Iniciándose…

                …y perfeccionándose…

                                      …en los ministerios espirituales…

               …del Reino de Dios

 

 

Esta fotografía de un hombre, de quien no se le ve la cara y solo el lado izquierdo de su torso, con una Biblia grande sostenida medio abierta en la mano, ilustra la Sesión ! del curso Inciándose y perfeccionándose en los ministerios espirituales del Reino de Dios.

 

 

Fotografía:  ID 20908932 © Villiers Steyn | Dreamstime.com

 

Sesión 1

COMPETENTE al MÁXIMO

PULIDO

PERFECCIONADO

"GLORIA de CRISTO"

 

Formato: conferencia presentada ante un grupo de candidatos a ministerios espirituales y de personas que ya ejercen tales ministerios.

El Tema de este curso de cinco sesiones:

Iniciándose y perfeccionándose en los ministerios espirituales del Reino de Dios.

¿De cuáles ministerios se trata? Nombramos algunos, sin intentar una lista exhaustiva ni un orden de importancia. A la verdad, cada ministerio se reviste de su propio valor especial en el tiempo de su ejecución.  

Preparar la Mesa del Señor

Administrar la Mesa del Señor

Dirigir himnos y cánticos espirituales

Dirigir oraciones

Querido maestro, ¿estás debidamente
preparado para la clase bíblica?

Organizar los servicios de adoración

Dirigir los servicios de adoración

Administrar la colecta de ofrendas

Dar los anuncios

Encargarse de los sistemas de audio y video

Encargarse del mantenimiento del plantel, incluso de las áreas verdes

Servir como tesorero de la congregación

Realizar el trabajo de secretaria

Funcionar como anciano (obispo, pastor)

Hacer el papel de diácono

Desempeñarse como maestro, o maestra, de clases bíblicas, incluso redactar materiales nuevos para clases.

Hacer la obra de evangelista

Administrar obras benévolas, ya locales, ya en otros lugares, aun en otros países.

Administrar obras evangelísticas, incluso campañas locales o en otros lugares, aun en otros países.

Impartir cursos de capacitación ministerial

Montar y mantener un sitio de Internet para evangelizar y edificar

Usar los medios sociales para evangelizar y edificar

Usar el medio de la radio para evangelizar y edificar

Valerse de periódicos y otras publicaciones comerciales para evangelizar

Organizar y administrar confraternidades

Organizar y efectuar actividades para niños, jóvenes, ancianos o cualquier otro grupo especial

Etcétera

¿Cuáles son los PROPÓSITOS de este Seminario?

Para quienes aún no hayan comenzado a ejercer ministerios espirituales en la congregación: orientarles y motivarles de tal manera que determinen prepararse debidamente, cualificando para el ministerio seleccionado, o para más de uno.

Para los que ya se ocupan en ministerios: mejorar y pulir hasta el máximo su participación.

¿Cuál de nosotros lleva más tiempo en el ejercicio de ministerios espirituales?

25 años     30 años     40 años     50 años     60 años, o más

¿Cuál de nosotros haya perfeccionado al máximo sus ministerios hasta el punto de no poder mejorarlos más?

Para el perfeccionamiento de los ministerios, ¿podemos colaborar mutuamente para alcanzar la meta de lograrlo? ¿Aprendiendo todos juntos? ¿Orientándonos, aconsejándonos y ayudándonos los unos a los otros con verdadero amor fraternal, humildad, tacto y respeto?

Fíjense, amados en Cristo: las circunstancias de la vida y la providencia de Dios nos tienen aquí juntos en esta ocasión, en estas facilidades de la Iglesia de Cristo.

Somos de distintos países, nacionalidades y culturas. ¿De cuáles países?

La mayoría de ustedes no me conocen bien a fondo. Ni yo a la mayoría de ustedes.

Sin embargo, nos unen el mismo noble deseo de servir a nuestro Dios de la mejor manera posible. ¿Correcto?

De hecho, son universales las directrices divinas en la Biblia que hacen posible la Adquisición y el Perfeccionamiento de los ministerios espirituales. Válidas en cualquier país, cultura o idioma.

Y, consiguientemente, aprendidas y aplicadas sabia y plenamente, a todos nosotros los ministros de Cristo que las hacemos nuestras ¡nos hacen UNO! Tan UNIDOS en nuestra empresa maravillosa de echar adelante la obra salvadora del Señor en la tierra que ni envidias ni competencias infantiles nos separen.

Así que, yo crezco sí espiritualmente por su presencia grata y participación positiva en estos estudios, y vengo orando que mi presencia y participación tengan igual efecto en ustedes.

Pregunto: ¿cuál es la META que cada uno debería fijarse para la realización de cualquier ministerio?

He aquí la META que presento para su consideración: ser COMPETENTE al MÁXIMO. PULIDO. PERFECCIONADO.

El término secular sería: "PROFESIONAL". Como en la expresión: "Él, ella, es todo un profesional, una profesional". Plenamente capacitado, eficiente, efectivo, responsable y digno de confianza.

En lo concerniente a ministerios ESPIRITUALES, ¿no deberíamos tener la meta de ser así? Plenamente capacitados, eficientes, efectivos, responsables y dignos de confianza.

Entonces, en lo referente a nuestras ejecutorias ministeriales en el Reino de Dios, sea que no dejemos lugar alguno para críticas justificadas, señalamientos que dejen mal sabor, desánimos, tropiezos, caídas fatales.

Pulirnos, perfeccionarnos en los ministerios, para que ninguna visita se lleve impresiones negativas.

Queridos hermanos y hermanas, que jamás diga visita alguna:

"¡No vuelvo! Tan torpes algunos de esos varones al frente. Lentos. Descuidados. Faltos de cortesía, amabilidad, amor."

Esa misma fue la impresión de una dama en Colombia que, después de estudiar temas en editoriallapaz, quiso visitar a una congregación de las nuestras. Su correo me partió el corazón.

Dijo que la congregación seguía sí la "sana doctrina de Cristo", pero que, en términos de su desenvolvimiento, no se parecía a la iglesia presentada en los estudios. Que comenzaron la reunión con cuarenta minutos de atraso. Que planificaron el culto y asignaron ministerios al ir llegando los feligreses. Etcétera.

¡Qué vergüenza para aquella congregación! Y para mí también.

 

Mientras diez penguinos se dan la espalda y se marchan, y de los dos abandonados pregunta al otro que por qué se van, ilustración para el curso de capacitación Iniciándose y prefeccionándose en los ministerios del Reino de Dios, en editoriallapaz.

 

Amados en el Señor, el propio Espíritu Santo nos identifica como "ministros COMPETENTES de un nuevo pacto" (1 Corintios 3:6).

No se trata solo de "ministros de púlpito" ni solo de evangelistas a tiempo completo.

Más bien, de todo aquel que administre de alguna forma la Palabra y las Obras del glorioso Reino espiritual de Dios y Cristo.

Mi humilde recomendación: estos tres vocablos "COMPETENTE, PULIDO y PERFECCIONADO", escribirlos a la cabeza de cada hoja de papel que utilices en tu preparación para cada ministerio.

En LETRA MAYÚSCULA ENNEGRECIDA.

Luego, repitiéndose para sí mismo frecuentemente:

"Yo quiero ser competente, pulido y perfeccionado en todas mis intervenciones ante Dios, la iglesia y las visitas. Quiero brillar como el oro puro; por lo menos, como la plata. No para que me alaben los hermanos o visitas sino para que todos alaben al Señor por su bella obra espiritual a través de mí persona, de mi espíritu."

¡Frecuentemente! Para que esta meta, estos sentimientos, se graben imborrables en tu mente, corazón, subconciencia y espíritu.

¿O acaso suceda en el caso tuyo, en lo concerniente a la preparación para tus ministerios, que tú no te valgas de papel y bolígrafo, ni de computadora, como tampoco de cualquier otro dispositivo o medio?

¿Te atreves a pararte ante Dios y la congregación sin una preparación adecuada?

Por semejante audacia descabellada se aflojan los débiles en la iglesia y se marchan visitas, talvez con el firme propósito de no volver.

¿Muy fuertes mis palabras? De acuerdo. Pero, no son para ti si te preparas adecuadamente. Muy al contrario, para ti, felicitaciones y elogios muy sinceros.

Competentes, pulidos y perfeccionados, entonces, sí, para que seamos "GLORIA de CRISTO"

El apóstol Pablo utiliza varios términos elegantes y espirituales para identificar a sus compañeros de ministerio, por ejemplo: Timoteo, Tito y Epafrodito. Entre aquellos vocablos, hallamos estos tan sublimes: "GLORIA de CRISTO".

En el contexto de estas tres palabras, Pablo se refiere particularmente a los hermanos elegidos por las congregaciones de Macedonia y Acaya para llevar donativos a los cristianos que pasaban hambre en Judea. Escribe:

"En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo." 2 Corintios 8:23

¡Qué maravilla! ¡Qué encomio descomunalmente bello y animador! ¡Qué reconocimiento más celestial, espiritual!

Y los hermanos aludidos debían pensar de sí precisamente de tal manera. Tener tal alto concepto de sí, mientras caminaban a pie y viajaban en pequeños barcos de vela cientos de kilómetros, desde Corinto, Atenas, Berea, Tesalónica y Filipos a Judea. Pasando, sin duda, no pocas incomodidades y asechándoles peligros de cuando en cuando. Pero, animándose y consolándose con este pensamiento: "Al estar efectuando este ministerio desinteresada y noblemente, ¡yo soy gloria de Cristo!"

¡Gloria de Cristo! Qué honor más espléndido, excelso, incomparable.

Y me pregunto, temblando para mis adentros: ¿Me atrevo a tener tal concepto tan elevado de mi propio desenvolvimiento en las obras del Señor? ¿Soy yo, de veras, "gloria de Cristo"? ¡Oh! ¡Cuánto quisiera serlo! Pero, ¿cualifico?

¿Y tú? En esta ocasión, en este lugar, en este día de tus ministerios espirituales, ¿cualificas para que tus compañeros de ministerio digan de ti: "Él es, ella es, verdaderamente, ¡gloria de Cristo!"?

"Gloria de Cristo" es todo aquel que honre a Cristo mediante ministerios efectuados con excelencia espiritual. Ya sea el de enseñar clases bíblicas o predicar, ya sea el de leer una porción bíblica ante la congregación, ya el de llevar donativos de materiales impresos o alimentos a Nicaragua, ya el de entregar folletos de casa en casa, ya el de recoger y limpiar después de una comida fraternal.

"EXCELENCIA ESPIRITUAL": dos palabras adicionales para escribir, metafóricamente, sobre nuestras dos manos, en nuestra frente, y nuestro corazón, mente y espíritu. Para que nuestros ministerios sean excelentes, de verdad.

Bien que "toda excelencia de obras" despierte, como dice Salomón, "la envidia", no por ello deberíamos dejar de tenerla como meta, disciplinándonos y esforzándonos para alcanzarla en todo ministerio espiritual que aceptemos llevar a cabo.

Y alcanzándola, no inflarnos con orgullo personal, como si lo hubiésemos hecho por nuestros propios poderes o inteligencia, sino dar toda la honra y gloria a Dios y a su Hijo Jesucristo, pues, la Palabra de Poder procede el ellos, y no de nosotros.

Esta Palabra, creída e internalizada en el siervo del Señor, es la energía multifacética espiritual que nos capacita para "toda excelencia de obras".

 


 

Sesión 2 de Iniciándose y perfeccionándose en los ministerios espirituales del Reino de Dios

Iniciándose y perfeccionándose en los ministerios espirituales del Reino de Dios. Curso de capacitación ministerial de cinco sesiones. LISTA de los temas, con enlaces.

PDF's del Curso completo Iniciándose y perfeccionándose en los ministerios espirituales del Reino de Dios.

El TEXTO de las cinco sesiones

La Cubierta y el Contenido de la versión impresa

 

Cursos de capacitación ministerial. Una lista, con enlaces, de los disponibles en este sitio de Internet.

 

 

  

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