Apocalipsis. Comentario extenso. Ilustrado.

Señales de los tiempos. Muchas identificadas, comentadas y colocadas en la línea del tiempo.

El boicot tiene que ver con muchísimo más que un emparedado de pollo

Por Todd Starnes

Publicado 31 de julio de 2012
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www.FoxNews.com Fachada de un restaurante de Chick-fil-A, uno de más de mil seiscientos de la cadena

En lo concerniente a la flagelación pública de Chick-fil-A [cadena de más de mil seis cientos restaurantes en EE.UU.] por funcionarios gubernamentales, parece haber algo en contra del espíritu americano –legisladores diabólicamente decididos a destruir una empresa privada estadounidense sencillamente por las opiniones personales del propietario [Dan Cathy, de Atlanta, Georgia].

Demócratas en más de media docena de ciudades han estado en la vanguardia de la agresión, calumniando al propietario de Chick-fil-A y reclamando que se veten totalmente los esfuerzos de expandirse la compañía en lugares tales como Chicago, Filadelfia, Boston y San Francisco.

Y el único crimen de Chick-fil-A es ser una empresa familiar que se acoge a las enseñanzas de la Santa Biblia, [incluso]  la creencia que el matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer. Dan Cathy, el presidente de Chick-fil-A, ha sido llamado un intolerante, un homofóbico. El alcalde de Washington, D. C., acusó a la empresa de estar vendiendo “pollo de odio”.

Jim Kenny, concejal de Filadelfia, introdujo una resolución que condena tanto a la empresa como a su presidente. Dijo Kenny: “Este individuo en particular es un homofóbico rabioso, y desea denegar a americanos los derechos civiles patrimonio de todo americano.

‘El asalto atroz izquierdista contra Chick-fil-A debería servir para despertar a personas que creen [en Dios].’

A través del país se registran intentos encaminados a cerrar restaurantes de Chick-fil-A. Grupos de estudiantes están lanzando campañas similares en recintos universitarios. Indignados por una creencia tenida por la mayoría del público americano, pierden de vista el que Chick-fil-A emplea miles y miles de personas. Y con el desempleo rondando alrededor del 8.2%, hay por qué cuestionar el tipo de mensaje que los demócratas estén tratando de enviar a la nación. Tal vez crea el partido del presidente Obama que sea mejor, moralmente, ser desempleado que estar opuesto al matrimonio gay.

Los cristianos americanos están confrontando tiempos inciertos. Los valores de nuestra nación están bajo asedio. La libertad religiosa ha sido socavada. Vivimos en un tiempo cuando lo correcto de pronto es incorrecto y lo malo es ahora bueno.

‘El asalto atroz izquierdista contra Chick-fil-A debería servir para despertar a personas que creen [en Dios].’ No se trata de un emparedado de pollo. Se trata del futuro de nuestro país.

“El individuo tiene derecho de decidir si comer, o no comer, más pollo [‘eat mor chikin’]. Pero ningún líder gubernamental debería impedir la expansión en su distrito de una empresa u organización, basándose en los puntos de vista personales o políticos de sus dueños”, dijo Leith Anderson, presidente de la Asociación Nacional de Evangélicos. “Ni tal discriminación palpable ni intentos de marginar a los que tienen valores religiosos tienen lugar en la democracia americana.”

Aquellos que predican tolerancia resultan ser los menos tolerantes de todos. Y tengo la sospecha de que el concejal Kenny hable de parte de muchos al enunciar una amenaza poco velada contra individuos tales como Dan Cathy que apoyan el matrimonio tradicional. Dijo: “Si cree él, real y verdaderamente, lo que profesa creer, derecho tiene de hacerlo. Pero, frecuentemente, se tiene que atañerse a las consecuencias”. En otras palabras, el concejal Kenney quiere que cierren la boca las personas con puntos de vista diferentes a lo suyo, y si no, pues confrontar las consecuencias.

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Rahm Emanuel, alcalde de Chicago

El domingo pasado, pastores a través de la nación abordaron en sus púlpitos los ataques contra Chick-fil-A, pero ninguno fue más elocuente o apasionado que Charles Lyons, pastor de la Iglesia Bautista Armitage, en Chicago. Lyons enunció un llamamiento al alcalde Rahm Emanuel, instándole a reconsiderar el asalto verbal que había hecho contra gente de fe.

Emanuel había dicho: “Los valores de Chick-fil-A no son los valores de Chicago”. Sus pronunciamientos dejaron a muchos preguntándose que si los cristianos sean bienvenidos en la Ciudad del Viento. Imploró Lyons: “Señor Alcalde, no nos eche a un lado. No nos falte el respeto. También nosotros somos Logan Square. También nosotros somos Chicago”.

El pastor amonestó a Emanuel, sin ninguna gritería o asomo de ira. Sus comentarios fueron interrumpidos por aplausos y, de vez en cuando, un “Amén”. A mediados de su ponencia, Lyons pausó, luego pronunció una advertencia, de modo alguno velado, a los líderes de la ciudad. Dijo: “Si la policía política viene a la Iglesia Bautista Armitage, la encontraremos en la puerta, respetuosamente, impávidamente, dispuestos a morir en esta colina, sosteniendo un ejemplar de las Sagradas Escrituras en una mano y la Constitución de los Estados Unidos en la otra”.

Gente de fe, prestad atención.

Se ciernen nubes oscuras. Soplan los vientos de la intolerancia. Una gran tormenta se está aproximando. Están sobre nosotros los días de persecución.

Todd Starnes es un presentador de Fox News Radio y autor de Dispatches From Bitter America -Despachos de la América amargada.

[Traducción del inglés por Homero Shappley de Álamo]

 

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