Superabundancia de recursos para el tabernáculo. Aplicación a la iglesia. Éxodo 36:2-7.

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Superabundancia de recursos para el tabernáculo

Aplicación a la iglesia

"En cuanto a la prohibición que ordena Moisés [Éxodo 36:2-7], debemos recordar que según la evidencia bíblica del texto del entorno, esas ofrendas cumplían cabalmente las precisiones que había estipulado Dios para que fueran de su agrado. En tal sentido, cabe considerar si la sobreabundancia no era en esta situación particular parte de la voluntad de Dios. Muchos sostienen que la interrupción fue una medida de practicidad para no tener bienes atesorados en el tabernáculo, y otros indican que tal temperamento obedeció a la integridad del liderazgo. Sin embargo, si trazáramos una analogía con la multiplicación de panes y peces, en los dos relatos bíblicos, hay una provisión superabundante del Señor, DE TAL MANERA QUE RECOGIERON DE LO QUE SOBRÓ. El Señor no limitó su provisión a lo necesario. Si los corazones que ofrendan revisten con sinceridad las condiciones que estableció el Señor, no es el hombre quien debería limitarla, ni por peligro de concupiscencia ni menos aún por ventajas prácticas. El problema no radica en la superabundancia de los recursos que Dios brinda a la Iglesia, sino en la carencia en la búsqueda de los propósitos de Dios para los cuales provee los mismos.”

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