir lo que no tiene?
D. Tan grande es este baúl que en él cabe toda suerte de buen tesoro. Por ejemplo, este arreglo bellísimo de flores variadas.
1. Qué hermosas las flores, ¿no? Exquisitas creaciones del Dios Todopoderoso. Se deduce que a él le gustan muchísimo, pues los campos se engalanan de ellas, sin que el hombre siembre o cultive. Aun los desiertos irrumpen en colores al caer siquiera un poco de lluvia. ¿La tierra sin flores? ¡Qué triste proyección! Carente de sus formas suaves, infinitas matices de colores encantadores y perfumes delicados que nos deleitan. De veras, las flores son un verdadero tesoro para los ojos, la nariz y el corazón, tanto de varones como de mujeres, además de jóvenes y niños, maravillándose todos de su belleza especial.
2. El buen ministro, siendo de espíritu sensible, noble y culto, trae flores para las almas. Sus flores tienen nombres especiales, entre ellos:
a) "Buena voluntad." Esta preciosa flor exude una suave y agradable fragancia dondequiera que crezca.
b) "Amor sincero." En el jardín grande del buen ministro, siempre se encuentra abundancia de esta bella flor, pues la mata que la produce es perenne, no muriendo o acabándose, sino renovándose y multiplicándose continuamente, algo como la “Mírame linda” de lugares tropicales. Esta flor encanta a niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos por igual, y se regala a pobres y ricos, a grandes y pequeños, en fin, a todo ser humano, sin acepción de personas.
c) "Elogios discretos." Estas flores únicas en su categoría se escogen con sumo cuidado. No se reparten indiscriminadamente sino que se entregan particularmente a los siervos y siervas que cumplen bien sus ministerios. Su impacto en estos es notable, pues se sienten muy honrados, y por ende, animados y motivados a obras aún mayores.
d) "Encomios delicadísimos." Otra especie de flor tan rara como bella, esta en particular el buen ministro se la regala juiciosamente a quien se destaca de manera excepcional en el desarrollo de las gracias divinas.
e) "Consuelo." Tal cual indica su nombre, esta flor apacigua ánimos alterados.
E. Descansando en el fondo de este gran baúl vemos nada más y nada menos que ¡un joyero de madera preciosa, esculpida con figuras exóticas! Abriendo el joyero, miramos con asombro creciente…
1. ¡Joyas antiguas! (¡Piedras preciosas! (¡Diamantes, oro, plata y rubíes!
a) No cabe duda. Su apellido lo dice: el hermano Timoteo Rico es, de veras, ¡rico! ¿Por qué ha depositado este varón "joyas antiguas" en su baúl? (Ah!, claro, por lo que dijo su Señor, según Mateo 13:52. "Todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas." Pues bien, Timoteo no es escriba de la Ley Mosaica sino ministro competente del Nuevo Pacto (2 Corintios 3:6). Pero, ¿no es universal esta norma de Cristo? Ciertamente, lo es. Timoteo también es “docto en el reino de los cielos”, conforme al Nuevo Testamento, siendo bien instruido, apto y hábil en la administración de la multiforme gracia de Dios. Ha ido acumulando su propio tesoro, en el que se hallan “cosas viejas”.
b) "Cosas viejas", o sea, tesoros antiguos. ¿Y de qué se trata? Estos tesoros antiguos son los tesoros espirituales de Abraham, Moisés y Job; de David y Salomón. Son las porciones de Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Ezequiel, Daniel y los demás libros del Antiguo Testamento, las que tienen valiosas y edificantes aplicaciones actuales (1 Corintios 10:1-10). Desde luego, este tesoro antiguo no incluye lo abolido en la cruz (Colosenses 2:14-16). Por consiguiente, no es de sorprenderse que no se encuentra entre estas “cosas viejas” cosas tales como diezmos, incienso o vestimentas sacerdotales al estilo levítico.
(1) El buen ministro trae de la “Tesorería de aquellos reyes espirituales del pasado” las “Joyas de Verdades Eternas”, las que adornan la corona de cualquier justo de Dios, no importando la época en que viva.
(2) El ministro "docto" en el Reino de los cielos sabe hacer uso del Antiguo Testamento para la edificación de la iglesia. No lo enseña como “ley divina vigente”, ya que entiende perfectamente que no está en vigor (Hebreos 7:12; 8:6-13), pero encuentra muchas joyas espirituales preciosas en sus numerosas figuras o sombras de lo que había de venir (Hebreos 9:1-28), rica y detallada historia (1 Corintios 10:1-11), ejemplos de fe extraordinaria (Hebreos 11), lenguaje poético e inspirador (Salmos), adagios (Proverbios) y profecías (Daniel).
2. En este joyero del hermano Timoteo, no solo hay “cosas viejas” sino también “cosas nuevas”. ¡Joyas nuevas! Todo ministro "docto" en el Reino de Dios "saca de su tesoro cosas nuevas", o sea, todas las enseñanzas "nuevas" del nuevo código moral y doctrinal instituido y santificado por Cristo mismo, su Nuevo Testamento sellado con su propia sangre (Mateo 26:28).
a) Estas joyas del Nuevo Testamento son más brillantes, más elegantes y de más calidad y valor que la mayoría de las antiguas.
b) Su precio es el precio de la sangre del Cordero de Dios, y por ende, su valor es incalculable.
3. "Docto (Del lat. doctus , part. pas. de docēre, enseñar). adj. Que a fuerza de estudios ha adquirido más conocimientos que los comunes u ordinarios. U. t. c. s.” Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. Timoteo Rico es "docto". ¿Y usted? ¿Y este servidor? Cada siervo realmente “docto” siempre trae en su tesoro una combinación balanceada de "cosas nuevas y cosas viejas", con las que enriquece grandemente a todos los que le prestan oído.
F. De este tesoro de Timoteo Rico seguimos sacando objetos de gran simbología, por ejemplo, este llavero.
1. La llave es un instrumento de mucho valor, útil para abrir o cerrar. Las hay de muchas clases, tamaños y usos distintos, bien sea para abrir o cerrar puertas, cajas fuertes, celdas, prisiones o corazones.
2. El buen ministro siempre tiene en su haber "las llaves del reino de los cielos" (Mateo 16:18), y sabe cómo y cuándo utilizarlas para abrir el entendimiento de corazones honestos. Igualmente, las utiliza para cerrar la entrada a tipos peligrosos para la iglesia. Con ella…
a) …suelta las cadenas de supersticiones y ignorancia.
b) …libra de esclavitud al Antiguo Pacto (Gálatas 5:1-4), como además de los mandamientos y tradiciones impuestas por hombres falibles (Mateo 15:1-15).
d) …abre de par en par las puertas del Reino de Dios, es decir, de la iglesia (Mateo 16:18-19; 18:18), haciendo uso de las mismas llaves espirituales entregadas a los apóstoles en el día de Pentecostés, según Hechos, el capítulo dos. Estas llaves únicas y valiosísimas que abren el Reino espiritual para que entren los obedientes se componen de las buenas enseñanzas de Cristo, llamadas “la doctrina de Cristo” (Hebreos 6:1), la que el buen ministro lleva consigo, como si fuera un llavero de oro puro de más valor que todo el dinero del mundo.
G. Dentro de este baúl, estamos mirando una caja extrañamente identificada con las palabras: "Todo lo mío; todo lo que soy". La extraeremos con cuidado y reverencia, ya que obviamente se trata de un tesoro muy personal del hermano Timoteo. Parece que este varón está dispuesto a darse a sí mismo al máximo para el bien de todos. De ser así, estaría siguiendo fielmente los talones de su Maestro (Romanos 15:1-3). Reflexionando, pensamos que las personas buenas, con sus características loables y dignas de imitar, son un verdadero "tesoro" para la iglesia, como también para toda la humanidad. ¿Cuáles son los rasgos de carácter, personalidad y espíritu que enseña el buen siervo como parte de su buen tesoro? Abrimos esta caja tan especial. En cintas de oro aparecen rasgos de veinticuatro quilates. Él desea ser siempre:
1. Amoroso.
2. Amigable.
3. Amable.
4. Bondadoso.
5. Sufrido.
6. Auto disciplinado.
7. Sacrificado.
8. Servicial.
9. Imparcial.
a) Solo podemos exclamar, admirados: ¡excelente! ¡Excelente tesoro! Asimismo el Espíritu Santo describe al buen ministro de Jesucristo en 2 Timoteo 2:24-25. "El siervo del Señor... debe ser... amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen".
b) Ciertamente, estos atributos enriquecen grandemente a todos. Y nosotros, ¿los hemos adquirido, añadiéndolos a nuestro propio tesoro muy personal?
H. De nuevo, miramos dentro de este gran baúl, y vemos otra caja bastante grande y pesada, identificada como "Estudios y mensajes".
1. En el exterior de esta caja también aparecen otras palabras que parecen definir las metas del hermano Timoteo referente a la preparación de sus intervenciones.
a) "Bien pensados, planificados y presentados."
b) "De contenido variado."
c) "Prácticos."
d) "Ilustrados acertadamente."
e) "Actualizados."
2. Abrimos esta caja, y ya comprendemos por qué pesa tanto: está llena de las herramientas que Timoteo emplea con destreza para confeccionar estudios y mensajes que se ajusten a sus metas.
a) Una Biblia, con ayudas (concordancia, tablas de medidas, mapas, etcétera).
b) Un diccionario bíblico de mil quinientas páginas.
c) Un diccionario de español, de mil doscientas páginas.
d) Una concordancia completa.
e) Algunos comentarios bíblicos escritos por miembros de nuestra propia hermandad.
f) Una libreta de apuntes.
g) Algunos materiales visuales.
-Valiéndose de estos recursos, y de otros a su alcance, Timoteo elabora cuidadosamente mensajes y clases, los que sus oyentes catalogan de “verdaderos tesoros espirituales”.
I. Queda una sola caja en este baúl. Está bellamente adornada con palabras escritas en oro puro, dando a entender que Timoteo valúa grandemente su significado. Las leemos.
1. "Esperanza." Meditando, comprendemos enseguida que la “esperanza” hay que estimarla como tremendo tesoro a adquirirse y preservarse, cueste lo que cueste, pues vive en pobreza desesperante de espíritu aquel que carece de esperanza. El buen ministro tiene mucha esperanza, y está muy dispuesto a compartirla con los que menos o ninguna tienen.
2. "Paz." Se trata de otro tesoro incomparable. El buen ministro conoce a plenitud "la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento" (Filipenses 4:7), deseando enriquecer a los demás con este mismo tesoro, habiendo aprendido él mismo a ser "pacificador" (Mateo 5:9).
3. "Consuelo." Quien trae consuelo a los que sufren en cuerpo y alma es portador de uno de los tesoros más deseados y preciados.
4. "Animo." Una joya sin igual para los espíritus decaídos, cansados o deprimidos.
5. "Fortalecimiento." Un verdadero tesoro para el que se siente débil, sobrecargado de pruebas o agotado por las fuertes luchas de la vida.
-Con tal riqueza en su haber, el buen siervo ministra con gran éxito a todos los hermanos, no rehusando compartir también con las personas del mundo que desean acercarse a Dios. Usted y yo, ¿nos hemos hecho de esta calidad de riqueza?
II. ¿Qué pasos hemos de tomar para hacernos de un tesoro tan grande, valioso y completo como el que ha acumulado el hermano Timoteo Rico? ¡Tan rico y variado! ¡Que enriquece a multitudes!
A. Primero, pedírselo a Dios, la fuente de todos los tesoros imperecederos.
1. En oración sin cesar.
2. El sabio Salomón nos da el ejemplo: pedir, no las riquezas materiales de este mundo, sino las de la ciencia y sabiduría divina (2 Crónicas 1:7-12). De la manera que Dios enriqueció insólitamente la mente de Salomón, asimismo ha prometido darnos sabiduría “abundantemente y sin reproche”, con tal que pidamos con fe, nada dudando, ni siendo de doble ánimo (Santiago 1:5-11).
B. Segundo, preparar al corazón para recibirlo. El corazón es el depósito donde hay que guardar el buen tesoro. No en bancos ni en cajas fuertes ¡sino en el corazón! Acuérdese: "Del buen tesoro del corazón” el buen siervo “saca buenas cosas". A continuación, unas reglas para encontrar y hacer suyo el tesoro más valioso del mundo:
1. ¡Estudiar! ¡Estudiar! ¡Estudiar! Sobre todo, la Biblia. También otros materiales relevantes (1 Timoteo 4:13; 2 Timoteo 2:14; 3:14-17).
2. Meditar. Pasar tiempo a solas, contemplando los caminos de Dios y pensando en la revelación divina dada a conocer a través de la naturaleza misma y mediante la palabra inspirada (Salmo 66:5-8; 77:12; Lucas 2:19).
3. Abrir bien los ojos espirituales del entendimiento para que pueda ver y apreciar los tesoros de Dios (Efesios 1:18).
4. Con mente espiritual, acercarse a Dios, y a toda su creación, analizando todo espiritualmente (1 Corintios 2:16).
5. Determinar en su corazón conocer espiritualmente tanto a la mujer como al varón, tanto al joven como al adulto: las necesidades, inquietudes, temores, puntos débiles o puntos fuertes de cada uno en particular. La palabra clave es “espiritualmente”, como en 2 Corintios 5:16.
-Es de esperarse que estas medidas, más otras de la misma categoría, le ayuden a descubrir los tesoros de Dios, acumularlos en su corazón y disponer de ellos para beneficio de la iglesia y toda la humanidad.
"Querida dama cristiana, ¡usted puede ser una maestra preparada, activa y eficaz!"
(6) Las que se han casado más de una vez.
g) Las mujeres maduras (de treinta y seis a cincuenta y cinco años de edad).
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