Leonardo aborda la mala conducta
de líderes pentecostales.
 

“Al parecer usted está muy informado de muchos acontecimientos a cerca del pentecostalismo y referente a la obra del M.M.M.; sin embargo el hecho de que usted se esconda detrás de un pseudónimo "Homero" deja ver claramente sus malas intenciones, su cobardía, y sus ganas de causar polémicas y discusiones malsanas.

Aclaración. “Homero” es mi nombre legítimo, y no un pseudónimo. Shappley es mi apellido. No me escondo tras nada o nadie. Disculpe mi franqueza, pero tengo que decir que sus juicios sobre mis intenciones son típicos de muchos pentecostales, siendo del todo subjetivos, como además hirientes en extremo.

“Déjeme decirle algo, que aunque no debería contestarle nada al respecto (como dicen en mi país: ‘A palabras necias oídos sordos’) y como dice la Palabra de Dios: ‘No habléis al oído del necio porque de cierto no te oirá’, sin embargo quiero decirle, que conozco esta Obra desde hace más de 18 años, aunque a usted le parezca poco tiempo, para mí es más que suficiente, para ver experimentado el cambio que Jesucristo hizo en mi vida.

Comentario. Me alegro por “el cambio” en su vida. El mismo no es suficiente para probar que el pentecostalismo sea obra de Dios, pues millones de personas en cientos de iglesias y religiones, tan variadas como contradictorias, desde adventistas y Testigos hasta musulmanes y budistas, reclaman cada una “cambios” semejantes.


”Usted habla de una lista de predicadores que han caído en pecados sexuales, ellos aunque no pertenezcan a nuestro Movimiento, siento un profundo dolor, o es que ¿usted siente mucha alegría por ello?, porque aquí el único que ha de alegrarse es Satanás y los perjudicados son las multitudes de almas que se pierden la oportunidad de oír un mensaje de salvación a tiempo, ¿que tristeza verdad? Por otro lado ‘el que esté libre de pecado que tire la primera piedra’; no te conviertas ni te hagas como uno de esos que llevaron una mujer ante Jesús para que él la juzgara por su pecado de adulterio. Las palabras de Jesús fueron: ‘Ni siquiera yo te condeno; vete y no peques más’. ¿Qué lindo, verdad?

Observaciones. Implicar que este servidor sienta “alegría” por la caída de pastores o líderes de la iglesia que sea es, a mi entender, una artimaña psicológica que solo sirve para enturbiar el asunto. Muy lejos de “alegrarme”, lo que siento es tremenda tristeza, mezclada con no poco coraje, pues su pérdida de credibilidad resta de la de todos los que confesamos a Cristo como Señor. ¿No es así? Personalmente, lo que discierno es un patrón de conducta notablemente común , particularmente en líderes pentecostales, a saber, adulterios, fornicación, infidelidad matrimonial, divorcios, múltiples matrimonios, etcétera, y casi siempre bajo el manto de una susodicha “santidad”.

- A los casos ya divulgados en nuestro sitio de Internet, considere el del “Obispo Earl Paulk” , ministro de una iglesia pentecostal muy grande, ubicada en Atlanta, Georgia, EE. UU., que llegó a tener 17,000 miembros. Ya entrado en años referido personaje, desde 1960 ha sido acusado una y otra vez de líos y abusos sexuales, en los que participa, con mujeres, algunas casadas, de su propia congregación, adulterando y fornicando “en el nombre de Dios, para sellar” ciertas relaciones u obras, bajo el lema, o doctrina, de “reino hecho realidad en la tierra en actualidad”. Su caso salió de nuevo, hace poco, en CNN, donde ciertas mujeres de su congregación testificaban acerca del “lavado de cerebro” del que eran “víctimas”, persuadiéndolas Paulk a tener relaciones sexuales con él porque “era voluntad de Dios” y consintiendo ellas porque creían ciegamente en él. Vuelvo a señalar que casos de esta índole no son aislados sino tan frecuentes como alarmantes, síntoma, opina este servidor, de un mal profundo del pentecostalismo en particular.


”Ahora bien, ésta es una Obra que enseña mucho sobre la santidad (sin creernos más santos que otros) y no hablo de mojigatería, sino de una santidad producto de un encuentro genuino con Jesucristo (del Nuevo Nacimiento; que aunque aborrecemos el pecado, amamos al pecador y tenemos compasión de él; porque, ‘con la misma vara con que medís, os volverán a medir’. No te creas tan perfecto y tan puro, ‘primero saca la viga que hay en tu ojo para que luego saques la paja que hay en tu hermano’. Sr. "Homero"... o como te llames, ‘no juzgues, para que no seas juzgado’, ni te opongas a la Obra de Dios, no seas que te encuentres ‘dando coces contra el aguijón’. Como dijo el Sumo Sacerdote de Jerusalén Cuando detuvieron al Señor Jesús: ‘Si esta Obra es de Dios permanecerá, si es de los hombres se destruirá’. No te preocupes por nosotros, ni por el pentecostalismo; preocúpate por tu salvación, y por predicar a Cristo, como dijo el apóstol Pablo, ‘y a éste crucificado’ y resucitado de entre los muerto en victoria.

Atte. Leonardo R.”

Comentarios. Respetuosamente, le sugiero aplicar sus consejos a los muchos pastores y evangelistas pentecostales que están empañando el nombre del Señor y perjudicando la obra de su verdadera iglesia en la tierra, pues usted nada sabe de mi testimonio personal o conducta moral. Tenga presente, se lo ruego, que las “obras” de error y maldad efectuadas en el nombre de Dios tienden a prosperar mucho más que la iglesia verdadera. Algunas caen a la larga, pero no pocas florecen, se enriquecen y permanecen por largo tiempo.

Le suplico recapacite. Existe una fe, una doctrina, una iglesia y una forma de vida en Cristo superiores al pentecostalismo.

Sin ánimo ninguno de lastimar su espíritu. Al contrario, solo le deseo lo mejor, pidiendo perdón por cualquier expresión indebida de mi parte.

Para servirle en el amor de Cristo,

Homero Shappley de Álamo

 

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