La unidad de la fe e iglesia

 TEMA 1

La formación del carácter del consiervo

de Dios que ama la Verdad divina

y la Unidad de fe e iglesia

 Cuatro Partes

 Parte II

 

Esta rendición artística esotérica de un templo elegante entre la tierra y el cielo ilustra el tema La formación del consiervo de Dios en el Tempo de de la Unidad de la Fe e Iglesia, en editoriallapaz.

 

Nos acercamos al
Templo de la Unidad de la Fe e Iglesia

Sus dos columnas principales llamadas
Sumisión y Amor

El Fundamento y el Piso del Templo

El Pedestal con un mensaje sagrado en alto relieve 

 

III. El Templo de la Unidad de la Fe e Iglesia.

A. Acerquémonos con reverencia.

1. Es sagrado este lugar, como lo era el templo levantado por Salomón en Jerusalén.

2. Es hermoso este “Templo”, espacioso e imponente, una maravilla del mundo espiritual.

B. Las dos columnas principales se llaman “Sumisión” “Amor”

Lo primero que nos impresiona son “las dos columnas principales”, una a cada lado de la entrada, al estilo del templo salomónico. Salomón llamó “Boaz” “Jaquín” a las dos columnas del templo que construyó (2 Crónicas 3:15-17). Las dos columnas principales en el Templo de la Unidad de la Fe también tienen nombres muy especiales y de gran significado.

1. Una se llama "Sumisión”. ¿Y por qué se le da el nombre “Sumisión”? Obviamente, porque la perfecta unidad en la iglesia es posible solo donde TODOS los feligreses SE SOMETEN, con respeto y humildad, a la autoridad divina (Mateo 28:18-20; Filipenses 2:5-8).

2. La otra columna se llama "Amor”. Al contemplar nosotros esta columna y reflexionar, encontramos totalmente apropiado el nombre “Amor”, pues, ciertamente, “el amor fraternal no fingido” (1 Pedro 1:22) es “el vínculo perfecto” que une a todos los cristianos que andamos juntos en armonía de espíritu y mente (Colosenses 3:16).

3. El siervo de buen corazón se queda contemplando por largo tiempo estas dos imponentes columnas, estudiando su perfecta simetría, profundizando en su significado, hasta que los dos atributos, la "Sumisión" y el "Amor", se queden impregnados eternamente en su carácter.

a) Determina ser siempre sumiso a Dios.

b) Conoce el consejo del Espíritu Santo que dice “Someteos unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:1), como también la directriz que lee “estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo” (Filipenses 2:1-4), y decide implementarlos siempre en su vida y sus ministerios, en el empeño incansable de conseguir que haya verdadera unidad en la iglesia.

c) Fija en su mente y corazón de manera imborrable el deber de siempre amar con amor sincero y desinteresado a los demás ministros del Señor, como también a todos los seguidores de Cristo.

d) Será sumiso y amará con amor entrañable, “de corazón puro” (1 Pedro 1:22), para cumplir la voluntad de Dios, salvar su propia alma y asegurar la unidad en la iglesia.

C. El Fundamento y el Piso del Templo. 

Pasamos entre las dos columnas "Sumisión" y "Amor" y nos encontramos parados en un “piso espacioso de mármol sólido y pulido, de color rosado con tonalidades grisáceas”“Lozas de bronce bruñido” han sido colocadas en el piso de tal manera que deletrean las palabras “La Verdad Eterna e Inmutable de Dios”.

1. Maravillados, meditamos sobre cuán importantes son el fundamento y un piso bien hecho para la solidez y permanencia de toda estructura, y, en particular, para el gran Templo de la Unidad de la Fe e Iglesia.

a) Dada la función práctica e indispensable de este Templo, su fundamento debe ser grueso, ancho, seguro, muy fuerte e indestructible, asegurando que este Templo permanezca perfectamente intacto hasta el fin.

¿De qué material están hechos su fundamento y piso?

Precisamente, del que señalan las palabras grabadas en las Lozas de bronce bruñido, a saber: ¡de la "Verdad Eterna e Inmutable de Dios"(Hebreos 6:16-18; 1 Corintios 3:10-11). “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6). “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). “La palabra de Dios vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:22-25).

b) Este fundamento seguro sostiene el Templo de la Unidad siglo tras siglo, aun en medio de los terremotos violentos de contiendas y divisiones provocados por Satanás, ser maligno siempre empeñado en hacer agrietarse y desbaratarse el Templo.

2. Parado en este “gran piso hermoso”, profundamente impresionado por todo lo que sus sentidos captan, el siervo inteligente y espiritual del Señor comprende en lo más profundo de su espíritu que el “Fundamento sólido de la Unidad” es la “Verdad divina absoluta e irrevocable”, y que donde no se conozca ni se honre esta “Verdad” ¡es imposible que exista la Unidad espiritual enseñada en las Sagradas Escrituras!

a) En estos momentos de seria reflexión, el siervo inteligente se hace el fuerte compromiso de pasar mucho tiempo en el Templo de la Sana Doctrina donde aprenderá toda la Verdad de Dios revelada en su totalidad por el Espíritu Santo (Juan 16:7-15).

b) Los fuertes compromisos con Dios, la Verdad y la iglesia definen y fortalecen el carácter del buen ministro de Jesucristo. Contribuyen a la formación de un carácter recio en el Señor, íntegro y vertical.

D. El Pedestal con un mensaje en alto relieve

Un tanto hacia la izquierda y cerca de la entrada, nos llama la atención un “Pedestal” que sostiene una “Placa con letras en alto relieve formadas de oro fino y colocadas contra un trasfondo de tercio pelo de color carmesí”. Querido hermano, acompáñeme para ver lo que dice la placa.

1. El mensaje lee: "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado". Firma: Jesucristo (Juan 17:20-23).

2. Admirados, razonamos que estas palabras del Señor están deletreadas en “oro puro” por su valor incalculable, teniendo, además, poder para facilitar y mantener la unidad entre los discípulos, y que el “color carmesí” simboliza la sangre de Cristo con la cual se sellaron estas palabras sagradas (Mateo 26:26-29). Certeramente, esta es la "oración de oro por la unidad de la iglesia".

3. Esta oración se imprime indeleblemente en el corazón de todo buen ministro, motivándolo a desear fervientemente hacerse partícipe en el cumplimiento de la plegaria solemne de Cristo por la unidad de sus discípulos.

 


 

La formación del carácter del consiervo de Dios que ama la Verdad divina y la Unidad de fe e iglesia. Cuatro Partes. Parte I. Introducción. Los Cuatro Templos Sagrados.

Introducción. Términos claves definidos. Cuatro Templos Sagrados que existen en las expansiones santas del mundo espiritual de Dios.

La formación del carácter del consiervo de Dios que ama la Verdad divina y la Unidad de fe e iglesia. Cuatro Partes. Parte III

La Mesa de los Siete Pergaminos en el Templo de la Unidad de la Fe e Iglesia.

La formación del carácter del consiervo de Dios que ama la Verdad divina y la Unidad de fe e iglesia. Cuatro Partes. Parte IV.

Dos murales enormes en el Templo de la Unidad de Fe e Iglesia. Los líderes religiosos que figuran en las dos.

LISTA de TEMAS y subtemas que componen el curso de capacitación ministerial La unidad de la fe e iglesia

 

  

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