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La paz de Dios guarde su corazón. Su servidor en el Señor, Homero Shappley de Álamo

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Juan 5. Texto completo en Ariel 12. Comentarios sobre porciones.

Juan 5

 

Gráfica del título El evangelio de Juan Para el capítulo 10, con el texto completo del capítulo y comentarios sobre porciones.

 

El TEXTO completo

seguido por COMENTARIOS

sobre algunas porciones

 

Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. 2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo[a] aquel día. 10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo;[b] no te es lícito llevar tu lecho. 11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. 12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? 13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. 14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. 15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. 16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.  17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. 18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. 19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. 20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. 21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. 22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. 24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. 30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. 31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. 32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero. 33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. 35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. 36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado. 37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, 38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. 39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan estimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida. 41 Gloria de los hombres no recibo. 42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. 44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? 45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. 46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. 47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?  

Reina-Valera 1960 (RVR1960) Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas
en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

 

 

COMENTARIOS

 

Juan 5:37

 

“Dios es Espíritu”

Su “figura… aspecto… parecer… apariencia”

Juan 4:24 y Juan 5:37. “Dios es Espíritu” (Juan 4:24), y como tal tiene “figura” (Nueva Versión Internacional), “aspecto” (Reina Valera Revisada), o “parecer” (Reina Valera Antigua). Estas son las traducciones del griego εἶδος en Juan 5:37, según las versiones indicadas. “Forma, figura y apariencia” son traducciones encontradas también en el Diccionario Griego Strong. La oración completa de Jesucristo en Juan 5:37 dice: “Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto”. Los seres humanos en cuerpos de carne y sangre no podemos ver la “figura”, “aspecto” o “parecer” del Padre Dios Creador; solo el Hijo. “No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre”(Juan 6:46).

Así que, teniendo “figura” (aspecto o apariencia) el “Padre de los espíritus”, seguramente no erramos al postular que también la tiene el Alma-Espíritu que sale del cuerpo físico que acaba de morir. No podemos describirla, pero sí la tiene.

Y tiene mente y memoria; inteligencia, conciencia, juicio y la capacidad para comunicarse con los demás seres espirituales. Esta aseveración descansa en el relato de Jesucristo sobre el rico y Lázaro (Lucas 16:19-31) y la enseñanza en torno a “dar cuenta de sí los humanos sometidos a juicio” encontrada en textos tales como 2 Corintios 5:10, Mateo 7:21-23 y Mateo 25:31-46.

 

Locomoción del Alma-Espíritu salido del cuerpo físico muerto

“…llevado por los ángeles al seno de Abraham”

“…PARTIR y estar con Cristo.”

“…debo ABANDONAR al cuerpo.”

En la imagen, las cinco formas blancas indistintas, es decir, prácticamente sin rasgo alguno que las identifique, que suben hacia el Paraíso en el Hades, simbolizan las Almas-Espíritus Puras que, sin cuerpo físico y sin cuerpo espiritual glorificado, vuelan a la Segunda Escala donde esperarán la resurrección y el retorno de Cristo en gloria.

“Vuelan.” Según el cuadro del rico y Lázaro, al fallecer el mendigo Lázaro su cuerpo físico, “fue llevado por los ángeles al seno de Abraham”, o sea, al Paraíso en el Hades (Lucas 16:22). Es decir, como Alma-Espíritu sin cuerpo físico, y aún sin cuerpo espiritual glorificado, fue llevado por los ángeles”. ¿No tienen fuerza propia para moverse las Almas-Espíritus sin cuerpo? ¿No la tenía Lázaro después de morir su cuerpo físico?

El apóstol Pablo expresa el deseo de partir y estar con Cristo”(Filipenses 1:23). “…en breve debo abandonar el cuerpo” escribe el apóstol Pedro (2 Pedro 1:12). “…partir” o “abandonar” -para los efectos, sinónimos- son acciones de traslación que tomarían obligatoriamente las Almas-Espíritus de Pablo y Pedro al morir el cuerpo físico de cada uno. Acciones ya programadas en el Alma-Espíritu de todo ser humano. Del todo, inevitables. Igualmente, preprogramado e ineludible el vuelo del Alma-Espíritu a la Primera Parada donde se determina su rumbo o al Paraíso o al Tártaro, ambos lugares en el Hades.

Resulta, pues, más o menos académica la cuestión sobre si el Alma-Espíritu salido del cuerpo muerto tenga o no tenga locomoción propia. De tenerla, su partida y subsiguiente traslación a la Primera Parada ya están preprogramadas en su ser. De no tenerla, los ángeles se encargan de la transportación.

En el relato del rico y Lázaro, Abraham, estando en el Paraíso, y con él, Lázaro, responde a la petición del rico en el lado del Tártaro, diciendo: “…de manera que los que quisieran pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá” (Lucas 16:26). Bien que el verbo “pasar” indique locomoción propia y el verbo “quisieran”, voluntad propia, los movimientos de los habitantes de ambos lugares están limitados y controlados por las leyes divinas que los rigen.

Reiteramos: ya el Padre de los espíritus ejerce control absoluto sobre estas Almas-Espíritus. No cuentan con el libre albedrío de tomar decisiones propias, implementándolas. Por ejemplo, de pasar de un lado al otro de la gran sima que separa el Paraíso del Tártaro. Huelga decir que si las que se hallan en el Tártaro contaran con la facultad del libre albedrío y potestad para actuar, ¡se quedaría absolutamente vacío el Tártaro en un santiamén!

Qué tome nota toda Alma-Espíritu de actualidad que ocupa y utiliza para mal su cuerpo físico aún vivo. Siguiendo así hasta la muerte del cuerpo físico, su inescapable Vuelo de “Alma-Espíritu Impuro” lo llevará al Tártaro, donde podrá conocer al rico egoísta y presumido que ni siquiera tuvo compasión del enfermo mendigo Lázaro. Tal cual el rico, querrá pasar al lado del Paraíso, pero no hay paso. ¡Nunca! Así que, más le vale rectificar su vida terrenal, arrepentirse, bautizarse “para perdón de los pecados” (Hechos 2:37-47) y vivir el resto de sus días terrenales en santidad, terminándolos “en el Señor”. Solo así recibirá pase en la Primera Escala para proseguir al Paraíso.

 


 

El EVANGELIO de JUAN. Textos de los veinte capítulos en Ariel 12.
LISTA de los CAPÍTULOS
, con ENLACES.
Comentarios sobre porciones
mediante escritos y diapositivas.

Jesús de Nazaret, Jesucristo, Mesías, Hijo de Dios, Hijo de Hombre. Concepción, nacimiento, niñez, adolescencia, juventud y adultez. Procedencia, poderes, funciones divinas y destino. LISTA de RECURSOS en esta Web.

Deidad. Trinidad. Solo Jesús. Lista de estudios e intercambios disponibles en esta Web.